¿Qué tienen en común el ateísmo y el satanismo?

¿Qué tienen en común el ateísmo y el satanismo?

“En lo que se refiere a los diablos, la raza humana puede caer en dos errores iguales y de signo opuesto. Uno consiste en no creer en su existencia. El otro, en creer en los diablos y sentir por ellos un interés excesivo y malsano. Los diablos se sienten igualmente halagados por ambos errores.” – C. S. Lewis, Cartas Del Diablo A Su Sobrino

El ateo que niega alguna relación entre ambas porque dice que no creer en Dios implica no creer tampoco en Satanás ignora la diferencia entre satanista (satanismo laveyano o ateísta) y satánico (satanismo espiritual o teísta). De hecho, en el satanismo moderno todos son ateos y materialistas, es decir, solo creen en la existencia de la materia. El mismo documento de la introducción al satanismo publicado por la Iglesia oficial y reconocida mundialmente de Satán, afirma que “el satanismo es una religión atea como el budismo.” (Vexen Crabtree, A Description of Satanism). Dicha iglesia no adora a Satanás como persona real sino como un símbolo. Tanto Marilyn Manson (uno de sus reverendos) y su fundador, Anton LaVey, son ateos que consideran el satanismo como una filosofía sobre la individualidad, la autopreservación y auto divinidad. Además de que es muy común escuchar personas que abandonan el satanismo para convertirse al cristianismo, pero no del satanismo al ateísmo. La razón obvia es porque ambas tienen muchas similitudes, entre ellas:

Odian el cristianismo y promueven todo tipo de blasfemia contra la iglesia.

No creen en verdades o morales absolutas. Todo es relativo para ellos por lo que no existe ninguna ley, excepto “Haz lo que quieras”.

Satanás es bueno y Dios es maligno y de lo peor.

A veces hasta se unen para atacar el cristianismo. En el fondo, ambas son una religión de la carne y un culto a la muerte que se expresa de diferentes formas. Es por eso que se ataca a Dios porque Dios es vida. Por tanto, no hay mucha diferencia entre estas creencias. Después de todo, “Uno de los artífices de Satanás es inducir a los hombres a creer que él no existe.” (“Quakerism examined”, de John Wilkinson).

Satanismo ¿Mito O Realidad?

“Por las noches se escapaba de su casa para participar en rituales satánicos. Sacrificaban perros, gatos, gallinas y conejos para beber su sangre. A veces los sacrificios eran con seres humanos y, en ocasiones, los rituales terminaban en orgías. Así vivió un paciente que tuve. Tendría 16 o 17 años…” dijo la sicóloga clínica Ingrid Marin Espiet al confirmar que el satanismo, lejos de ser un mito, es una realidad (El Nuevo Día, 31 de octubre de 2007). Pero según la doctora lo más peligroso son los sacrificios humanos que tampoco son una falacia pues muchas de las personas que desaparecen y jamás se sabe de ellas son personas que secuestran y se sacrifican en rituales satánicos. Muchos de las víctimas son los mismos satánicos. Por lo tanto, no es correcto pensar que el satanismo se trata de una moda.

Por su parte el doctor Ángel Cintrón Opio señaló que “…muchos se acercan al satanismo por curiosidad, a través de Internet o influenciados por amigos que se acercan por lo fascinante que le puede resultar lo prohibido. El problema de los jóvenes es que cuando les interesa un tema, leen de eso solamente y se adoctrinan”, señaló el psicopedagogo, especialista en el área de comprensión. Una vez involucrados en el satanismo, tras aprobar un proceso de iniciación es difícil escapar por sí mismo. Así sucedió con Josué, un adolescente de 16 años, residente de San Sebastián, Puerto Rico, que asesinó con una pistola a su padre, madre y hermanito de nueve años. Luego corrió hasta la casa de su abuela y como ya el arma no tenía balas la mató a cuchilladas. Según los periódicos, Josué aparentemente estaba influenciado por el satanismo (periódico El Vocero de Puerto Rico, “Drogas y satanismo en la masacre”). Por tanto, para algunos satánicos o satanistas, los sacrificios de animales no son suficiente para demostrar su lealtad al Satanismo y por eso a veces recurren a los sacrificios humanos (incluyendo el suicidio).

Otro caso espeluznante fue el de Sean Sellers de 19 años. El joven quiso demostrar su fidelidad al satanismo violando los 10 Mandamientos como parte de un ritual satánico. Pero le faltaba el sexto mandamiento: “No matarás”. Por eso en una entrevista conducida en la Prisión del Estado de Oklahoma por el Dr. Fletcher Brothers, Sellers dijo con relación a sus padres: “…entonces entré en su recamara y les disparé a ambos en la cabeza mientras dormían…y me reí, me carcajeé histéricamente…le había vendido mi alma al diablo…”. Pero como dice un proverbio turco, “La amistad de Satanás llega hasta la puerta de la prisión” pues el muchacho terminó en prisión para luego ser ejecutado en la silla eléctrica por haber asesinado a sus padres.

Como padres y como iglesia debemos mantenernos en alerta roja a las señales de peligro que son opuestas a la Biblia y que pueden indicarnos que una persona está siendo involucrada en el Satanismo. He aquí algunas de ellas: Si invocan los nombres de los espíritus y existen elementos ocultistas. Les interesa mucho el “juego” de la tabla Quija (Efesios 4:11; 5:11). Les fascina los fenómenos psíquicos como la telepatía, la proyección astral, las cartas del Tarot y la parapsicología (Deuteronomio 18:9-12). Les gustan las películas de terror cuyos personajes matan y mutilan. Poseen una obsesión por la música satánica como el “Black Metal” y postear blasfemias y anticristianismo por Internet. Algún gusto por accesorios y artículos satánicos como carteles, pentagramas, calaveras, puñales, velas negras, túnicas, ropa gótica, etcétera (Josué 6:18).

Tendencia a escribir poemas y cartas acerca del satanismo o dibujar cruces invertidas, estrellas de cinco puntos, el número 666, nombres de diablo y símbolos de la muerte. Siente atracción por las publicaciones satánicas y por los libros como la biblia satánica, el Necronomicón, los escritos de Aleister Crowley o llevan un diario personal como el libro de Las Sombras donde relatan sus actividades e ideas satánicas (Hechos 19:18-20). Muchas veces sus cuartos están pintados totalmente de negro, con velas negras, incienso y otros elementos ocultistas. Se asocian con grupos góticos y sienten atracción por el vampirismo (Proverbios 24:19-20).

Historia del Satanismo Moderno

La noche del 30 de abril de 1966 Anton Szandor LaVey se afeitó la cabeza y anunció la fundación de la Iglesia de Satanás en San Francisco, California. Fue así como entre bautismos, funerales y misas negras, la popularidad de la Iglesia Satánica fue ascendiendo hasta el punto de ser reconocida como una religión oficial dentro de la nación norteamericana. De hecho, se dice que entre sus primeros miembros había muchos artistas igual que LaVey quien fue un músico y actor que hizo películas en Hollywood.

En 1968 LaVey escribió La Biblia Satánica la cual se convirtió en un Best Seller y en el 1969 dio a conocer de modo oficial su institución. El satanismo está creciendo de manera asombrosa entre la juventud de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Existen más de 30,000 sites sobre el satanismo en el Internet y la página oficial de la Iglesia Satánica recibe no menos de 10,000 visitantes al día. Según Shone Westeelter, Presidente de la Ped Nacional de Información de los Estados Unidos, del 30% al 40% de los estudiantes de secundaria están metidos en alguna forma de ocultismo. El 70% de los delitos cometidos por adolescentes de 17 años están motivados por la participación en el satanismo. Estos jóvenes a menudo ignoran que las creencias satánicas son muy peligrosas y destructivas.

Parecido a su antecesor Aleister Crowley (1875-1947), LaVey centró sus enseñanzas alrededor de la gratificación y la exaltación de todas las pasiones humanas. Para el satanista no existe el cielo para ir después de la muerte y tampoco el infierno de fuego para el castigo el pecador. Básicamente el satanismo es la religión donde cada uno es su propio dios. Crowley, quien era un drogadicto bisexual y considerado como el padre del satanismo moderno, resumió sus enseñanzas en la frase: “no existe ninguna ley excepto, haz lo que quieras”. Las creencias satánicas varían de un grupo a otro. Hay quienes no creen en la persona del demonio sino en la fuerza, energía o un símbolo, expresión de transgresión, etc. Mientras que otros ven en Satanás como un ser real, al cual es posible dirigirse mediante algunos ritos para obtener algunos favores. No hay verdades y morales absolutos.

Por lo tanto, el satanismo es una realidad. Y no se trata necesariamente de personas vestidas de negro, con cruces al revés, pintura en la cara, “piercings” y tatuajes con actitud hostil. De hecho, quien profese el satanismo podría pasar frente a usted como la más respetable persona; como una persona “normal”. Sin embargo, como el satanismo es por naturaleza clandestina es difícil estimar el número de personas que están envuelta a este culto. Es por eso que la policía recibe constantemente reportes de ritos y actividades ilegales. Para estas personas los cristianos son su peor y mortal enemigo. Así comenta Asarabel, líder y baterista de la banda de rock satánico Godless “…Para mí el satanismo y el “black metal” son algo muy serio. Mi vida es una guerra en contra de Dios, del cristianismo y de su iglesia”, sostuvo Asarabel. Ahora, con la banda como vehículo, asegura que su vida es una guerra constante contra el cristianismo, al que se refiere como “el enemigo” (El Nuevo Día, 31 de octubre de 2007).

Desde el aspecto bíblico el pecado nació en el corazón de Satanás quien fue una vez un ángel poderoso que fue echado del cielo por su rebeldía contra Dios (Lucas 10:18). Su propósito era ser adorado y honrado como Dios, pero no lo logró. Juró que lo lograría con las criaturas que Dios había creado y desde entonces busca quienes le adoren. Una forma para hacerlo es por medio del satanismo. Adán y Eva se dejaron engañar por Satanás (Génesis 3) y desde entonces millones también se han dejado engañar. Algunos hasta creen que algún día destruirán a Dios y el cristianismo y que reinarán con Satanás y sus seguidores. Pero los cristianos que han leído el último capítulo de la Biblia ya saben quién ganará la batalla final entre el bien y el mal: NOSOTROS (Apocalipsis 20:10-15). Jesús es el que tiene el derecho de reinar los cielos y la tierra con sus santos porque es su Creador y porque murió en la cruz del Calvario (Colosenses 2:14,15).

Es interesante saber que Anton Szandor La Vey intentó fundar la iglesia satánica en 1966 porque en numerología inviertes el 9 y tienes el 1666. Pero por alguna razón él no pudo abrir esa iglesia en ese año, le llegó el 1967 y dijo: “La iglesia de Satanás no se puede abrir en 1967 porque el 7 es un número divino.” Así que dejo pasar el 1967 y 1968 y estableció su iglesia en 1969, es decir, 1666. Pero ahora viene lo interesante. Anton La Vey está muerto y el sujeto que fundó esta iglesia satánica tras que no quiso edificarla en 1967 murió en el año 1997 lo que implica que en su tumba hay un 7.

Peor todavía, murió a los 67 años de edad y quien sabe si para colmo lo enterraron 7 pies bajo tierra. ¡Qué desgracia para el tipo! (Apocalipsis 17:14). Tampoco olvidemos que Satanás es real y no solo porque la Biblia lo dice sino porque su existencia explicaría muchas cosas como la maldad que hay en el mundo, las experiencias cercanas a la muerte, los testimonios oculares de posesiones demoníacas y el por qué el cristianismo y los judíos siempre han sido los grupos más perseguidos. Después de todo, Jesucristo era judío.

En fin, no hay que ser creyente para ser parte del satanismo y el satanismo al igual que el ateísmo es perdición, es destruirse a sí mismo y a otros. Sin embargo, Dios es más grande que Satanás y en Cristo todavía hay esperanza pues no sólo murió para salvarnos sino también para “deshacer las obras del diablo” que hay en nuestras vidas (1 Juan 3:8).

“Satanás promete lo mejor, pero paga lo peor; promete honor y paga con verguenza; promete placer y paga con dolor; promete ganancia y paga con pérdida; promete vida y paga con muerte” – Thomas Brooks