Refutando el primer punto calvinista de la Total Depravación

          Los calvinistas creen en lo que ellos llaman en una depravación total o total inhabilidad del hombre al punto de que no tiene libertad de elección ni puede tomar buenas decisiones. Sin embargo, eso sería contradecir no solo la Biblia sino la misma realidad pues hay personas que aunque no son cristianas hacen acciones que son moralmente correctas. Por ejemplo, hay padres incrédulos que trabajan duro para alimentar a sus hijos. ¿Acaso eso no es una buena decisión y no un pecado? Estamos de acuerdo de que el hombre tiene una naturaleza pecaminosa o depravada (Romanos 3:10-11) pero no como lo define el calvinismo pues para ellos el ser humano es tan depravado que no tiene la capacidad de creer en Cristo por lo que tiene que ser regenerado primero por el poder de Dios antes de poder tener fe. En otras palabras, tiene que nacer de nuevo para luego creer. Como resultado muchos calvinistas niegan el libre albedrio y afirman que el hombre no tiene la capacidad de elección. Sin embargo, el libre albedrio lo creían los antiguos judíos (antiguo pueblo de Dios) lo cual se puede ver en Éxodo 35:29; Ezequiel 18:30-32; Josué 24:15; 1 Reyes 18:21; Salmo 81:11-12; Deuteronomio 30:19; Nehemías 9:30 y Oseas 11:4-5. Lo mismo creía la iglesia primitiva (Lucas 13:34; Hechos 7:51; 2 Timoteo 3:8; 1 Corintios 7:37; 9:17; 10:13; 2 Corintios 9:7 y Apocalipsis 3:20). 

            Para dar unos ejemplos en Josué 24:15 se afirma lo siguiente, "Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová." mientras que en 1 Reyes 18:21 también declara, "Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra." Estos pasajes al igual que muchos otros no tendrian sentido si el hombre no tiene la facultad de elección. Por tanto, la única explicación razonable del porque en estos versículos se manda al hombre a escoger a Dios es porque tiene esa opción y porque tiene el libre albedrio de hacerlo. Mateo 23:37 también dice, "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" ¿Por qué no quisieron? Porque tenian libre albedrio. De hecho, uno de los Padres de la Iglesia llamado Ireneo usó este pasaje de la Biblia en contra de los gnósticos quienes eran los herejes que rechazaban el libre albedrio (Ireneo (180 d.C.) ,The Ante-Nicene Fathers, Volume One, Published by BRCCD, p. 1117).

         No solo eso, hay muchos pasajes que también exigen al que no está regenerado a buscar de Dios lo cual tampoco tendría sentido si no tiene la capacidad de hacerlo (Jeremías 29:13; Isaías 55:6; Amos 5:5,14; Hechos 17:27; Hebreos 11:6 y Romanos 1). Ejemplo de esto lo vemos en Cornelio quien estaba espiritualmente muerto sin embargo según Hechos 10:45-47 estaba buscando tener una relación con Dios. ¿Se contradice la Biblia en esto? De ninguna manera. De hecho, hasta la misma Confesión de Fe de Westminster (LBC) de 1689 que muchos calvinistas citan como una fuente de autoridad dice que Adán y Eva fueron creados con libre albedrio. Por tanto, según su propia Confesión el libre albedrio es compatible con la soberanía de Dios. Además, si el libre albedrio no existe entonces ¿quién hizo que Satanás y Adán pecaran? ¿Dios? Ellos dirán “misterio” pero nosotros respondemos contradicción pues es inconsistente sostener que Dios es bueno si es el autor del mal. En fin, todos somos pecadores y todos merecemos ir al infierno, pero eso no significa que la Caída también provocó que tuviéramos la incapacidad para creer o tener fe. Eso no aparece como parte de la lista de las maldiciones de la Caída en Génesis 3 y prueba de que no estaba incluida es que Adán no perdió su habilidad de tomar decisiones después de haber muerto espiritualmente al desobedecer de Dios y tampoco su descendencia. Dios tampoco trató a Caín en Génesis 4:6-7 como si no tuviera esa habilidad pues ¿por qué le diría que podía hacer bien y ser aceptado si no tenía esa capacidad o libre albedrio?

       Entonces ¿a qué se refiere Romanos 3:11 cuando dice que “No hay quien busque a Dios”? Se refiere a que el hombre no busca de Dios a menos que haya una iniciativa divina.  En otras palabras, estamos de acuerdo de que Dios es el que siempre atrae y actúa primero en nosotros a través de la predicación del Evangelio, su Espíritu Santo y que lo amamos “porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19 y Juan 6:44). Pero ese amor está extendido a todo el mundo (Juan 3:16 y 12:32) y eso lo hace a través de su Palabra porque como dice Romanos 10:17, “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios”. Ya luego toca a nosotros creer o no como enseña el mismo Juan en Juan 3:15-16 y 36. Por tanto, cuando la Biblia dice en Romanos 3:10 o Salmos 19:1 que “no hay quien hace lo bueno” no significa que la gente perdida no contribuye en nada positivo o que no puede tomar decisiones correctas pues la historia lo demuestra, sino que no puede contribuir en nada que merita su propia salvación pero eso no significa que no tienen libre albedrio. De hecho, cada verdadero cristiano tiene el testimonio de haber escogido a Dios cuando se volvió cristiano sino que después de esa conversión seguimos tomando decisiones en donde ponemos a Dios primero antes que las cosas del mundo.  Por tanto, aquí no importa lo que yo o el calvinista crea sino lo que dice el Señor quien según Su Palabra da al hombre el libre albedrio para darle la oportunidad de responder al llamado de Dios. En otras palabras, nuestra busqueda de Dios es la respuesta que hacemos cuando Dios nos busca primero.

          Además de toda esta evidencia bíblica si nos vamos a la historia conocida como La Patrística (historia eclesiastica de los Primeros Apologistas y los Padres de la Iglesia) veremos que la iglesia primitiva estaban continuamente defendiendo la doctrina del libre albedrio y refutando la mentalidad fatalística o determinista (lo que será, será) de los gnósticos y en su filosofía de la total inhabilidad la cual enseñaba que la naturaleza del hombre estaba tan corrupto que no tenía la facultad de un libre albedrio entre el bien y el mal. De hecho, para los gnósticos la carne era tan pecaminoso que negaron que Cristo había venido en carne y por eso las Escrituras los llama “anticristo” (1 Juan 4:3 y 2 Juan 1:7). Hasta escribieron sus propios evangelios conocido como los evangelios gnósticos con los nombres de María y Tomas para validar sus enseñanzas y para poder penetrar en la iglesia con sus falsas doctrinas. Sin embargo, algunos neocalvinistas de hoy hacen de la doctrina de la inhabilidad una doctrina esencial de la fe cristiana y son rápidos en condenar a cualquiera que se atreva a cuestionarla o refutarla. Pero para los primeros cristianos la doctrina del libre albedrio era considerado ortodoxo y la doctrina de la total inhabilidad lo consideraban herético. No al revés. Los Padres más antiguos de la Iglesia como Tertuliano, Ignacio de Antioquía, Justino Mártir, Ireneo de Lyon, Atanasio de Alejandría, Clemente de Roma, Orígenes, Arquelao, Metodio y Eusebio (considerado como el padre de la Historia de la Iglesia) refutaron a los gnósticos y maniqueos por rechazar el libre albedrio. 

         Además, en ninguna parte de la Biblia dice que Dios les concede la regeneración primero para ser justo. Al contrario, los calvinistas lo tienen al revés pues el orden correcto de eventos que presenta las Escrituras es creer (que significa lo mismo que fe y confiar) antes de nacer de nuevo (regeneración). Vea por ejemplo, Juan 3:15-16, 36; 5:24; 6:40; 20:30-31; 7:37-39; Hechos 8:30-38, 10:43-44; 16:29-31; Efesios 1:13-14 y Romanos 3:22; 4:3-5; 5:1-2; 10:9-13. Primero es la fe y luego la regeneración. Según estos pasajes la regeneración no precede la fe ya que el pecador primero escucha el evangelio porque “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17), luego cree y es salvo como resultado (Juan 3:14-16). De igual manera, su fe es el factor que lo hace hijos de Dios (Gálatas 3:26).  

          Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío verdad porque un muerto no tiene la capacidad de elección y para esto citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Así que, según esta analogía calvinista el pecador tiene que nacer de nuevo para que pueda ejercer fe. Sin embargo, esto es apelar a falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir sino que tampoco puede hacer algo bueno ni malo y por ende no tendria sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Tampoco tendria sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar. Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir y por otro, cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió el mismo día de su caída pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3).   

          Por tanto y bíblicamente hablando, la ilustración que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones. Además de que siguiendo esa misma lógica calvinista entonces el pecador no solo no podría creer, sino que tampoco podría pecar. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? ¿Qué necesidad habría de que el Espíritu Santo toque la puerta del corazón de un pecador en Apocalipsis 3:20 si según los calvinistas es incapaz de abrir la puerta? En fin, si la gente se va al infierno es por culpa del hombre y no de Dios. La Biblia es tan clara en este asunto que algunos calvinistas ni siquiera creen en todos los 5 puntos del TULIP.  

La Encarnación de Cristo refuta la Total Depravación calvinista

      No solo eso, como los calvinistas creen que el cuerpo es muy malo y que nacemos pecadores creen que Cristo asumió no asumió nuestra naturaleza (carne) sino la misma naturaleza física de Adán en la pre-Caída lo cual es una creencia condenada en 1 Juan 4:1-3. De hecho, si la total depravación fuera cierta entonces Jesús sería totalmente depravado pues Hebreos 2:14-17 no dice que Jesús asumió un cuerpo como el de Adán pre-caído sino uno post-caída porque él también participó de lo mismo”, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.” Por tanto, según Hebreos 2 uno que tiene que irse con la encarnación o la total depravación.

“¿Y qué hay de 1 Corintios 2:14”

               El calvinista utiliza 1 Corintios 2:14 para apoyar su idea de “Total Depravación "— y por ende, los bebés nacen en pecado y sólo los escogidos, que han sido regenerados, pueden entender y creer en el Evangelio. Sin embargo, Pablo, aquí está hablando más que de un simple evangelio; se refiere a la comprensión más profunda de la verdad espiritual que viene con la madurez en Cristo. Ese hecho, si no se entiende de lo que ya hemos citado, se aclara como agua cristalina con los siguientes versículos: "De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía…" (1 Corintios 3:1–4).

           Por tanto, lo de “hombre natural” en 1 Corintios 2:14 se lo dijo el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto porque era una iglesia inmadura que tenía muchos problemas tanto morales como doctrinales y hasta los sigue reprendiendo en el capítulo 3. Si se lee 1 Corintios 2:14 en su contexto veremos que se habla de “hermanos”, es decir, de cristianos de los cuales Pablo llama “carnales” como 4 veces (1 Corintios 3:1-4). En ese mismo sentido es que Pablo los llama “el hombre natural” porque no están siguiendo a Dios (Romanos 8:4-8). Por tanto, el mensaje de Pablo para estos hermanos era que mientras más vivían en el pecado menos iban a entender las cosas de Dios y por ende no iban a crecer espiritualmente. Por eso se refería a ellos como “carnales” y como “niños en Cristo” y que tenía que alimentarlos todavía con leche porque todavía no estaban preparados para comer vianda [carne] (1 Corintios 3:1–2). Por tanto, el “hombre natural” no siempre se refiere a una persona no creyente (Romanos 2 lo indica).

           Y en segundo lugar, ese tipo de interpretación no solo es incorrecta, sino que tampoco tiene sentido. Si el hombre no puede entender las cosas espirituales de Dios porque está totalmente inhabilitado o totalmente depravado lo cual incluiría a ellos (el calvinista) y a nosotros entonces ¿para qué debatir, evangelizar o hacer apologética? Nosotros, por ejemplo, debatimos porque, aunque no los conocemos personalmente, asumimos que son cristianos, y aun si no lo fueran, creemos que con la ayuda de Dios podemos persuadir, convencer y razonar con ellos tal como hizo Pablo con Agripa y como lo hizo con muchos judíos y griegos (Hechos 18:4; 26:28 y 28:23-24). Por cierto ¿por qué los apóstoles trataban de persuadir a los no creyentes? ¿No se supone que la gracia sea irresistible? En otras palabras, esta falsa analogía que usan invalida el evangelio porque si presentarle el evangelio a una persona que no es cristiana es como presentarle el evangelio a un cadáver que está en el cementerio y que es mejor que se quede esperando sin que ninguno de los dos hagamos nada y hasta que ya es demasiado tarde entonces ¿dónde quedaría la Gran Comisión que el mismo Jesucristo nos dejó? Por tanto, esta creencia no solo afecta el evangelismo y es una de las razones por la que muchos pastores calvinistas no salen a ganar las almas perdidas sino la apologética cristiana también pues ¿para qué hacer apologética si creen que no se puede convencer, razonar o persuadir a una persona que ya está muerto y que no tiene la capacidad de entender las cosas espirituales de Dios? ¿Notan la contradicción? Si te identificas con el calvinismo, pero a la misma vez evangelizas y haces apologética entonces usted está siendo inconsistente con su propia teología.   

                 En cambio, cuando el provisionista evangeliza y hace apologética no lo hace porque creemos o pretendemos ser el Espíritu Santo sino primero porque es mandato de Dios de ir por el mundo y predicar el evangelio a toda criatura y segundo porque sabemos que el poder está en el mensaje del evangelio y no en el mensajero (Romanos 1:16). Por eso Romanos 10 dice, “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” En otras palabras, primero predicamos el evangelio, el Espíritu redarguye a la persona de sus pecados y si la persona no resiste el Espíritu y decide creer entonces es salvo y se convierte en hijo de Dios. Ese es el orden correcto de las Escrituras. Por tanto, tiene más sentido entender la muerte espiritual no como una total inhabilidad sino como una separación de Dios y el hombre (como en la parábola del hijo pródigo) o separación del cuerpo y alma o como lo describe también la Biblia como una enfermedad terminal cuya única medicina o medico por excelencia es Jesucristo (Marcos 2:17). De hecho, Pablo usa la palabra, “débiles/enfermos” para describir la condición pecadora que teníamos antes de ser salvos (Romanos 5:6). Además, ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? 

               Algún calvinista dirá, "Eres anticalvinista, sin embargo, citas a Spurgeon que era calvinista" a lo cual respondemos, "Y a Sócrates, Aristóteles y Platón también. Sin embargo, eso no significa que tengo que estar de acuerdo con todo lo que dijeron o hicieron." De hecho, damos gracias a Dios que cristianos como Spurgeon, Whitefield, Carrey y Edwards fueron inconsistentes con su teología calvinista pues solo asi pudieron alcanzar a muchas almas para Cristo predicando el evangelio a toda criatura y sin hacer acepción de personas cosa que no le agradó a muchos de sus mismos colegas calvinistas e hipercalvinistas, especialmente en los últimos años de Spurgeon, por sus propios colegas calvinistas e hipercalvinistas. Sin olvidar que tambien fueron una excepción y no la regla dentro del calvinismo. En su juventud, Spurgeon fue muy calvinista y muy duro con los arminianos al principio pero luego fue cambiando su forma de pensar. Nota, no soy arminiano. Sin embargo, a medida que maduraba empezó a identificarse como un calvinista arminiano pues hasta llegó a decir, “Yo he sido llamado un ‘Arminiano Calvinizado’ o un ‘Calvinista Arminianizado’, y estoy bastante a gusto con esto siempre y cuando me quede cerca de la Biblia" (Charles Spurgeon , Heart disease curable, ser 1604, 1881).

              Mientras que la familia o los descendientes de Whitefield dejaron de ser calvinistas para volverse en cristianos provisionistas. Y si tanto le gusta Spurgeon, Whitefield y Carey entonces esperamos que como calvinistas esten siguiendo el ejemplo de estos grandes hombres de Dios y también esten saliendo a la calle a predicar el evangelio a toda criatura cosa que muchos pastores calvinistas no hacen y porque si no entonces caen en hipocresía. Spurgeon, que siendo calvinista (a quien los calvinistas quieren citar en apoyo) quien a veces confirma la expiación limitada, fue incapaz de escapar a su conciencia dada por Dios.  Su corazón de evangelista a menudo lo traicionaba en declaraciones, expresando una compasión por los perdidos y un deseo para su salvación — una compasión que contradecía el Calvinismo que el mismo predicó en otras ocasiones. Por ejemplo: “Como es mi deseo [y] su deseo... así es el deseo de Dios, que todos los hombres deben ser salvos... él no es menos benevolente que nosotros.” Es imposible conciliar esa declaración con la doctrina de la expiación limitada, que afirmó Spurgeon en otras ocasiones. Es irracional decir que Dios desea sinceramente la salvación de todos, pero envió a su Hijo a morir sólo por algunos. Pero esto, como veremos, es sólo una de las muchas contradicciones en las que el calvinismo atrapa a sus adherentes.  

La Analogía de la Muerte

“¿Pero no demuestra el relato de Lázaro y Efesios 1 que estamos muertos espiritualmente y que por ende el hombre no tiene libre albedrio o la capacidad de responder para salvación?”

                La historia de Lázaro no tiene nada que ver con soteriologia sino con la Resurrección de los muertos en Cristo, se habla de una resurrección física, no espiritual y además Jesús dijo que ese milagro fue para convencer a los presentes lo cual refuta la llamada gracia irresistible de los calvinistas. ¿Por qué Jesús necesitaría esperar para hacer un milagro (lo cual es algo externo) para convencer a otros de su Mesianismo si la gracia es irresistiblemente? ¿No contradice eso el calvinismo? ¿Por qué no usar mejor la historia de cuando Pedro se estaba hundiendo en el agua y le pidió a Cristo que lo salvara quien extendió su mano a Pedro para salvarlo? La razón es obvia. No lo usan porque dicha escena no encaja con su narrativa calvinista. De hecho, no hay un solo versículo que indique que la muerte espiritual es la pérdida o la incapacidad de responder sobre nuestra condición de perdición. Efesios 1 no dice que la muerte espiritual es igual a total inhabilidad como asumen los calvinistas y asumir tal cosa es apelar a una falacia non sequitur que no se sigue.   

              Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío verdad porque un muerto no tiene la capacidad de elección y para esto citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Así que, según esta analogía calvinista el pecador tiene que nacer de nuevo para que pueda ejercer fe. Sin embargo, esto es apelar a falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir sino que tampoco puede hacer algo bueno ni malo y por ende no tendria sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Siguiendo esa lógica entonces los inconversos tampoco pecan pues un muerto no puede hacer nada. La ilustración que usan los calvinistas simplemente no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerta (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y todavía puede tomar decisiones. Además de que siguiendo esa misma lógica calvinista entonces el pecador no solo no podría creer, sino que tampoco podría pecar. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? La Biblia es tan clara en este asunto que algunos calvinistas ni siquiera creen en todos los 5 puntos del TULIP. Tampoco tendria sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar. Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir y por otro, cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió el mismo día de su caída pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3).    

               Por tanto y bíblicamente hablando, la ilustración que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones. Además de que siguiendo esa misma lógica calvinista entonces el pecador no solo no podría creer, sino que tampoco podría pecar. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? ¿Qué necesidad habría de que el Espíritu Santo toque la puerta del corazón de un pecador en Apocalipsis 3:20 si según los calvinistas es incapaz de abrir la puerta? En fin, si la gente se va al infierno es por culpa del hombre y no de Dios. La Biblia es tan clara en este asunto que algunos calvinistas ni siquiera creen en todos los 5 puntos del TULIP. 

                Algunos calvinistas usan la analogía de Lázaro para comparar la muerte física con la espiritual para demostrar así que no puede hacer nada a menos que Dios lo llame. Dicen, “La resurrección de Lázaro prueba la total inhabilidad del hombre y que nadie tiene libre albedrio en cuanto a la salvación”. Sin embargo, esto es apelar a una falsa analogía pues, la resurrección literal de Lázaro fue una física y no tiene nada que ver con la salvación espiritual del hombre. Por tanto, el ejemplo de Lázaro no prueba que el hombre no tiene la capacidad de creer. Al contrario, en Juan 11:42 dice que Jesús tuvo que esperar dos días para hacer el milagro de la resurrección. ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Por qué tuvo que esperar? El mismo contexto del pasaje lo explica al decir que lo hizo para que los presentes pudieran creer lo cual refuta la falsa doctrina del determinismo calvinista de que nadie puede creer si está muerto espiritualmente. Además, ¿por qué no usan mejor el caso de Jesús extendiendo su mano para salvar a Pedro de ahogarse? Ah porque ese relato no encaja con la narrativa calvinista. Tanto este ejemplo de Pedro como la parábola del Hijo Prodigo refutan el primer punto del TULIP calvinista. 

       El evento milagroso de la resurrección de Lázaro no tiene nada que ver con soteriología pues se trata de una resurrección física y no espiritual. Además, ¿por qué Jesús necesitaría esperar para hacer un milagro (lo cual es algo externo) para convencer a otros de su Mesianismo si según el calvinismo la gracia es irresistible? ¿No contradice eso la doctrina calvinista del TULIP? La historia de Lázaro no tiene nada que ver con soteriologia sino con la Resurrección de los muertos en Cristo, se habla de una resurrección física, no espiritual y además Jesús dijo que ese milagro fue para convencer a los presentes lo cual refuta la llamada gracia irresistible de los calvinistas. Hasta el famoso teologo calvinista, Arthur Pink, es demasiado extremo para muchos calvinistas, el rechaza la falacia de utilizar la muerte física para explicar lo que significa estar muerto en delitos y pecados: Un cadáver en el cementerio no es una analogía adecuada del hombre natural. ¡Un cadáver en el cementerio es incapaz de llevar a cabo el mal! Un cadáver no puede "despreciar o rechazar" a Cristo (Isaías 53:3), no puede "resistir al Espíritu Santo" (Hechos 7:51), no puede desobedecer el Evangelio (2 Tesalonicenses 1:8); ¡Pero el hombre natural puede hacer estas cosas! Después de todo, ¿por qué no usar mejor la historia de cuando Pedro se estaba hundiendo en el agua y le pidió a Cristo que lo salvara quien extendió su mano a Pedro para salvarlo? La razón es obvia. No lo usan porque dicha escena no encaja con su narrativa calvinista. De hecho, no hay un solo versículo que indique que la muerte espiritual es la pérdida o la incapacidad de responder sobre nuestra condición de perdición. Efesios 1 no dice que la muerte espiritual es igual a total inhabilidad como asumen los calvinistas y asumir tal cosa es apelar a una falacia non sequitur que no se sigue. Génesis tampoco indica que uno de los resultados de la Caída fue la pérdida del libre albedrío.

         Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío porque un muerto no tiene la capacidad de elección y como apoyo citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Sin embargo, interpretar tal palabra de manera literal es apelar a una falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir, sino que tampoco puede pecar ni arrepentirse y por ende no tendría sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda en Hechos 17 y en otros pasajes a todo hombre que está muerto espiritualmente y en todo lugar a que se arrepienta y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24; Hechos 17 y Lucas 13:3 y 5). Tampoco tendría sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar.

       Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir o cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, sabemos por las Escrituras que las personas siguen funcionando después de la muerte sin su cuerpo y en otro lugar diferente. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación como la separación del cuerpo o separación de Dios, pero nunca se le define como la total inhabilidad. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió espiritualmente el mismo día de su caída, pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3). En el Apocalipsis se dice que la iglesia de Sardis estaba muerta espiritualmente sin embargo eso no significa que no podía tomar decisiones y eso lo admiten muchos calvinistas en su literatura reformada. Por tanto y bíblicamente hablando, esta ilustración de la muerte que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones.

          Otro problema con esta doctrina es que tampoco tendría sentido evangelizar o hacer apologética pues según esta creencia no se puede convencer, razonar o persuadir a una persona que ya está muerta y que no tiene la capacidad de entender las cosas espirituales de Dios. ¿Notan la contradicción? Por tanto, si te identificas con el calvinismo, pero a la misma vez evangelizas y haces apologética entonces tú mismo estas siendo inconsistente con tu propia teología. Por tanto, tiene más sentido entender la muerte espiritual no como una total inhabilidad sino como una separación o como lo describe también la Biblia como una enfermedad terminal cuya única medicina o médico por excelencia es Jesucristo (Marcos 2:17). De hecho, Pablo usa más la palabra, “débiles/enfermos” para describir la condición pecadora que teníamos antes de ser salvos (Romanos 5:6). 

          En cambio, cuando el provisionista evangeliza y hace apologética no lo hace porque creemos o pretendemos ser el Espíritu Santo sino primero porque es mandato de Dios de ir por el mundo a predicar el evangelio a toda criatura y segundo porque sabemos que el poder está en el mensaje del evangelio y no en el mensajero (Romanos 1:16). Por eso Romanos 10 dice, “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” En otras palabras, primero predicamos el evangelio, el Espíritu redarguye a la persona de sus pecados y si la persona no resiste el Espíritu y decide creer entonces es salvo y se convierte en hijo de Dios. Ese es el verdadero orden correcto de las Escrituras.
       El evento milagroso de la resurrección física de Lázaro no tiene que nada que ver con soteriología. Además, ¿por qué Jesús necesitaría esperar para hacer un milagro (lo cual es algo externo) para convencer a otros de su Mesianismo si la gracia es irresistible? ¿No contradice eso el calvinismo? ¿Por qué no usar mejor la historia de cuando Pedro se estaba hundiendo en el agua y le pidió a Cristo que lo salvara y quien extendió su mano a Pedro para salvarlo? La razón es obvia. No lo usan porque dicha escena no encaja con su narrativa calvinista. De hecho, no hay un solo versículo que indique que la muerte espiritual es la pérdida o la incapacidad de responder sobre nuestra condición de perdición. Efesios 1 no dice que la muerte espiritual es igual a total inhabilidad como asumen los calvinistas y asumir tal cosa es apelar a una falacia non sequitur que no se sigue. Génesis tampoco indica que uno de los resultados de la Caída fue la perdida del libre albedrio o libertad de elección del hombre.

         Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío porque un muerto no tiene la capacidad de elección y como apoyo citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Sin embargo, esto es apelar a una falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir, sino que tampoco puede pecar ni arrepentirse y por ende no tendría sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda en Hechos 17 y en otros pasajes a todo hombre que está muerto espiritualmente y en todo lugar a que se arrepienta y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24; Hechos 17 y Lucas 13:3 y 5). Tampoco tendría sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar. 

             Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir o cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, sabemos por las Escrituras que las personas siguen funcionando después de la muerte sin su cuerpo y en otro lugar diferente. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación como la separación del cuerpo o separación de Dios, pero nunca se le define como la total inhabilidad. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió espiritualmente el mismo día de su caída, pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3). En el Apocalipsis se dice que la iglesia de Sardis estaba muerta espiritualmente sin embargo eso no significa que no podía tomar decisiones y eso lo admiten muchos calvinistas en su literatura reformada. Por tanto y bíblicamente hablando, esta ilustración de la muerte que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones.

             No solo eso, si interpretamos la muerte espiritual como lo interpretan los calvinistas entonces tampoco tiene sentido que Satanás ciegue “el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4). Eso sería como tratar de poner una venda a un cadáver lo cual sería absurdo porque una vez muerto no puede ver, ni escuchar, ni hacer nada. A menos que una persona que está muerta espiritual sí tiene la habilidad de entender el evangelio y por eso Satanás trata de evitar que el incrédulo lo escuche porque como dice Romanos 10, la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios. El otro problema de esta falsa analogía es que invalida el evangelio porque si me vas a decir que presentarle el evangelio a una persona que no es cristiana es como presentarle el evangelio a un cadáver que está en el cementerio y que es mejor que se quede esperando sin que ninguno de los dos hagamos nada y hasta que ya es demasiado tarde entonces ¿dónde quedaría la Gran Comisión que el mismo Jesucristo nos dejó? 

              No solo eso afectaría el evangelismo y creo que esta es la razón por la que muchos pastores calvinistas no salen a la calle a predicar y ganar las almas perdidas, sino que también afecta la apologética cristiana porque para que hacer apologética (como estás haciendo ahora mismo) o debates (con católicos, por ejemplo) si según tu creencia no se puede convencer, razonar o persuadir a una persona que ya está muerto y que no tiene la capacidad de entender las cosas espirituales de Dios. ¿Nota la contradicción? Si te identificas con el calvinismo, pero a la misma vez evangelizas y haces apologética entonces tu estas siendo inconsistente con tu propia teología. Por tanto, tiene más sentido entender la muerte espiritual no como una total inhabilidad sino como una separación o como lo describe también la Biblia como una enfermedad terminal cuya única medicina o medico por excelencia es Jesucristo (Marcos 2:17). De hecho, Pablo usa la palabra, “débiles/enfermos” para describir la condición pecadora que teníamos antes de ser salvos (Romanos 5:6). Además, ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo?