¿Bebés en el Infierno?

          Los calvinistas creen en lo que ellos llaman depravación total (conocido también como la total inhabilidad del hombre). Nosotros también creemos que el hombre tiene una naturaleza pecaminosa o depravada (Romanos 3:10-11), que peca y que tiene la inhabilidad de salvarse asimismo pero no como lo define el calvinismo pues para ellos el ser humano es tan depravado que no tiene la capacidad de creer en Jesucristo por lo que tiene que ser regenerado primero por el poder de Dios antes de poder tener fe. En otras palabras, tiene que nacer de nuevo para luego creer. Sin embargo, hay muchos pasajes que también exigen al que no está regenerado a buscar de Dios lo cual tampoco tendría sentido si no tiene la capacidad de hacerlo (Jeremías 29:13; Isaías 55:6; Amos 5:5,14; Hechos 17:27; Hebreos 11:6 y Romanos 1).
           Para dar un ejemplo en Isaías 55:6-7 dice, “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” Si la total depravación o total inhabilidad es cierto entonces ¿por qué en Isaías 55:6-7 llama a todos los pecadores a apartarse del pecado para hacer justicia y volver a Dios si solo los regenerados pueden hacer eso? Un ejemplo de esto lo vemos en Cornelio quien estaba espiritualmente muerto sin embargo según Hechos 10:44-47 estaba buscando tener una relación con Dios. Ahora bien, ¿se contradice la Biblia en esto? De ninguna manera. Entonces ¿a qué se refiere Romanos 3:11 cuando dice que“No hay quien busque a Dios”?Se refiere a que el hombre no busca de Dios a menos que haya una iniciativa divina. En otras palabras, estamos de acuerdo de que Dios es el que siempre atrae y actúa primero en nosotros a través de la predicación del Evangelio, su Espíritu Santo que es el que redarguye y convence de pecado y que lo amamos “porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19 y Juan 6:44).
           Sin embargo, el calvinista usa esta doctrina para decir que los niños recien nacidos “han heredado el pecado original y la muerte” de su primer padre, Adán y que por defecto han contraído el contagio [infección] de la muerte antigua en su nacimiento y, por lo tanto, “por defecto” no van al cielo. Aunque algunos calvinistas como John Piper, John MacArthur y Charles Spurgeon, enseñan que todos los niños que mueren en la infancia van al cielo, donde la infancia se extiende a cualquier persona por debajo de la “edad de responsabilidad”, la realidad es que según el calvinismo histórico y clásico hay infantes elegidos lo que implica que hay infantes que no son elegidos y que si mueren en su infancia son condenados al infierno de fuego por el dios calvinista. Como apoyo bíblico citan Romanos 5:12-19, el Salmo 51:5 y sus Confesiones como la de Westminster, la Confesión Belga y los Cánones de Dort. Lo mismo sostenía Juan Calvino, en sus Institutos de la religión cristiana (trad. Henry Beveridge, Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1989, 4.16.29.) y así lo afirma el famoso teólogo calvinista, Lewis Sperry Chafer (Systematic theology, Doctrinal Summarization vol 7., Lewis Sperry Chafer, Dallas Theological Seminary, 1993 AD). 
        Juan Wesley también fue fundador del metodismo pero a diferencia de George Whitefield (otro padre del metodismo), los hermanos Wesley se opusieron al calvinismo y en especifico a la doctrina de la predestinación agustiniana la cual decia enseñaba la condenacion al infierno de niños no elegidos y la cual consideraba una blasfemia (Sermons, on several occasions, John Wesley (1771). El famoso teologo Jonathan Edwards tambien lo creía al igual que el actual popular apologista calvinista, James White. Sin embargo, las Escritura enseñan claramente que el pecado no se hereda. “El hijo no llevará el pecado del padre” (Ezequiel 18:20) y que “cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” (Romanos14:12). Es decir, nadie es culpable ni dará cuenta por el pecado de otro, eso incluye los infantes. Para dar un ejemplo en el cual un infante murió en la Biblia, y en el cual su destino eterno es registrado podemos ir a 2 Samuel 12, el hijo recién nacido del Rey David cayó enfermo gravemente. Después de siete días, el niño murió. En los versículos 22 y 23, la Biblia registra que David dijo: “Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí”. Es claro que el hijo muerto de David no regresaría a esta Tierra, pero David también dijo que un día, él estaría con su hijo. A través de inspiración, David documentó que su propio destino eterno sería estar “en la casa de Jehová” (Salmos 23:6). Por tanto, podemos concluir que “la casa de Jehová” sería el destino eterno de su bebé a quien David un día iría. El Rey David esperaba el día en que se reuniría con su hijo en el cielo. Absolutamente nada en este contexto insinúa que el alma del bebé muerto iría al infierno.
             Además, Jesús dijo en Mateo 18:3-5: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y en Lucas 18:16,17, Jesús remarcó: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Por lo tanto, se nos ha dado un ejemplo específico en el Antiguo Testamento de un bebé que muere y vivirá eternamente en el cielo. Y Jesús mismo, en el Nuevo Testamento, declaró que los niños conservan las cualidades que hacen a una persona elegible para heredar el reino de Dios. Entonces, vemos que los infantes y niños que mueren están en un estado seguro y vivirán eternamente en el cielo.
            Si tenemos tales enunciados claros en la Biblia acerca del destino eterno de los infantes muertos y niños, ¿por qué ha enseñado erróneamente mucha gente religiosa que los bebés van al infierno cuando mueren? Debido a la naturaleza influyente de Juan Calvino y sus enseñanzas, mucha gente ha enseñado que el pecado es “pasado” de generación a generación. Mucha gente cree que los niños “heredan” los pecados de los padres. Pero la Biblia enseña enfáticamente y explícitamente que este no es el caso. En Ezequiel 18:20, la Biblia dice: “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo”. También, en Éxodo 32, Moisés rogó a Dios que perdonara los pecados de los israelitas cuando dijo: “que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro” (Éxodo 32:32,33). La Biblia es clara en su enseñanza de que los bebés no heredan los pecados de los padres. 
                  La Biblia no enseña en ninguna parte que los bebés van al infierno si mueren en su infancia. Tampoco enseña que los bebés heredan los pecados de los padres. Aunque muchos escépticos han tratado de representar a Dios como un tirano malvado que condena a niños inocentes a la destrucción eterna, sus argumentos no tienen mérito o crédito bíblico. Otra vez, Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mí”. Si bien la biblia no dice: “Todos los bebés e infantes que mueren antes de comprender la diferencia entre el bien y el mal son salvos”, tampoco dice en ninguna parte: “Sólo los bebés elegidos, o hijos de elegidos, que mueran antes de ser responsables por sus actos serán salvos”. En Mateo 19:13-14, Jesús afirmó que de los niños es el reino de los cielos. También en Mateo 18:1-5 Jesús afirmó que “…el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí”, diciendo que los niños le pertenecen. Esto mismo es lo que Jesús habló de los discípulos en Mateo 10:40, afirmando que sus discípulos le representan. Con todo esto entendemos entonces que el que recibe a un niño, no recibe solo al niño, sino a Jesús, porque de Él y de su reino son todos ellos.

La Encarnación de Cristo refuta la Total Depravación calvinista

      No solo eso, como los calvinistas creen que el cuerpo es muy malo y que nacemos pecadores creen que Cristo asumió no asumió nuestra naturaleza (carne) sino la misma naturaleza física de Adán en la pre-Caída lo cual es una creencia condenada en 1 Juan 4:1-3. De hecho, si la total depravación fuera cierta entonces Jesús sería totalmente depravado pues Hebreos 2:14-17 no dice que Jesús asumió un cuerpo como el de Adán pre-caído sino uno post-caída porque él también participó de lo mismo”, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.” Por tanto, según Hebreos 2 uno que tiene que irse con la encarnación o la total depravación.

¿Bautismo Infantil?

            Por lo tanto Hoeksema razona que "la regeneración puede suceder en el más pequeño de los niños en la esfera del Pacto de Dios, quien generalmente regenera a sus hijos elegidos desde la infancia".19 ¿Acaso los hijos de los calvinistas se comportan de una manera más santificada y diferente que otros niños? La respuesta es no. Aquí tenemos una declaración más de que la regeneración deja a una persona aún sin salvación, porque la salvación es por fe y los bebés tampoco pueden entender ni creer en el evangelio, que es un claro requisito para la salvación. Le pedimos a los calvinistas, con toda sinceridad, que indiquen esta doctrina extraña en la Biblia. Nunca ninguno de ellos ha respondido a esta pregunta.

“¿Y qué hay de 1 Corintios 2:14”

               El calvinista utiliza 1 Corintios 2:14 para apoyar su idea de “Total Depravación "— y por ende, los bebés nacen en pecado y sólo los escogidos, que han sido regenerados, pueden entender y creer en el Evangelio. Sin embargo Pablo, aquí está hablando más que de un simple evangelio; se refiere a la comprensión más profunda de la verdad espiritual que viene con la madurez en Cristo. Ese hecho, si no se entiende de lo que ya hemos citado, se aclara como agua cristalina con los siguientes versículos: "De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía…" (1 Corintios 3:1–4)
           Por tanto, lo de “hombre natural” en 1 Corintios 2:14 se lo dijo el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto porque era una iglesia inmadura que tenía muchos problemas tanto morales como doctrinales. Si se lee 1 Corintios 2:14 en su contexto veremos que se habla de “hermanos”, es decir, de cristianos de los cuales Pablo llama “carnales” como 4 veces (1 Corintios 3:1-4). En ese mismo sentido es que Pablo los llama “el hombre natural” porque no están siguiendo a Dios (Romanos 8:4-8). Por tanto, el mensaje de Pablo para estos hermanos era que mientras más vivían en el pecado menos iban a entender las cosas de Dios y por ende no iban a crecer espiritualmente. Por eso se refería a ellos como “carnales” y como “niños en Cristo” y que tenía que alimentarlos todavía con leche porque todavía no estaban preparados para comer vianda [carne] (1 Corintios 3:1–2). Por tanto, el “hombre natural” no siempre se refiere a una persona no creyente (Romanos 2 lo indica).
           Y en segundo lugar, ese tipo de interpretación no solo es incorrecta, sino que tampoco tiene sentido. Si el hombre no puede entender las cosas espirituales de Dios porque está totalmente inhabilitado o totalmente depravado lo cual incluiría a ellos (el calvinista) y a nosotros entonces ¿para qué debatir, evangelizar o hacer apologética? Nosotros, por ejemplo, debatimos porque, aunque no los conocemos personalmente, asumimos que son cristianos, y aun si no lo fueran, creemos que con la ayuda de Dios podemos persuadir, convencer y razonar con ellos tal como hizo Pablo con Agripa y como lo hizo con muchos judíos y griegos (Hechos 18:4; 26:28 y 28:23-24). Por cierto ¿por qué los apóstoles trataban de persuadir a los no creyentes? ¿No se supone que la gracia sea irresistible? En otras palabras, esta falsa analogía que usan invalida el evangelio porque si presentarle el evangelio a una persona que no es cristiana es como presentarle el evangelio a un cadáver que está en el cementerio y que es mejor que se quede esperando sin que ninguno de los dos hagamos nada y hasta que ya es demasiado tarde entonces ¿dónde quedaría la Gran Comisión que el mismo Jesucristo nos dejó? Por tanto, esta creencia no solo afecta el evangelismo y es una de las razones por la que muchos pastores calvinistas no salen a ganar las almas perdidas sino la apologética cristiana también pues ¿para qué hacer apologética si creen que no se puede convencer, razonar o persuadir a una persona que ya está muerto y que no tiene la capacidad de entender las cosas espirituales de Dios? ¿Notan la contradicción? Si te identificas con el calvinismo, pero a la misma vez evangelizas y haces apologética entonces usted está siendo inconsistente con su propia teología.   
                 En cambio, cuando el provisionista evangeliza y hace apologética no lo hace porque creemos o pretendemos ser el Espíritu Santo sino primero porque es mandato de Dios de ir por el mundo y predicar el evangelio a toda criatura y segundo porque sabemos que el poder está en el mensaje del evangelio y no en el mensajero (Romanos 1:16). Por eso Romanos 10 dice, “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” En otras palabras, primero predicamos el evangelio, el Espíritu redarguye a la persona de sus pecados y si la persona no resiste el Espíritu y decide creer entonces es salvo y se convierte en hijo de Dios. Ese es el orden correcto de las Escrituras. Por tanto, tiene más sentido entender la muerte espiritual no como una total inhabilidad sino como una separación de Dios y el hombre (como en la parábola del hijo pródigo) o separación del cuerpo y alma o como lo describe también la Biblia como una enfermedad terminal cuya única medicina o medico por excelencia es Jesucristo (Marcos 2:17). De hecho, Pablo usa la palabra, “débiles/enfermos” para describir la condición pecadora que teníamos antes de ser salvos (Romanos 5:6). Además, ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? 
               Algún calvinista dirá, "Eres anticalvinista, sin embargo, citas a Spurgeon que era calvinista" a lo cual respondemos, "Y a Sócrates, Aristóteles y Platón también. Sin embargo, eso no significa que tengo que estar de acuerdo con todo lo que dijeron o hicieron." De hecho, damos gracias a Dios que cristianos como Spurgeon, Whitefield, Carrey y Edwards fueron inconsistentes con su teología calvinista pues solo asi pudieron alcanzar a muchas almas para Cristo predicando el evangelio a toda criatura y sin hacer acepción de personas cosa que no le agradó a muchos de sus mismos colegas calvinistas e hipercalvinistas, especialmente en los últimos años de Spurgeon, por sus propios colegas calvinistas e hipercalvinistas. Sin olvidar que tambien fueron una excepción y no la regla dentro del calvinismo. En su juventud, Spurgeon fue muy calvinista y muy duro con los arminianos al principio pero luego fue cambiando su forma de pensar. Nota, no soy arminiano. Sin embargo, a medida que maduraba empezó a identificarse como un calvinista arminiano pues hasta llegó a decir, “Yo he sido llamado un ‘Arminiano Calvinizado’ o un ‘Calvinista Arminianizado’, y estoy bastante a gusto con esto siempre y cuando me quede cerca de la Biblia" (Charles Spurgeon , Heart disease curable, ser 1604, 1881).
              Mientras que la familia o los descendientes de Whitefield dejaron de ser calvinistas para volverse en cristianos provisionistas. Y si tanto le gusta Spurgeon, Whitefield y Carey entonces esperamos que como calvinistas esten siguiendo el ejemplo de estos grandes hombres de Dios y también esten saliendo a la calle a predicar el evangelio a toda criatura cosa que muchos pastores calvinistas no hacen y porque si no entonces caen en hipocresía. Spurgeon, que siendo calvinista (a quien los calvinistas quieren citar en apoyo) quien a veces confirma la expiación limitada, fue incapaz de escapar a su conciencia dada por Dios.  Su corazón de evangelista a menudo lo traicionaba en declaraciones, expresando una compasión por los perdidos y un deseo para su salvación — una compasión que contradecía el Calvinismo que el mismo predicó en otras ocasiones. Por ejemplo: “Como es mi deseo [y] su deseo... así es el deseo de Dios, que todos los hombres deben ser salvos... él no es menos benevolente que nosotros.” Es imposible conciliar esa declaración con la doctrina de la expiación limitada, que afirmó Spurgeon en otras ocasiones. Es irracional decir que Dios desea sinceramente la salvación de todos, pero envió a su Hijo a morir sólo por algunos. Pero esto, como veremos, es sólo una de las muchas contradicciones en las que el calvinismo atrapa a sus adherentes.  

La Analogía de la Muerte

“¿Pero no demuestra el relato de Lázaro y Efesios 1 que estamos muertos espiritualmente y que por ende el hombre no tiene libre albedrio o la capacidad de responder para salvación?”

                La historia de Lázaro no tiene nada que ver con soteriologia sino con la Resurrección de los muertos en Cristo, se habla de una resurrección física, no espiritual y además Jesús dijo que ese milagro fue para convencer a los presentes lo cual refuta la llamada gracia irresistible de los calvinistas. ¿Por qué Jesús necesitaría esperar para hacer un milagro (lo cual es algo externo) para convencer a otros de su Mesianismo si la gracia es irresistiblemente? ¿No contradice eso el calvinismo? ¿Por qué no usar mejor la historia de cuando Pedro se estaba hundiendo en el agua y le pidió a Cristo que lo salvara quien extendió su mano a Pedro para salvarlo? La razón es obvia. No lo usan porque dicha escena no encaja con su narrativa calvinista. De hecho, no hay un solo versículo que indique que la muerte espiritual es la pérdida o la incapacidad de responder sobre nuestra condición de perdición. Efesios 1 no dice que la muerte espiritual es igual a total inhabilidad como asumen los calvinistas y asumir tal cosa es apelar a una falacia non sequitur que no se sigue.   
              Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío verdad porque un muerto no tiene la capacidad de elección y para esto citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Así que, según esta analogía calvinista el pecador tiene que nacer de nuevo para que pueda ejercer fe. Sin embargo, esto es apelar a falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir sino que tampoco puede hacer algo bueno ni malo y por ende no tendria sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Siguiendo esa lógica entonces los inconversos tampoco pecan pues un muerto no puede hacer nada. La ilustración que usan los calvinistas simplemente no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerta (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y todavía puede tomar decisiones. Además de que siguiendo esa misma lógica calvinista entonces el pecador no solo no podría creer, sino que tampoco podría pecar. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? La Biblia es tan clara en este asunto que algunos calvinistas ni siquiera creen en todos los 5 puntos del TULIP. Tampoco tendria sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar. Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir y por otro, cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió el mismo día de su caída pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3).    

               Por tanto y bíblicamente hablando, la ilustración que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones. Además de que siguiendo esa misma lógica calvinista entonces el pecador no solo no podría creer, sino que tampoco podría pecar. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo? ¿Qué necesidad habría de que el Espíritu Santo toque la puerta del corazón de un pecador en Apocalipsis 3:20 si según los calvinistas es incapaz de abrir la puerta? En fin, si la gente se va al infierno es por culpa del hombre y no de Dios. La Biblia es tan clara en este asunto que algunos calvinistas ni siquiera creen en todos los 5 puntos del TULIP. 

                Algunos calvinistas usan la analogía de Lázaro para comparar la muerte física con la espiritual para demostrar así que no puede hacer nada a menos que Dios lo llame. Dicen, “La resurrección de Lázaro prueba la total inhabilidad del hombre y que nadie tiene libre albedrio en cuanto a la salvación”. Sin embargo, esto es apelar a una falsa analogía pues, la resurrección literal de Lázaro fue una física y no tiene nada que ver con la salvación espiritual del hombre. Por tanto, el ejemplo de Lázaro no prueba que el hombre no tiene la capacidad de creer. Al contrario, en Juan 11:42 dice que Jesús tuvo que esperar dos días para hacer el milagro de la resurrección. ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Por qué tuvo que esperar? El mismo contexto del pasaje lo explica al decir que lo hizo para que los presentes pudieran creer lo cual refuta la falsa doctrina del determinismo calvinista de que nadie puede creer si está muerto espiritualmente. Además, ¿por qué no usan mejor el caso de Jesús extendiendo su mano para salvar a Pedro de ahogarse? Ah porque ese relato no encaja con la narrativa calvinista. Tanto este ejemplo de Pedro como la parábola del Hijo Prodigo refutan el primer punto del TULIP calvinista. 

       El evento milagroso de la resurrección de Lázaro no tiene nada que ver con soteriología pues se trata de una resurrección física y no espiritual. Además, ¿por qué Jesús necesitaría esperar para hacer un milagro (lo cual es algo externo) para convencer a otros de su Mesianismo si según el calvinismo la gracia es irresistible? ¿No contradice eso la doctrina calvinista del TULIP? La historia de Lázaro no tiene nada que ver con soteriologia sino con la Resurrección de los muertos en Cristo, se habla de una resurrección física, no espiritual y además Jesús dijo que ese milagro fue para convencer a los presentes lo cual refuta la llamada gracia irresistible de los calvinistas. Hasta el famoso teologo calvinista, Arthur Pink, es demasiado extremo para muchos calvinistas, el rechaza la falacia de utilizar la muerte física para explicar lo que significa estar muerto en delitos y pecados: Un cadáver en el cementerio no es una analogía adecuada del hombre natural. ¡Un cadáver en el cementerio es incapaz de llevar a cabo el mal! Un cadáver no puede "despreciar o rechazar" a Cristo (Isaías 53:3), no puede "resistir al Espíritu Santo" (Hechos 7:51), no puede desobedecer el Evangelio (2 Tesalonicenses 1:8); ¡Pero el hombre natural puede hacer estas cosas! Después de todo, ¿por qué no usar mejor la historia de cuando Pedro se estaba hundiendo en el agua y le pidió a Cristo que lo salvara quien extendió su mano a Pedro para salvarlo? La razón es obvia. No lo usan porque dicha escena no encaja con su narrativa calvinista. De hecho, no hay un solo versículo que indique que la muerte espiritual es la pérdida o la incapacidad de responder sobre nuestra condición de perdición. Efesios 1 no dice que la muerte espiritual es igual a total inhabilidad como asumen los calvinistas y asumir tal cosa es apelar a una falacia non sequitur que no se sigue. Génesis tampoco indica que uno de los resultados de la Caída fue la pérdida del libre albedrío.

         Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío porque un muerto no tiene la capacidad de elección y como apoyo citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Sin embargo, interpretar tal palabra de manera literal es apelar a una falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir, sino que tampoco puede pecar ni arrepentirse y por ende no tendría sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda en Hechos 17 y en otros pasajes a todo hombre que está muerto espiritualmente y en todo lugar a que se arrepienta y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24; Hechos 17 y Lucas 13:3 y 5). Tampoco tendría sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar.

       Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir o cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, sabemos por las Escrituras que las personas siguen funcionando después de la muerte sin su cuerpo y en otro lugar diferente. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación como la separación del cuerpo o separación de Dios, pero nunca se le define como la total inhabilidad. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió espiritualmente el mismo día de su caída, pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3). En el Apocalipsis se dice que la iglesia de Sardis estaba muerta espiritualmente sin embargo eso no significa que no podía tomar decisiones y eso lo admiten muchos calvinistas en su literatura reformada. Por tanto y bíblicamente hablando, esta ilustración de la muerte que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones.

          Otro problema con esta doctrina es que tampoco tendría sentido evangelizar o hacer apologética pues según esta creencia no se puede convencer, razonar o persuadir a una persona que ya está muerta y que no tiene la capacidad de entender las cosas espirituales de Dios. ¿Notan la contradicción? Por tanto, si te identificas con el calvinismo, pero a la misma vez evangelizas y haces apologética entonces tú mismo estas siendo inconsistente con tu propia teología. Por tanto, tiene más sentido entender la muerte espiritual no como una total inhabilidad sino como una separación o como lo describe también la Biblia como una enfermedad terminal cuya única medicina o médico por excelencia es Jesucristo (Marcos 2:17). De hecho, Pablo usa más la palabra, “débiles/enfermos” para describir la condición pecadora que teníamos antes de ser salvos (Romanos 5:6). 

          En cambio, cuando el provisionista evangeliza y hace apologética no lo hace porque creemos o pretendemos ser el Espíritu Santo sino primero porque es mandato de Dios de ir por el mundo a predicar el evangelio a toda criatura y segundo porque sabemos que el poder está en el mensaje del evangelio y no en el mensajero (Romanos 1:16). Por eso Romanos 10 dice, “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” En otras palabras, primero predicamos el evangelio, el Espíritu redarguye a la persona de sus pecados y si la persona no resiste el Espíritu y decide creer entonces es salvo y se convierte en hijo de Dios. Ese es el verdadero orden correcto de las Escrituras.
       El evento milagroso de la resurrección física de Lázaro no tiene que nada que ver con soteriología. Además, ¿por qué Jesús necesitaría esperar para hacer un milagro (lo cual es algo externo) para convencer a otros de su Mesianismo si la gracia es irresistible? ¿No contradice eso el calvinismo? ¿Por qué no usar mejor la historia de cuando Pedro se estaba hundiendo en el agua y le pidió a Cristo que lo salvara y quien extendió su mano a Pedro para salvarlo? La razón es obvia. No lo usan porque dicha escena no encaja con su narrativa calvinista. De hecho, no hay un solo versículo que indique que la muerte espiritual es la pérdida o la incapacidad de responder sobre nuestra condición de perdición. Efesios 1 no dice que la muerte espiritual es igual a total inhabilidad como asumen los calvinistas y asumir tal cosa es apelar a una falacia non sequitur que no se sigue. Génesis tampoco indica que uno de los resultados de la Caída fue la perdida del libre albedrio o libertad de elección del hombre.

Muchos calvinistas dirán que no creen en el libre albedrío porque un muerto no tiene la capacidad de elección y como apoyo citan Efesios 2:1-3 para decir que todo pecador está muerto y que por tanto no puede responder al evangelio porque eso sería como tratar de darle medicina a un cadáver que ya no puede hacer nada. Sin embargo, esto es apelar a una falsa analogía pues un muerto no solo no puede elegir, sino que tampoco puede pecar ni arrepentirse y por ende no tendría sentido juzgarlo de sus pecados si no puede hacer nada. Y si tampoco pueden arrepentirse de sus pecados entonces ¿por qué Dios manda en Hechos 17 y en otros pasajes a todo hombre que está muerto espiritualmente y en todo lugar a que se arrepienta y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24; Hechos 17 y Lucas 13:3 y 5). Tampoco tendría sentido que 2 Corintios 4:4 diga que Satanás ciega el entendimiento de los incrédulos si los muertos tampoco pueden ver ni escuchar.

Después de todo, ¿qué es la muerte? En el campo de la medicina se define cuando el corazón de la persona deja de latir o cuando su cerebro deja de funcionar. Sin embargo, sabemos por las Escrituras que las personas siguen funcionando después de la muerte sin su cuerpo y en otro lugar diferente. Sin embargo, en la Biblia la muerte no es un asunto de incapacidad sino de separación como la separación del cuerpo o separación de Dios, pero nunca se le define como la total inhabilidad. Por ejemplo, en la parábola del hijo prodigo vemos que según el padre su hijo estaba muerto (Lucas 15:24) sin embargo esto no significa que su hijo no era capaz de volver a sus sentidos y de recapacitar lo cual de hecho lo condujo a levantarse e ir a su padre para reconocer su pecado. Lo mismo con Adán quien murió espiritualmente el mismo día de su caída, pero no quedo inhabilitado de todas sus facultades (Génesis 2 y 3). En el Apocalipsis se dice que la iglesia de Sardis estaba muerta espiritualmente sin embargo eso no significa que no podía tomar decisiones y eso lo admiten muchos calvinistas en su literatura reformada. Por tanto y bíblicamente hablando, esta ilustración de la muerte que usan los calvinistas no sirve pues cuando una persona está espiritualmente muerta (1 Timoteo 5:6) o físicamente muerto (Lucas 16:19-31) todavía está vivo y puede tomar decisiones.

No solo eso, si interpretamos la muerte espiritual como lo interpretan los calvinistas entonces tampoco tiene sentido que Satanás ciegue “el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4). Eso sería como tratar de poner una venda a un cadáver lo cual sería absurdo porque una vez muerto no puede ver, ni escuchar, ni hacer nada. A menos que una persona que está muerta espiritual sí tiene la habilidad de entender el evangelio y por eso Satanás trata de evitar que el incrédulo lo escuche porque como dice Romanos 10, la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios. El otro problema de esta falsa analogía es que invalida el evangelio porque si me vas a decir que presentarle el evangelio a una persona que no es cristiana es como presentarle el evangelio a un cadáver que está en el cementerio y que es mejor que se quede esperando sin que ninguno de los dos hagamos nada y hasta que ya es demasiado tarde entonces ¿dónde quedaría la Gran Comisión que el mismo Jesucristo nos dejó?

No solo eso afectaría el evangelismo y creo que esta es la razón por la que muchos pastores calvinistas no salen a la calle a predicar y ganar las almas perdidas, sino que también afecta la apologética cristiana porque para que hacer apologética (como estás haciendo ahora mismo) o debates (con católicos, por ejemplo) si según tu creencia no se puede convencer, razonar o persuadir a una persona que ya está muerto y que no tiene la capacidad de entender las cosas espirituales de Dios. ¿Nota la contradicción? Si te identificas con el calvinismo, pero a la misma vez evangelizas y haces apologética entonces tu estas siendo inconsistente con tu propia teología. Por tanto, tiene más sentido entender la muerte espiritual no como una total inhabilidad sino como una separación o como lo describe también la Biblia como una enfermedad terminal cuya única medicina o medico por excelencia es Jesucristo (Marcos 2:17). De hecho, Pablo usa la palabra, “débiles/enfermos” para describir la condición pecadora que teníamos antes de ser salvos (Romanos 5:6). Además, ¿por qué Dios manda a los hombres que están muertos espiritualmente a que se arrepientan y a creer en el Evangelio? (Juan 3:18; 5:40; 8:24 y Lucas 13:3 y 5). ¿Cómo Jesús puede decir en buena consciencia, “Arrepentíos o pereceréis” a alguien que está seleccionado y elegido ya para ir al cielo?

¿Entonces niegas el pecado original? ¿Acaso niegas que nacemos por malos por naturaleza?

           Depende a que te refieres con “pecado original”. Los Anabaptistas y algunos de los reformados creían en el pecado original pero no lo definían como la total inhabilidad o total depravació. Por tanto, preferimos decir la Caída y no negamos sus efectos en toda la humanidad y el resto de la creación pero en ninguna parte de la Biblia enseña que como resultado de la Caída perdimos el libre albedrio lo cual es un don que Dios mismo diseñó en nosotros. Estamos de acuerdo de que el hombre tiene una naturaleza pecaminosa o depravada (Romanos 3:10-11) pero no como lo define el calvinismo pues para ellos el ser humano nace con pecado y es tan depravado que no tiene la capacidad de creer en Cristo por lo que tiene que ser regenerado primero por el poder de Dios antes de poder tener fe. En otras palabras, tiene que nacer de nuevo para luego creer. Sin embargo, en ninguna parte de la Biblia dice que Dios les concede la regeneración primero para ser justo. Al contrario, los calvinistas lo tienen al revés pues el orden correcto de eventos que presenta las Escrituras es creer (que significa lo mismo que fe y confiar) antes de nacer de nuevo (regeneración). Vea por ejemplo, Juan 3:15-16, 36; 5:24; 6:40; 20:30-31; 7:37-39; Hechos 8:30-38, 10:43-44; 16:29-31; Efesios 1:13-14 y Romanos 3:22; 4:3-5; 5:1-2; 10:9-13. Primero es la fe y luego la regeneración. Por tanto, según estos pasajes la regeneración no precede la fe ya que el pecador primero escucha el evangelio porque “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17), luego cree y es salvo como resultado (Juan 3:14-16). De igual manera, su fe es el factor que lo hace hijos de Dios (Gálatas 3:26).

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