¿De dónde vinieron las doctrinas del calvinismo?

"Mirad que ninguno os engañe por medio de filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo." - Colosenses 2:8
               Si nos vamos a la historia encontraremos que la gran mayoría de los filósofos paganos como los estoicos eran deterministas, otros eran compatibilistas como Epicuro o indeterministas que trataban de reconciliar ambas posturas como Aristóteles, los pitagóricos (Sócrates y Platón). Pero no de la misma manera que la religión judeocristiana pues sostenían que la libertad de escoger no venía de Dios o de sus dioses materiales (pues tenían un concepto similar al de los deístas) sino por la casualidad, es decir, debido a los átomos aleatorios (azar) que hay en la naturaleza física. Mientras que para los judíos y cristianos nuestro libre albedrio es un don del Dios espiritual (inmaterial) al estar creado a Su imagen que tiene como propósito hacernos responsables de nuestras propias decisiones. Además, de que algunos paganos creían en un determinismo suave lo cual sigue siendo determinismo y una contradicción de términos. 

De hecho, algunos filósofos como Cicerón refutaban la preterminación determinista (o fatalismo) diciendo que conducía a la pereza y la inmoralidad pues si no estamos en control de nuestros propios deseos y acciones entonces no tiene sentido juzgarnos si hacemos lo correcto o incorrecto. Muchos de los Padres de la Iglesia como Justino Mártir decían lo mismo. De hecho, históricamente y bíblicamente hablando, los antiguos judíos siempre han creído en el libre albedrio libertarios como lo demuestra sus antiguos libros como el Antiguo Testamento (Deuteronomio 30:15,19; Proverbios 1:29-31, Isaías 1:19-20, etc) al igual que los primeros cristianos en su Nuevo Testamento (Mateo 23:37; Juan 3:14-21; 2 Pedro 3:9; Romanos 2:4-8, etc).

Sin olvidar que durante los primeros cuatros siglos de la historia de la iglesia ningún cristiano creía en la total inhabilidad o que la soberanía, elección o gracia significaban lo mismo que determinación ni que el hombre no tuviera libre albedrio. Al contrario, todos los Primeros Apologistas y Padres de la Iglesia como Tertuliano, Ignacio de Antioquía, Justino Mártir, Ireneo de Lyon, Atanasio de Alejandría, Clemente de Roma, Orígenes, Arquelao, Metodio y Eusebio (considerado como el padre de la Historia de la Iglesia) refutaron a los gnósticos y maniqueos por rechazar el libre albedrio. Por ejemplo, Ireneo de Lyon (discípulo de Policarpo) ya estaba refutando en su comentario de Romanos 9 (Contra los Herejes, Libro 4, Capítulo 39) la vieja interpretación que usan los calvinistas sobre la predestinación la cual vino primeramente del gnosticismo y maniqueísmo.

Cualquiera que haya estudiado objetivamente la Patrística y la filosofía pagana sabe esto. De hecho, hubo diferentes grupos gnósticos durante el primer y segundo siglo, entre ellos el marcionismo el cual negaba el libre albedrio y el cual fue empezado por Marción, el Hereje y el valentinianismo cuya secta cristianas gnósticas del siglo II, fue fundada por Valentín y sus discípulos como el maestro Heracleón quien fue refutado por Orígenes en su Comentario del Evangelio de Juan. Pero el más peligroso de todos fue el maniqueísmo fundado por el filósofo persa y líder religioso parto llamado Mani o Manes. El maniqueísmo fue una antigua religión nacida del cristianismo gnóstico, el budismo y el zoroastrismo.

Llegó a alcanzar tanta difusión que el Acta Archelai (conocido también como el Libro de Hegemonio o La Disputa con Manes) cuenta que un obispo de Carchar llamado Arquelao tuvo que debatir públicamente contra Manes diciendo que Dios nos dio libre albedrio mientras que Manes tenía la posición gnóstica de que la carne es tan corrupta y depravada que no tenemos libre albedrio. Este Acta es el texto más antiguo y significativo contra el maniqueísmo lo cual estaba invadiendo la iglesia. Los jueces tomaron la decisión de favorecer a Arquelao y de estar en contra de Mani y de sus seguidores (maniqueos) los cuales consideraron como impostores. De hecho, la creencia de la iglesia primitiva es declarada en este debate diciendo que Dios creó a cada individuo con voluntad propia y con un sentido de libre albedrio para escoger entre guardar los mandamientos o desobedecerlos (Archelaus, Disputation With Manes 32, 33).       

      Por tanto, el determinismo que vemos en algunas religiones protestantes no lo inventaron Martin Lutero (quien fue un monje agustino) ni Juan Calvino en el siglo 16, pero tampoco lo sacaron de la Biblia sino que ambos lo tomaron prestado de los escritos del filósofo católico, Agustín de Hipona quien fue influenciado por el maniqueísmo. Entre los expertos en el maniqueísmo y el gnosticismo que afirman esto se puede mencionar a Lyman Beecher (ministro presbiteriano y líder reformador social), Hans Jonas en su libro, "The Gnostic Religion” (Published by Beacon Press, p. 227), Walter Farquhar Hook (conocido por sus contemporáneos como el Dr. Hook y quien fue un eminente eclesiástico victoriano), Wiliston Walker en su "Historia de la Iglesia Cristiana" e Isaac de Beausobre (eclesiástico protestante francés, ahora mejor conocido por su historia del maniqueísmo en dos volúmenes, Histoire Critique de Manichée et du Manichéisme). Como dijo W. F. Hook, “Los maniqueos rechazaron el libre albedrio para argumentar a favor de una necesidad fatalista del pecado”(W. F. Hook, A Church Dictionary, Published by John Murray, 1852 Edition, p. 279).  
              Hasta el mismo Calvino admitió que el término “libre albedrío” siempre estuvo en la boca de los Padres de la Iglesia pero prefirió oponerse a todos los Padres de antes de Agustín en este tema (John Calvin (Institutes of the Christian Religion, Volume One, Published by Calvin Translation Society, 1845 Edition, p. 308; An Equal Check to Pharsaism and Antinomianism by John Fletcher, Volume Two, p. 202, Published by Carlton & Porter; John Calvin, A Treatise on Predestination, Election, and Grace, Historical, Doctrinal, and Practical by Walter Arthur Copinger, Published by James Nisbet, 1889 Edition, p. 320 y Doctrine of the Will by Asa Mahan, p. 60, Published by Truth in Heart). Como dice Dave Hunt, "Calvino citó a Agustín de Hipona más de cuatrocientos veces en sus Instituciones" y llamandolo con títulos lisonjeros como el "hombre santo" y "santo padre". Estas mismas adulaciones lo siguen haciendo muchos neocalvinistas como Will Graham. Esto fue admitido por el mismo Calvino en sus Instituciones sobre la Predestinación (Institutes, Book IIV, capítulo 22). Lo mismo se puede decir de Lutero.             
            Esto también es admitido por teólogos calvinistas y no calvinistas como John Gibb, William Montgomery y John K. Ryan en su introducción a las “Confesiones de San Agustín”, La Enciclopedia de Religion y Ética, Harry Conn, David Engelsma, B.B. Warfield, Timothy George, R. Tudor Jones y Edwin H. Palmer (The Foundation of Augustinian-Calvinism, Ken Wilson, D. Phil y Alister E, McGrath, p.38, Historical Theology). Hasta el calvinista R.C. Sproul admitió, "El Agustinianismo es ahora llamado Calvinismo o Teología Reformada". Por tanto, nadie se vuelve calvinista leyendo solo la Biblia. El libre albedrio y la expiación divinamente ilimitada tampoco fue enseñado primeramente por Jacobo Arminio ni por Pelagio, sino que como vimos siempre fue una doctrina bíblica de la iglesia primitiva y de los Padres más tempranos de la Iglesia. 
               De hecho, antes de Arminio los anabaptistas como Menno Simons también escribieron contra la doctrina de la predestinación determinista usando Deuteronomio 29:15-20 como base y afirmando que Cristo murió por todo el mundo porque no es la voluntad de Dios que nadie perezca con 2 Pedro 3:9 y Ezequiel 33:10-20 (Obras completas de Menno Simons). Esta es la razón por la que estos cristianos evangélicos crecían tanto en número por su celo misionero y evangelismo personal que por miedo a que superaran las demás religiones terminaban siendo perseguidos tanto por católicos como por protestantes. Lo mismo ocurre hoy en día en Latinoamericana con los pentecostales y otros grupos evangélicos como los Bautistas Generales pues creen lo mismo que los anabaptistas. Mientras que el espiritu intolerante de la Ginebra calvinista todavia sigue entre nosotros al ver cómo los neocalvinistas y otros reformados tratan de proselitar los miembros de nuestras iglesias en vez de salir a ganar almas o atacandonos en las redes sociales.
           Por eso el gnosticismo, maniqueísmo, luteranismo, agustinianismo y calvinismo tienen mucho en común pues enseñan lo mismo con respecto a la naturaleza humana y el libre albedrio, pero con diferentes nombres. En otras palabras, en vez de Lutero y Calvino unirse a otras iglesias cristianas más puras y ya existentes como los anabaptistas, los reformados quisieron volver a su manera al cristianismo primitivo pero lo que hicieron fue volver a las herejías primitivas al quedarse corto con Agustín de Hipona y como resultado revivieron y trajeron de vuelta la vieja herejía del gnosticismo y maniqueísmo.    
            Como dice el erudito, Dr. Ken Wilson, "Las primeras influencias que tuvo Agustín de Hipona procedieron del estoicismo, el neoplatonismo y el maniqueísmo, y estas determinaron su teología final. Y en su fase posterior, interpretaba las Escrituras con su filtro determinista, volviendo a sacar del pozo de las interpretaciones maniqueas precristianas. La teología reformada moderna defiende sus posturas utilizando los mismos pasajes bíblicos claves que utilizaban los herejes maniqueos del cuarto y quinto siglo. Y fue Agustín el que las metió en el cristianismo. Numerosos eruditos citan estos pasajes bíblicos y citan a Agustín como su autoridad para validar sus interpretaciones calvinistas agustinianas. No se dan cuenta que estas interpretaciones de las Escrituras tienen su origen en el paganismo del estoicismo, neoplatonismo y maniqueísmo. Y que dichos orígenes les dan un carácter altamente determinista." (𝘒𝘦𝘯 𝘞𝘪𝘭𝘴𝘰𝘯, 𝘦𝘭 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘢𝘭𝘷𝘪𝘯𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘢𝘨𝘶𝘴𝘵𝘪𝘯𝘪𝘢𝘯𝘰, 𝘱𝘢́𝘨𝘪𝘯𝘢 21).

            El problema con los calvinistas es que cuando apelan a la historia no van lo suficientemente atrás, sino que se quedan cortos apelando solamente a Calvino, Lutero o paran hasta Agustín de Hipona para buscar apoyo a sus doctrinas encontradas en el TULIP. Sin embargo, ignoran por completo la de los Padres más tempranos de la Iglesia que preceden a Agustín lo cual es cometer una falacia de evidencia incompleta (supresión de pruebas). ¿Por qué no siguen más atrás hasta los Padres más antiguos tales como Clemente? La razón por la que no lo hacen es porque la doctrina “calvinista” de Agustín estaba en oposición directa a lo que Clemente y los demás Padres de la Iglesia ante nicenos enseñaban. Clemente de Roma conoció personalmente al apóstol Pablo, Ignacio fue discípulo del apóstol Juan y Justino Mártir conoció a muchos hombres que fueron discípulos de los apóstoles originales por lo que es lógico que estos teólogos tenían un mejor entendimiento de la mente de Pablo que Agustín quien vivió siglos después. No es que la Patrística sea infalible pues solo la Biblia es nuestra autoridad final pero lógica e históricamente hablando le tengo más confianza a un Padre de la Iglesia que fue discipulado por los Apóstoles originales que uno que vivió 400 años después que los Apóstoles dejaron esta escena terrenal. Simplemente es cuestión de seguir el consejo de C.S. Lewis, de que es importante leer también lo que dicen los libros antiguos no solo porque cada época tiene su propio punto de vista (Vea también Jeremías 6:16) sino para verificar si lo que dicen los modernos están en lo cierto, es decir, hay que ir a las mismas fuentes originales para comprobar lo que realmente creían los primeros cristianos. 
          Sin olvidar que Agustín también sostuvo otras herejías las cuales también eran completamente desconocidas para la iglesia primitiva como el bautismo infantil, la regeneración bautismal, el orar a los muertos, la persecución contra los “herejes”, el amilenialismo, la inmaculada concepción y virginidad perpetua de María. Pero ya luego de Agustín de Hipona y durante siglos nadie en la iglesia católica ni fuera de ella creía en este tipo de fatalismo. No fue hasta el siglo 16 que Martin Lutero y Juan Calvino cayeron víctimas de los escritos filosóficos deterministas de Agustín y afirmaron que eran la forma correcta de interpretar el verdadero evangelio de Cristo. En otras palabras, la mentalidad fatalista o predestinación filosófica de los gnósticos que sostiene el calvinismo, pero disfrazada de “soberanía” solo demuestra que no hay nada nuevo debajo del sol y que todavía sigue tratando de infiltrarse en las iglesias cristianas como caballo de Troya con la teología agustiniana, luterana y calvinista (Eclesiastés 1:9).

Ya está reconocido dentro de la academia de que el llamado TULIP calvinista nunca fue enseñada por los Padres preagustinianos y que, al contrario, los Padres más antiguos de la Iglesia refutaron herejías maniqueas que tenían “una gran similitud entre el sistema calvinista y las herejías más antiguas [gnósticas]…” (Sir George Pretyman, Una refutación del calvinismo, publicado por T. Cadell, edición de 1823, pp. 360 y 571, obra seleccionada como culturalmente importante por eruditos). Hasta grandes teólogos reformados como B.B. Warfield (Calvin and Agustine, 1956), Louis Berkhof en su libro, “The History of Christian Doctrines” (p.156), Loraine Boettner en su obra, “Calvinism in History” (chapter 1) o “The Reformed Doctrine of Predestination” (p.365), el historiador presbiteriano Alister E. McGrath en su libro Historical Theology (p.38), Robert A Peterson y Michael D. Williams (Why I am not an Arminian, p.36) reconocen que la elección incondicional tuvo su origen en Agustín de Hipona.

El reconocido historiador reformado, Philip Schaff (1819-1893), en su clásica obra, Historia de la Iglesia Cristiana, “El sistema agustiniano era desconocido en la era pre-nicena”. (SCHAFF, Phillip, Historia de la iglesia cristiana, volumen VIII, 1997, Grand Rapids, MI: Christian Classics Ethereal Library, § 112). Alister E. McGrath, otro popular historiador reformado, también declaró lo mismo, diciendo que “La tradición teológica pre-Agustín es prácticamente de una sola voz en aseverar la libertad de la voluntad del hombre “, esto es, el libre albedrío libertario. (MCGRATH, Alister, Iustitia Dei: A History of the Christian Doctrine of Justice, 1998, Cambridge University Press, p. 20.) y C. Norman Sellers, otro teólogo calvinista, también admite que “Agustín no concordaba con los Padres que lo precedieron.” (SELLERS, C. Norman, Election and Perseverance, 1987, Schoettle Publishing Co., p.3.). Note que estos no son cualquier calvinista de las redes sociales, ni arminianos, ni provisionistas ni anticalvinistas sino eruditos reformados los que afirman que durante los primeros 4 o 5 siglos de la era cristiana no se creía en ninguno de los cinco puntos del calvinismo. Otros eruditos que también confirman este hecho histórico son el Dr. Alfonso Ropero, el escritor Henry Chadwick de la universidad de Cambridge, la Dra. Ilaria Ramelli (PhD) de la universidad de Harvard y el Dr. Ken Wilson de la universidad de Oxford.

Sin embargo, unos pocos apologistas calvinistas en las redes sociales tales como el “Dr.” Enuel Hernandez, Wuiston Medina y otros niegan este hecho histórico. En otras palabras, estos parecen ignorar que no solo historiadores reformados y no reformados reconocen que la soteriología calvinista nunca fue enseñada por los primeros cristianos, sino que hasta el mismo Juan Calvino admitió que antes de Agustín la llamada elección incondicional era completamente desconocida por la iglesia primitiva (Institución de la Religión Cristiana, 2.2.9. y 3.22.1. Hasta el monje agustiniano Martin Lutero también admitió que la predestinación agustiniana era similar a la de los paganos como la filosofía griega (La Voluntad Determinada, pp.43-44, Lutero contra Erasmo). De hecho, esto no es nada nuevo ya que cuando Agustín empezó a cambiar su postura sinergista por una monergista, los demás Padres como Jerónimo, Juan Crisóstomo y Juan Casiano lo acusaron de abandonar la ortodoxia de la Iglesia. Por eso el obispo Juliano de Eclana (385-450) se refirió a los agustinianos como “esos maniqueos” (Rev. Daniel R. Jennings; Julian of Eclanum, Letter to Rome, Edited by Rev. Daniel R. Jennings, p. 1). Sin olvidar que varios concilios antes, durante y después de la Reforma protestante como el segundo concilio de Orange condenaron la doble predestinación y otras creencias que ahora sostiene el calvinismo porque ya se sabía que fue influenciada por la pluma de los herejes y no por la pluma de los apóstoles.

Además, el mismo Agustín admite este cambio de doctrina en sus Retractaciones, en la obra, “Patrística, A Simpliciano, Respuesta a la carta de Parmeniano e historiadores como el arqueólogo y sacerdote anglicano inglés, William Hugh Clifford Frend también afirma que, “El propio Agustín siempre consideró el maniqueísmo africano como una rama aceptable del cristianismo, pero no a los donatistas.” Calvino lo confirma en sus Instituciones (3.22.1) y el monje agustino, Lutero, en su obra, La Voluntad Determinada, pp.43-44. Por eso muchos cristianos contemporáneos de Lutero como el filósofo y teólogo cristiano neerlandés, considerado como uno de los más grandes eruditos del Renacimiento nórdico, Erasmo de Róterdam, también confirmó que la negación del libre albedrío que estaba haciendo Lutero tenía su origen en el gnosticismo maniqueísta diciendo, “Desde la época de los apóstoles hasta el día de hoy, no ha habido ningún autor que haya descartado completamente el poder de la libertad de elección, con la excepción del maniqueísmo…” (Erasmus, De libero arbitrio, libre albedrio y salvación, reflexión, 2014, São Paulo. p. 73).

Los Anabaptistas (cristianos separados de Roma que existieron antes de la Reforma Protestante) como Menno Simons, John Smith (1566 -1612) en su Confesión de Fe Bautista y Balthasar Hubmaeir en sus dos tratados sobre la libertad de la voluntad humana también se opusieron a la doble predestinación monergista de Agustín. De hecho, “Esto explica en parte por qué Calvino no podía citar a los Padres antenicenos contra sus oponentes libertarios…Por eso, cuando Calvino debatía con Albert Pighuis (1490-1542) sobre la libertad de la voluntad, él cita abundantemente a Agustín, pero a ninguno de los Padres más tempranos.” (Gregory A. Boyd, Satán and the Problem of Evil,p. 360). A pesar de todo esto nunca falta el deshonesto intelectual que trata de decir lo contrario como Wuiston Medina y Enuel Hernandez.

Sin embargo, tales pretensiones como hace el Dr. C. Mathew McMahon ya han sido refutados por varios historiadores y académicos como el Dr. Ken Wilson en su libro, E𝘭 F𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘢𝘭𝘷𝘪𝘯𝘪𝘴𝘮𝘰 A𝘨𝘶𝘴𝘵𝘪𝘯𝘪𝘢𝘯𝘰 y en el canal de Soteriology 101 del Dr. Leighton Flowers. El erudito reformado Jack Cottrell quien ha denunciado a sus propios colegas también admite, “Yo mismo leí una gran parte (no todo) de los Padres pre-Nicenos, Nicenos y Post-Nicenos, y lo hice con mis sensores calvinistas y no calvinistas en alerta máxima. Creo que mi conclusión es válida, que las doctrinas calvinistas del TULIP se originaron con Agustín y, por lo tanto, no están presentes en los padres pre-Agustín.” De hecho, mientras el apologista calvinista de Internet saca fuera de contexto a los Padres pre-agustinos, el teólogo y escritor calvinista, Michael Horton, tuvo que borrar todas las citas de los Padres de la Iglesia pre-agustinos para la segunda edición de su libro, “Putting Amazing Back in Grace”, donde argumentaba que estos “enseñaban” el TULIP, porque se dio cuenta que ninguno de ellos las creía siquiera.

¿Qué hacemos con toda esta información? ¿Tirarlo a la basura tal como recomienda Enuel Hernández con los libros del erudito N.T. Wright solo por atreverse a cuestionar el calvinismo? De hecho, siguiendo la lógica de toda esta data habría que preguntarnos, ¿acaso estos apologistas de YouTube como Medina y Enuel saben más que todos estos académicos juntos (calvinistas y no calvinistas) y que el mismo Juan Calvino? A menos que simplemente están mintiendo porque quieren seguir proselitando a sus seguidores con videos monetizados. Además, el Dr. Ken Wilson es un profesor de la universidad de Oxford mientras que no sabemos qué universidad acreditada y prestigiosa ha pisado personas como Wuiston Medina allá en Venezuela. Por cierto, este mismo individuo me escribió a mi cuenta personal diciendo que miente con respecto a sus estudios pero que como quiera “refuta” a todos sus oponentes lo cual ya es una bandera roja. Segundo, antes de publicar su libro, el Dr. Ken Wilson tuvo que leer todos los escritos de Agustín de Hipona. Nos preguntamos si apologistas calvinistas como Medina y Enuel han hecho lo mismo. Por último, el trabajo del Dr. Ken Wilson ha sido revisado y aprobado por el escrutinio de la erudición. Nos preguntamos qué eruditos han examinado los libros (o videos) de Enuel Hernández o del falso maestro de Wuiston Medina. En fin, cuando alguien en YouTube o Facebook pretende ser un “doctor” en teología, pero afirma tal ignorancia crasa que son totalmente contrarias a la verdadera academia (la cual incluye eruditos calvinistas) entonces se le hace difícil a uno creer en sus supuestos credenciales.

Cualquiera que lea por ejemplo el Comentario del Evangelio de Juan de Orígenes y su Homilía sobre el Éxodo (disponible en el libro de “Obras Escogidas de Orígenes: Tratado de los Principios” del Dr. Alfonso Ropero) va a encontrar mucho paralelismo y similitudes entre el gnosticismo y el calvinismo. Antes de ser cristiano, Agustín era maniqueo. Luego lo abandonó y hasta lo refutaba como lo podemos ver en su tratado, De libero arbitrio voluntatis (El libre albedrio de la voluntad, Libro III, ch. 3, sec 6) y en su “Sobre el Espíritu y La Carta” escrita en 412 donde dice que el hombre tiene la voluntad de aceptar o rechazar la gracia de Dios. En esta obra, Agustín afirma, “¿Entonces por gracia borramos la libertad de la voluntad? Dios no lo quiera.” (Agustín de Hipona, On The Spirit and the Letter, p.412, Para 52-60).

Sin embargo, en sus últimos años de vida, Agustín empezó a mezclar la filosofía gnóstica de los maniqueos con la teología cristiana (sincretismo religioso) cambiando así la ortodoxia de la iglesia. Por ejemplo en la obra, “Patrística – A Simpliciano, Respuesta a la carta de Parmeniano” nos cuenta sobre el debate de Agustín con Maniqueo Fortunato que fue en el año 392 d.C. El texto de Simpliciano (sucesor de Ambrosio en la cátedra de Milán) recién fue escrito en el año 396, y este es el momento en que por primera vez Agustín comienza a defender el argumento que Fortunato usó contra él en ese debate, o sea, determinismo maniqueo, que puede identificarse fácilmente en ese libro. Un punto que todavía merece ser destacado, dentro de la misma década, el libro 3 sobre el libre albedrío contiene elementos identificables con el determinismo maniqueo, que es posterior al debate. El historiador eclesiástico, arqueólogo y sacerdote anglicano inglés, William Hugh Clifford Frend afirma que, “El propio Agustín siempre consideró el maniqueísmo africano como una rama aceptable del cristianismo, pero no a los donatistas.”

Gilles Quispel, otro teólogo e historiador del gnosticismo que llegó a ser profesor emérito de historia del cristianismo primitivo en la Universidad de Utrecht también afirma, “Mani siempre estuvo en la mente de Agustín, conscientemente como su enemigo, inconscientemente como su mellizo.” El reconocido investigador, profesor en Patrística y experto en el maniqueísmo, Johannes van Oort, también afirma que la investigación moderna revela que la vida y el trabajo de Agustín estuvo ligado con el Maniqueísmo y que “Los eruditos agustinos se dan cuenta cada vez más que para entender a Agustín primero hay que entender el maniqueísmo.” (Van Oort, El Maniqueísmo y su Legado, 1993, pp.276-7, trad. Coyle J.K.). Johannes van Oort es un académico holandés que es profesor de patrística y estudios gnósticos en la Universidad de Radboud, Nijmegen, y en la Universidad de Pretoria, Sudáfrica. Es mejor conocido por su especialidad en el estudio de San Agustín y la religión mundial gnóstica de Mani.

Como dijo teólogo inglés, obispo de Lincoln y luego obispo de Winchester, Sir George Pretyman Tomline (1750-1827), “… Los principios peculiares del calvinismo están en oposición directa a las Doctrinas mantenidas por la iglesia primitiva de Cristo … hay una gran similitud entre el sistema calvinista y las herejías más antiguas [gnósticas]…” (George Pretyman, Una refutación del calvinismo, edición de 1823, pág. 360 y 571, obra seleccionada como culturalmente importante por eruditos). George Pretyman también dijo de Agustín que, “Él fue un maniqueo en su vida más temprana” pero “que algunos restos parecen haberse quedado en su mente…” (George Pretyman, A Refutation of Calvinism, Published by T. Cadell, 1823 Edition, pp. 571 y 574). Charles Finney llamado “El más importante restauracionista estadounidense”, fue un líder del segundo gran despertar cristiano de Estados Unidos, que tuvo un profundo impacto en la historia social de los Estados Unidos. Finney dijo que la doctrina de la total inhabilidad, “es una piedra de tropiezo para la iglesia y para el mundo, que deshonra infinitamente a Dios y una abominación para Dios y el intelecto humano, y que debería ser desterrado de cada púlpito. Es una reliquia de la filosofía pagana y fue impuesta entre las doctrinas del cristianismo por Agustín.” (Charles Finney, Lectures on Systematic Theology, 1851 Edition, Published by BRCCD, p. 340).

Por tanto, Ken Johnson, Th.D.  está históricamente en lo correcto cuando afirma en su libro, que se puede rastrear el origen del calvinismo en el gnosticismo maniqueo cristianizado por Agustín y en ninguna parte de la patrística hasta el siglo IV por lo que Lutero y Calvino bebieron de la fuente de Agustín, quien a su vez bebió de la fuente de Mani (o Manes), padre del maniqueísmo (The Gnostic Origins of Calvinism, Ken Johnson, Th.D. p.68). Lo mismo afirma el Dr. Ken Wilson de la universidad de Oxford, “Las primeras influencias que tuvo Agustín de Hipona procedieron del estoicismo, el neoplatonismo y el maniqueísmo, y estas determinaron su teología final. Y en su fase posterior, interpretaba las Escrituras con su filtro determinista, volviendo a sacar del pozo de las interpretaciones maniqueas precristianas. La teología reformada moderna defiende sus posturas utilizando los mismos pasajes bíblicos claves que utilizaban los herejes maniqueos del cuarto y quinto siglo. Y fue Agustín el que las introdujo en el cristianismo. Numerosos eruditos citan estos pasajes bíblicos y citan a Agustín como su autoridad para validar sus interpretaciones calvinistas agustinianas. No se dan cuenta que estas interpretaciones de las Escrituras tienen su origen en el paganismo del estoicismo, neoplatonismo y maniqueísmo. Y que dichos orígenes les dan un carácter altamente determinista.” (𝘒𝘦𝘯 𝘞𝘪𝘭𝘴𝘰𝘯, 𝘦𝘭 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘢𝘭𝘷𝘪𝘯𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘢𝘨𝘶𝘴𝘵𝘪𝘯𝘪𝘢𝘯𝘰, 𝘱𝘢́𝘨𝘪𝘯𝘢 21). Esta es la razón por la que el obispo Juliano de Eclana (385-450), teólogo y escritor eclesiástico italiano, se refirió a los agustinianos como “esos maniqueos” (Rev. Daniel R. Jennings; Julian of Eclanum, Letter to Rome, Edited by Rev. Daniel R. Jennings, p. 1).

Hasta los eruditos calvinistas como Louis Berkhofen su libro, “The History of Christian Doctrines” (p.156), el reconocido teólogo reformado, Loraine Boettneren su obra, “Calvinism in History” (chapter 1), Edwin H. Palmer (The Foundation of Augustinian-Calvinism), Alister E, McGrath (Historical Theology, p.38), Robert A Peterson y Michael D. Williams (Why I am not an Arminian, p.36) admiten que ninguno de los más antiguos Padres pre-agustinianos negaban el sinergismo entre la gracia divina y la libertad de la voluntad del hombre para creer, ni creían en la doble predestinación o elección incondicional (monergismo) tal como lo reinterpreta el calvinismo. “Los Padres mástempranosenseñaron que el hombre podíaaceptar o rechazarelevangelio…Ellosenseñaron un tipo de sinergismoen la cualhabíaunacooperación entre gracia y libre albedrío…Agustínfueclaramenteel primero que con sudoctrina de pecado y graciafuemáslejos que losteólogosmásantiguos al enseñar la elecciónincondicional.” (Loraine Boettner, teólogo, profesor y escritor de la tradición reformada). Boettner es mejor conocido por sus trabajos sobre la predestinación, el catolicismo romano y la escatología posmilenial (Boettner, Reformed, 365). “Es un hechoreconocido sin excepción y aceptado por todos los académicos en el tema, que TODOS los Padres pre-agustinianosenseñaron que en la apropiación de la salvaciónؚ hay unacolaboración de la Libertad y la Gracia.” lo que algunos llamarían sinergismo (Louis Berkhof,  profesor reformado, presidente del Calvin Theological Seminary en Michigan y famoso por su libro de “Teología Sistemática”).

Además, el mismo Agustín admite este cambio en sus Retractaciones, Calvino lo confirma en sus Instituciones (3.22.1) y el monje agustino, Lutero, en su obra, La Voluntad Determinada, pp.43-44. Por eso muchos Padres como Jerónimo y Juan Crisóstomo condenaron su doble predestinación. Por tanto, Agustín estuvo influenciado por el pensamiento del grupo gnóstico llamado los maniqueos mientras que tanto Lutero y Calvino estuvieron influenciados por el pensamiento de Agustín. Por eso no es sorpresa que todos ellos estuvieran en contra del libre albedrío y a favor de la predestinación determinista como hicieron los maniqueos. Por eso el calvinista ni siquiera está en la posición de usar la historia eclesiástica en su “apologética” para acusar a otros de “herejes”. ¿Por qué? Porque si se miran en el espejo notaran que caen en una doble moral cuando juzga otras falsas doctrinas como el arrianismo, marianismo o unitarismo diciendo que no pueden ser de Dios porque nunca fueron sostenidas durante los primeros siglos de la historia cristiana y porque fueron condenadas a través de concilios cuando la negación del libre albedrio (total inhabilidad), la expiación limitada y la doble predestinación tampoco fue creída por la iglesia primitiva y hasta fue condenada a través de cánones, sínodos y concilios. En otras palabras, usar la historia de la iglesia para refutar una falsa doctrina como la asunción de María es un buen argumento, el problema para el calvinista es que no quieren tomar su propia medicina cuando se le señala que lo mismo se puede decir de los cinco puntos de su TULIP.

Esto es completamente falso. En primer lugar, ¿qué concilio aprobó la doble predestinación o elección incondicional? NINGUNA. Al contrario, la creencia bíblica de que la gracia divina y la libre voluntad humana son inseparables no era una opinión de algunos cristianos o concilios sino que era la ortodoxia de la iglesia primitiva en general y del Consenso Unánime de los Padres (unanimem consensum Patrum) como Orígenes, Tertuliano, Ireneo y Justino Mártir. Tanto los Padres del este y oeste, de la escuela de Alejandría y la escuela de Antioquía, defendieron este concepto cristiano de manera universal contra los heréticos gnósticos de la cual Agustín fue influenciado (Gregg R. Allison, Historical Theology, p.455). Agustín fue el primer “Padre” en tratar de cambiar esta sana doctrina con su doble predestinación monergista la cual no es sostenida por la Biblia ni por los primeros siglos de la era cristiana.

Por eso la condenaron y así lo confirma muchos reconocidos historiadores y expertos en la Patrística como el Dr. Ken Wilson de la universidad de Oxford, la Dra. Ramelli (PhD) de la universidad de Harvard, Gilles Quispel, Johannes van Oort, Henry Chadwick, W.H.C. Frend, Ken Johnson (Th.D) y muchos otros académicos y eruditos. Hasta famosos teólogos calvinistas como Louis Berkhof y Loraine Boettner admiten esto, incluyendo el mismo Agustín en sus Retractaciones (Retractations 2.1 in Augustine: Earlier Writings, ed. J. H. S. Burleigh, Philadelphia: Westminster Press, 1953, CCL 57, pp. 89-90), el mismo Calvino en su Institución de la Religión Cristiana (3.22.1) y el monje agustino, Lutero, en su obra, La Voluntad Determinada, pp.43-44. 

El libro del erudito, el Dr. Williston Walker, titulado “Historia de la Iglesia Cristiana” es una obra clásica entre el pueblo evangélico, presentada por un erudito en esta materia, el Dr. Walker, sostiene que hasta en los días de Pelagio, “la enseñanza del libre albedrio estaba en acuerdo con muchos del Occidente” y “generalmente con los del Este…” (Williston Walker, A History of the Christian Church, 1918 Edition, Published by C. Scribner’s Sons, p. 185). Simón Episcopius fue un teólogo protestante holandés que tuvo un rol importante en el sínodo de Dort en 1618 y que también declaró, “que por 300 años después de Cristo y antes de Agustín, mantuvieron la libertad de nuestra voluntad.” (Episcopius, An Equal Check to Pharisaism and Antinomianism by John Fletcher, Volume Two, p. 209, Published by Carlton & Porter). Asa Mahan fue un pastor wesleyano, filósofo, educador congregacional de los EE. UU. y el primer presidente tanto del Oberlin Collegiate Institute también confirma esto al decir que el libre albedrio “era la doctrina de la iglesia primitiva durante los primeros cuatro o cinco siglos.” (Asa Mahan, Doctrine of the Will by Asa Mahan, p. 59, Published by Truth in Heart). De hecho, “Esto explica en parte por qué Calvino no podía citar a los Padres antenicenos contra sus oponentes libertarios…Por eso, cuando Calvino debatía con Albert Pighuis (1490-1542) sobre la libertad de la voluntad, él cita abundantemente a Agustín, pero a ninguno de los Padres más tempranos.” (Gregory A. Boyd, Satán and the Problem of Evil,p. 360).

Esto es una contar una verdad a medias. La iglesia de Roma aprecia algunas de las aportaciones teológicas que hizo el filósofo católico, Agustín de Hipona, pero no todas como su doctrina de la doble predestinación la cual ni siquiera enseña el catecismo. La iglesia protestante tampoco acepta todo lo que enseñó Agustín como su idea herética del purgatorio, la virginidad de María, la persecución religiosa, el bautismo infantil y que el sexo en el matrimonio, por placer, es pecado (ascetismo). Su creencia en la doble predestinación no es la excepción pues los primeros en oponerse a su nueva doctrina determinista (monergista) fueron Jerónimo (347-420), Juan Casiano, Juan Crisóstomo (349-407 AD), Juliano de Eclana (385-450) y otros quienes fueron contemporáneos de Agustín. Luego fue condenado como una herejía en el II Concilio de Orange (529), en la Carta Institutio universalis (785), el Sínodo de Mainz (848) y el Sínodo de Quierzy (849 y 853) donde se condenó la doble predestinación de Gottschalk quien dijo, “Cristo murió solo por los elegidos”, Tusey (860), y en la Carta Congratulamar vehementer (1053). Al igual que en el Concilio de Constanza (1414-1418) y en el Concilio de Trento (1545-1563) y en su canón 17 (de la Justificación).

De hecho, no solo fue repudiada como una herejía por la misma iglesia católica romana de Agustín de Hipona sino también por cristianos como los Anabaptistas como Menno Simons quien fue contemporáneo de Lutero, en sus Confesiones de Waterland (1577-1610), por John Smith en su Confesión Bautista de fe de 1609, por la Iglesia Ortodoxa en una reunión sinodal en Jerusalén a través de la Confesión de Dositeo a principios del siglo XVII y por algunos reformados como Philip Melanchthon y BalthasarHubmaier. Los hermanos John y Charles Wesley (responsables por el movimiento metodista) también la rechazaron al igual que el rey anglicano de Inglaterra, James I, quien fue el que produjo la popular Biblia inglesa que lleva su nombre. En cuanto al filósofo católico, Tomás de Aquino, eso es una fuente muy tardía y tampoco representa una autoridad para nosotros los evangélicos ni para muchos protestantes. En cuanto al filósofo católico, Tomás de Aquino, eso es una fuente muy tardía y tampoco representa una autoridad para nosotros los evangélicos ni para muchos protestantes.

¿Y acaso la iglesia tuvo que esperar hasta el siglo 4 o 5 para recibir la revelacion completa sobre el tema de la elección? No, a menos que no se crea en la suficiencia de las Escrituras. Podemos estar de acuerdo en que la doctrina de la elección incondicional nunca fue desarrollada o enseñada por Jesús, ni por sus apóstoles ni por los Padres más antiguos y pre-agustinianos de la Iglesia sino todo lo contrario. Lo que vemos en la historia cristiana es que los que creían en una eleccion condicional eran los cristianos de la iglesia primitiva mientras que los que creían en una eleccion incondicional eran primeramente la secta judía de los esenios, luego los filosofos paganos como los estoicos y luego los gnósticos como los maniqueos. En otras palabras, lo que aprendemos de la Patrística es que la idea de la elección incondicional vino de la pluma de los herejes y no de los primeros cristianos. La pregunta es es ¿por qué este grupo minoritario de cristianos prefiere beber de las fuentes de las cabras en vez de las ovejas?

A menos que crean que los primeros cristianos tuvieron que esperar hasta el siglo 4 o 5 para saber cuál es el tipo de elección correcta lo cual sería negar la suficiencia de las Escrituras ya que es la Biblia la que define la verdadera soteriología cristiana y no un filósofo católico como Agustín de Hipona o Juan Calvino. Además de que caen en una doble moral porque cuando debaten con otros creyentes como los católicos por ejemplo le dicen que el dogma mariano como la Asunción de María nunca fue enseñada por los cristianos durante los primeros 3 siglos y que por ende no puede ser de Dios. Eso es un buen argumento. El problema es que cuando se le dice al calvinista que lo mismo se puede decir de su doctrina ahí como que no quieren tomar una cucharita de su propia medicina.

Hay varios problemas con este tipo de argumentación. En primera no hay evidencia de que los primeros cristianos enseñaron el libre albedrio porque estuvieron influenciados por el epicureísmo. Sin embargo, lo que sí hay evidencia es que tanto los antiguos judios como los primeros cristianos lo enseñaron basándose en las Santas Escrituras y no en la filosofía pagana (Lea Mateo 23:37; Juan 3:14-21; 2 Pedro 3:9; Deuteronomio 30:15,19; Romanos 2:4-8; Proverbios 1:29-31, Isaías 1:19-20, etc.). Hasta el mismo Agustín de Hipona lo creía antes de negarlo por estar influenciado por el gnosticismo y maniqueismo. Segundo, no solo apela a una falacia de culpabilidad por asociación sino que ignora que la forma que los filósofos materialistas y atomistas, Epicuro y Lucrecio, entendieron el libre albedrio era diferente a la religión judeocristiana ya que no lo relacionaban con Dios o un alma espiritual sino con la casualidad, es decir, debido a los átomos aleatorios (azar) que hay en la naturaleza física.

Mientras que para los judíos y cristianos nuestro libre albedrio es un don de Dios y un producto de la intrínseca alma humana (que viene de la palabra hebrea “neshama” que significa “aliento”) al estar creado a Su imagen y que tiene como propósito hacernos responsables de nuestras propias decisiones. Por tanto el concepto que ellos tenían de libre albedrio no es mismo concepto que tienen los judeocristianos. De hecho, Epicuro era un filósofo materialista que creía que todo, incluyendo los dioses paganos, estaba hecho de átomos y no asociaba el libre albedrio con una deidad lo cual también es contrario a la cosmología bíblica («Titus Lucretius Carus». www.informationphilosopher.com. Consultado el 19 de abril de 2021. «Lucretius, De Rerum Natura, BOOK II, line 216». www.perseus.tufts.edu. Consultado el 10 de octubre de 2022. y O’Keefe, Tim (28 de julio de 2005). Epicurus on Freedom. Cambridge University Press. p. 153). Además, de que en el principio era el mundo pagano, no los cristianos, los que rechazaban el libre albedrio.

De hecho, los calvinistas compatibilistas (creencia que sostiene que el determinismo es compatible con el libre albedrio) que usan este mal argumento lo tienen al revés pues según filósofos como Tim O’Keefe Epicuro tampoco era libertario, sino compatibilista lo cual en filosofía se conoce como determinismo suave y lo cual sigue siendo determinismo y opuesto a las Santas Escrituras. Tim O’Keefe es un reconocido filósofo, autor de varios libros y un experto en la antigua filosofía, en especial el epicureísmo. También es profesor en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Georgia State University y ha sido el editor en el área de la Filosofía Antigua para el Internet Encyclopedia of Philosophy desde el 2001. Tanto O’Keefe y otros filósofos atribuyen el concepto del compatibilismo tanto a Aristóteles y Epicteto quienes fueron filósofos paganos. Por tanto, el calvinista que usa este tipo de falsa acusación cae en una proyección psicológica.

Sin olvidar que el determinismo calvinista también viene de la pluma de los herejes pues es un hecho reconocido por eruditos que el filósofo católico, Agustín de Hipona, estuvo influenciado por el gnosticismo y el maniqueísmo. No al revés. Antes de él, ningún cristiano creía en el determinismo o inhabilidad total sino en el libre albedrio (excepto unos pocos herejes como Marción). Esto también es admitido por teólogos calvinistas y no calvinistas como John Gibb, William Montgomery y John K. Ryan en su introducción a las “Confesiones de San Agustín”, La Enciclopedia de Religion y Ética, Harry Conn, David Engelsma, B.B. Warfield, Timothy George, R. Tudor Jones, Edwin H. Palmer (The Foundation of Augustinian-Calvinism, Ken Wilson, D. Phil y Alister E, McGrath, p.38, Historical Theology), la Dra. Ali Bonner (The Myth of Pelagianism) y el Dr. Ken Wilson (E𝘭 F𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘢𝘭𝘷𝘪𝘯𝘪𝘴𝘮𝘰 A𝘨𝘶𝘴𝘵𝘪𝘯𝘪𝘢𝘯𝘰, 𝘱𝘢́𝘨𝘪𝘯𝘢 21). Negar esto es simplemente negar la historia. En cambio, ¿que evidencia tienen de que los primeros cristianos basaron el libre albedrio en el epicureísmo? Ninguno. Por tanto, está claro que apelan a una afirmación gratuita que contradice tanto la Biblia como la historia cristiana (Patrística) y una falacia de culpabilidad de asociación pues el “libre albedrio” de los epicúreos no tiene nada que ver con la de los judeocristianos ni viceversa.

¿No sera al revés? La idea de la total inhabilidad, la expiación limitada y que el hombre no tiene libre albedrio fue refutada durante siglos por muchos los Primeros Apologistas y Padres de la Iglesia como Ireneo, Justino Martir, Arquelao, Clemente, Metidio, Tertuliano, Atanasio y hasta por el mismo Agustin antes de volver al determinismo de la filosofía gnóstica y maniquea. Aun así muchos neocalvinistas siguen acusandonos falsamente de “pelagianismo” (creer que el pecado original nunca ocurrió, que nacemos buenos y en la capacidad de buscar a Dios por sí mismos, aparte de cualquier movimiento de Dios o del Espíritu Santo, y por tanto, la salvación se efectúa por nuestros propios esfuerzos) o “semipelagianismo” (la idea de que tanto Dios como la persona humana participan en el proceso de salvación) lo cual no es solo una falacia de hombre de paja sino un argumento anacrónico ya que el libre albedrio y la salvación ofrecida para todos fue creído tanto por la iglesia del Nuevo Testamento como por los Padres más tempranos de la Iglesia (como Ireneo, Tertuliano, Orígenes, Clemente de Roma, Metodio, Justino Mártir, Atanasio y muchos otros). Sin olvidar que antes de Arminio habian cristianos evangélicos como los anabaptistas como Menno Simons que también creían en el libre albedrio y que escribieron en contra de la predestinación determinación y la expiación limitada.

           Hasta Agustín de Hipona creyó en un principio en el libre albedrio como lo demuestra su tratado, De libero arbitrio voluntatis (El libre albedrio de la voluntad) y hasta llegó a sostener que la predestinación de Dios estaba basada en su conocimiento anticipado (omnisciencia) lo cual no es lo mismo que el determinismo calvinista. Pero luego lo negó durante su pleito con Pelagio por estar influenciado por la filosofía gnóstica y maniquea. En otras palabras, mucho antes de Pelagio nadie creia en la total inhabilidad sino en el libre albedrio. 
           Sin olvidar que según algunos eruditos como la Dra. Ali Bonner, en su libro, "The Myth of Pelagianism” (El Mito del Pelagianismo) han examinado los manuscritos de Pelagio y no aparece ninguna de las herejías que Agustín le acusaba sino que concluyen que al querer defender el determinismo (lo cual era realmente la herejía que la iglesia siempre rechazó) Agustín creó una nueva herejía de 14 puntos (tergiversando y exagerando la postura de su oponente) de los cuales Pelagio solo creía en la mitad de uno. Agustín hizo estas falsas acusaciones para cambiar la ortodoxia.       
          Sin embargo, aun si Pelagio era culpable de herejía acusar a un cristiano de “pelagianismo” o “semipelagianismo” solo porque Pelagio también creía en el libre albedrio es cometer una falacia de culpabilidad por asociación pues eso es como acusar al cristiano protestante de ser "romanista" solo por creer en el nacimiento virginal de Cristo. De hecho, es todo lo contrario, la forma determinista que reinterpreta el calvinismo la elección o predestinación no viene de la Biblia ni de los Padres de la Iglesia antenicena sino que es una creencia gnóstica y maniquea que influyó en el filósofo católico Agustín de Hipona y quien luego lo introdujo a la iglesia de Roma siendo Calvino y Lutero influenciado en el siglo 16 por sus escritos heréticos. En fin, simplemente cometen la falacia de culpabilidad por asociación.  
            Muchos neocalvinistas argumentan diciendo que si no eres arminiano entonces eres calvinista (o reformado del closet) o viceversa pues solo puedes ser uno o el otro. Esto es caer en una falacia de falsa dicotomía (falso dilema) pues los Bautistas no reformados y otros grupos evangélicos no somos arminianos porque no creemos que la salvación se pierde. De hecho, el quinto punto del TULIP es muy similar al quinto punto del Arminianismo la cual enseña que el verdadero cristiano persevera en la fe hasta su salvación final lo cual suena es una obra. En cambio, el Bautista no reformado cree en la seguridad eterna del creyente no porque persevera hasta el fin sino porque Dios preserva su salvación por medio de Su poder y gracia para siempre. 

              Por tanto, al no saber diferenciar entre preservar y perseverar (lo cual niega la seguridad eterna del creyente) el calvinista demuestra que en el fondo es igual que los arminianos. Tampoco creemos en el pelagianismo lo cual acusarnos falsamente de ello sería caer en una falacia de hombre de paja o anacronismo ya que no negamos el pecado original o la Caída, ni creemos en la teoría creacionista del alma sino en el traducianismo, ni que el hombre nace bueno o que son capaces de vivir sin pecado (impeccantia) ni que la fe es una obra sino en el libre albedrio y la expiación ilimitada la cual creída por todos los Padres de la Iglesia que vivieron antes de Agustín de Hipona y mucho antes que Pelagio.              
              Excepto, todos los Primeros Apologistas y Padres de la Iglesia, incluyendo el mismo Agustín de Hipona quien refutó el determinismo diciendo que era doctrina pagana antes de negar el libre albedrio (Wilson, Kenneth (2018). Augustine’s Conversion from Traditional Free Choice to “Non-free Free Will: A Comprehensive Methodology. Tübingen: Mohr Siebeck. pp. 41–94. y The Encyclopedia of Religion. Vol. 5 (2 ed.). Farmington Hills, MI: Macmillan Reference USA. pp. 3206–3209). 
            Otros que se pueden mencionar son Lyman Beecher (ministro presbiteriano y líder reformador social), Hans Jonas en su libro, "The Gnostic Religion” (Published by Beacon Press, p. 227), Walter Farquhar Hook (conocido por sus contemporáneos como el Dr. Hook y quien fue un eminente eclesiástico victoriano), Asa Mahan, el Dr. Wiggers, Wiliston Walker en su "Historia de la Iglesia Cristiana" e Isaac de Beausobre (eclesiástico protestante francés, ahora mejor conocido por su historia del maniqueísmo en dos volúmenes, Histoire Critique de Manichée et du Manichéisme). Como dijo W. F. Hook, “Los maniqueos rechazaron el libre albedrio para argumentar a favor de una necesidad fatalista del pecado”(W. F. Hook, A Church Dictionary, Published by John Murray, 1852 Edition, p. 279).
         Sin olvidar a otros eruditos como John Gibb, William Montgomery y John K. Ryan en su introducción a las “Confesiones de San Agustín”, La Enciclopedia de Religion y Ética, Harry Conn, David Engelsma, B.B. Warfield, Timothy George, R. Tudor Jones, Edwin H. Palmer (The Foundation of Augustinian-Calvinism, Ken Wilson, D. Phil y Alister E, McGrath, p.38, Historical Theology), la Dra. Ali Bonner (The Myth of Pelagianism), el Dr. Ken Wilson (E𝘭 F𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘢𝘭𝘷𝘪𝘯𝘪𝘴𝘮𝘰 A𝘨𝘶𝘴𝘵𝘪𝘯𝘪𝘢𝘯𝘰, 𝘱𝘢́𝘨𝘪𝘯𝘢 21) y muchos otros. El calvinista que niega todo esto simplemente muestra que es un ignorante en su propia historia. En cambio, ¿que evidencia tienen de que los primeros cristianos basaron el libre albedrio en el epicureísmo? Ninguno. Por tanto, está claro que apelan a una afirmación gratuita que contradice tanto la Biblia como la historia cristiana (Patrística)
          Acá el calvinista comete una falacia de hombre de paja al asumir que soy Pentecostal o algún cristiano que cree que puede perder su salvación lo que demuestra que su conocimiento en soteriología es muy limitado. Sin olvidar que asumir que solo puedes ser arminiano o calvinista es apelar a una falacia de falsa dicotomía (falso dilema). Pero no solo eso. También ignora que el quinto punto calvinista es similar al quinto punto arminiano de que el verdadero cristiano debe perseverar hasta el final lo cual es una obra y que por tanto ambos no pueden estar seguros de su salvación final hasta el último momento de su vida. Mientras que para el cristiano (como el Bautista no reformado) que no es arminiano ni calvinista sabe que perseverar no es lo mismo que preservar. En otras palabras, la seguridad eterna del creyente no depende de si perseveramos hasta nuestro último suspiro de vida, sino que depende del poder y la gracia de Dios el cual nos guarda para siempre. Gran diferencia. Algunos calvinistas dirán, “Pero mi espíritu me da testimonio de que soy hijo de Dios” sin embargo eso es un argumento subjetivo que cualquiera (como los mormones) que no es realmente cristiano puede decir. Una cosa es decirlo y otra demostrarlo (Santiago 2:14-17). Usted puede usar el lenguaje bíblico y tener estándares cristianos pero si tienes un mal testimonio (como odiar a hermanos que no son calvinistas) es muy posible que te estes engañando a ti mismo. Tus acciones deben reflejar tu fe. Sin olvidar que el mismo quinto punto del TULIP (perseverancia de los santos) refuta su propio argumento personal.

             Esto no es solo otra falacia de falsa dicotomía (falso dilema) o muñeco de paja, sino que también muestra una ignorancia crasa de la historia cristiana ya que mucho antes de la Reforma Protestante y como admitía Lutero habían muchos cristianos evangélicos llamados anabaptistas (nuestros antepasados Bautistas no reformados) que ya creían en la seguridad eterna del creyente. Por tanto, como Bautista (no reformado) creo en la seguridad eterna del creyente pero no como lo creen los calvinistas pues según su quinto punto del TULIP tienes que perseverar hasta el fin lo que suena más como arminianismo o una salvación por obras. Además, el respetado calvinista, Charles Hodge y Moses Stuart consideraban a Arminio como otro reformado más que hasta creía en el bautismo infantil igual que Lutero y Calvino. Pero con unos pocos puntos de diferencia las cuales incluyen en que Arminio creía en la tolerancia religiosa mientras que Calvino y Lutero perseguían a los que pensaban teológicamente diferente a ellos. Por tanto, es incorrecto llamar a pentecostales y otros grupos credobautistas como los Bautistas generales como “arminianos”.


“¡Salvación por gracia, escogidos por gracia! Algo que es ratificado por la Biblia pues el determinismo es algo que la Biblia también sostiene pues no lo inventó Agustín de Hipona. Por tanto, exageras cuando comparas el calvinismo con el gnosticismo.”

En primera la exageración está en comparar el libre albedrio de la religión judeocristiana con la filosofía pagana del epicureísmo. Segundo, el determinismo no está en la Biblia sino el libre albedrio (Lea Mateo 23:37; Juan 3:14-21; 2 Pedro 3:9; Deuteronomio 30:15,19; Romanos 2:4-8; Proverbios 1:29-31, Isaías 1:19-20, etc.) y nadie dijo que Agustín lo inventó. Al contrario, todos los Primeros Apologistas y Padres de la Iglesia consideraban el determinismo como una herejía, incluyendo el mismo Agustín de Hipona quien refutó el determinismo diciendo que era doctrina pagana antes de negar el libre albedrio durante su pleito con Pelagio y por estar influenciado por el gnosticismo y maniqueísmo (Wilson, Kenneth (2018). Augustine’s Conversion from Traditional Free Choice to “Non-free Free Will: A Comprehensive Methodology. Tübingen: Mohr Siebeck. pp. 41–94. y The Encyclopedia of Religion. Vol. 5 (2 ed.). Farmington Hills, MI: Macmillan Reference USA. pp. 3206–3209). En fin, el calvinista que niega todo simplemente está negando o ignorando su propia historia.

“¿Y en qué parte Agustín creía en el determinismo solo porque el gnosticismo lo creía? Agustín también citó la Biblia.”

¿Cuándo? Antes y después de ser cristiano. ¿Por qué? Porque antes que Agustín profesara el cristianismo era maniqueo lo cual era un tipo de gnosticismo pues era una religión dualista que ofrecía la salvación a través del conocimiento especial (gnosis) de las verdades espirituales. En otras palabras, el gnosticismo era la creencia principal del maniqueísmo y Agustín se identificó con ello por nueve años lo cual su madre cristiana Mónica se opuso firmemente. Pero gracias a las predicaciones del obispo Ambrosio de Milán dejó el maniqueísmo y se unió a la iglesia. Hasta escribió a favor del libre albedrio y en contra del determinismo de los maniqueos. Pero durante su pleito con Pelagio volvió al determinismo que aprendió de los maniqueos y rechazó el libre albedrio la cual era la doctrina ortodoxa que creían todos los Padres de la Iglesia antes de él. En otras palabras, Agustín de Hipona trató de mezclar la filosofía gnóstica con la teología cristiana (sincretismo religioso) para cambiar la ortodoxia de la iglesia y lo cual es condenado por la Biblia (Vea Éxodo 32:5, 17-20; Deuteronomio 18:9-14; Levítico 10:1,2,10; 18:30; 1 Samuel 15:21-22; Ezequiel 22:26; Romanos 12:1-2; 3 Juan 1:11 y 1 Corintios 10:20-22).

“Isidoro de Sevilla creía en la doble predestinación por ende debe ser verdad”

Hay varios problemas con este tipo de argumento. En primera comete una falacia de autoridad y de la supresión de pruebas conocido también en inglés como cherry picking pues casi todos los Padres de la Iglesia rechazaron la doble predestinación. Además, ¿por que citar al último de los Padres De la Iglesia (Isidoro de Sevilla escribió sus Sentenciae en 612-615) y no a los primeros Padres como Ignacio (105), Justino Mártir (160), Ireneo (180), Clemente (195), Tertuliano (197) y muchos otros que no creían en la doble predestinación? La razón es obvia.

Algunos neocalvinistas responden diciendo que los Padres de la Iglesia no eran perfectos sino solo la Sola Scriptura. Estamos de acuerdo, pero entonces ¿por qué citan a Agustín de Hipona e Isidoro de Sevilla quien se fundamentó más en los escritos de Agustín que de los demás Padres y la Biblia? ¿No es eso contradecirse? Sin olvidar que Calvino y Lutero tampoco son infalibles. Otros responden diciendo “¿Y por qué son mejores los primeros que los últimos?” lo cual podríamos voltear la misma pregunta ¿y por qué los últimos y no los primeros? Nuestra respuesta obvia es porque así funciona la metodología histórica, es decir, las fuentes más tempranas y unánimes son mejores que una que no solo es tardía, sino que también contradice todas las demás (comparación analítica). Principalmente porque algunos de esos primeros Padres fueron discípulos de los apóstoles originales por lo que es lógico que tenían un mejor entendimiento de la mente de Pablo que Agustín o Isidoro quienes vivieron siglos después. Sin olvidar que la doble predestinación fue refutada y condenada por la misma iglesia católica de Isidro de Sevilla y Agustín de Hipona a través de cánones y capítulos de sínodos como el de Arlés (473), el de Quierzy (849 y 853), Tusey (860), en la Carta Institutio universalis (785) y en la Carta Congratulamar vehementer (1053).

Además, usamos esta misma metodología histórica cuando defendemos la existencia histórica de Jesus o el creacionismo de tierra joven. ¿Por qué haríamos lo contrario cuando se trata con la doble predestinacion? De hecho, este es uno de los problemas con los neocalvinistas pues cuando apelan a la historia no van lo suficientemente atrás, sino que se quedan cortos apelando solamente a Calvino, Lutero o paran hasta Agustín de Hipona o Isidoro de Sevilla para buscar apoyo a sus doctrinas encontradas en el TULIP. Sin embargo, ignoran por completo la de los Padres más tempranos de la Iglesia que preceden a Agustín lo cual es cometer una falacia de evidencia incompleta (supresión de pruebas). ¿Por qué no siguen más atrás hasta los Padres más antiguos tales como Clemente? La razón por la que no lo hacen es porque la doctrina “calvinista” de Agustín estaba en oposición directa a lo que Clemente y los demás Padres de la Iglesia ante nicenos enseñaban. Clemente de Roma conoció personalmente al apóstol Pablo, Ignacio fue discípulo del apóstol Juan y Justino Mártir conoció a muchos hombres que fueron discípulos de los apóstoles originales por lo que es lógico que estos teólogos tenían un mejor entendimiento de la mente de Pablo que Agustín o Isidoro quienes vivieron siglos después.

No es que la Patrística sea infalible pues solo la Biblia es inerrante y nuestra autoridad final pero lógica e históricamente hablando le tengo más confianza a un Padre de la Iglesia que fue discipulado por los mismos Apóstoles originales que uno que vivió 400 o 600 años después que los Apóstoles dejaron esta escena terrenal. Simplemente es cuestión de seguir el consejo de C.S. Lewis, de que es importante leer también lo que dicen los libros antiguos no solo porque cada época tiene su propio punto de vista (Vea también Jeremías 6:16) sino para verificar si lo que dicen los modernos están en lo cierto, es decir, hay que ir a las mismas fuentes originales para comprobar lo que realmente creían los primeros cristianos.


Sin olvidar que Agustín también sostuvo otras herejías las cuales también eran completamente desconocidas para la iglesia primitiva como el bautismo infantil, la regeneración bautismal, el orar a los muertos, la persecución contra los “herejes”, el amilenialismo, la inmaculada concepción y virginidad perpetua de María. Por tanto, si Agustín estuvo equivocado en muchas doctrinas ¿Qué le hace pensar a estos neocalvinistas que estaba en lo cierto con respecto a la doble predestinación? Ni siquiera su propia iglesia confiaba en sus escritos y no fue hasta el siglo 16 que el monje agustiniano Martin Lutero y Juan Calvino cayeron víctimas de los escritos filosóficos deterministas de Agustín y afirmaron que eran la forma correcta de interpretar el verdadero evangelio de Cristo.

“Por cierto, entonces también deberías estar de acuerdo con el bautismo infantil porque los primeros Padres lo enseñaron.”

Esto es seguir apelando al cherry picking. Justino Mártir, Tertuliano, el Pastor Hermes, La Epístola a Bernabé, La apología de Aristides, entre otros de los primeros escritores cristianos, no mencionan el bautismo infantil cuando hablan del bautismo en agua. Sin olvidar que eruditos paidobautistas como John W. F. Hofling, Profesor Luterano de Teología en Earlengen, admiten que: “Las Sagradas Escrituras no proporcionan evidencia histórica alguna en el sentido de que fuesen bautizados infantes por los apóstoles” (Hofling, Das Sakrament der Taufe, 99. Earlengen, 1846. 2 volúmenes).

Además, antes del tercer siglo todos los padres de la iglesia que nacieron de padres cristianos nunca fueron bautizados en su infancia. Agustín de Hipona por ejemplo, aunque parece defenderlo su madre cristiana llamada Mónica no lo bautizó cuando era un bebé sino cuando fue un adulto. Lo mismo con su hijo Adeodato y su mejor amigo Alipio. Backhouse y Tyler también afirman que los padres de la iglesia nacidos en familias cristianas se bautizaron de adultos: “San Basilio de Cesárea, hijo de familia cristiana, es bautizado a los veintisiete años, San Ambrosio, hijo de una familia que se gloriaba de contar con mártires, es bautizado a los treinta años, al ser designado por el pueblo como obispo de Milán; San Juan Crisóstomo, San Jerónimo, San Paulino de Nola, todos ellos de tradición familiar muy cristiana, son bautizados entre los veinte y treinta años; San Agustín, el hijo de santa Mónica, es bautizado a los treinta y dos años por San Ambrosio en la vigilia pascual del 387, juntamente con su amigo Alipio y su hijo de quince años. San Gregorio Nacianceno, hijo del obispo de Nacianzo, se bautiza a los treinta años, después de un naufragio” (E. Backhouse y C. Tyler. Historia de la Iglesia Primitiva desde el siglo I hasta la muerte de Constantino. Editorial Clie 2004, págs. 126-127).


La realidad es que bíblica e históricamente ni el nombre ni el concepto del bautismo infantil aparece en las Escrituras, sino que fue inventado y establecido como ley por la jerarquía católica durante los cinco primeros siglos. Pero era completamente desconocida para las iglesias del Nuevo Testamento. Desde luego, las iglesias leales (anabaptistas) rechazaron esta nueva doctrina, pero Lutero siguió esta errónea práctica (cambiando algunas cosas) cuando lo expulsaron de la iglesia romana y durante la Reforma. Dicho paidobautismo simplemente contradice el orden correcto de las Escrituras tales como Marcos 16:16 y Mateo 28:19. Por algo muchos calvinistas tambien son credobautistas.

Fuentes:

¿Qué Amor es este? de Dave Hunt

https://paginadeteologiapentecostalarminiana.files.wordpress.com/2019/10/hunt-dave.-c2bfque-amor-es-este.-una-poderosa-refutacic3b3n-al-calvinismo.pdf

La Promesa del Alfarero y Drawn by Jesus de Leighton Flowers

El Calvinismo, nadie se atreve a llamarlo herejía. Bob Kirkland

Confrontando el Calvinismo. Dr Peter James Putney

La fusión del nuevo Calvinismo con el marxismo cultural de Guillermo de Lama.

Castellio Contra Calvino de Stefan Zweig

Escogidos en Cristo de Ernesto Trenchard y José Maria Martinez

https://paginadeteologiapentecostalarminiana.files.wordpress.com/2019/03/ernesto-trenchard-escogidos-en-cristo-1.pdf

The Foundation of Augustinian-Calvinism del Dr. Ken Wilson

The Extent of the Atonement por el Dr. David Allen

The Other Side of Calvinism de Laurence M. Vance

Why I am Not a Calvinist de Jerry L. Walls y Joseph R. Dougell

Why We Are Not Reformed Baptists (letgodbetrue.com)

Jesse Morrell, “Was Augustine A Gnostic Heretic? Did He Corrupt The Church With Gnostic Doctrine? Did The Early Church Agree With Pelagius?” (biblicaltruthresources). This article is an excerpt from his book, The Natural Ability of Man: A Study on Free Will & Human Nature

Deconstructing Calvinism por Hutson Smelley

The Great Rift, Why Calvinism is Such a Big Issue por Jeff Amsbaugh

Bible Truth on Calvinism por el Dr. Gerald Fielder

Predestined For Hell? No! y Hiper-Calvinism: A False Doctrine por el Dr. John Rice

El Origen Oculto del Calvinismo de Alexander Ortega Pereira

Calvin’s Desperation: How John Calvin’s Unbiblical Divine Determinism Destroys the Credibility of Christian Faith por Phil Bair

Beyond The Fundamentals de Kevin Thompson y Sosteriology 101 de Leighton Flowers en Youtube

http://www.4himnet.com/bnyberg/The_Tangled_Roots_of_Calvinism.pdf

https://www.sermonindex.net/modules/newbb/viewtopic.php?topic_id=25356&forum=34