¿La Iglesia Reemplazó a Israel?
“Un cristiano es la última persona que debería hablar irrespetuosamente o mal de los judíos”
– Charles Spurgeon
Aunque el Amilianismo y Postmilianismo tienen algunas diferencias con respecto al futuro de Israel ambas sostienen que cualquier pacto entre Dios e Israel fue cancelado en la Primera Venida de Cristo. Para ellos no hay un Templo, ni un Reino Milenial para Israel con Jerusalén como su capital, sino que la Iglesia es ahora la Nueva Israel. De hecho, con su Teología de Reemplazo Agustiniano (también llamada teología de la suplantación o teoría de la substitución o supersesionismo) muchos teólogos reformados sienten la obligación de robarle los dones al pueblo de Israel para dárselos a la iglesia y tienen a la iglesia como los 144,000 sellados y como los perseguidos de Apocalipsis. Sin embargo, Pablo nunca usa ese tipo de lenguaje en Romanos 11 ni ve una usurpación por las ramas ni por el árbol de olivo silvestre, sino que ve a ambas como dos obras distintas de Dios y una futura restauración de Israel (v. 23).
De hecho, Romanos 11 está diseñado para mostrar que Dios no ha abrogado sus promesas a los judíos las cuales serán cumplidas cuando la iglesia sea quitada en el Rapto para que Israel tome el protagonismo que Dios le prometió “porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.” (Romanos 11:29 y Zacarias 8:23). Por tanto, Dios no rechazó para siempre a Israel (Romanos 11:1-3; 12; 15; 23-24, Isaías 11:11, Zacarias 14; Hechos 1:6-7 y muchos más), ni la Iglesia reemplazó a Israel en los propósitos de Dios pues, aunque durante esta dispensación Dios tiene temporalmente a Israel a un lado para tratar con la iglesia para proclamar el evangelio al mundo, Israel también tendrá un rol específico entre las naciones cuando Cristo regrese en Su Segunda Venida.
En su contexto vemos que Pablo en Romanos 11 está lidiando con la elección nacional de Israel y no con el destino de individuos o la salvación individual como enseñan los teólogos reformados. Al contrario, a pesar de su incredulidad actual, en este capítulo de Romanos muestra que Dios no ha terminado sus planes futuros con la nación de Israel ni los ha desechado. Esto lo han reconocido aún autores muy importantes que no son dispensacionalistas tales como el Dr. Douglas Moo (2002) y Charles Hodge. Una vez la iglesia sea quitada en el Rapto, Dios tratará con Israel durante el periodo de la gran tribulación (Jeremías 30:7). De hecho, unas de las grandes promesas nacionales y cumplidas para Israel es que la gente judía regresaría a su tierra original lo cual es repetido a través de las Escrituras (Amos 9:15). Todos los israelitas que sobrevivan la gran tribulación se darán cuenta de su error, se arrepentirán de sus pecados y buscarán de Dios (Jeremías 50:4-5). Según Isaías 66:7-14 y Ezequiel 36:25-29 la nación entera nacerá de nuevo como si se tratara de una sola persona (Jeremías 33:8; 50:20; Isaías 45:25 y Romanos 11:26-27). Cuando esto ocurra Israel será restaurada una vez más como la cabeza de las naciones durante el reino milenial y volverá a experimentar las bendiciones de Dios junto a la iglesia (Apocalipsis 20:1-6 y Zacarias 8:22).
Los teólogos de la llamada Teología del Pacto contradicen todo esto diciendo que Dios ya terminó de lidiar con Israel y que la Iglesia la ha reemplazado. Dicen que Jesús es el verdadero israelita. Sin embargo, esto no borra las promesas que Dios hizo a la nación de Israel. En Isaías 2:2-4 y 49:3-6 por ejemplo se muestra una diferencia entre Israel y Jesús pues los detalles geográficos que mencionan en estos pasajes demuestran que se trata de un lugar literal. Además, según las expectativas escatológicas del Antiguo Testamento y que fueron confirmadas en el Nuevo es que el Mesías gobernará sobre Israel en el Trono de David (Lucas 1:31-32), que la nación de Israel será liberada de sus enemigos (Daniel 9:27) y entonces “todo Israel será salvo” y restaurado en la Segunda Venida de Cristo (Zacarías 12:10; Joel 2:32; Mateo 24:30; Apocalipsis 1:7; Romanos 11:23 y 26). En otras palabras, Israel fue el pueblo escogido de Dios para que estas promesas se cumplieran y no un invento dispensacionalista ni un intento de demeritar el papel de la Iglesia de Cristo en el futuro pues tanto la Iglesia como Israel reinarán juntos y bajo la suprema autoridad de Cristo (Vea Apocalipsis 21-22:5 y 1 Corintios 15:24-28).
Por eso los creyentes gentiles en Cristo no deben jactarse contra los judíos solo porque reemplazaron al incrédulo judío en el favor divino de la redención sino a considerarlos como los candidatos primarios para el Evangelio, apoyarlos porque de ellos hemos recibido mucho de los beneficios espirituales y recordar que su ceguera espiritual actual es parcial y temporal (Vea Romanos 1:16; 11:18 y 15:26-27). Por tanto, la iglesia no ha reemplazado a Israel y tampoco ha tomado control de las promesas que Dios le hizo exclusivamente a los judíos (Ezequiel 36). Como respuesta muchos antidispensacionalistas tratan de espiritualizar el templo futuro y milenial porque no le encuentran sentido el continuo sacrificio de animales. Sin embargo, como explica Michael J. Vlack en su obra, “Dispensational Hermeneutics”, aunque Jesús es más grande que cualquier templo, tales templos todavía tienen propósitos. Por tanto, así como los sacrificios en el templo del Antiguo Testamento y la Santa Cena del Nuevo Testamento tenían como propósito celebrar la muerte de Cristo como recordatorio de lo que Cristo hizo en la cruz es muy posible que las del reino milenial tengan ese mismo sentido y significado del valor infinito de su sangre preciosa.
Sin olvidar que, aunque Jesús mismo, sus apóstoles y primeros cristianos eran judíos después del siglo segundo la iglesia empezó a ser dominado por los gentiles de los cuales algunos empezaron a inclinarse a este tipo de escatología anti-judía y espiritualizar las promesas literales de Dios para los judíos transfiriéndolos para la iglesia. Esto lo hicieron por razones antisemitas. Por ejemplo, el hereje gnóstico, Marción, rechazó la Biblia Hebrea (Antiguo Testamento) y Ambrosio de Milán al igual que Juan Crisóstomo mostraban manifestaciones de judeofobia. Ya después Agustín de Hipona (padre del amilenialismo) con su teología de reemplazo negó que Cristo regresaría para establecer su reino milenial desde Jerusalén, Israel como cabeza de las naciones, sino que enseñó que ya el milenio había empezado con su Iglesia Católica Romana la cual consideraba la Nueva Jerusalén. Sin embargo, el mismo Pablo condenó este tipo de antijudaísmo cristiano diciendo, “no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.” (Romanos 11:18).
El apóstol Juan también dijo, “He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten” (Apocalipsis 2:9 y 3:9). No olvidemos que muchos de los Reformados siguieron esta doctrina falsa de los católicos medievales y que hasta el mismo Martin Lutero también era anti-Israel como lo demuestra su propio libro, “Los Judíos y sus Mentiras” donde hasta promueve quemar sus sinagogas y cuyos escritos influyeron en Adolfo Hitler y los Nazis (Martin Luther, Lectures on the Minor Prophets, Luther’s Works y What’s Luther Says, II, 687-88). Juan Calvino también sostuvo ideas similares (Calvin, Daniel Lecture XI, in Calvin’s Commentaries). Debido a este tipo de teología de reemplazo es que muchos cristianos modernos están empezando a ver a Israel de una manera negativa, incluyendo su misma existencia revivida como el Estado moderno de Israel en 1948. Algunos como Tony Campolo y Edgar Pacheco hasta no le gustan que seamos pro-Israel. Por eso la Teología del Reemplazo es una falsificación de identidad. Algunos críticos del dispensacionalismo creen que Gálatas 3:7 echa por tierra la distinción entre Israel y la Iglesia. Sin embargo, nosotros los gentiles somos hijos espirituales de Abraham a través de la promesa. Pero ser un hijo espiritual no significa ser un israelita ni apropiarse de las promesas de Dios dadas a Israel. Por tanto, la paternidad espiritual de Abraham entre los gentiles no es ningún argumento contra el dispensacionalismo.
Ningún dispensacionalista dice que los judíos serán salvos solo por ser judíos o debido a su raza, sino que deben aceptar el evangelio de Cristo para salvación como cualquier otro ser humano. Ser semilla de Abraham tampoco significa ser un judío espiritual y aunque de los dos pueblos Dios hizo uno solo, aun así, no hay nada en la Biblia que indique una presunta anulación de las promesas dadas a Israel como nación. Inclusive, los discípulos antes de la ascensión de Jesús preguntaron acerca del tiempo de la restauración de Israel en Hechos 1:6. Si el caso hubiese sido que a partir del nacimiento de la iglesia dichas promesas reales para la nación habrían sido alteradas de alguna manera, Jesús lo habría dicho. Pero en cambio les dijo que un día se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel (Mateo 19:28).
Jesús mismo habló de ovejas de dos rediles y el Nuevo Testamento tiene apóstoles a los judíos y un apóstol a los gentiles. No es que creemos que la iglesia tendrá una clase de segunda categoría o una ciudadanía celestial de segunda clase como asumen algunos teólogos reformados como Miguel Nuñez pues tanto Israel y la Iglesia reinarán juntos con Cristo. Por tanto, tengamos cuidado con esa sed de poder de querer reinar a la izquierda o derecha de Cristo en Su reino milenial y en lugar de otros pues eso lo decidirá Cristo y según nuestras obras (Mateo 20:20-28). Michael J. Vlack en su obra, "Dispensational Hermeneutics" refuta esta falacia antidispensacionalista de Nuñez.
Otros dicen, "Nosotros los Reformados no creemos en la teología del remplazo sino en la teología de expansión o continuidad." Sin embargo, nosotros los dispensacionalistas también creemos en la expansión del concepto «pueblo de Dios», pero no en la expansión supersesionista y las promesas de tierra y reino no encajan con una continuidad que dice que los gentiles somos «israelitas espirituales» o parte de Israel de alguna manera. Por tanto, aunque digan que no creen en una teología del reemplazo, la realidad es que usan eufemismos que demuestran que siguen creyendo en la misma rancia teología del reemplazo. Como afirma Craig Blaising, «No me importa cómo le llamen, da lo mismo, si es que se trata de negar las promesas de tierra y reino para Israel».
En fin, como dice J.P Martinez, "Si van a estudiar escatología dispensacional más vale ir a gente que sepa. Lean a Vlach, Ryrie, Woods, Hindson, Thomas, Hitchcock, Pentecost, Walvoord, incluso Saucy y Bock (progresivos), Fazio, Cone y Marsh, entre muchos otros. Si van a leer a Scofield y Chafer, son muy buenos también, pero no pueden hablar de escatología dispensacional debidamente si no se actualizan. YouTubers que no saben del tema abundan. Pero los que no saben y además se burlan son los gollums* que quieren arrebatar las promesas de Dios a Israel: claman «mi precioso» cuando leen el pacto abrahámico y davidico, y las promesas de tierra y reino que están en la Biblia para Israel como nación, y que nadie puede arrancar de allí...Con el pretexto de combatir al movimiento herético de Raíces Hebreas y al neopentecostalismo, ahora varios están atacando al dispensacionalismo en redes sociales. Quieren dar la idea de que en el fondo, el dispensacionalismo es responsable de alentar a los cristianos a abrazar aquellos errores doctrinales e idolatrar a Israel y al judaísmo. Una mayoría de estos detractores del dispensacionalismo abrazan la teología del reemplazo. Creen que ellos, como gentiles, son «el nuevo Israel» y que son ahora «judíos espirituales». Afirman que la nación de Israel ya no tiene ningún rol central en ninguna profecía bíblica, que ha sido desechado y que es como cualquier otra nación sobre la tierra. Lo que quieren es quedarse con todas las promesas de tierra y reino que Dios dio a Israel, y convertirlas en otra cosa que les beneficie. Los Gollums se siguen multiplicando..."
Fuentes:
The Rapture por Ken Johnson
Dispensationalism Before Darby de William C. Watson
Vindicando la esperanza dispensacional: Aclaraciones sobre el arrebatamiento, el milenio, la resurrección y el juicio venidero y ¿El Dispensacionalismo es Mitología? de J.P. Martínez
Dispensational Hermeneutics y Has the Church Replaced Israel? de Michael J. Vlack
The Truth about the Rapture y Rapture Myths de Thomas Ice
Can We Still Believe in the Rapture? De Mark Hitchcock
Before the Wrath, Brent Miller Jr. (documental en DVD)
The Physics of Immortality del Dr. Chuck Missler (DVD)
An Apologetic of Premillennialism por M.L. Moser Jr.
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Diferencias entre Arrebatamiento y Segunda Venida de Cristo