¿Nunca hubo pecado original?

                Negar el pecado original o la Caída de Adán tal como enseña la Biblia y la Patrística (historia eclesiástica) es caer en la herejía pelagiana. Ese es el caso de Craig y sus seguidores como Raúl Jaramillo de Fe “Razonable”. La razón de su rechazo a esta doctrina bíblica es para ser consistente con su creencia de que Adán siempre fue un hombre mortal que nació de seres no humanos, o para ser más específico, Adán fue un homo heidelbergensis (evolución humana) y Génesis 1-11 contiene mitos o fábulas como las Fábulas de Esopo. Sin embargo, la gran mayoría de los cristianos no aceptan estas reinterpretación mítica del origen antropológico pues contradicen la misma Escritura (1 Timoteo 4:7; 2 Timoteo 4:4 y 2 Pedro 1:16). De hecho, parece que Agustín de Hipona fue uno de los primeros y más feroces críticos teólogos contra el pelagianismo. Hasta le dedicó cuatro obras para presentar la transgresión de Adán como el pecado original y así refutar el pelagianismo: De peccatorum eritis et remissione libri III, De spiritu et litera, Definitiones Caelestii y De natura et gratia.  

              Además, en ninguna parte de Génesis dice que Dios seleccionó a Adán y Eva entre otros homínidos o seres humanos como tampoco enseña que evolucionaron de animales, sino que dice claramente que antes de la Caída ambos fueron creados rectos, sin pecado, inmortales y que el primer hombre fue hecho del polvo de la tierra y Eva de su costado (Génesis 1:31; 2:7; Eclesiastés 7:29; Romanos 5:12 y 1 Corintios 15:20-22). Sin olvidar que este “Adán” de Craig tampoco puede ser el mismo Adán de la Biblia debido a que difieren en cuanto al lugar de origen (Génesis 2:7-8,21-22 y 1 Corintios 11:8-9), escala de tiempo (Génesis 5, 11; Mateo 19:4 y Marcos 10:6), longevidad (Génesis 5:32), hábitat (Génesis 1:31), anatomía (Génesis 3;16-19), vestimenta (Génesis 3:7), inteligencia (Génesis 2:19-23 y 5:1), dieta y modo de vida (Génesis 1:29-31).

            También contradice la historia judeocristiana. Se debe recordar que el Antiguo Testamento vino y fue escrito en el idioma de los judíos quienes nunca interpretaron o entendieron tales textos hebreos de esa manera. Al contrario, en la tradición judía, antes y durante la era Romana, podemos ver que siempre entendieron la creación de Génesis 1 y 2 literalmente. Así lo demuestra los escritos del Segundo Templo las cuales incluyen El Libro de Tobit (250-175 a.C.), el Libro de Sabiduría de Salomón 1:13-15; 2:23-24 y el Libro de Eclesiástico o Eclesiástico 17:1-5 y 33:10 (195-175 a.C.) las cuales se encuentran también en la Vulgata Latina de Jerónimo. Lo mismo informa el reconocido historiador judío-romano del siglo 1, Flavio Josefo (Jerusalén, c. 37-Roma, c. 100) al principio de los 15 libros de sus Antigüedades judías. Esto también se puede ver en el calendario hebreo y otras obras antiguas de los judíos.

               De hecho, tal idea parece haber empezado en la Edad Antigua con Pelagio en la Edad Antigua (siglos IV y V d.C) quien fue un monje británico, ascético y acusado herético tanto por la iglesia católica romana, evangélicas y protestantes a lo largo de la Historia. Pelagio no solo negaba la doctrina bíblica del pecado original y sus consecuencias, sino que afirmaba que Adán fue creado mortal. Luego esta teoría mítica surgió de nuevo durante los días de la Reforma con un movimiento racionalista llamada socinianismo de Lelio Sozzini (llamado Socino) y su sobrino Fausto Socino durante los siglos XV y XVI. Lo mismo han venido diciendo los deístas, y filósofos empiristas y racionalistas de todas las épocas como los teólogos liberales de la Alta Crítica del siglo 18 o 19 quienes también creían que el hombre fue creado mortal y que nunca hubo una caída histórica. Sin embargo, estos movimientos o sectas religiosas siempre fueron consideradas heréticas por las iglesias mayoritarias y conservadoras pues este tipo de teología mítica no hace exégesis, sino eiségesis. 

           Por tanto, ¿qué hacen estos cristianos tomando su información de las cabras (gente no cristiana) en vez de las ovejas (gente no cristiana)? ¿No es eso beber de la fuente equivocada? Sin olvidar que dicha tesis liberal pasa por alto pasajes como Efesios 4:24 y Colosenses 3:10 donde el apóstol Pablo demuestra la necesidad de la obra regenadora del Espíritu Santo para curar la raíz del pecado original. Esta postura los conduce a rechazar la anterior enseñanza bíblica de una imputación inmediata de la culpa a toda la humanidad por el pecado del primer hombre (Romanos 5:19) por una imputación mediata que niega que la culpa del pecado de Adán se impute directamente a sus descendientes. Por tanto, personas como William Lane Craig y Raúl Jaramillo no solo están repitiendo de manera moderada una antigua herejía que murió hace tiempo, pero revivida por algunos teólogos contemporáneos y neo evangélicos, sino que como dice el científico y apologista cristiano, el Dr. Jonathan Sarfati, también están demostrando que el teísmo evolutivo conduce al pelagianismo. 

         De hecho, negar el pecado original sería rechazar la razón por la cual necesitamos el Salvador vicario. Es más, cuando decimos que Jesucristo es nuestro Salvador, de ¿qué nos tiene que salvar? Si los primeros seres humanos no fueron creados buenos, inmortales y sin pecados entonces ¿qué sentido tendría la Caída? (Génesis 1:31 y Eclesiastés 7:29). Por eso muchos teólogos liberales, modernistas y teístas evolutivos que niegan esta teología básica del cristianismo terminan cayendo en la herejía pelagiana la cual rechaza el pecado original. Esta es la razón por la que Adán y Eva también importan. Sin embargo, argumentan que la representación federal de Adán es cruel e inhumana porque Dios no pudo haber hecho depender el destino de toda la humanidad en un solo hombre. "¿Es injusto que todos seamos castigados por el pecado de otro hombre?", dicen. Sin embargo, esto mismo es lo que el apóstol Pablo declara en 1 Corintios 15:45-49 y la cual preferimos seguir creyendo que el plan de nuestro bondadoso y justo Dios fue benelovente y perfecto (Romanos 11:33-36 y Salmo 18:30).

             Alguien dira, "Entonces si hubo realmente una Caída ¿por qué Dios no lo impidió?" Por dos razones, primero porque lo creó con la libertad de decisión (libre albedrío) y segundo "para la manifestación de su gloria" pues ya tenía preparado un plan para remediar el problema el cual es Cristo, nuestro Salvador (Efesios 1:11; Romanos 11:33 y Proverbios 16:4). En fin, contradecir la Biblia no es hacer buena apologética cristiana. Génesis no es un mito o mito-historia sino HISTORIA y tales errores de reinterpretación conduce a otros errores como negar el pecado original (herejía pelagianismo) lo cual presenta un evangelio distorsionado e incompleto, el plan original de la creación, la existencia de Adán y Eva o unos que no son los que verdaderamente presenta las Sagradas Escrituras como el “Adán” (homo heidelbergensis) de Craig. Como diría el apóstol Pablo, “Porque si viene alguno predicando a otro Jesús [o Adán] que el que os hemos predicado, …bien lo toleráis;” (2 Corintios 11:4).