El Lugar de la Mujer en la Iglesia

“Si tú vas a una iglesia, donde el pastor es una mujer, entonces esa iglesia NO tiene pastor.” – John MacArthur

      Lo primero que diremos para comenzar, es que de acuerdo con la Biblia, la mujer tiene su lugar en la Iglesia, y es un lugar de mucha importancia. También quiero decir que las mujeres pueden y hasta deberían llevar las buenas nuevas de salvación incluso a los hombres pues todos estamos llamados a id por el mundo y haced discípulos a todas las naciones (evangelismo personal). Pero ¿pueden las mujeres ser pastoras? La Biblia dice contundentemente que ¡NO! (Lea 1 Timoteo 2:12-13; 1 Corintios 14:34-35 ; Efesios 5:21-23 y 1 Pedro 3:1-6). Por lo que la respuesta inmediata a esto es: “¡Uy que machista!” o ¡Entonces tu cristianismo es misógino y sexista!”. Otros hasta se atreven a decir: "Lo que pasa es que cuando el apóstol Pablo escribió esas cartas, aún no era lo suficientemente maduro en la fe" o "El contexto cultural de esa época es diferente al actual" argumentando así que la Biblia contiene errores, atentando contra la infalibilidad e inerrancia de la Palabra de Dios, entre un sinfín de tontas excusas más. 
     En muchas iglesias, principalmente en aquellas que están abrazando ahora el feminismo o progresismo no solo permiten a la mujer a manifestarse públicamente de esta manera, tanto religiosa como socialmente, sino que la insta a hacerlo. Saboreando la mujer tanta “libertad” en tales iglesias y acogiéndose de tantos “derechos” o "privilegios", ¿es cosa extraña que su ego se infle proporcionalmente o que se apodere de la autoridad, o dominio, que se le concede en su nuevo pedestal? Como resultado, muchas de estas pastoras no solo tienden a mandar y dominar en “su iglesia” sino también en el matrimonio y el hogar donde el esposo queda desvestido de su autoridad, perdiendo aun sus rasgos varoniles. Después de todo, si derecho tienen de mandar y dominar en la iglesia, pues ¿por qué no en el matrimonio o el hogar? Tales problemas nos hace preguntar, ¿no estará ella usurpando el rol que Dios asignó al varón?
     Está claro en las Escrituras que aunque el hombre y la mujer son iguales ante los ojos de Dios, el papel y el rol de ambos en la familia y la iglesia es diferente. Por ejemplo, en el tabernáculo del Antiguo Testamento y la alabanza del templo, no había mujeres sacerdotisas, ni mujeres escribas, ni mujeres en capacidades oficiales. Y este pasaje nos dice que lo mismo debe ser cierto en cuanto a la mujer Nuevo Testamentaria. Hubo 12 apóstoles originales, sus nombres fueron dados, pero no hubo ni una mujer entre ellas al igual que todos los pastores del Nuevo Testamento (Éxodo 28:1 y Mateo 10:2-4). El pronombre masculino es usado a través de las calificaciones para un obispo en 1 Timoteo 3:1-7. "Él debe ser el marido de una sola mujer." En ese corto pasaje referente a obispos o pastores, se refiere a ellos como "él", "marido", y todos los adjetivos son masculinos o neutrales. ¿Qué más claro lo queremos? Por tanto, no hay siquiera un ejemplo de alguna "pastora" nombrada por los apóstoles y tampoco existe referencia histórica que muestre que la mujeres ejercían el pastorado en las iglesias durante los primeros siglos.   

De hecho, hasta los monarcas también tenían que ser hombres (Deuteronomio 17:14-20 y 2 Samuel 7:12-16). Israel solo tuvo un monarca mujer, la reina Atalía y fue porque ella usurpó el trono, asesinaba a sus rivales, y le dedicó su reino a los dioses paganos (2 Reyes 11). Además de eso, en la Biblia hay 66 libros y tampoco tiene uno escrito por mujeres. ¿Por qué? Porque Dios creó primero al hombre y luego a la mujer de su costado para que fuese su “ayuda idonea” (Génesis 2:20). Desde ese momento la autoridad del hombre sobre la mujer fue algo que Dios quiso que se diera, trayendo consigo la sujeción y sumisión a él como la cabeza y el líder del hogar, así como Cristo es cabeza de la iglesia también (1 Timoteo 2:12-13; 1 Corintios 14:34-35 ; Efesios 5:21-23 y 1 Pedro 3:1-6). Por eso cuando ambos pecaron al primero que Dios llamó para rendir cuentas fue al hombre, no a la mujer (Génesis 3).

Ahora bien, ¿significa esto que en el cristianismo la mujer es inferior al hombre? De ninguna manera, pues tales pasajes se refieren solamente cuando hay cultos públicos en asambleas mixtas pero podían hablar, aconsejar e instruir en privado o enseñar a niños como hacen algunas en la escuela dominical, discipular a los adolescentes y a otras mujeres en conferencia de damas (Tito 2:3-4), realizar evangelismo personal tanto con hombres y mujeres como cuando salen a repartir tratados en las calles, cantar en los coros de sus iglesias y también pueden enseñar a sus propios hijos (Proverbios 1:8 y 6:20) tal como la madre y abuela de Timoteo le enseñaron (2 Timoteo 1:5). Mediante el ejemplo de Priscila y Aquila también podemos ver como la mujer puede ayudar a su esposo en la obra de edificar a otros (Hechos 18:26). También es bueno que las mujeres trabajen en las guarderías, las cocinas de la iglesia y hasta pueden hacer viajes misioneros cortos donde pueden ayudar a la gente necesitada (Mateo 25:35-40). Por tanto, el que en una iglesia local el hombre y la mujer tengan diferentes funciones no significa que uno sea inferior al otro.

       En cuanto a los textos que muestran que el hombre es la cabeza de la mujer y que ellas tienen que estar sujetas (o sometidas) a sus esposos (1 Corintios 11:3; Efesios 5:21-22) estos se refieren a que el hombre es el que Dios ha puesto como el líder espiritual de la familia. Pero eso tampoco significa que la mujer sea inferior a su marido.  Es como el presidente de una compañía, el presidente es la cabeza de la compañía y tiene una posición mayor que el empleado quien tiene que sujetarse a sus reglas sin embargo siguen siendo iguales como hombre y en naturaleza. En ese mismo sentido se habla de los diferentes roles y oficios del hombre y de la mujer dentro de la familia y la iglesia.
      Esto lo vemos también en el trino Dios donde la Biblia nos dice que el Padre es la cabeza del Hijo y que el Hijo está sujeto al Padre sin embargo esto tampoco significa que Jesús sea inferior al Padre ya que la misma Biblia indica claramente que ambos son iguales en naturaleza (Filipenses 2:5-8 y Juan 5:18). De hecho, Jesús cuando niño estuvo hasta sujeto a sus padres terrenales (Lucas 2:52) sin embargo eso tampoco significa que el mismo Hijo de Dios sea inferior al hombre. Por tanto, estar sujeto o sometido a alguien es una forma de amor y de unidad, no de inferioridad. Después de todo, la Biblia también dice “sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo.” (Efesios 5:21). Pero como dice el viejo G. K. Chesterton, «El feminismo parte de la idea tan absurda de que la mujer es más libre cuando sirve a su jefe, que cuando ayuda a su marido».
     En otras palabras, y repetimos, la mujer es igual al hombre en dignidad y valor, pero no en jerarquía para el correcto desenvolvimiento del hogar, sociedad e iglesia. Ambos tienen roles distintos, pero complementarios. Además, el llamado al pastorado es personal, no familiar, así como la esposa del abogado no es abogada, la esposa de doctor no es doctora, la esposa del pastor tampoco es pastora. Por supuesto, la labor de una esposa de pastor es ardua y sacrificada, y tan importante como la de su esposo. Pero nominalmente no es lo mismo. Lamentablemente, cuando se les define o muestra el verdadero rol de la mujer en la iglesia del Nuevo Testamento en vez de aceptar esta realidad para que ajusten sus vidas espirituales a la voluntad de Dios muchas prefieren refugiarse en un bosque de porfías, argumentos infundados y presunciones insostenibles.
   En fin, la autoridad o dominio que una “pastora” ejerce, el Espíritu Santo le prohíbe tenerla. El rol, los deberes y las tareas que Dios asigna a la mujer en la iglesia, el matrimonio y el hogar no son menos importantes que los asignados al varón. Difieren, pero no en valor o importancia. Por tanto, no trate de ocupar el lugar del hombre en el plan divino pues quien los invierta o desprecie, bien sea la mujer o el varón, altera lo establecido por el Creador, introduciendo elementos de caos en su creación.

OBJECIONES:

1. El caso de Débora (Jueces 4:4-9). Débora era profetisa y jueza de Israel. Ninguna otra mujer ha tenido un título tan alto. Pero por otro lado, el libro de Jueces nunca dice que ella enseñaba o profetizaba públicamente, ni que gobernaba en la congregación, ni que gobernara a su marido Lapidot; y si acaso lo hacía, no dice que Dios se lo aprobaba. Como otras mujeres ella también enseñaba en privado y trató todo el tiempo de que Barac se diese cuenta que tenía que estar él al frente y no ella (vs. 6-9,14).  

El opresor de Israel en este tiempo fue Jabín rey de la fortaleza cananea de Hazor. El capitán de su ejército se llamaba Sísara.  Con sus temidos novecientos carros herrados de guerra, mantuvo a los israelitas bajo su dominio por veinte años.  Débora comisionó a Barac a ir al norte y atacar las fuerzas de Sísara, pero él se negó a ir si ella no le acompañaba. Por su deferencia a ella, se le dijo que la victoria sobre Sísara sería dada a una mujer en vez de a él (v. 9).

Débora tomó la iniciativa al llamar a Barac y le mandó a luchar contra Sísara, como había mandado el Señor.  Aunque algo indeciso primeramente, luego Barac obedeció al Señor por fe y liberó a Israel.  Cabe señalar que fue Barac, y no Débora, el que fue alabado por su fe, en la Epístola a los Hebreos (Hebreos 11:32).

No es la norma que una mujer ocupe el lugar de autoridad espiritual, pero esta era una época de decaimiento, donde el pueblo de Israel estaba en pecado y se había alejado de Dios, y bajo estas circunstancias es que surje Débora.  

Esto no debe usarse ni como ejemplo, ni como precedente del papel de la mujer en la iglesia, puesto que era la excepción y no la regla.  Además, esto fue en Israel, no en la Iglesia.  Esto es un caso como la borrachera de Noé, o como el asesinato del egipcio por parte de Moisés, o como la hipocresía y la negación de Pedro.

2. El Caso de Ana (Lucas 2:36-38).  Aquí no hay ninguna prueba de que ella violaba lo que dice en 1ra Corintios 14:34, “Vuestras mujeres callen en las congregaciones …” ni en 1ra Timoteo 2:12, “… no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, …”.  Ella ni estaba en la congregación, ni estaba enseñando de modo oficial a los hombres. 

3. Las mujeres que fueron mandadas a decir que Jesús había resucitado, Lucas 24:4-9 (972).  Estas mujeres tampoco violaron nada de lo que Dios prohíbe en la Biblia.

4. Las mujeres que estaban en Pentecostés, ninguna dirigió ni habló, sino Pedro, Hechos 2:14 (1003).  Ninguna se puso de pie sino Pedro y los once.

5. La mujer samaritana (Juan 4:7,16,28-30,39-42).  Lo único que Jesús le dijo fue que llamara a su marido, ella se puso a predicar por su cuenta, de un modo informal.  Eso no viola en nada lo que dice la Escritura.

6. Las cuatro hijas de Felipe el evangelista (Hechos 21:8-11). Es cierto que Felipe tenía cuatro hijas que eran profetizas. Sin embargo, el Espíritu Santo usó a un profeta que descendió de Judea, llamado Agabo, para profetizarle a Pablo, y no a una de las cuatro hijas de Felipe que eran profetizas. Pablo estuvo en casa de Felipe en Cesarea “muchos días”. Mientras estuvo allí Dios le mando este profeta llamado Agapo, cuya casa estaba probablemente en Antioquía, a que le dijera de las prisiones que le aguardaban en Jerusalén. Ahora bien, ¿por qué Dios le mandó un hombre, todo el camino desde Antioquía a decirle a Pablo eso, estando el en la casa de un hombre que tenía cuatro hijas que eran profetizas? ¿Acaso fue por el prejuicio de Pablo contra las mujeres que Dios lo complació mandándole a Agapo o fue esto un ejemplo contundente del Espíritu quien inspiró toda profecía para mantener clara la enseñanza de que las mujeres no deben tener autoridad sobre un hombre? Obviamente lo último. Por tanto, tales mujeres tampoco violaron nada. 

7. “¿Puede una mujer ser una pastora como lo fue Rebeca en Genesis 29:9?” Claro que sí pues Rebeca fue pastora de ovejas, es decir, una pastora de ovejas de cuatro patas, no de dos. De hecho, en los tiempos de Rebeca ni siquiera existía la iglesia.

8.  “Deberías leer el libro,10 Mentiras Que la Iglesia Le Dice A las Mujeres“. Le recomiendo mejor otro Libro que dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17). La Palabra escrita de Dios es tan clara y llana en lo que una mujer debe hacer, asi como en lo que ella no debe hacer. Por tanto, “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas” (Apocalipsis 1:3).

9. “¿Pero no dice Romanos 16:1-2 que Febe era una diaconisa y por ende una mujer puede ser líder en una iglesia?No, porque aquí la palabra griega para “diaconisa” (diakonos) es siervo. De hecho, en otras versiones antiguas como la del Rey Jaime (King James) dice “sierva” no “diaconisa”. Por tanto, no interpretamos que Febe era una diaconisa en el sentido de un ministro eclesiástico o de la segunda clase de oficiales de una congregación sino como en su sentido genérico la cual se usa también para referirse a todos los ministros del evangelio como siervos de Dios o Cristo (1 Tesalonicenses 3:21 Corintios 3:52 Corintios 6:4; 11:23; Colosenses 1:7; 4:7; 1 Timoteo 4:6) pues no había un oficio de diácono todavía. Las instrucciones dadas a los diáconos todavía no habían sido dadas.

Como explica el comentario exegético-devocional y teológica de Mathew Henry acerca de Romanos 16:1-2: “El título que al principio (v.1) le da es “diaconisa” (gr.diakonos), lo cual indica, sin duda, que su servicio en la iglesia de Cencreas, Puerto de Corinto, a poco mas de 11 km de la ciudad, era constante e importante, hasta ser reconocida como que cumplía un ministerio especifico dentro de la comunidad. Esta fuera de duda que Febe no era “diaconisa” en el sentido ministerial que el termino diacono tiene, por ejemplo, en 1 Timoteo 3:8. Tal cosa ha sido inaudita en la historia de la Iglesia hasta que ciertas denominaciones la han inventado hasta el presente siglo. En los primeros tiempos del cristianismo se daba este título de “diaconizas” a ciertas hermanas que, de manera especial, se dedicaban al cuidado de los pobres y de los enfermos, además de ciertos servicios de limpieza, etc., en las iglesias.” (Comentario Biíblico Mathew Henry).

10. Bien que se van a los extremos negandoles a las mujeres el derecho a predicar, a enseñar y a participar de la vida de la iglesia. Espero que les guste los bebés y vayan practicando la mejor manera de cambiar pañales y de cocinar. Esta falacia suena como una mezcla entre ad hominem, hombre de paja y generalización apresurada. Hay hombres machistas que no les gusta hacer tales cosas pero no todos. Si yo tuviere que cambiarle los pañales, lavar la ropa, limpiar los platos, vestir a los niños, etc., lo haría sin ningún problema y muchos ya lo hemos hecho. Pero que quede claro esto, Dios nunca pretendió que las mujeres descuidaran sus hogares, sus maridos o sus niños para hacer alguna clase de trabajo público, ya sea religioso o de otra índole. La “mujer virtuosa” de Proverbios 31 era una “trabajadora de su hogar”. Pablo le encarga a Timoteo, el joven predicador, que enseñe a las mujeres jóvenes, a que no sean haraganas, habladoras o chismosas, sino “cuidadosas de su hogar” (1 Timoteo 5:13-14). Pedro también tuvo algo que decir sobre el mismo asunto en 1 Pedro 3:16.

Por otro lado, La Biblia tampoco dice que las mujeres deben quedarse encerradas en la casa, preñadas y sin nada que hacer. Proverbios 31 alaba a la mujer que invierte su dinero en bienes raíces… que empieza un viñedo, y que cose ropa fina para su familia, para los pobres, y hasta para la venta para asegurarse de que nade le falte a su familia. Las mujeres del Nuevo Testamento también participaban en muchas áreas importantes de los ministerios de Jesús y Pablo, y probablemente dejaban sus hogares para hacer algunas de ellas. Por tanto, La Biblia le da a la mujer la libertad de trabajar, pero también afirma su papel tradicional de esposa y madre. La mujer (o feminista religiosa) que no quiere cumplir con tales deberes simplemente no está ocupando la esfera que Dios le encomendó, ni esta haciendo la tarea que Dios le dió. Como está escrito, “ La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción; porque no permito a una mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Pues Adán fue formado primero; después, Eva. Además, Adán no fue engañado; sino la mujer, al ser engañada, incurrió en transgresión. Sin embargo, se salvará teniendo hijos, si permanece en fe, amor y santidad con prudencia.” (1 Timoteo 2:12-15)

11. “Pero según 2 Timoteo 1:5 las mujeres pueden ensenar a los niños y que son los niños? ¿Alienígenas? No, son varones. No hay ninguna clase de distinción en las Escrituras por ende las mujeres también pueden enseñar a los hombres, es decir, varones.” En primer lugar, tal reinterpretación contradecería la misma epístola de Timoteo y otros pasajes de la Biblia (Vea 1 Timoteo 2:12-13; 1 Corintios 14:34-35). En 1 Timoteo 2:8-9 dice “HOMBRES”, no NIÑOS. ¿Acaso estas personas no saben diferenciar entre hombres y niños? La palabra “hombres” aquí significa “hombres” para distinguirlo de mujeres y niños, como dice el léxico de Thayer. La Palabra de Dios prohibe a las mujeres que enseñen a los hombres (1 Timoteo 2:12). Igualmente la Palabra de Dios largamente ordena a las mujeres que enseñen a las mujeres (Tito 2:3-5). Por tanto, cuando se trata de cultos públicos en asambleas mixtas las mujeres no pueden enseñar a hombres. Pero lamentablemente, tenemos en todos lados mujeres frustradas por la falta de entender bien su función y papel en su hogar, en su comunidad, y en el servicio del Señor.

12. “¿Pero no habla 1 Corintios 11:5, Hechos 2:16-17 y 21:8-9 de mujeres profetizas? ¿Cómo pueden profetizar con la boca cerrada?” No tienen que tener la boca cerrada cuando se trata de conversaciones privadas o enseñanzas privadas sino solo cuando se trata de asambleas públicas y mixtas (1 Timoteo 2:12-13 y 1 Corintios 14:34-35). Priscila por ejemplo ministraba e instruía a los hombres como Apolos el camino del Señor más perfectamente con enseñanzas teológicas y hasta ayudó a su esposo Aquila pero de manera privada y como una ayuda idónea para su marido. Ella habló en conversación personal, y no como una maestra oficial o como uno teniendo autoridad. El ministerio de Huldá confirma lo mismo pues le hablaba privadamente a los emisarios del rey. Ella no iba a la corte; la corte venía a ella. Ella no iba a predicarles; ellos venían a escucharla. Los hombres venían a su casa, la escuchaban y seguían sus consejos. El rey Josías tenía máxima autoridad sobre el pueblo; sin embargo, él seguía los consejos de Huldá. Ella no decretaba la acción a tomar, ella solo proponía la acción a tomar y el rey y la nación la tomaban. Ella guiaba sin mandar.

Otro ejemplo son las hijas de Felipe el evangelista. El mismo Espíritu Santo usó a un profeta que descendió de Judea, llamado Agabo, para profetizarle a Pablo, y no a una de las cuatro hijas de Felipe que eran profetizas. Pablo estuvo en casa de Felipe en Cesarea “muchos días”. Mientras estuvo allí Dios le mando este profeta llamado Agapo, cuya casa estaba probablemente en Antioquía, a que le dijera de las prisiones que le aguardaban en Jerusalén. Ahora bien, ¿por qué Dios le mandó un hombre, todo el camino desde Antioquía a decirle a Pablo eso, estando el en la casa de un hombre que tenía cuatro hijas que eran profetizas? ¿Acaso fue por el prejuicio de Pablo contra las mujeres que Dios lo complació mandándole a Agapo o fue esto un ejemplo contundente del Espíritu quien inspiró toda profecía para mantener clara la enseñanza de que las mujeres no deben tener autoridad sobre un hombre?

Ninguna mujer habló en público en Pentecostés tampoco. Ninguna mujer en el día de Pentecostés bajo el control del Espíritu Santo se atrevió a pararse ante esa asamblea mixta y decir una palabra y Pablo dice en 1 Corintios 14:37 que ninguna mujer dirigida por el Espíritu Santo desobedecerá las prohibiciones dadas aquí en cuanto a las mujeres hablando en asambleas mixtas ante hombres. Pedro y los once, y solamente ellos, se pararon y hablaron a esa asamblea de Pentecostés (Hechos 2:14) El Espíritu Santo es muy cauteloso al salvaguardar este punto de modo que nadie necesite caer en errores a menos que él (o ella) quiera. Por tanto, Hechos 2 y 1 Corintios 14 están en perfecta armonía sobre este asunto. De hecho, el Señor Jesús dijo algunas cosas bien claras a la iglesia de Tiatira porque ellos permitieron a una mujer que se hacia llamar profetiza, que enseñara (Apocalipsis 2:20).

13. ¿Cómo sabes que cuando en la Biblia se usa el nombre de “pastor” no se refiere a hombre y mujer al mismo tiempo?” La respuesta lo puedes encontrar leyendo las epístolas pastorales en 1 Timoteo 3 y Tito 1 donde dice, “Palabra fiel Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer…” (1 Timoteo 3:1). Note que dice MARIDO DE UNA SOLA MUJER, no dice MUJER DE UN SOLO MARIDO.

14. “Simplemente concluyes que cualquier hombre puede ser pastor (aunque no estén capacitados) y ninguna mujer no. No juzgas la capacidad sino el género.” En primer lugar, no solo el género importa sino la capacidad también. En otras palabras, el pastor no puede ser cualquier hombre pues para eso Pablo escribió sus epístolas pastorales (1 Timoteo 3 y Tito 1). Si un hombre no cumple con tales requisitos entonces tampoco puede ser pastor. Segundo, una mujer puede estar mejor capacitada que un hombre para una posición de líderazgo. Pero es Dios es el da el fruto, el crecimiento y la bendición. Por tanto, si no se sigue sus preceptos no habrá buenos resultados (1 Corintios 3:6-9; 1 Corintios 12:8-12 y Hechos 2:42-47).

Siempre van haber hombres cobardes y débiles que van a querer que las mujeres hagan el trabajo de un hombre como fue el caso de Baruc y Débora (Jueces 4:8). Otro ejemplo es María Magdalena quien fue una mujer fiel al Maestro, quizás más que sus 12 discípulos pues se mantuvo con el Salvador hasta su muerte, mientras que los demás lo abandonaron (excepto Juan) en el momento de su crucifixión. Hasta fue la primera en ver al Cristo resucitado. Sin embargo, ella, ni ninguna otra mujer fue apóstol, ni pastora en alguna iglesia local del Nuevo Testamento. Seguramente en el Antiguo Testamento también habían muchas mujeres santas y de mejor testimonio que varios hombres en el pueblo de Israel, además de las que se mencionan en la Biblia. Pero ninguna fue sacerdote levita tampoco. De hecho, la palabra sujeción significa: “sometimiento” o “someterse” y someterse significa literalmente “alinear por rango.” Los que están familiarizadas con las fuerzas armadas saben que “rango” tiene que ver con orden y autoridad, y no con valor o habilidad. El rango del coronel puede ser más alto que la del soldado raso, pero eso no significa que el coronel sea necesariamente mejor hombre que el soldado. Sin embargo, Dios ordenó que los únicos que podían ejercer el sacerdocio levítico eran solo hombres, NO mujeres. Igualmente, con los pastores y diáconos. Esto lo confirma la Biblia y la historia.

15. “En ningún lugar de la Biblia dice que las mujeres pueden ser pastoras. Pero tampoco dice que no puedan serlo. Por supuesto, hablo de versículos textuales, algo así: “Las mujeres no pueden ser pastoras”. Y en ningún sitio del Antiguo Testamento, ni del Nuevo dice que las mujeres pueden ser sacerdotes levitas o apóstoles como tampoco dicen que no pueden serlo. Sin embargo, está claro que las mujeres no podían ocupar esta posición en el pueblo de Dios y en Su Iglesia pues existen requisitos para el que desea obispado (pastor) las cuales se encuentran en lo que se conoce como las epístolas pastorales como 1 Timoteo 3:1 que dice: “Palabra fiel Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer…” (1 Timoteo 3:1). Note que dice MARIDO DE UNA SOLA MUJER, no dice MUJER DE UN SOLO MARIDO. La Historia tampoco está de su lado pues NINGUNA mujer ejerció el pastorado durante los primeros siglos de la era cristiana, excepto en las iglesias que han surgido en estos últimos tiempos de gran apostasía.

16. Dice la Biblia que la mujer este sujeta a su esposo, y solo a su esposo como este a Cristo, no a cualquier hombre. Sea un hombre o mujer que ministre bajo la unción del Espíritu Santo, es aceptada por Dios. Ni tú ni yo puede decirle a Dios a quien llama.” La mujer no solo debe estar sujeta a su marido. La Biblia dice, “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”(Hebreos 13:17). Por tanto, también debe estar sujeta a su pastor. Lo que no encuentro en mi Biblia es ¿dónde la Palabra de Dios dice que un hombre tiene que estar sujeto a una pastora? En ninguna parte. Por tanto, la mujer que clame que Dios la llamó a ser pastora es una mujer engañada y rebelde pues Dios no contradice Su propia Palabra (1 Timoteo 2:12-13; 1 Corintios 14:34-35; Efesios 5:21-23 y 1 Pedro 3:1-6).

17. “Pero eso era solo para aquel tiempo y cultura. Las cosas han cambiado.” Sí pero Dios no cambia ni sus leyes tampoco y el mismo Jesús dijo: “enseñandoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20). Note que no dijo “algunas” sino “todas”. Eso incluye lo que dice 1 Corintios 14:34-37 y 1 Timoteo 2:8-15 donde Pablo dice que “Si alguno se cree profeta o espiritual reconozca lo que os escribo son mandamientos del Señor (1 Corintios 14:37) y que tales mandamientos o instrucciones para las mujeres son para “todas las iglesias” (v. 33). Subrayemos la frase “todas las iglesias”. No se trata de una sola congregación sino de “TODAS LAS IGLESIAS DE LOS SANTOS”. Por tanto, la pelea de las feministas (sean ateas o religiosas) no es con Pablo, ni con nosotros sino con Dios que nos dio Su Palabra. La mujer u hombre que quiera desobedecer esto y enseñar lo contrario sepa que Cristo también advirtió que, “De manera que cualquiera que quebrantare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseña a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos…”(Mateo 5:19). Recuerde, es la cultura la que tiene que adaptarse a la Escritura, no al revés.

18. “¿Pero no dice Gálatas 3:28 que “no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús?” Claro, pero eso no tiene nada que ver con posiciones ministeriales de la iglesia de Cristo sino con la salvación. Según el contexto, el mensaje de Pablo a los gálatas y los judaizantes es que el evangelio de Cristo es para todo el mundo sin importar si eres judío, gentil, hombre o mujer. En otras palabras, la salvación no depende de estas distinciones y que por tanto todos venimos a Cristo de la misma manera.

19. ¿Pero no dice en 1 Corintios 14:31 -34 dice que “todos pueden profetizar”? ¿No incluye eso a las mujeres? Y si eso incluye a las hermanas entonces cómo van a profetizar con la boca cerrada si en el versículo 34 dice que guarden silencio? ¿Se puede profetizar en silencio? ¿Estamos bajo la ley? Pregunto porque en el versiculo 34 tambien dice “como dice la ley”? Sin duda Pablo no se contradice, sino que hay que entenderlo en sus postulados. Las hermanas en reuniones generales deben callar, por lo tanto el verso 14:31 se refiere a profetas varones. Mientras que las mujeres pueden predicar en todas partes (profetizar) menos en las congregaciones generales. También lo pueden hacer en reuniones de hermanas y en conversaciones privadas.

En cuanto a la parte de “que estén sujetas, como también la ley lo dice” lo que Pablo dice es que al igual que en la Ley el respeto se mantiene exactamente igual pues la ley del respeto del antiguo pacto es la misma del nuevo pacto (Vea por ejemplo Efesios 6:2-3 donde queda confirmado). Jesús NO vino para abolir la Ley sino para CUMPLIR LA LEY (Mateo 5:17-20). Además, ¿sujetas a quiénes? Primero a Dios; luego a los hombres. ¿Cuál ley lo dice? La que ha estado en vigor desde la caída de Adán y Eva y que dice en cuanto a la mujer: “Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16). Pues, no se trata de costumbres u opiniones sino de una ley emitida por Dios mismo. Dicha ley gobierna la relación entre la mujer y el hombre y enseña que la mujer se someterá al hombre tanto en la iglesia como en el hogar (Efesios 5:22-23 y Colosenses 3:18).

20. Pablo nunca menciona o escribe: “Saluden al Pastor Timoteo, Pastor tal”, “les envio al Pastor Tal”, sino que siempre que escribie les llama hermano(a), hijo amado, etc. Solo en una ocasión dijo, menciona en “Saludad a todos vuestros pastores y a todos los santos. Los de Italia os saludan.” (Hebreos 13:24). Bajo ninguna circunstancia se puede asumir que se trata del género masculino cuando está en plural lo cual puede abarcar ambos géneros. Por tal razón el argumento de que nunca se menciona a una pastoras mujeres es totalmente INVALIDO ya que TAMPOCO se menciona pastores varones por sus nombres o indicando género, sino que habla de pastores (EN PLURAL).”

¿Que no existe ni un verso en el cual se le llame pastor a un siervo?? Esto es falso. Hebreos 13:7,17 dice “Acordaos de vuestros PASTORES …Obedeced a vuestros Pastores y sujetáos a ellos (es obvio que aquí no se refiere a mujeres sino a los siervos de Dios (hombres). En cuanto a mencionar pastores hombres por sus nombres pues que tal si empezamos con este “Jesús dijo: “Yo soy el buen PASTOR…el buen Pastor su vida da por las ovejas…Yo soy el buen Pastor y conozco mis ovejas y las mias me conocen…” (Juan 10:11-16). ¿Y qué les parece también Timoteo y Tito? ¿Acaso estas feministas religiosas no los consideran pastores? A Pedro Jesús le dijo, “Apacienta mis ovejas” en Juan 21:15-17. En otras palabras, JESUS el Príncipe de los PASTORES estaba delegando en Pedro el PASTOREO de SUS ovejas, es decir, el Señor Jesús estaba levantando a Pedro como PASTOR del rebaño, esto es más que evidente y no deja lugar a dudas pues Pedro mismo escribe: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada; APACENTAD la grey (ovejas) de Dios que está entre vosotros, CUIDANDO DE ELLA (“Apacentar y Cuidar” es la obra de un Pastor) no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia desonesta, sinó con ánimo pronto; Y cuando aparezca el PRINCIPE DE LOS PASTORES vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” (1 Pedro 5:1-4). Ver Ezequiel 34 donde también se describe la obra de un Pastor.

¿Y qué hay también del obispado? En la Biblia, el oficio de obispo y anciano son el mismo. En Tito 1:5-7 ambas palabras se emplean para las mismas personas en versículos sucesivos y la palabra “ancianos” (o presbíteros) también significa, según el contexto, obispos o pastores que enseñan. En 1 Pedro 5:1-4, a los ancianos se les habla de APACENTAR la grey. Probablemente el llamar a los ancianos “pastores” venga de esto. Mientras que la palabra “obispos” (anciano o pastor) también se usa directamente para referirse a la función de pastorado, como podemos ver en Hechos 20:28. Por tanto, es evidente que OBISPO = ANCIANO = PASTOR.

¿Sus requisitos? 1 Timoteo 3:1-8 dice que tiene que ser “marido de una sola mujer” y “que gobierne bien su casa”, ya que el orden bíblico es que el marido es la cabeza de la mujer y de la familia. Tito 1:5-9 también se da por sentado que el obispo y el anciano (lo mismo que pastor) DEBE ser hombre (“marido de una sola mujer”). Esto hace obvia la exclusión de mujeres para estas funciones; sólo hombres deberán ser ancianos y diáconos. De hecho, en 1 y en 2 de Juan, en las salutaciones, Juan se presenta como “el anciano”, refiriéndose a su oficio de pastor. Por tanto, ¿no demuestra eso que los pastores deben ser hombres? Además, la iglesia primitiva NO tenía “pastoras”, “obispas” o “ancianas”. Asumir una supuesta diferencia entre pastor y obispo no tiene fundamento ni sustento bíblico lo cual es evidente en las actuales pastoras responde más bien a las tendencias feministas del último siglo.

21. “¿Y qué hay de 2 de Juan donde se habla de la “señora elegida”? ¿No se refiere eso a una pastora?Sobre 2 de Juan y la “señora elegida” sólo hay 2 posturas: Una es que era una forma de referirse a una iglesia particular, donde los “hijos” serían los miembros y la segunda es que Juan escribe una carta personal a una mujer piadosa y a sus hijos, que él profesa “amar en la verdad”. La postura 2 es la que tradicionalmente se considera la más apropiada. Juan escribe a esta mujer, que seguramente disponía de su propia casa para reunir a la iglesia (hay ejemplos de eso en la Biblia) y le advierte sobre no aceptar en su casa a falsos maestros que vienen con “falsa doctrina” (v.10). Especular a que se refiere a una pastora es caer ya en una eiségesis (interpretaciones subjetivas y prejuiciosas).

Resumiendo, las mujeres pueden participar en un sin número de ministerios, excepto en aquellos que le pertenecen característicamente a los líderes o diáconos de la Iglesia pues está claro en la Biblia que la práctica común hoy día de permitir a la mujer a ser pastora no es aprobada por las enseñanzas del Nuevo Testamento. Obviamente a nadie le gusta hablar mucho sobre este tema porque es un tema controversial pero el desorden que tenemos hoy en día en la sociedad es el resultado de la violación de este orden establecido por Dios. Por tanto, si queremos arreglar este problema, ser bendecidos y agradar a Dios entonces no deberíamos estar interesados en estar políticamente correcto sino bíblicamente correcto (Hechos 5:29; Galatas 1:10; Efesios 6:6 y Colosenses 3:22-23).

Las mujeres pueden hacer muchas cosas que los hombres no pueden hacer como dar a luz. ¿Debe el hombre sentirse como Dios ha discriminado injustamente contra ellos porque no pueden hacer tales cosas? No, pues tampoco debe sentirse mal la mujer porque Dios prohíbe que ellas sean pastoras pues ambos se complementan con sus diferencias. La mujer tiene un lugar muy honroso y muy digno de admiración y Dios la ha usado y la seguirá usando grandemente, y aún más cuando se mantienen en los confines de su Palabra. No hay necesidad de usurpar un lugar que no les toca pues “¿Tiene Dios tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer a las palabras del Señor? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros…” (1ra Samuel 15:22).

2 thoughts on “El Lugar de la Mujer en la Iglesia”
  1. Hola, Sherlock. Buenos días. Vale, este post es tan claro como los otros, pero tengo una duda…: Claro está ya el rol que se le ha asignado a la mujer en cuanto sus funciones en la iglesia y en el hogar pero; ¿Y en los demás trabajos? ¿Acaso según Dios o la biblia hay algún impedimento o está mal que la mujer ahora y antes pueda ser trabajadora en una empresa? ¿Obrera? ¿Minera? ¿Ingeniera? ¿Artista? ¿Cantante? ¿Actriz? ¿Intelectual? ¿Policía? ¿POLÍTICA? ¿CIENTÍFICA? ¿PRESIDENTA? ¿MILITAR? Etc… (Lo digo porque prácticamente todos acudan a la iglesia de ser la primera en oponerse supuestamente a que la mujer saliese de la cocina y por eso es que se dice que el cristianismo es una religión de machistas y esas cosas…). Saludos.

    1. Cualquiera de esos trabajos lo puede hacer siempre y cuando tenga la capacidad para hacerlo y sin descuidar el hogar que es lo primordial. Aunque lo de militar y líder político tengo mis dudas las cuales expondré en otro artículo. En cuanto a la iglesia la mujer cristiana puede enseñar mediante diálogos, correspondencia, cartas y estudios privados siempre y cuando no ejerza dominio sobre el hombre, ni asuma una postura de autoridad o de mando. Puede evangelizar, organizar clases, repartir tratados o literatura de casa en casa o ayudar en la preparación de clases bíblicas. En las actividades en las campañas bíblicas, pueden proveer alimento y alojamiento para los obreros del Señor, hacer aseo en los locales de reunión de la iglesia, exhortar a los miembros que se vuelven negligentes o que se han descarriado de la sana doctrina, visitar hermanos enfermos, saludos.

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