¿Tiene la noche de Halloween orígenes cristianos o paganos?

“Si los cristianos tuvieran idea de lo que es en realidad Halloween, no se atreverían ni tan siquiera a mencionar esa palabra delante de sus hijos.” – Dorren Irving, cristiana, ex-bruja y sacerdotiza de alto rango que gobernaba el satanismo sobre Europa Occidental y las islas británicas

                Cuando escuchas la palabra "Halloween" ¿qué es lo primero que se le viene en la mente? Halloween es tan popular hoy en día que cada año muchos cristianos tienen que enfrentarse al dilema de qué hacer con esta fiesta que muchos aman (como los niños y las tiendas) y otros odian (como la policía y otros servicios públicos). Una opción es celebrarla con una fiesta de disfraces y coleccionando dulces sin hacer daño a nadie. De hecho, hay hasta cristianos que lo defienden como si fuera algo de Dios. Este tipo de ignorancia sorprende a muchos que conocemos su historia pagana pues su origen secreto es más oscuro de lo que muchos piensan. 

       La otra opción que algunos cristianos prefieren es abstenerse de celebrarlo ya que no solo es una fiesta que enfatiza mucho la muerte sino un negocio que glorifica el horror y todas las cosas que tiene que ver con el miedo y el ocultismo (2 Timoteo 1:7 y 1 Juan 4:18). Esto es algo que no se puede ocultar porque siempre salta a la vista. Por tanto, en ese sentido Halloween puede resultar un gran peligro. De hecho, si vivieramos en los tiempos del Éxodo de Israel y estuvieramos envueltos en cualquier cosa asociado con el ocultismo seríamos puestos bajo sentencia de muerte según La Ley de Moisés pues los antiguos judíos tomaban muy en serio la mala influencia que podía causar el paganismo en sus hijos.

         ¿Pero qué tiene de malo Halloween? El problema con Halloween es que no solo es una fiesta de dulces y disfraces sino que según reportes de la misma policía también ha sido usado para cometer actividades sangrientos, ocultistas y violentos. De hecho, es la fecha del año donde ocurre más vandalismos, secuestros, robos, sacrificios humanos, ocultismo, consumismo y un alto índice de criminalidad. Otra ironía es ver padres cristianos decirle a sus hijos que no hablen con extraños pero no tienen problema alguno en que vayan de casa en casa en la noche de Halloween para recibir dulces de gente extraña y en un día donde más se reportan caramelos y golosinas con veneno, drogas y afiladas cuchillas. 

       Pero empecemos con su verdadera historia. ¿Cómo se originó realmente esta noche de color negro y anaranjado? Quizás no veamos brujas con calderos burbujeantes en sus cuevas locales o druidas marchando en círculos en el parque, pero es fácil encontrar rastros de nuestro pasado pagano en nuestro diario caminar por este mundo. Halloween no tiene base bíblica ni tuvo su origen en el cristianismo sino en el paganismo y tampoco es americano, sino europeo, y es mucho más antiguo de lo que se piensa. 

      Según la Enciclopedia Británica y expertos en el paganismo como el profesor de historia de la universidad de York y un escritor reconocido por La Canadian Historical Association, Nicholas Rogers, en su libro Halloween: From Pagan Ritual to Party Night, Halloween empezó cientos de años antes de Cristo con los celtas que dominaban gran parte de Europa y quienes tenían festividades llamadas Samhain (pronunciados como Sow-in o Saarween) cuya palabra deriva del irlandés antiguo que significa fin del verano. Tomaron control de Stonehenge, Woodhenge, Swinside, Avebury, Catlerigg Stone Circle y otros lugares de Irlanda, y Gran Bretaña (Enciclopedia Británica, Tomo II, Halloween y Tomo VII, Druides). Por tanto, aunque actualmente Halloween floreció en Estados Unidos, tiene sus raíces en la antigua Gran Bretaña e Irlanda y fue una de las épocas del año más importantes para la cultura de los Celtas y uno de los más siniestros también.

       Aunque ahora es un día de disfraces, dulces y niños, sus orígenes no son tan alegres pues eran básicamente un día dedicado a los muertos y efectuados por sus sacerdotes/sacerdotisas druidas quienes sacrificaban animales y seres humanos (en la mayoría de las veces quemándolos vivos en enormes cestas de mimbre) mientras bailaban y escuchaban sus gritos. Para obtener estos sacrificios u ofrendas para apaciguar la ira de sus dioses y las cuales era típico en muchas religiones paganas, los sacerdotes druidas tenían que ir de casa en casa pidiendo animales o personas. Aquellos que daban se les prometía prosperidad y aquellos que se negaban a dar se les amenazaba y maldecía. Este fue el origen del “truco o trato” (trick or treat). Durante esta ceremonia diabólica la gente usaba disfraces y máscaras hechos de cabezas y pieles de animales, a semejanza de los berserker (guerrero escandinavo vestido con pieles de lobo). Entonces practicaban la adivinación, saltaban sobre las llamas o corrían a través de ellas, bailando y cantando. Todo esto era hecho para ahuyentar a los malos espíritus.       

       Otro dato interesante sobre Halloween es que uno de sus dioses a quienes los druidas ofrecían sus sacrificios era llamado Baal (Irish Folk Lore: Traditions and Supertitions of the Country, Lageniensis, 1870, pags. 212, 213-217). ¿Dónde hemos escuchado esto antes? ¿No les suena familiar? (Vea Jeremías 19:5; 32:35 y 1 Reyes 22:53). Por el año 47 d.C., Roma finalmente conquistó este pueblo y derrotó a los druidas en Inglaterra prohibiendo los sacrificios humanos. Cuando los romanos conquistaron a los celtas, impusieron sus propias fiestas, como la “Feralia”, que conmemoraba a los muertos, y la “Pomona”, de la diosa de la cosecha. Pero con la llegada del cristianismo, todas estas fiestas paganas de muerte y destrucción fueron abolidas. Los primeros cristianos, y la misma Iglesia, hicieron frente a estas celebraciones, aunque subsistieron en las montañas del norte de Escocia.  

      Tiempo después y durante la Edad Media (siglo XVI), el papa Bonifacio IV, el papa Gregorio III y otros líderes católicos reconocieron también la existencia de esta antigua adoración pagana y sus sacrificios barbáricos y trataron de oponerse a dicha fiesta pero reemplazandola, "cristianizandola" o "santificandola" pues todavía era muy popular en esos tiempos por otra fiesta con el nombre "Halloween" la cual proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows Eve" que significa «El Día de Todos los Santos». Ya a finales de la Edad Media, lo secular y los días sagrados se habían fusionado (sincretismo religioso). El papa Gregorio el Grande lo incorporó a su iglesia, decretó que fuera observado en una fecha diferente (1 de noviembre) y proclamó que: “Ellos ya no deberán sacrificar animales en honor al diablo, pero pueden matarlos a fin de obtener alimento para la gloria de Dios, y dar gracias al Dador de todos los dones por su provisión”. Sin embargo, aunque la iglesia católica incorporó estas fiestas en su calendario porque sentía que no podía combatirlas, mucha gente no dejó sus ritos paganos ni dejaron de alabar a los demonios. 

      Pero ¿qué es "El Día de los Santos o Día de las Almas"? Es una celebración propuesta y decretada por papas como una forma de sincretismo y para rezar a santos muertos por los muertos católicos que están en el purgatorio (Catecismo de la Iglesia Católica # 1030-1032). Tales implicaciones teológicas son un problema ya que la Biblia condena el sincretismo y la necromancia pues solo hay un Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo, no un tipo muerto (Vea Exodo 32:5; Deuteronomio 18:9-12; Levítico 18:30; Ezequiel 22:26; Romanos 12:2; 1 Timoteo 2:5-6; 3 Juan 1:11 y 1 Corintios 10:20-22). De hecho, estas son las razones por la que los primeros protestantes rechazaron la fiesta de Halloween al igual que los padres fundadores de la nación estadounidense (puritanos, peregrinos y otros cristianos no católicos) porque sabían que era una festividad pagana. Así que, a diferencia de la iglesia católica, “La Reforma puso fin de la fiesta religiosa entre los protestantes, aunque en Gran Bretaña, en especial Halloween, continuó siendo celebrado como una fiesta secular” (Enciclopedia Británica).

        Fue alrededor de 1900 cuando Halloween llegó a celebrarse en forma más generalizada en los Estados Unidos por la terrible hambruna y escasez de papas que hubo en Irlanda y que causó la llegada de miles de irlandeses católicos a Norteamérica quienes trajeron consigo esta vieja celebración. Difundieron algunas de las costumbres que se mantienen en la actualidad, como el popular “Truco o Trato” y el uso de disfraces. Un siglo más tarde, la fiesta cobró popularidad en el país americano, inicialmente con desfiles y fiestas carnavalesca y, más tarde, con series y películas de terror. En España y América Latina, en general, esta celebración se considera una fiesta estadounidense, pero ya existían tradiciones y celebraciones en ese mismo día con idéntico significado de cercanía con el mundo de los muertos. Por tanto, no es difícil reconocer las similitudes entre las antiguas celebraciones de los celtas y sus sacerdotes paganos, con las costumbres aparentemente ingenuas de la celebración del día de Halloween de nuestros días. Aunque algunos cristianos celebran Halloween, sin tener en cuenta su verdadero origen o significado es imposible separarla de los druidas porque ellos originaron dicha “fiesta”.

       Alguien podría decir, "¿Pero no es Halloween algo divertido ahora? Ya nadie hace esas cosas malas. ¿Cierto?" Falso, muchos satanistas, wiccanos y brujos modernos todavía lo consideran como la fecha más importante de su calendario. No solo "La Biblia Satánica" (colección de ensayos, observaciones y rituales) del famoso ocultista​ estadounidense y fundador de la Iglesia de Satán, Anton LaVey lo admite sino el mismo gobierno de los Estados Unidos. El "National Criminal Justice Reference Service" (NCJRS) afirma en un documento llamado "Satanic Cult Awareness" que otro nombre para Halloween es Samhein y que sigue siendo la fiesta principal para los satanistas o satánicos y que lo practican con actividades sexuales, violentas, demoniacas y con sacrificios de animales o humanos de cualquier edad (Vea "Satanic Cult Awareness" del NCJRS, p.17 y 26). Por tanto, no celebramos Halloween porque nuestro Dios es Señor de la vida y no de la muerte (Juan 14:6 y Proverbios 8:36) y porque servimos a un Dios de la luz y no de las tinieblas (Juan 8:12). Así que, “no participéis en las obras de las tinieblas, sino mas bien reprendedlas” (Efesios 5:11). En fin, no creo que sea problema hacer nuestra propia fiesta orando, ayunando, predicando, repartiendo tratados (como los de Chick Publications) con dulces a los que tocan a nuestra puerta ese día y dando de comer a chicos y grandes. Pero decir que Halloween es algo cristiano cuando en realidad tiene orígenes sangrientos y todavia es pagano es totalmente falso, absurdo y antibíblico. 

Objeciones:

“Halloween fue una celebración surgida, redimida y reclamarla para Cristo en la iglesia católica por los papas de Roma. Por tanto, es algo cristiano.”

       En primer lugar, decir que porque la idea tuvo origen en una iglesia y que por ende debe ser correcto es apelar a una falacia genética. Muchas falsas doctrinas y errores teológicos (herejías y apostasías) han surgido en iglesias y triste es estar pensando en practicar o no practicar según su origen, las cuales en el caso de Halloween no tiene nada de bueno. El asunto ni siquiera es la intención o motivación, sino separar la luz de las tinieblas y NO AMAR AL MUNDO (1 Juan 2:15-17). A tales cristianos que argumentan de esta manera no sólo les hace falta conocimiento sino también discernimiento.

        Segundo, Halloween tiene orígenes sincretistas como muchas de las prácticas sincretistas que se tiene en México donde mezclan el paganismo de los indígenas aztecas con tradiciones del catolicismo romano. En otras palabras, no porque cambian la fecha y tenga “elementos cristianos" no significa que sea del agrado de Dios o que tiene que aceptarlo. Mezclar ideas paganas con el cristianismo o en la adoración de Dios (sincretismo religioso) es condenado en la Biblia. Eso es profanar las cosas de Dios (Vea Exodo 32:5; Deuteronomio 18:9-14; Levítico 18:30; Ezequiel 22:26; Romanos 12:1-2; 3 Juan 1:11 y 1 Corintios 10:20-22). Dios simplemente no acepta todo y juzgó varias veces a Israel por copiar, imitar o mezclar las cosas sagradas con prácticas paganas pues para Él es más importante la obediencia que los muchos sacrificios. Además, el que se trate de "santificar" una fiesta pagana y diabólica o cambiarle la fecha no lo hace cristiano. Después de todo y como dice Job 14:4, "¿Quién hará limpio lo inmundo? Nadie." 

“Sus implicaciones teológicas no son un problema.”

        Claro que lo son. No solo porque es de origen pagano, no cristiano sino es el resultado de una mezcla entre paganismo y cristianismo. Este tipo de sincretismo es condenado en la Biblia (Vea 1 Samuel 15:21-22; Levítico 10:1,2,10; Éxodo 32:5,17-20; Deuteronomio 18:9-12; Levítico 18:30; Romanos 12:2; 3 Juan 1:11 y 1 Corintios 10:20-22). Y segundo, los "elementos cristianos" que tiene ni siquiera son bíblicos sino antibíblicos. En Halloween, es decir, "El Día de los Santos o Día de las Almas" se reza a los santos muertos por los muertos católicos que están en el purgatorio (Catecismo de la Iglesia Católica # 1030-1032). Tales implicaciones teológicas también son un problema ya que la Biblia condena la necromancia (comunicación con los muertos) pues solo hay un Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo. No un tipo muerto (Vea Isaías 8:19; 1 Timoteo 2:5 y Deuteronomio 18:9-12). La Biblia tampoco menciona un purgatorio sino que enseña que solamente existe el Cielo y el Infierno y que después de la muerte no hay una segunda oportunidad (Lucas 16:19-31; 2 Corintios 6:2 y Hebreos 9:27). 

         De hecho, esta idea también era creída por los druidas de la cultura celta quienes sostenían que había un lugar inframundo donde los muertos eran castigados temporalmente y la comunicación entre muertos y vivos lo cual celebraban. Pero no eran los únicos. Muchas religiones paganas alrededor del mundo también han creído en lo mismo tales como los hinduistas (Naraka), los nativos iroqueses, los antiguos griegos como cuenta Sócrates y Platón en su obra La República, la tradicion mexicana del Día de los Muertos (celebrado el 2 de noviembre) y la fiesta eslava de solsticio de verano. De hecho, uno de los segmentos de la película de Disney, Fantasia (1940) cuenta esta leyenda rusa con la música del compositor Modest Mussorgsky (Una noche en el Monte Pelado). Todo esto es contrario a las Sagradas Escrituras las cuales enseñan que no podemos pagar nuestros pecados con dinero o rezos sino solamente a través de la fe en la obra terminada y consumida en la cruz de Cristo y mientras estamos con vida pues después de la muerte no hay más oportunidad (Hebreos 10:4).

“Decir que Halloween es pagana o satánica porque un grupo de brujos sacrifican niños al diablo ese día es como decir que Halloween es una fiesta cristiana porque unos predicadores salvan almas predicando en esa fecha.”

         Lamentablemente hay quienes creen también en la segunda por sus supuestos orígenes "cristianos" (El Día de Todos los Santos) lo cual es apelar a una falacia genética. Lo cierto es que se rechaza principalmente por sus implicaciones teológicas las cuales son un problema ya que la Biblia condena el sincretismo y la necromancia (Vea 1 Samuel 15:21-22; Levítico 10:1,2,10; Éxodo 32:5,17-20; Deuteronomio 18:9-12; Levítico 18:30; Romanos 12:2; 3 Juan 1:11 y 1 Corintios 10:20-22). De hecho, estas son las razones por la que los primeros protestantes o reformadores rechazaron la fiesta de Halloween al igual que los padres fundadores de la nación estadounidense (puritanos, peregrinos y otros protestantes) tampoco la aceptaron.

“Pero todo el mundo lo celebra.”

       El que todo el mundo lo celebre no significa que sea correcto (falacia ad populum). La pregunta tampoco es que como nos gusta y nos atrae el Halloween entonces por ende vamos a celebrarlo sino si es del agrado de Dios (Efesios 5:10 y Romanos 12:2) y ese es precisamente el problema pues la celebración del Halloween enfatiza la violencia, el horror, el miedo y lo oculto. Desde una perspectiva cristiana, Halloween no honra a Cristo, sino que es un día que siempre ha honrado a Satanás y los demonios y siempre ha sido desde sus principios un culto a la muerte y la maldad. 

     Asi que, aunque La Biblia no dice nada en específico sobre Halloween, tiene principios contra la magia, el ocultismo, la brujería, el espiritismo y la necromancia lo cual era condenado o una ofensa capital. Todo esto fue prohibido para el pueblo de Dios y lo mismo encontramos en el Nuevo Testamento (Vea Hechos 8, 13, 16 y 19). Recuerde, "Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica." (1 Corintios 10:23-26). Por tanto, no consideramos que sea una opción para divertirnos. Al contrario, la Biblia nos manda a “no participéis en las obras de las tinieblas, sino mas bien reprendedlas” (Efesios 5:11).

“Es solo un disfraz que no hace daño a nadie y que no significa que adoro literalmente al diablo.”

        Disfrazarse no es malo, todo depende de la clase de disfraz y la ocasión. Por ejemplo, ¿qué clase de impresión le damos al mundo perdido vistiéndonos o disfrazándonos como el diablo, brujas, vampiros, zombis u otros personajes de terror o celebrando una fiesta que hasta los mismos no creyentes saben que no es cristiana sino pagana? ¿Qué clase de esperanza le estamos ofreciendo al mundo perdido si usamos disfraces que no expresan el fruto del Espíritu Santo como el amor, paz, gozo, benignidad, bondad y mansedumbre? (Vea Colosenses 4:5). Sin olvidar que a Dios también le importa nuestra apariencia externa (Vea Proverbios 6:16-17; 21:4,29; Jeremías 5:3; Isaías 3:9 y Colosenses 3:12). 

     Hasta al mundo le parece raro que un cristiano celebre Halloween pues lo ven como un culto directo o indirecto a las tinieblas y aquellos cristianos tales como John Ramírez y Dorren Irving que han salido del satanismo y la brujería han advertido que los cristianos no deberían tener nada que ver con Halloween porque es la fiesta pagana más diabólica. Hay que recordar que tenemos que tener cuidado en no usar nuestra libertad en Cristo para hacer tropezar a otros (Romanos 14:13-21). Pero lamentablemente muchos cristianos (principalmente jóvenes que no leen sus Biblias) parecen que no están interesados en hacer la diferencia sino en parecerse más al mundo.

             Es nuestra obligación delante de DIOS como cristianos enseñar a nuestros hijos desde temprano a no participar de la maldad ni adornar nuestra casa con símbolos de brujas, fantasmas, y símbolos de muerte que exalta el satanismo (Levítico 18:30). Al contrario, como cristianos debemos enseñarles a amar y glorificar la vida y no la muerte (Juan 14:6 y Proverbios 8:36) porque servimos a un Dios de la luz y no de las tinieblas (Juan 8:12 y Efesios 5:8-11). De hecho, la muerte es un enemigo desde la cosmovisión cristiana (1 Corintios 15:26). 

      También creemos que las expresiones externas de una fiesta no solo son importantes sino también lo que se esconde tras ellas, es decir, sus implicaciones y significados pues como dijo el apóstol Pablo, “Todo me es lícito”. Esto lo dijo en referencia a la libertad que tenemos de comer, inclusive lo sacrificado a los ídolos, ya que después de todo, los poderes sobrenaturales que se pretenden desatar en la celebración no tienen potestad sobre aquellos que pertenecen a Cristo. Pero a continuación de esa frase Pablo añade otra: “mas no todo me conviene” (1 Corintios 8: 9). 

          Por tanto, en vista de la mala reputación que tiene Halloween ¿quisiera un cristiano identificarse con un tipo de fiesta que incluso muchas personas del mundo consideran impropia y peligrosa? (Tito 2:6-8 y 1 Tesalonicenses 5:22). ¿Sería sabio de nuestra parte participar o afiliarnos a cualquier tipo de fiesta que en su mayor parte ofende las normas cristianas? (Proverbios 24:1-2,19-20). ¿Puedes imaginarte que a Dios le agrade? ¿Ciertamente deberíamos comenzar comprobando cualquier celebración a Filipenses 4:8 y hacer estas preguntas: “¿Es verdadera?, ¿es honesta?, ¿es justa?, ¿es pura?, ¿es amable?, ¿es de buen nombre?, ¿es digno de alabanza?” Como está escrito, "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;" (Colosenses 3:12).

"Pero si las culturas paganas adoraban a un ídolo alrededor de la fogata, ¿acaso ello implica que los cristianos no pueden reunirse alrededor de una fogata a predicar la Palabra de Dios?

Dicho argumento no es una comparación o analogía válida puesto que no estamos hablando de un lugar u objeto inanimado y neutral como una fogata sino de dos sistemas o prácticas diferentes con significado y propósito (cristianismo y paganismo). El problema no es el objeto de adoración sino la forma de adoración pues Dios no acepta todo principalmente si no es de Su agrado y conforme a Su Palabra escrita. Por ejemplo, una fogata o una calabaza no tiene nada de malo. Al contrario, el fuego, los gatos negros y la noche son creación de Dios. Todo depende de su uso. 

“¿Pero no se podría decir lo mismo de la Navidad? ¿No es la Navidad un ejemplo de sincretismo también?”

     No porque según los mismos historiadores de religiones antiguas, la Navidad cristiana no es una copia de los dioses paganos de la antiguedad y tampoco es opuesto a la Biblia, ni es un ejemplo de sincretismo porque tanto el nacimiento de Cristo y San Nicolás tienen base histórica en el cristianismo. El problema es que la gente no cristiana ha paganizado la Navidad y corrompido la imagen de San Nicolás quien fue un gran hombre cristiano que salvaba personas de la prostitución y que usaba sus riquezas para dar regalos a los niños. Pero ahora lo han convertido en una especie de dios con poderes mágicos llamado Santa Claus. 

       Lo mismo han hecho con el día donde conmemoramos la muerte y resurrección de Cristo con el conejito y los huevos de la Pascua los cuales están asociados con las religiones babilónicas de la fertilidad y la diosa Astarte o Ishtar, el arco iris con la bandera LGBTQ+ y otros.  Mientras que el mensaje de la celebración de Halloween siempre ha sido la muerte. En cambio, el mensaje de la Navidad es de vida, paz y unión familiar. Gran diferencia. Así que, podemos celebrar la Navidad y el Domingo de Resurrección honrando a Jesucristo y sin estar enfocados en las raíces paganas de toda esa época del año. En cambio, Halloween parece tener muy poco o nada que redimir.

¿Pero acaso no hay más alternativas?

        Claro que hay otras opciones que se podrían considerar ¿y qué mejor que dejando que los niños vengan a Cristo? ¿Cómo? Haciendo su propia fiesta cristiana con un nombre diferente y en vez de disfraces de brujas, vampiros, zombis, duendes, fantasmas y demonios o alguna ropa sensual de Halloween lo pueden hacer con disfraces de vaqueros, soldados, princesas, ángeles, héroes cristianos o personajes bíblicos. El Creation Studies Institute ofrecen una alternativa para los niños cada 29 de octubre dejandolos que se vistan como una parte de la Creación de Dios y para realizar experimentos, hacer juegos, comer dulces y dando premios para los mejores disfraces.

       Entendemos que no todos los disfraces son malos y que tampoco es malo comer dulces en un lugar seguro y entre conocidos cristianos. Pero seamos una influencia positiva para ellos evitando las prácticas paganas, orando por ellos y para que Dios libre a aquellos que podrían convertirse en una víctima más de los ritos satánicos o el ocultismo. Aprovechando este tiempo para compartir el evangelio de Cristo como han hecho algunos jóvenes predicadores en las calles de Salem, Massachusetts donde se celebra mucho Halloween. 

      Como también puedes repartir dulces con tratados como los de Chick Publication las cuales hablan de este tema de Halloween a los que vienen a nuestra puerta por un regalo lo cual también es una forma de evangelismo. Pero hagan lo que hagan recordemos que nuestra vestimenta y comportamiento siempre debe reflejar nuestra esperanza, un corazón redimido y sin usar nuestra libertad para hacer tropezar a otros (Romanos 14:13-21). 

“¿Por qué los fundas fallan en demostrar que el Halloween es pagano?” – Raúl Jaramillo de Fe “Razonable” en Español y Jairo Izquierdo, “apologista” teísta de facebook y youtube

        De los creadores de "Venimos de homínidos, Adán fue un homo heidelbergensis, el diluvio fue local y Génesis tiene mitos" ahora nos llega, "Halloween es cristiano y los fundas fallan en demostrar que el Halloween es pagano" ¿Pero es esto cierto? Estos hacen referencia a unos pocos supuestos expertos como Ronald Hutton para decir que no existen documentos antiguos que demuestren que Samhain fue una celebración a la muerte. 

      Pero hay dos problemas con este tipo de mal argumento. La primera es que apela a la falacia de autoridad y de evidencia incompleta (conocida también como supresión de pruebas o en inglés “cherry picking”) al ignorar que también hay otros expertos en el paganismo como el profesor de historia de la universidad de York y un escritor reconocido por La Canadian Historical Association, Nicholas Rogers, quien difiere con Hutton y demuestra en sus libros que Samhain sí fue una fiesta real de la muerte que los druidas celebraban en Irlanda, Gran Bretaña y en otros lugares de Europa ("Halloween: From Pagan Ritual to Party Night", Nicholas Rogers). 

       De hecho, tomaron control de Stonehenge, Woodhenge, Swinside, Avebury y Catlerigg Stone Circle donde tenían estas festividades llamadas Samhain (pronunciados como Sow-in o Saarween) cuya palabra se deriva del irlandés antiguo que significa fin del verano. Esta informacion también se puede encontrar en la Enciclopedia Británica y en otras fuentes que son considerados generalmente como precisos, fiables y bien redactados por eruditos y académicos (Enciclopedia Británica, Tomo II, Halloween y Tomo VII, Druides). 

      En cuanto a documentos antiguos se refiere, Hutton, Jones y sus seguidores también se equivocan ya que sí hay evidencias que provienen del mismo Julio César y de otros historiadores romanos, de escritos griegos que datan aproximadamente del año 200 a.C., y de registros antiguos encontrados en Irlanda. Según Cesar, los Celtas creían que ellos descendían de Dis (Plutón), el dios de la muerte lo cual explica porque sacrificaban tantos animales y personas noche tras noche para sus dioses (Julio César, Guerra de las Galias, VI. 16.). El historiador romano, Tácito y el geógrafo e historiador griego, Estrabón al igual que Diodoro Sículo, también escribieron sobre los orígenes paganos del Samhain y describieron estos ritos satánicos de los druidas (Tácito, Anales, XIV.30.; Estrabón, Geografía, IV. 4.5. y Diodoro Sículo, La Biblioteca histórica, V:31:3.).

      Por otro lado, es cierto que no hay mucho escrito de los druidas y de los textos irlandeses antiguos (algunos de los cuales están guardados en “The National Museum of Ireland Country Life”) pues veneraban la tradición oral para proteger sus secretos, pero los pocos que hay explican en detalle sus prácticas ocultistas y los documentos romanos concuerdan con los documentos irlandeses quienes se horrorizaron de estas festividades del Samhain y trataron de ponerle fin a sus sacrificios humanos. 

     El papa Bonifacio IV, el papa Gregorio III y otros líderes católicos también reconocieron la existencia de esta antigua adoración pagana y sus sacrificios barbáricos pero trataron de suplementarla, “cristianizarla” o “redimirla” pues todavía era muy popular en esos tiempos con el nombre “Halloween” la cual proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa “All Hallows Eve” que significa «El Día de Todos los Santos». Por tanto, el que diga que no hay evidencias que muestra que Halloween tiene raíces paganos no solo muestra ignorancia sino falta de objetividad. Aca más referencias para los que están interesados:

Referencias:

The Stations of the Sun: A History of the Ritual Year in Britain, ‘Samhain’ referred to Celtic Halloween customs all the way up until the 19th century (Hutton, Ronald, The Stations of the Sun: A History of the Ritual Year in Britain, New York: Oxford University Press, 1996, p. 369)

“Halloween” in Funk & Wagnall’s New Encyclopedia, 29 vols. (Rand McNally, 1990), 12:348-349.

“The Origins of Halloween” by Rowan Moonstone (Online Source)

Compton’s Interactive Encyclopedia

Grollier Multimedia Encyclopedia

“Halloween: October Festival of the Dead” by Jill Dakota (Online source)

Nicholas Rogers, «Samhain and the Celtic Origins of Halloween», Halloween: From Pagan Ritual to Party Night (New York: Oxford University Press, 2002), 11-21. Retrieved 31 October 2011. “Halloween and the Day of the Dead share a common origin in the Christian commemoration of the dead on All Saints’ and All Souls’ Day. But both are thought to embody strong pre-Christian beliefs. In the case of Halloween, the Celtic celebration of Samhain is critical to its pagan legacy, a claim that has been foregrounded in recent years by both new-age enthusiasts and the evangelical Right.“

Celebrations – The Complete Book of American Holidays, Robt. J. Myers, (Doubleday & Co., 1972).

The Famous Druids, A. L. Owen, (Clarendon Press, Oxford, 1962).

The American Book of Days, George William Douglas, (H.W. Wilson Co., 1948).

M.B. (31 de octubre de 2016). «El origen de Halloween en la fiesta celta del Samaín». Hipertextual. Consultado el 31 de octubre de 2017.

BBC (20 de octubre de 2011). «All Hallows’ Eve». BBC religions (en inglés). Consultado el 30 de octubre de 2015.

«Galicia y su fiesta de Samaín. La noche celta de los difuntos – SaberSabor». Saber Sabor – Turismo cultural, accesible y sostenible en La Mancha. 28 de octubre de 2013. Consultado el 31 de octubre de 2017.

«Cuando Halloween se llamaba Samaín». Molino de Ideas (RNE (podcast)). 31 de octubre de 2014. Consultado el 31 de octubre de 2017.

 Smith, Bonnie G. (2004). Women’s History in Global Perspective. University of Illinois Press. p. 66. ISBN 978-0252029318. Retrieved 14 December 2015. The pre-Christian observance obviously influenced the Christian celebration of All Hallows’ Eve, just as the Taoist festival affected the newer Buddhist Ullambana festival. Although the Christian version of All Saints’ and All Souls’ Days came to emphasize prayers for the dead, visits to graves, and the role of the living assuring the safe passage to heaven of their departed loved ones, older notions never disappeared.

 Austrian information. 1965. Retrieved 31 October 2011. The feasts of Hallowe’en, or All Hallows Eve and the devotions to the dead on All Saints’ and All Souls’ Day are both mixtures of old Celtic, Druid and other pagan customs intertwined with Christian practice.

Irish Counties: A Journey to the History, Culture, and Traditions of Ireland, pg. 132

Celtic Myths and Beliefs (Ancient Cultures), Chartwell Books, pg. 53

Irish Folk Lore: Traditions and Supertitions of the Country, Lageniensis, 1870, pags. 212, 213-217

A Biblical & Historical Look at Halloween, Bodie Hodge

Halloween: Trick Or Treat? (Pagan Invasion) de Jeremiah Films

Halloween, Invitation to the Occult? By Dr. Chuck Missler

 Merriam-Webster’s Encyclopædia of World Religions. Merriam-Webster. 1999. p. 408. ISBN 978-0877790440. Retrieved 31 October 2011. Halloween, also called All Hallows’ Eve, holy or hallowed evening observed on October 31, the eve of All Saints’ Day. The Irish pre-Christian observances influenced the Christian festival of All Hallows’ Eve, celebrated on the same date.

Encyclopedia Britannica, 2005, “Halloween”. La Enciclopedia Británica (en latín: Encyclopædia Britannica) es una enciclopedia en inglés de conocimiento general, editada por Encyclopædia Britannica, Inc., una empresa privada. Los artículos de la Britannica están dirigidos a lectores adultos, y están escritos por un conjunto de 100 editores a tiempo completo y cerca de 4000 contribuyentes expertos que han incluido 110 ganadores del Premio Nobel y cinco presidentes de los Estados Unidos. Estos artículos son considerados generalmente precisos, fiables y bien redactados. Es ampliamente reconocida como la enciclopedia más erudita de todas las editadas en inglés.​

La Britannica es la enciclopedia en inglés más antigua todavía en edición (aunque ya no se edite en papel). Su primera edición data entre 1768 y 1771, en Edimburgo, Escocia, y rápidamente obtuvo gran popularidad y tamaño, contando en su tercera edición en 1801 con 21 volúmenes. Su gran crecimiento ayudó a reclutar eminentes contribuyentes, por lo que la novena (1875-1889) y undécima edición (1911) fueron consideradas como las más famosas por su erudición y estilo literario.

         Resumiendo, el Halloween “cristiano” es un fuego extraño. Apaga ese fuego, protege a tus hijos que son herencia de Jehová (Salmo 127:3) y recuerda, “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2:8). En fin y en palabras del pastor, John MacArthur, “Celebrar Halloween es ridículo”.

Halloween ¿Es razonable redimirlo?