¿Es el socialismo un sistema económico mejor que el capitalismo?
“El peor enemigo del socialismo no es el capitalismo, es la realidad” – Margaret Thatcher
El socialismo podrá parecer atractivo para aquellos que sueñan con vivir en una sociedad utópica. Pero la realidad es que es una mala idea tanto en teoría como en práctica y esa es la razón por la que nunca ha funcionado y siempre termina en un fracaso para todos. Un buen ejemplo de esto es Venezuela el cual tiene más petróleo que Arabia Saudita gracias a la naturaleza, pero es más pobre que Haiti gracias al socialismo. De hecho, Venezuela es la prueba viviente de que el país potencialmente más rico, geopolíticamente estratégico, del mejor clima en el trópico, con las reservas más grandes de petróleo y agua dulce puede convertirse en un gran basurero si es tocado por el socialismo. Tanto así que los pobres venezolanos han terminado comiendo sus propias mascotas y sin papel sanitario.
Entonces ¿por qué todavía hay tanta gente que sigue promoviendo el socialismo? El socialismo y el marxismo no muere porque le da la falsa esperanza a los que quieren vivir en un paraíso terrenal, principalmente a los que no les gusta trabajar. Pero si el socialismo fuera tan bueno como dicen Berlín no hubiera hecho un muro y la gente no escaparía de Cuba en balsa. ¿Y por qué no es bueno entonces? Porque el socialismo va en contra de la lógica y las reglas de la economía y por eso siempre trata de usar la violencia para imponerlo. Por tanto, “El socialismo no es una alternativa al capitalismo; es lo opuesto a cualquier sistema donde las personas pueden vivir como humanos.” – Ludwig Von Moses
Otra razón de por qué hay tanta gente que la sigue promoviendo es porque los que piden el socialismo nunca la han vivido en carne propia. Un buen ejemplo de esto es Carolina Cox. Esta pobre jovencita y activista socialista chilena, hasta hace unas semanas pedía un “cambio de sistema” para que su país fuera como Cuba, llamaba terrorista a su presidente y añoraba “una transformación social” en todo Latinoamérica. Pero ahora que el #Covid19 la ha dejado varada nada menos que ¡en Cuba! y viviendo la realidad de los cubanos bajo el socialismo todo lo comunista se le quitó de milagro. Ahora la zurda “exige” que su gobierno le mande un avión porque ya no aguanta más el “paraíso socialista” cubano para ir al “infierno neoliberal” chileno.
Como muchos mileniales de izquierda que creen que es cool pedir socialismo desde un iPhone con 4G, la activista socialista no conocía en carne propia el hambre, la miseria y la necesidad que conduce el socialismo. Pero quítales el Internet, las tarjetas de crédito y el jabón y vuelven llorando al capitalismo. ¡Así son estos comunistas! En otras palabras, “Siempre vale la pena señalar como las personas que nunca vivieron bajo el socialismo lo adoran, mientras que todos los que vivieron en él lo odian”. – Garry Kasparov
Pero ¿y qué hay del capitalismo? ¿Acaso el sistema capitalista no está construido, basado y beneficiandose sobre el trabajo de los esclavos? Afortunadamente, la evidencia no apoya esta vieja narrativa pues la economía de esclavos nunca fue el motor del crecimiento económico estadounidense, y los sistemas capitalistas nunca necesitaron la esclavitud para tener éxito (Véase «How Slavery Hurt the US Economy» de Karl Smith en Bloomberg»). Sin olvidar que muchos de estos hipócritas son los primeros consumidores de las grandes industrias de Estados Unidos y de la Europa Occidental. Son como el moderno socialista y joven progresista que toma un Uber hacia Starbucks para postear en las redes sociales desde un Iphone para quejarse del capitalismo. Son gente que puede marcharse hacia Cuba o Venezuela si no son de derecha pero siempre escogen y prefieren ir al país capitalista e “imperialista” de USA. Más contradictorio no se puede ser. Más contradictorio no se puede ser.
Pero ¿qué es realmente capitalismo? El diccionario define el capitalismo como “un sistema económico, caracterizado por la propiedad privada o corporativa de bienes capitales, por inversiones que están determinadas por decisiones particulares, y por precios, producción, y la distribución de bienes que están determinados principalmente por la competencia en el mercado libre”. Aunque la Biblia no menciona el capitalismo por nombre, sí habla mucho sobre cuestiones económicas. Por ejemplo, secciones enteras del libro de Proverbios y muchas de las parábolas de Jesús, tratan sobre asuntos económicos. Como tal, aprendemos cuál debe ser nuestra actitud hacia la riqueza y cómo debe manejar un cristiano sus finanzas. La Biblia también nos muestra una descripción de nuestra naturaleza humana, que nos ayuda a evaluar el posible éxito o el fracaso de un sistema económico en una sociedad.
Aunque hay algunas críticas válidas sobre la economía capitalista, tales como los monopolios y los residuos contaminantes, estos pueden ser controlados mediante un control gubernamental limitado. Y cuando el capitalismo es sabiamente controlado, genera una significativa prosperidad y libertad económica para su gente. Uno de los mayores argumentos morales contra el capitalismo, es la avaricia, que es la razón por la que muchos cristianos se sienten inseguros en cuanto al sistema de la libre empresa. Los críticos del capitalismo afirman que este sistema hace que la gente se vuelva codiciosa. Pero entonces debemos preguntarnos, si es el capitalismo lo que hace a la gente codiciosa, o si hay gente ya codiciosa que usa la libertad económica del sistema capitalista para lograr sus fines. A la luz de la descripción bíblica de la naturaleza humana (Jeremías 17:9), esto último parece ser la respuesta.
Debido a que la gente es pecadora y egoísta, algunos van a usar el sistema capitalista para satisfacer su avaricia. Pero esa no es tanto una crítica al capitalismo, sino una realidad de la condición humana. La meta del capitalismo, no es cambiar a la gente mala, sino protegernos de ella. El capitalismo es un sistema en el cual la gente mala puede hacer el menor daño, y la gente buena tener la libertad para hacer buenas obras. El capitalismo funciona bien con individuos cabalmente morales. Pero también funciona inadecuadamente con gente codiciosa y egoísta.
Es importante darnos cuenta de que hay una diferencia entre el interés propio y el egoísmo. Toda la gente tiene interés propio, el cual puede operar en formas que no son egoístas. Por ejemplo, es de nuestro interés personal el conseguir un trabajo y obtener un ingreso para poder sostener a nuestra familia. Podemos hacerlo de formas que no son egoístas. Por el contrario, otros sistemas económicos tales como el socialismo, ignoran las definiciones bíblicas de la naturaleza humana. Como resultado, ellos permiten que el poder económico esté centralizado, y concentrado en manos de unos pocos codiciosos. Aquellos que se quejan de la influencia que tienen las grandes corporaciones en nuestras vidas, deben considerar la alternativa socialista, donde unos cuantos burócratas gubernamentales, controlan cada aspecto de nuestra vida.
En otras palabras, así como el neutralismo no existe en la religión (Mateo 12:30) el neutralismo (“no soy de derecha ni de izquierda”) tampoco existe en la política pues solo “Hay dos modelos de sociedad: el capitalismo que premia el esfuerzo y las ganas de progresar o el socialismo donde un conjunto de envidiosos quieren expropiarle el fruto del trabajo al que le va bien” (Javier Milei). Por otro lado, aunque la avaricia es a veces evidente en el sistema capitalista, debemos entender que no es por el sistema en sí, – es porque la avaricia es parte de nuestra naturaleza pecaminosa. La solución radica no en un cambio del sistema económico, sino en un cambio del corazón de los hombres a través del poder del Evangelio de Jesucristo.
Objeciones:
- Pero ¿y qué hay del llamado socialismo democrático? El problema es que sigue siendo socialismo lo cual es inmoral y perverso. No se dejen engañar con la palabra “democrático” puesto que es un término disfrazado la cual también fue usado por Mao, Chavez, Lenin, Stalin, Pol Pot, Castro y otros dictadores que mataron millones de vidas.
2. ¿Que Adolfo Hitler era socialista? ¿Cómo puede ser eso posible si el dictador hasta persiguió y encerró comunistas? Hitler persiguió y encerró comunistas por razones e intereses nacionalistas. Hay personas que sostienen ideologías similares y aun así se hacen la guerra frecuentemente. Ejemplo de ello, católicos y protestantes o grupos musulmanes quienes comparten un 99% de las mismas creencias pero siguen peleando durante siglos. ¿Por qué? Competencia de territorio, poder, etc. En el caso de Hitler y Stalin quienes fueron aliados y luego enemigos era porque Hitler era un nacionalista socialista por lo que no odiaba a los comunistas rusos porque fueran socialistas. Esa parte le gustaba. Pero no le gustaba que tomaran sus órdenes de Moscú por lo que lo vió como traidores para la Alemania nazi. Su prioridad era socialismo en Alemania, no en Rusia. Por tanto, el hecho de que comunistas y nazistas se mataban entre sí no refuta la idea de que el progresismo, el socialismo y el fascismo estaban presentes an ambos movimientos (al igual que en Italia) en respuesta a la crisis del marxismo, saludos.
3. Algunos socialistas saben esto, pero tratan de usar los países nórdicos (escandinava) como Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca como ejemplos de que el socialismo no funcionó en países como Venezuela, pero sí en los territorios escandinavos.
Sin embargo, esto no es cierto puesto que tales países se respeta la propiedad privada, las privatizaciones, la libertad económica, tienen bajos impuestos y los funcionarios no son de por vida. Eso no es socialismo. Un verdadero país socialista erradicaría todo eso como ocurrió en Venezuela. De hecho, estos países nórdicos creían que el gobierno podía hacerse cargo de todo el mundo, pero luego rechazaron esa idea de un estado benefactor que los llevó a la crisis y le dieron la bienvenida a la libertad de mercado lo cual mejoró la economía de sus territorios.
Hasta el mismo primer ministro de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, criticó al socialista estadounidense, Bernie Sanders, diciendo que no usara su país como modelo socialista porque no son socialistas. Por tanto, no son un modelo socialista sino capitalista. El libro “Suecia el otro modelo” de Mauricio Rojas también refuta esa falacia y mito de la izquierda de que los países nórdicos son “socialistas”.
Sin olvidar que tales países también están pasando por problemas debido el marxismo cultural (conocida también como la nueva izquierda). La invasión de refugiados o inmigrantes principalmente musulmanes ha estado afectando su economía y cultura tradicional. Aunque todavía hay libertad de mercado su gobierno secular trata de controlar otras partes de tu vida como la opinión pública y la libertad de expresión la cual está muy limitada por lo que Estados Unidos (país capitalista) sigue siendo el mejor país del mundo.
De hecho, esa es la razón por la que más del 90% de las compañías más ricas vienen de Estados Unidos y la razón por la que todo el mundo quiere vivir en Estados Unidos. No solo eso, Estados Unidos es el que protege las fronteras de tales países europeos ya que no cuentan con fondos militares. Esta es la razón por la que Trump ahora le está diciendo a dichas naciones que paguen los subsidios por su propio ejército.
En fin, el socialismo al igual que el comunismo nunca ha funcionado en ningún lugar. Aunque claro, nunca falta el socialista que siempre le echa la culpa al capitalismo, los yankees y las empresas por los constantes fracasos de la izquierda.
“No hay diferencia entre el comunismo y el socialismo, excepto en la manera de lograr los fines: el comunismo propone esclavizar al hombre por la fuerza, el socialismo por el “voto” Es la mera diferencia entre asesinato y suicidio.” – Ayn Rand
Fuentes;