¿Por qué un cristiano no debería patrocinar Netflix?
Netflix sigue causando controversias y de tanto dinero que tienen parece no importarles.
Varios cristianos que conozco y yo acabamos de cancelar nuestra cuenta con ellos cosa que debí haber hecho hace mucho tiempo pues es sabido que dicha empresa de entretenimiento estadounidense ha decidido promover la nueva izquierda y el anticristianismo. De hecho, muchos lo ven como un caballo de Troya pues Netflix afirma que ser para toda la familia mientras que a la misma vez contienen mucho contenido inapropiado.
Algunas de las cuales promueven la inmoralidad sexual, obsenidades y el suicidio tales como la ya famosa temporadas de “13 Reasons Why” y el programa animado “Big Mouth” la cual ha promovido el aborto. Cuando se le preguntó al director ejecutivo de Netflix, por tales controversiales programas, dijo que “Nadie tiene que verlo”. Claro que nadie tiene verlo pero la gente como quiera lo ve (incluyendo jóvenes adolescentes) y según estudios la serie ha influenciado jóvenes a quitar sus propias vidas. En 2017, “The Parents Television Council” hasta reveló que casi el 60% del contenido de Netflix no es apto para menores y que es dificil para los padres supervisar lo que sus hijos ven por medio de ese servicio online.
Tampoco es para todos los políticos pues Netflix también está siendo investigado por el negocio millonario que tienen con el expresidente democrata y liberal, Barack Obama y su esposa Michelle para producir todo tipo de contenido (posiblemente de izquierda y anticonservadora). Sin olvidar que el magnate neomarxista George Soros se ha convertido en uno de los principales accionista de la plataforma Netflix. Netflix no tiene problemas con mostrar películas gays pero sí con las conservadoras. Por ejemplo, el servicio streaming de Netflix retiró de su catálogo la película mexicana “Pink” del director Paco del Toro luego de que activistas y asociaciones de la comunidad LGBT consideraron que se trata de un proyecto “homofóbico”.
Además tienen un programa liberal del agnóstico anticreacionista, Bill Nye, llamado “Bill Nye Save the World” (Bill Nye Salva el Mundo) donde se burla del cristianismo a traves de una caricatura de helados y ha promovido la ideología de género a pesar de que en su primer programa “Bill Nye, The Science Guy” decía que solo había dos géneros y determinados por nuestros cromosomas. Por cierto, esa parte está omitida en Netflix por obvias razones. Sin olvidar que Netflix también censuró el documental “The Red Pill” la cual habla en contra del feminismo radical.
Por tanto, no se deje engañar, el que Netflix contenga unas pocas películas cristianas no significa que no tiene nada en contra de nuestra fe. De hecho, acaban de sacar una película burlandose de Jesús como un gay activo y María como una prostituta y para colmo cerca de las Navidades. Es obvio que esto lo hicieron a propósito y que Netflix no le importa la masiva movilización de cientos de miles de cristianos que se han movilizado y protestado contra el filme blasfemo pues por ahora no hay señales de que la película será removida.
En otras palabras, si activistas LGBT protestan contra una película conservadora como “Pink” o “The Red Pill” enseguida la eliminan, pero si los cristianos protestan contra un filme liberal que retrata a Jesús como gay, no la quitan. Esto demuestra la doble moral y cristianofobia que existe en los dueños de Netflix. Exigen respeto a otros pero son los que menos lo dan. Así que, su agenda es clara y es indignante que cadenas como Netflix se presten para insultar las creencias y los valores de millones de personas.
Parace que ya no es suficiente con matar cristianos en el Medio Oriente y quemar iglesias en América en cada marcha feminista y socialista. Como señaló el pastor Franklin Ferreira, “Hoy los izquierdistas ya no ocultan su odio a la religión más perseguida del mundo: el cristianismo… ”. Lo interesante es que empresas como Netflix, Amazon o Hollywood solo atacan el cristianismo y no las demás religiones. Cuando le pregunté al servicio al cliente de Netflix que ahora cuándo harían una película que diga que Alá es gay y Mahoma un transexual no recibí respuesta alguna.
Esta controversia me recuerda a la escritora, periodista, personalidad de Internet y activista política conservadora, Lauren Southern, quien fue baneada de por vida del Reino Unido (UK) solo por preguntar, “¿Por qué está bien decir que Jesús es gay pero está mal decir que Alá es gay?” demostrando así su experimento social de que el gobierno secular de dicho país se está volviendo cada vez más anticristiana y más tolerante al Islam gracias al marxismo cultural que nos está invadiendo. También nos preocupa ver la cantidad de jóvenes que se hacen llamar “apologistas” (defensores del cristianismo) pero que apoyan el material de esta empresa la cual odia nuestra fe.
En fin, diga a adiós a Netflix “y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;” (Efesios 5:11), saludos
-Sherlock-