¿Es la película “La Pasión de Cristo” realmente fiel a los evangelios?
Ninguna película, ningún sermón, ningún avivamiento, ningún evento, ni nada en la historia moderna ha capturado tanta atención en el mundo cristiano que la tan anticipada película de Mel Gibson “La Pasión de Cristo” la cual fue oficialmente abierta en los teatros de San Juan, Puerto Rico, el jueves, 25 de marzo de 2004. Varias iglesias han rentado teatros para mostrar The Passion y hasta algunos de los cristianos más prominentes del país han proclamado esta película como uno de los instrumentos más poderoso para la evangelización.
Como cristianos estamos ordenados a “Examinadlo todo” (2 Tesalonisenses 5: 21). No hay nada, no importa cuan “agradable a los ojos” (Genesis 3:6) aparenta, que pueda ser excluido a examinarse a la luz de la Palabra de Dios. Tampoco nos olvidemos de nuestro adversario. Satanás es muy astuto. Su meta final es ser “semejante al Altisimo”(Isaías 14:14). La Bibla dice en Mateo 24:24 que “se levantarán falsos Cristos” y “engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”. Satanás desea ser Cristo. Su último papel será “actual” como Jesús. Teniendo esto en mente, tenemos que ser siempre cautelosos para que Satanás “no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11), principalmente cuando el Señor Jesucristo es el tema de esta película. Por lo tanto pongamos a prueba “The Passion of the Christ” y mantengamos la actitud y la convicción de los bereanos en Hechos 17:11 quienes siempre estaban “escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”
Tanto la prensa como muchos líderes religiosos han proclamado que “La Pasión de Cristo” es fiel a los evangelios. Pero ¿es esto cierto? ¿Será posible que la inspiración y la escritura que se usó para la producción de esta película “The Passion” no fue la Biblia, sino otro libro? Hace unos cuantos años atrás mientras Mel Gibson estaba redescubriendo y renovando su fe católica, Mel Gibson compró una librería de un convento cerrado de monjas con cientos de libros. Mel cuenta que mientras trataba de alcanzar un libro en uno de los anaqueles de la librería, una intervensión sobrenatural causó que otro libro cayera “milagrosamente” en sus manos. Y que ese libro “milagroso”, no la Biblia, no los evangelios, es la inspiración de “The Passion”. El libro era “The Dolorous Passion of Our Lord Jesus Christ according to the meditations of Anne Catherine Emmerich” (Mel, Mary, and Mothers, Christianity Today, March 2004). ¿Quién era Anne Catherine Emmerich, la misteriosa escritora de “The Passion”? Anne Catherine Emmerich era una famosa, mística, monja católica quien supuestamente poseía algunas habilidades muy inusuales.
Anne nació en septiembre 8 del 1774 en Westphalia, Alemania. Se convirtió en una monja de la Orden Agustina en Dulmen. Emmerich fue encontrada practicando frecuentemente el arte ocultista de la levitación. También practicó el arte de la proyección astral. La proyección astral es la habilidad psíquica cuando el alma abandona el cuerpo físico para viajar a través del espacio y el tiempo. Durante sus místicas proyecciones astrales ella clama haber presenciado la ejecución del rey Luis XVI y de haber visitado a María Antonieta, reina de Francia, en la prisión. En algunas ocasiones estos viajes de proyección astral la llevaron al purgatorio para ver las almas torturadas en el purgatorio. Por supuesto, la Biblia no enseña el purgatorio. Emmerich también experimentó las heridas reales, físicas de Jesucristo, conocido como estigmata, donde las heridas reales de Cristo aparecían sobrenaturalmente en las manos, los pies y la cabeza de ella las cuales sangraban profusamente, especialmente los viernes (el erróneo día católico de la crucifixión). Según sus biógrafos, durante los últimos 12 años de la vida de Anne, ella no comió ningún alimento excepto el pan y el vino de la Santa Eucaristía de la Misa Católica. Emmerich, quien dijo en cierta ocasión: “la Iglesia es una sola, la Católica Romana”, demandaba “haber visto” durante sus visiones sobrenaturales la creación del cielo, la caída de los ángeles, la creación de la tierra, el paraíso y la crucifixión real de Jesucristo. En fin, Anne Catherine Emmerich, era espiritualmente una señora muy disturbada y según Mel Gibson, sus visiones demoníacas de la crucifixión, llamada the Dolorous Passion, se convirtieron en la inspiración y la escritura de the Passion, no los evangelios.
Veamos otras escenas de la película The Passion las cuales no se encuentran en la Biblia sino que fueron tomadas directamente de las visiones de Emmerich:
En el huerto del Getsemaní mientras Jesús está orando en agonía una mujer encapuchada [Satanás] aparece en la oscuridad para tentarlo.
Jesús (quien es representado con cabello largo) es lanzado de un puente.
Después de traicionar a Jesús, unos niños endemoniados que parecen haber salido de la película “El Exorcista” atacan y muerden a Judaz.
Después de negar tres veces a Jesús, Pedro se dirije a María llorando y llamandola, “Madre” (esto es para apoyar la idea de que María es Madre de Dios, de la Iglesia y de todos los hombres).
Después que los soldados romanos flajelan a Jesús, la esposa de Pilato, trae linos a María, la madre de Jesús, y a María Magdalena de modo que ellas puedan limpiar la sangre de Jesús.
Jesús cae multiples veces mientras carga la cruz (éstas corresponden las 3ra, 7ma, y 9na Estaciones de la Cruz las cuales son un devocional católico muy popular).
Verónica (una santa católica) limpia la cara de Jesús (6ta estación de la cruz; el paño con el rostro ensangrentado impresa en él ahora es una relíquia).
La cruz de Jesús empieza a levitarse por sí sola.
Éstas y otras escenas extra-bíblicas de The Passion of the Christ son fuertemente condenadas por el Señor quien nos advierte: “No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso”(Proverbios 30:6; Apocalipsis 22:18,19). No hay duda de que The Passion no es fiel a los evangelios. No hay duda de que The Passion añade a la Palabra de Dios. No hay duda de que The Passion pervierte el Evangelio del Señor Jesucristo. Por lo cual nos hacemos eco de las palabras del apóstol Pablo:“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”(Gálatas 1:6-10).
En una entrevista, el director y productor del largometraje The Passion of the Christ, Mel Gibson, admite con orgullo: “No hay salvación para aquellos que están fuera de la Iglesia [Católica], yo lo creo”(The Herald Sun). Hasta el actor que hace el papel de “Jesús”, Jim Caviesel, dijo en una entrevista: “Le pido a María que me guíe y a mi carrera…Este filme es algo que yo creo que fue hecho por María para su Hijo. Porque fue hecho por ella, será atacado por el enemigo.” No es sorpresa que tanto Gibson y Caviesel recibieran la Misa y la Comunión cada mañana para sentirse preparados durante la filmación. Mel también dijo que María “es una tremenda co-redentora y mediadora” (Mel, Mary and Mothers. Christianity Today, March 2004). Pero la Biblia es clara cuando enseña que “solo hay un mediador entre Dios y los hombres” y no es María. “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”(1 Timoteo 2: 5).
Mel Gibson le ofrece a la Iglesia Católica la versión que ellos pueden amar. Obispos y sacerdotes han recomendado The Passion of the Christ a los fieles católicos como una gran oportunidad para esparcir, fortalecer y compartir su fe católica con sus familiares y amigos. Mientras que hay otros que ofrecen folletos de esta película para convertir a los curiosos espectadores al catolicismo. Por tal razón nos preguntamos ¿qué hacen millares de cristianos promocionando con tanto entusiasmo The Passion lo cual es una película católica de principio a fin y basada en las visiones espeluznantes de una monja endemoniada de la época medieval? Esto no solo nos sorprende a nosotros sino hasta el mismo Mel Gibson quien dijo: “realmente me sorprende la manera en que la audiencia evangélica ha respondido a esta película más que cualquier otro grupo, sobretodo cuando la película es tan Mariana [la adoración católica a María]”(Mel, Mary and Mothers, Christianity Today, March 2004).
Sin duda The Passion ha recibido más aplausos evangelístico que cualquier otro evento cristiano en estos ultimos 100 años. Solo hay un pequeño problema (uno grande en efecto). The Passion no es una película para niños. The Passion está clasificado “R” que significa no apto para menores de 17 años. Aquellos padres que llevan a sus niños a este filme religioso deberían preguntarse si de verdad quieren que sus niños vean cómo se parece la piel cuando es arrancada hacia fuera por un latigazo lleno de púas o cómo se parece cuando un brazo es dislocado para adaptarse a los largos clavos de una cruz. Deberían preguntarse si de verdad quieren que sus niños vean a un hombre colgarse y oír la presión de la soga partir su cuello de la forma más realista posible. Hasta los estudiantes en las escuelas secundarias estadounidenses desafían a las chicas a mirarlo sin cerrar los ojos. Juzgando por los muchos adultos que han dejado traumatizados el teatro y de las muertes de ataque cardiaco por el impacto de la violencia extrema de The Passion me parece irresponsable y deprimente exponer los pequeños ojos de nuestros niños y adolescentes a las imágenes de esta película. Jesús no dijo: “Dejad a los niños verme sufrir” sino “Dejad a los niños venir a mí” (Lucas 18: 16).
No hay duda de que el Señor Jesús fue torturado sin misericordia antes de ser crucificado. Pero hermanos no fue algo para ser visto graficamente en una pantalla enorme y a todo color. Cuando el Señor Jesucristo fue crucificado no fueron ocho horas de maquillaje con sangre falsificada y efectos especiales. Fue su verdadera y preciosa sangre sin pecado la que fue derramada en la cruz del Calvario. Tampoco había un cinema con millones de personas mirando la sangre y la tortura. No. Él murió totalmente solo. La Biblia dice: “Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron”(Marcos 14:50). La cruz de Jesucristo fue el momento más oscuro, más vergonzoso, más deshonroso en la historia del universo (Gálatas 3:13). Fue tan vergonzoso que Su propio Padre no pudo ni siquiera ver a Su Hijo por lo que “Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”(Mateo 27:46). Fue un día en la que el sol rehusó resplandecer. Fue un día en la que las tinieblas cubrieron al Hijo de Dios en la cruz para ocultar la vergüenza. “Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena”(Mateo 27:45). Sin embargo millones de cristianos están llenando los teatros para ver la escena.
Ciertamente The Passion está “seduciendo” a la mayoría de los cristianos por su deseo de saber más acerca del Señor Jesús. Como el discípulo Tomás, creen que si “ven” con lujo de detalles, los azotes, los golpes, el dolor y la angustia lo pueden amar más. Creen que si “ven” la sangre, la carne rasgada, y lo que el Señor pasó por ellos le pueden servir mejor. Suena lógico. Sus motivos son sinceros. Pero el fin no justifica los medios. Yendo al cine para ver en pantalla gigante a un hombre torturado y crucificado hasta la muerte no nos ayudará a entender lo que el Señor hizo por nosotros. ¿Por qué? Porque The Passion apela a la carne y no al espíritu. Por supuesto que te tocará. Por supuesto que te hará llorar. Cualquier ser humano que fuera torturado de esa forma tan brutal sacudirá nuestras emociones. Pero ¿realmente creemos que una cruda y polémica cinta de Hollywood puede espiritualmente hacer algo mejor o “mostrar” algo más que la palabra inspirada de Dios?
Me impacta el gran número de creyentes que están abarrotando los cines del país y del mundo para ver a su Salvador torturado sin piedad por casi dos horas. Raramente pasa un minuto donde no sea azotado o vejado. La razón por la cual millones de personas están llenando los teatros es porque están buscando desesperadamente algo de Dios. Están espiritualmente muriendo de hambre. Amos 8:11 dice: “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.” Millones de personas están abarrotando los teatros tratando de buscar un bocado o algunas migajas del Señor en la basura de la “iglesia” de Hollywood. Pero no encuentran nada porque el único banquete espiritual que dura y satisface para siempre se encuentra en las Sagradas Escrituras. “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca”(Salmo 119:103). Es la palabra escrita de Dios la que trae salvación, fe y crecimiento espiritual (1 Pedro 1:23; Romanos 10:17; 1 Pedro 2:2). El diablo sabe que si de alguna manera puede debilitar el apetito por la Palabra de Dios su batalla se hará mas fácil de ganar y lamentablemente como Esaú muchos cristianos están vendiendo su primogenitura (la Palabra de Dios) por la comida que ofrece el mundo. La decisión de irla a ver es última instancia de cada persona. Pero recuerde que “por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7).