¿Afirmaciones Extraordinarias requieren de Evidencia Extraordinaria?

Si el Dios de la Biblia hiciera el milagro que un ateo exigiera para aceptar su existencia sólo podría ocurrir tres cosas: La primera es convertirse en cristiano y contar su testimonio a sus amigos ateos de que ahora cree en Dios aunque lo más posible es que sus amigos no le crean. Sin embargo, la incredulidad de sus amigos no demuestra que su experiencia sobrenatural o revelación milagrosa sea falsa. Lo mismo se puede decir de toda experiencia sobrenatural que ha tenido el cristiano a través del nuevo nacimiento espiritual. Como bien dice Graham Greene, “Dios no deja de existir cuando los hombres dejan de creer en Él”

La segunda, no dejaría de ser ateo. Como dijo el filósofo C.S. Lewis, “Ver no siempre es creer” por lo que un fanático ateo siempre buscará una excusa para negar su existencia sin importar cuánta evidencia se le ponga por delante. Si viera un milagro posiblemente diga que estaba alucinando, que fue un truco mágico, holograma, extraterrestre, algún problema mental que tiene o que no sabe pero que seguramente la ciencia tendrá una respuesta que no sea Dios demostrando así su subjetividad y deseo de no querer creer en Dios.

En otras palabras, “Estos ignoran VOLUNTARIAMENTE, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra…” (2 Pedro 3:5-7) o dicho de otra manera, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

De hecho, algunos ateos hasta preguntan que si Dios es real entonces ¿por qué Dios no baja del cielo y viene a la tierra para que crea en Él? Lo que desconoce el ateo ignorante en teología cristiana es que Dios ya lo hizo a través de Jesucristo quien hizo muchos milagros y aun así muchos no creyeron en Él sino que mas bien terminaron crucificándolo. Por tanto, no toda persona está dispuesta a aceptar la verdad, aunque sea demostrada a través de milagros.

Es por eso que cuando el rico del infierno le pidió a Abraham que le enviara a alguien que predicara a sus hermanos para que no terminaran en el mismo lugar de tormento que se encontraba, Abraham le respondió diciendo, “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.” (Lucas 16:19.31). También tenemos el ejemplo del mismo Jesús cuando fue llevado ante Herodes y este se puso muy contento para ver si Jesús le hiciera algún milagro. Pero Jesús no lo complació porque sabía que no estaba realmente interesado en la verdad sino en la burla y el entretenimiento (Lucas 23: 8, 9).

Después de todo, ya Dios ha hecho evidente su existencia y si la misma creación lo cual es el milagro más grande de todos (incluso más que devolverle a un hombre su pierna amputada) no es suficiente para demostrarle a un ateo de la existencia de Dios entonces ninguna evidencia lo convencerá. En otras palabras, ¿qué clase de evidencia le convencería a un ateo de que hay un Dios que dice que ya tenemos suficiente evidencia de su existencia? NINGUNA pues como dijo el gran pensador Agustín de Hipona, “Para el que quiere creer tengo mil razones, pero para el que no quiere creer no tengo ninguna.”

Por último, la tercera es que podrá aceptar su existencia pero eso no significa que le servirá y dejara sus pecados. Esto es admitido por muchos ateos. Al contrario, hay muchos misoteístas que son ateos de boca pero no de corazón y que muestran su odio específicamente al Dios cristiano porque saben que es el verdadero y que serán juzgados por Él si no se arrepienten de sus pecados (2 Pedro 3:3).

“Pero si Dios de verdad quisiera que todos se salvaran entonces Jesús se le aparecería a todos y no solo a las personas que lo vieron. Por tanto, ¿por qué solo se le apareció a unos pocos y no a todos?”

Este tipo de argumento ignora que el que Jesús aparezca a toda la tierra eso no significa que todo o la mayoría creerían en Él y se salvaran. Ademas, mucha gente lo vieron y fueron testigos de sus milagros (incluyendo su discípulo Judas Iscariote) y sin embargo lo rechazaron y crucificaron. Aun si Jesús escribiera en la luna o acomodara las estrellas para que digan, “Jesús vive” quizás haría que algunas personas crean pero eso no garantiza que aceptarían tener una relación amorosa y salvadora con El. Como dice el filósofo cristiano, William Lane Craig, “Mi punto de vista es la perspectiva de conocimiento medio en la que Dios sabe exactamente qué tipo de evidencia provocaría la respuesta afirmativa de las personas en diversas circunstancias y donde Él puede ordenar providencialmente al mundo para que cualquiera que escogiera libremente a Dios y su salvación nazca en un momento y lugar en la historia donde escucha el mensaje del evangelio y se le da la suficiente evidencia. En ese tipo de perspectiva del conocimiento medio no hay probabilidad en lo absoluto de que Jesucristo aparecería a todos en el mundo. Dios no quiere simplemente que la gente crea que Él exista o que Jesús ha resucitado de los muertos, lo que en realidad es una especie de indiferencia relativa según la Biblia para Dios. Lo que realmente quiere es que la gente entre en una relación personal con Él para llegar a conocerlo y a su amor. Bajo tales anuncios la gente se molestaría principalmente ateos que lo odian en una propaganda tan ardiente de su existencia. Dios ha dotado conocimiento medio y el testimonio de su Espíritu Santo sabe exactamente las circunstancias y las personas para crear en el mundo en los diversos momento y lugares de la historia de tal manera que traerá el número óptico de personas libremente a sí mismo.”

En fin, “Dios no forjó nunca milagros para convencer a los ateos, porque sus obras ordinarias lo demuestran” – Francis Bacon (“Essays”, 16. “Atheism”), célebre filósofo, abogado, escritor, padre del empirismo filosófico y científico.

 

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-Sherlock-