
“¿Y en qué parte Agustín creía en el determinismo solo porque el gnosticismo o el neoplatonismo lo creía? Agustín también citó la Biblia.”
Bueno si los antiguos judíos no creían en el determinismo ni los primeros cristianos entonces ¿de dónde vino y cuándo Agustín lo creía? No de la Biblia porque tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento enseñan que el hombre tiene libre albedrio libertario y así lo confirma la historia de los antiguos judíos y de los primeros cristianos (Patrística) sino de la pluma de los herejes y de la filosofía pagana.
Agustín fue un gran admirador de Platón. Vance, en su libro, “El Otro Lado del Calvinismo” (página 20), dice que Platón (427-347) al igual que Sócrates y Aristóteles es uno de los tres filósofos más influyentes en la historia. Los seguidores de Platón, buscando desarrollar sus ideas adoptaron el nombre de neoplatónicos y su doctrina fue llevado a Roma donde llegó a manos de Agustín de Milán. Agustín trató de unir esta filosofía con el cristianismo y así lo admite el famoso teólogo calvinista, Benjamin Breckinridge Warfield diciendo que la filosofía cristiana de Agustín estaba “construida mayormente de materiales platónicos” (Vea Sins of Augustine). La misma biografía de Agustín de Hipona cuenta que cuando Ambrosio lo ayudó a volverse cristiano y a romper definitivamente con el maniqueísmo, su madre Mónica se llenó tanto de gozo que había viajado a Italia para estar con su hijo, y que se encargó de buscarle un matrimonio acorde con su estado social y dirigirle hacia el bautismo. Pero en vez de optar por casarse con la mujer que Mónica le había buscado, Agustín decidió vivir en ascesis; decisión a la que llegó después de haber conocido los escritos neoplatónicos gracias al sacerdote Simpliciano y al filósofo Mario Victorino.
John K. Ryan, en su introducción de “Las Confesiones de San Agustín” dijo, “Las dos grandes influencias intelectuales en Agustín antes de su conversión fue el maniqueísmo y la filosofía griega” (The Confessions of Saint Augustine, Random House, Inc., 1960, p. 23). En su introducción de “Las Confesiones de Agustín”, John Gibb and William Montgomery también confirman lo mismo (John Gibb and William Montgomery; The Confessions of Augustine, University Press, 1908, p. xxi y p. xxxii). Como dice el filósofo y jurista Segundo Azevedo, estudioso de la obra de Agustín y profesor del Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Ceará (IFCE), “Agustín hizo un uso extremadamente valioso de sus predecesores neoplatónicos al escribir las Confesiones." No solo eso, también adoptó “la filosofía platónica al cristianismo, influenciados por la filosofía platónica" y trató de combinar “estas dos formas de pensar el mundo [la filosofía griega y el cristianismo] ... Allí, hay un ambiente de conjunción y formación de una nueva forma de pensar." El estudioso de la hagiología (la teoría de los santos, beatos y personajes de la iglesia católica) Thiago Maerki, investigador de la Universidad Federal de San Pablo (Unifesp) y asociado de la Sociedad de Hagiografía, en Estados Unidos también afirma que “Agustín estuvo profundamente influido por "la razón filosófica griega, especialmente el neoplatonismo, y la revelación cristiana con las cartas paulinas".
Como también dice el académico de Oxford, el Dr. Ken Wilson, “El neoplatonismo fue el segundo factor que influenció sobre Agustín y que le empujaron hacia sus ideas deterministas. Plotino lo instituyó y Porfirio lo popularizó…Plotino rechazó la idea judía y cristiana de que la humanidad hubiera retenido el imago Dei (la imagen de Dios) después de que cayera el primer ser humano en el pecado…y que por tanto una persona no puede tener libre albedrio mientras está dentro de un cuerpo…Las primeras influencias que tuvo Agustín de Hipona procedieron del estoicismo, el neoplatonismo y el maniqueísmo, y estas determinaron su teología final. La teología reformada moderna defiende sus posturas utilizando los mismos pasajes bíblicos claves que utilizaban los herejes maniqueos del cuarto y quinto siglo. Y fue Agustín el que las metió en el cristianismo. Numerosos eruditos citan estos pasajes bíblicos y citan a Agustín como su autoridad para validar sus interpretaciones calvinistas agustinianas. No se dan cuenta que estas interpretaciones de las Escrituras tienen su origen en el paganismo del estoicismo, neoplatonismo y maniqueísmo. Y que dichos orígenes les dan un carácter altamente determinista." (𝘒𝘦𝘯 𝘞𝘪𝘭𝘴𝘰𝘯, 𝘦𝘭 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘢𝘭𝘷𝘪𝘯𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘢𝘨𝘶𝘴𝘵𝘪𝘯𝘪𝘢𝘯𝘰, 𝘱𝘢́𝘨𝘪𝘯𝘢 21). En fin, “Mirad que ninguno os engañe por medio de filosofías” (Colosenses 2:8).