
¿Jesús Vs. Thor?
“Donde quiera que vayan los cristianos, deberían ser conocidos como los destructores de dioses e ídolos de las naciones”. – Justin Bass
En tono de burla muchos ateos militantes dicen que el cristianismo es tan fantasioso como la mitología nórdica pero que si sus dioses aun existieran entonces sería imposible que Cristo le ganará a Thor porque Thor fue un dios vikingo que luchó contra gigantes de hielo y que hasta podría clavar a Cristo en la cruz con su poderoso martillo. Está claro que los ateos militantes que usan este argumento falaz no le gustan el Dios cristiano, sino que lo desprecian porque en el fondo saben que es el verdadero (Juan 14:6 y Romanos 1:20). Pero esta actitud emocional no es una buena defensa filosófica para argumentar contra Jesús pues parecen no entender o reconocer que Jesús y el Dios de la Biblia son muy diferente al dios antropomórfico de Thor u Odín. Además de las muchas evidencias científicas y argumentos filosóficos a favor de la existencia del Dios cristiano dicha falsa analogía ni siquiera sirve para apoyar su propio ateísmo. Pero acá otras razones que demuestran la superioridad del cristianismo por encima de la religión nórdica:
Nadie ha visto un super hombre llamado Thor (quien es definido como un dios poderoso, físico e inmortal) ni su gran martillo (Mjölnir), ni a los demás falsos dioses de la mitología nórdica en ningún lado del mundo. Recordemos que, según los eruditos y muchos libros populares de esta mitología como la Edda prosaica, conocida también como Edda menor o Edda de Snorri, Asgard (lugar donde vivían estos dioses vikingos) se encontraba en la tierra y no en el cielo. En cambio, hay mucha evidencia histórica de que el Cristo resucitado sí existió y quien ahora está en el Cielo. Esta es la razón por la que el paganismo antiguo fue derrotado por la iglesia primitiva la cual no podían detener ni con argumentos válidos ni con derramamiento de sangre (Lea La Patrística y El Libro de los Mártires de John Foxe).
Obviamente el ateo dirá que al Dios de los cristianos nadie lo ha visto tampoco. Sin embargo, estos ignoran que el Dios de la Biblia no es un viejito con barba blanca que camina sobre las nubes o por un puente de arcoíris (como el Asgard de los vikingos) sino que es un Ser espiritual (inmaterial) y que por tanto cometen una falsa analogía al compararlo con Thor. Dios como Creador del universo está fuera del universo (tiempo, espacio y tiempo) así como un pintor está fuera de su pintura. Además, el argumento cosmológico del Kalam y la navaja de Ockham también demuestra que solo puede haber un solo Dios (no muchos) lo cual descartaría el panteísmo, el hinduismo y todas las demás religiones paganas (incluyendo el ateísmo). Otro argumento en contra de Thor y el politeísmo es que la similitud genética entre humanos y los animales y la anatomía comparativa entre las criaturas también demuestran un mismo Diseñador común para todo. Si los humanos fueran completamente diferentes de todas las otras cosas vivientes, o de hecho, que toda otra cosa viviente fuese completamente diferente, ¿acaso esto nos revelaría al Creador? ¡No! Podríamos pensar que existen muchos creadores en vez de uno. La unidad de la Creación es testimonio al Único Dios Verdadero que hizo todas las cosas (Romanos 1:20).
También se debe recordar que es posible que Thor y los demás dioses nórdicos nunca fueron en realidad dioses sino simple hombres mortales cuya historia fueron exagerados convirtiéndose en leyendas. Lo mismo se puede decir de Asgard (lugar donde vivían estos “dioses”) en la que según académicos se encontraba en la tierra y no en el cielo. El sistema multi-dios como el de los pueblos germánicos o germanos y otros tienen que ver más con la adoración de los ancestros donde la gente era elevada a un nivel de estado divino. Hasta Odín y Thor se encuentran enlistados en antiguas genealogías por lo que quizás fueron verdaderas personas que luego se les atribuyeron poderes sobrenaturales a ellos. Pero aun si Thor hubiese sido un verdadero dios no se podría comparar con Jesús ya que según la mitología nórdica Thor es presentado como una criatura poderosa mientras que, en las Escrituras, Jesús es presentado como el Creador TODOpoderoso, incluyendo el Creador del trueno la cual ordena (Job 36:32-33; Job 37:4-7; Mateo 28:18 y Apocalipsis 1:8). Gran diferencia.
De hecho, la diferencia es tan grande que irónicamente, el escritor humanista, Andrew Copson, dijo, “Los dioses [como Thor y Odín] son inventados porque se parecen al hombre y a los animales.” En respuesta a esto, el apologista y filosofo cristiano, William Lane Craig agrega, “Ese es un buen argumento contra el politeísmo (como la mitología nórdica), pero no funciona contra el Dios de la Biblia, ya que Él es un Ser omnipotente, omnisciente, eterno y moralmente perfecto; un ser así difícilmente podría parecerse a nosotros.” Por algo, las Escrituras dicen, “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.” (Isaías 40:25). Además, y como dice el teólogo, René Kivitz, “Si no crees en Zeus [o Thor u Odín], en el peor de los casos, pierdo sabiduría y sentido de narrativa. Pero si no creo en Dios pierdo fundamento y sentido de existencia: quedarían muchas cosas que no podría explicar, quedarían muchas cosas sueltas que la realidad divina llena, no solo para mi racionalmente sino también de manera afectiva, trascendente y espiritual.” De hecho, por estas razones tanto la religión nórdica, griega y demás culturas paganas, la moral era subjetiva, relativa y nihilista.
¿Pero no muestra la crucifixión de Jesús que Él fue un dios débil y derrotado? Algunos viejos paganos se hicieron esta misma pregunta que ahora se hacen los nuevos ateos. “Si el cristianismo es verdadero entonces ¿cómo es que unos simples mortales mataron tan horriblemente a su Dios en una cruz?” Estos olvidan que a Jesús lo mataron no porque era débil o porque no pudo hacer nada para defenderse. Al contrario, como Jesús mismo explicó, “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas…porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” (Juan 10). “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.” (Juan 2:19-22). “Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?” (Mateo 26:53-54). En otras palabras, Jesús murió en sacrificio por nosotros porque era la única manera de salvarnos.
Además, toda la tortura y muerte que sufrió Jesús es algo que, para muchos, ningún hombre (ni siquiera Thor si hubiese existido) pudo haber soportado lo que indica que Jesús era más que un carpintero. El solo hecho de haber llegado sobrenaturalmente vivo a la cruz después de tanto sufrimiento que tuvo que pasar demuestra que Jesús no solo fue verdadero hombre sino verdadero Dios. Sin olvidar que su tumba luego quedó vacía porque había resucitado lo cual es un hecho histórico que nunca se ha podido refutar mientras que Thor (si es que realmente existió) todavía sigue muerto. Luego de este gran hecho la cual dividió la historia por la mitad, un obispo y mártir inglés llamado, Bonifacio (680-754) y conocido como el «apóstol de los germanos» y el “apóstol de Alemania” llegó por primera vez a tierras alemanas en Baja Sajonia alrededor del 723, en donde se encontraba el llamado Roble de Thor. El roble era un antiguo árbol y uno de los más importantes sitios sagrados de los paganos para adorar a Thor ofreciendo sacrificios humanos (especialmente niños). Sin embargo, Bonifacio tomó un hacha y lo taló para demostrar la superioridad del Dios cristiano sobre Thor. Luego se acercó a los paganos, que se habían reunido y les dijo: “Aquí está el Roble del Trueno, y aquí la Cruz de Cristo que romperá el martillo del dios falso, Thor”. Al ver los paganos que el llamado dios del trueno no lo derribó empezaron a darle gloria a Cristo y desde entonces se marcó el comienzo de la cristianización de tribus no francas del norte de Alemania.
No hay duda de que los vikingos eran muy temidos donde quiera que viajaban por ser grandes guerreros y muchos hasta llegaron a destruir varios monasterios, iglesias y comunidades cristianas. Sin embargo, con la ayuda de la evangelización muchos vikingos como el gran Vladimir, príncipe de Rusia en 988, se convirtieron al cristianismo y dejaron la violencia, el saqueo y los homicidios que hacían donde quiera que fueran pues al igual que los musulmanes también creían que iban a un paraíso pagano (Valhalla) si morían en una batalla sangrienta. Tiempo después la caballería cristiana y sus grandes barcos se volvieron tan poderosas que el militarismo de los nórdicos paganos y sus drakares (embarcaciones) pasaron a la historia. Sin embargo, nunca hubo necesidad de usar armas para demostrar quién ganaría entre Jesús y Thor pues como dice Josh McDowell, “Este Jesús de Nazareth sin dinero ni armas, conquistó a más millones que Alejandro, César, Mahoma y Napoleón;…y cánticos de alabanza que un ejercito completo de grandes hombres de los tiempos antiguos y modernos”. (Josh McDowell, Evidence That Demands a Verdict). En fin, el cristianismo es la única religión donde se presenta un Dios que baja del cielo para salvar al hombre de sus pecados. En las demás, el hombre tiene que subir y salvarse asimismo a través de buenas obras. En otras palabras, las falsas religiones te dicen haz esto y aquello mientras que Jesús te dice hecho esta, solo tienes que arrepentirte de tus pecados y aceptarme como tu Señor y Salvador personal. Solo Jesucristo hace la diferencia.


