Frida Khalo Vs Akiane Kramarik

“El arte es la naturaleza del hombre; la naturaleza es el arte de Dios.” – Philip James Bailey

          Definitivamente prefiero el arte de la hermosa cristiana Akiane Kramarik que la comunista atea con bigote llamada Frida Khalo. No solo porque Akiane es una dama conservadora mientras que Frida fue una mujer libertina y de extrema izquierda sino porque sus pinturas son superiores a la de Frida Kahlo. Akiane Kramarik nació en Mount Morris, Illinois. Su madre es de origen lituano y su padre es de Estados Unidos. Es poetisa, escritora y pintora estadounidense. Es reconocida como una niña prodigio internacionalmente pues pintaba de manera extraordinaria siendo tan solo una niña de 4 años. Hasta llegó a pintar una obra magistral de Jesucristo. Pero lo más asombroso para su familia es que no saben cómo Akiane supo de Dios o religión, ya que en su familia todos eran ateos y ella jamás fue educada recibiendo esas enseñanzas. Ella tampoco tenía niñeras, ni nadie que le hablara sobre el cristianismo. Pero ella, en cambio, todo lo que conversaba a su familia era relacionado a Dios y al tema del amor.

           Ya adulta, Akiane sigue como toda una profesional en el arte de la pintura y sus padres quienes eran ateos ahora son cristianos. Gran porcentaje del dinero generado de las ventas de los trabajos son donados por Akiane a la caridad. ​Según Kramarik, su arte es inspirado por sus visiones del cielo y su relación personal con Dios. El arte de Kramarik representa la fe, la vida, los paisajes, la gente y los animales. A la edad de 10 y 12 años publicó dos libros referidos a su vida, el arte y la poesía. A la edad de 20 años manifestó ampliar su conocimiento en el arte de la música y en la actualidad tiene la intención de fundar una academia de arte para niños y jóvenes. ¿Qué nos demuestra filosóficamente la vida de Akiane? Que hasta un niño sabe que hay un Dios y lo que grandes pensadores y filósofos del pasado como Aristóteles, Platón, Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Emmanuel Kant, Hegel y otros han afirmado, de que “Todo hombre es religioso por naturaleza.” Hasta estudios psicológicos realizados por la Dra Olivera Petrovich de Oxford, Justin L Barret, PH. D, Avid Carlsson, Premio Nobel en Medicina y otros investigadores académicos han demostrado que los bebés NO nacen ateos, sino que tienden a creer naturalmente en algún tipo de Creador transcendental a medida que crecen y no por adoctrinamiento. Aun si sus padres no les hablaran de Dios y religión. Helen Keller y Akiane Kramarik son ejemplos de ello.

         Pero ¿y qué hay de la vida Frida Khalo? Según el sacerdote emérito, exorcista, investigador y escritor mexicano, Rubén García Badillo, quien incluso conoció personalmente a Frida y escribió una biografía sobre ella, afirma que Frida tenía una doble vida la cual llama “Las dos Fridas” pues a veces era religiosa, bondadosa y espiritual (como prueba el sacerdote muestra una de las cartas que Frida le escribió a su amigo Miguel N. Lira el 27 de enero del 1924 y “El diario de Frida Kahlo” donde se muestran pinturas que reflejan la creencia de Frida sobre la salida del cuerpo (alma) pero en otras veces se comportaba como una atea blasfema, perversa, bisexual y posesa del demonio (Frida se Confiesa, Rev. Rubén García Badillo). La profesora, psicóloga, investigadora de cultura mexicana, historiadora y directora del Museo de Arte y Literatura, la Dra. Teresa del Conde, también afirma que Frida fue una diabla en la escuela. En la Escuela Nacional Preparatoria los mismos compañeros de Frida la llamaban “Yo galopo” o “Yo me agacho” porque tenía la fama de montar a quien se las pedía. Los amantes de Frida fueron incontables, de distintas razas, lenguas y condiciones sociales, hombres y mujeres, como Jaqueline Lamba, Josephine Baker, Chavela Vargas y la activista comunista Blanca Luz Brum. Se cree que también tuvo amoríos hasta con León Trotsky quien buscó asilo en su casa. Pero parece que no pasaba nada pues era consciente de que Diego también le ponía los cuernos siempre por lo que vivían en una relación amorosa empañada por las infidelidades. 

             Al igual que su horrible marido, Diego Rivera, Frida también fue una comunista (aunque algunos creen que solo lo fue por moda y que luego lo abandonó) del comité ejecutivo del Partido Comunista Mexicano que editaba el periódico "El Machete" y que recibió en su casa de Coyoacán a otros comunistas exiliados. Por tanto, no es sorpresa que sea sobrevalorada por las femilocas que la tratan como un símbolo de su movimiento. Sin embargo, aunque libertina esta famosa pintora mexicana nunca fue feminista. Al contrario, siempre quiso tener hijos lo cual se vio reflejado en sus pinturas y siempre vivió a la sombra y sujeta a los antojos de su marido infiel, el muralista, ateo y comunista, Diego Rivera. Este hombre fue tan cruel con ella que la misma Frida lo llamaba “el Demonio Negro Gordo” (demonio en forma de elefante panzón), el Mahakala de los budistas tibetanos o el mismo Satán Behemoth encarnado.   En cambio, la vida de Akiane se distingue de la de Frida en que es una buena, dulce y hermosa cristiana que ha hecho una gran fortuna creando sus maravillosas obras de arte con duro trabajo y sencillez de corazón. Mientras que la gran fortuna de Frida fue haber nacido en familia acomodada y haber sido esposa de Diego quien era muy famoso en su tiempo. En lo demás Frida fue una borracha mal hablada que vestía peculiarmente.    

         ¿No es ella mejor pintora? No. De hecho, como dice la historiadora, escritora, columnista y crítica de arte, Avelina Lésper, "Frida no sabía pintar." y que "repitió el mismo cuadro mil veces". Ni siquiera cumple con los estándares de belleza de El Hombre vitruviano del gran artista cristiano Leonardo da Vinci o la llamada ‘divina proporción’ o sucesión de Fibonacci. Las ominosas y magnificas obras de Remedios Varo son mejores ejemplos de grandes pintores que hubo en México y que merecen más reconocimiento. Frida es más socialité que artista. De hecho, el esposo comunista de Jaqueline Lamba (una de las amantes de Frida), André Breton, fue un poeta francés, un psiquiatra influenciado en las obras del ateo Sigmund Freud, pintor surrealista y considerado como el líder del movimiento surrealista que tenía como propósito cambiar el concepto artístico clásico y tradicional de la pintura y de afirmar que se debía caminar junto a la revolución política como el marxismo y el anarquismo. Esta es una de las razones por la que los extraños dibujos de Frida no reflejan mucha inteligencia o habilidad especial pues se basa en el surrealismo (movimiento artístico nacido en Francia que se basa en exaltar lo absurdo, irracional y erótico). Algunos surrealistas hasta hacen sus dibujos insólitos de manera automática, en estado de trance o usando técnicas como el llamado juego del cadáver exquisito.  

       Tampoco olvidemos que el posmodernismo y la política de izquierda ha arruinado las artes puesto que consideran la belleza como algo subjetivo y de relativismo estético. Esto es contrario a lo que siempre ha sostenido el cristianismo con sus estándares objetivos en la calidad, belleza y talento en el arte. Lo peor de todo es que usan nuestros impuestos para pagar este exceso de arte mediocre. Son como el emperador sin ropa y aquellos que saben de verdaderos artistas como Ivan Massow, Robert Floczak y el filósofo Roger Scruton que se atreven hablar sobre la falta de contenido del arte moderno son humillados públicamente o despedidos por estos payasos regresistas. Además, el sacerdote Rubén García Badillo cree que muchas feministas que admiran a Frida como un ícono del feminismo han creado un tipo de mito que no refleja la verdadera persona de Frida. Creen por ejemplo que Frida es la primera artista en escapar del influjo masculino del arte y que por tanto no necesitó de hombre alguno en el arte y que sus obras maestras no estuvieron sometida al juicio de ningún hombre en su pintura. Esto es falso pues en 1927, fue Miguel N. Lira el que le enseña, anima y exhorta a Frida a hacerse pintora.

      Hasta se cree que algunas de las mejores pinturas de Frida (como el Autoretrato con traje de terciopelo) no fueron pintadas por ella sino por su gran amigo, Miguel N. Lira, quien la animaba a pintar y que Frida solo los firmaba. Según el sacerdote e investigador del arte de Frida, Rubén García Badillo (gran admirador de Frida) “Autorretrato…cuadro pintado por Miguel N. Lira en 1926. El original la hizo Frida, pero quedó muy feo, porque Frida no sabía aún pintar.” (p. 211). El mismo Manuel Gonzalez Ramírez, testigo presencial del desarrollo pictórico de Frida, lo excluye de su libro como obra de Frida pues sabía que ella no lo había pintado. Por eso y como explica Teresa del Conde, Alejandro Gómez Arias no quiso este regalo de Frida al principio porque supo que en realidad lo pintó Miguel y no Frida. Sin embargo, la diferencia entre estas dos famosas pinturas no solo se basa en cuanto a talento (nivel elemental vs profesional) y tipo de pintura (clasicista vs surrealista) se refiere sino a creencias. La de Akiane se basa más en su fe cristiana y en la naturaleza, mientras que las de Frida reflejan más la cultura asiática (especialmente la china y la tibetana), las costumbres indígenas de los aztecas, el budismo tántrico, la iconografía aria, helénica, esoterismo, la brujería y el catolicismo romano. Según el sacerdote Rubén García Badillo, sus dibujos hasta reflejaron su depresión y el satanismo o magia negra de la cual ella se dibuja y se llama a sí misma "La Gran Ocultadora" (The Diary of Frida Kahlo). Sin olvidar su extraña obsesión de dibujar penes en todas partes y de todos los tamaños como también lo expresó su primer novio, Alejandro Gómez Arias (p.102-103, 109).          

         Por tanto, ¿por qué apoyo a Akiane y no a Frida? Porque el verdadero arte debería reflejar a Dios no solo como el Bien supremo sino también como la suma Belleza (“El arte creador en San Buenaventura, Fundamentos para una teología de la belleza” por la profesora de teología y doctora en Filosofía, Isabel María León Sanz). Así como el arte de Dios (la naturaleza) refleja la belleza suprema, orden, sabiduría, bondad y gran diseño, el arte humano también debería manifestar alguna semejanza expresiva pues estamos creados a Su imagen o lo que el filósofo cristiano, Francis Schaeffer, llama una perspectiva bíblica del arte (Salmo 27:4; Salmo 50:2; Eclesiastés 3:11 y Salmo 139:14). En el Antiguo Testamento por ejemplo los templos de Dios fueron adornados con las mejores esculturas y grabados (2 Crónicas 3:5-7; 4:1-7; 1 Reyes 6:15-36 y 7:23-29). Los artistas como Besalel y Oholiab eran artesanos de gran talento por lo que Dios no permitió que cualquiera fuera su artista (Éxodo 35:30-35).

       De hecho, Éxodo 25 muestra que Dios estipuló la arquitectura hermosa, junto con otras formas de arte (trabajo en metal, diseño de indumentaria, tapicería, etc.), en la construcción del tabernáculo. Se dan instrucciones similares para el templo que fue construido más adelante por el rey Salomón por lo que aquí encontramos algo único en la historia: ¡obras de arte diseñadas y concebidas por el Dios infinito, transmitidas luego a sus aprendices humanos y ejecutados por ellos! Aparentemente, Dios sí se complace en los colores, las texturas y las formas (vemos esto desplegado vívidamente en la naturaleza). En palabras de Francis Schaeffer: "Dios simplemente quería belleza en su templo. Dios está interesado en la belleza" (Arte y Biblia por Francis Schaeffer y El Arte en la Biblia de Freddy Alexander Aquino Castro). Después de todo, la parábola de los talentos de Mateo 25 incluye los dones artísticos. El apóstol Pablo también alude a la estética y a una vida “llena del Espíritu Santo” en Filipenses 4:8 y Efesios 5:18,19 cuando exhorta a los creyentes a meditar sobre todo lo puro, amable y digno de admiración. Esto es algo que el historial de Frida y mucho de sus mediocres e inapropiados dibujos no pueden clamar (1 Crónicas 25:1 y Filipenses 1:10).

            Por suerte, cada vez son menos las personas que se interesan por este nuevo tipo de “arte” surrealista o modernista pues no enriquece nuestra cultura o educación. Solo degrada y empobrece la sociedad tanto material como espiritualmente al exaltar lo vulgar, blasfemo, grosero e inmoral. En otras palabras, el llamado “arte” moderno o arte conceptual no es arte sino literalmente basura. Por eso los cristianos deberían seguir el ejemplo de Akiane Kramarik e involucrarse en las artes pues la fealdad y la decadencia abundan en cada cultura y generación. De esta manera, podríamos abrir una puerta para compartir el Evangelio tanto con profesionales y personas de formación académica interesados en el arte como con aquellos que no saben realmente de arte, sino que solo pretenden saberlo. Gini Andrews, una aclamada concertista de piano y autora, escribe de la gran necesidad de que los cristianos se destaquen en todos los campos artísticos, y hace sonar un desafío para que desarrollen sus dones: “Todas las disciplinas -la música, la pintura, la escultura, el teatro, la escritura- están necesitadas de pioneros que busquen una forma de ejecutar propia del siglo XX; que muestren con una obra de calidad que hay una respuesta a lo absurdo de la vida, a la amenaza de aniquilamiento, a la mecanización del hombre -el mensaje que es proclamado fuerte y claro por el artista no cristiano…”

¿El Cristianismo no cree en el arte?

http://www.cristianismoparaateos.com/index.php/2017/05/29/el-argumento-de-la-estetica-belleza/