¿Qué aprendemos de los cristianos que fueron lanzados a los leones?

Blandina, una dama cristiana, fue expuesta en el Coliseo de Roma, el mayor anfiteatro del mundo romano, a los leones como alimento pero ninguno la tocó. Vivió en el año 177 D.C. y fue llevada ante las autoridades romanas para ser torturada en el Coliseo Romano por negarse a darle la espalda a Cristo. Cuando estaba a punto de que una manada de leones hicieran de su cuerpo un festín, se le dio una última oportunidad de negar a Cristo y adorar al Cesar, ante lo que ella gritó con todas sus fuerzas: “Soy de Cristo, y si muero voy a Él”. Al ver el espectáculo, sorprendentemente, cientos de los presentes que veían el martirio también comenzaron a gritar: “Soy de Cristo”.

Sin olvidar que ella no fue el único caso sino que otros cristianos como Taraco, Probo, Andrónico, Januaries, Sosio, Próculo, Eutico, Acutio, Festo y Desiderio, también fueron condenados a la arena para ser devorados por las fieras pero fueron de vuelta a la mazmorra para ser matados por la espada porque los salvajes animales rehusaban tocar a los presos (El Libro de los Martires de John Foxed).

Daniel también fue llevado ante el foso de los leones, pero mantuvo su fe en que Dios lo libraría. En otras palabras, para Dios, ni el foso ni los leones fueron problemas. ¿Qué aprendemos de esto? Que no importa cuan profundo sea el pozo, los gigantes o las fieras, Dios quiere sacarte de allí. Dios es más grande que tu problema y como ha demostrado varias veces no hay problema que le impida cumplir su propósito en ti, siempre que le creas. No importa cuántos conflictos o pruebas estés enfrentando, la Biblia te revela que de todos ellos, el Señor te librará. Para Dios, los problemas no son problemas, sino oportunidades para probar nuestra fe y hacernos crecer espiritualmente.

Por otro lado, ¿dónde quedó esta determinación de los martires cristianos en la Iglesia moderna? Honestamente pienso aún está dentro de nosotros, pero no sale a la luz porque falta esa fuerza motivadora que hace que lo mejor de cada ser humano salga en momentos de necesidad. Blandina y los demás cristianos que han dado su vida por el evangelio estuvieron dispuestos a hacer lo que fuera necesario para que Cristo fuera puesto en alto, para que su obra siguiera adelante, y para que la gloria de Dios fuera reconocida por la gente a su alrededor porque como afirmaba Pablo, sabían en quién habían creído. Blandina lo sabía y estaba dispuesta a vivir y morir si era necesario para cumplir el propósito de su nueva vida espiritual.

Muchos cristianos de hoy ya no muestran esa clase de responsabilidad y determinación. Han dejado a Cristo y su evangelio a un lado y puesto como centro al hombre. está pensando en qué puede hacer por Dios. Al contrario, están pensando en qué puede hacer Dios por ellos. Tampoco están pensando en cómo poner el nombre de Dios en alto sino en cómo Dios los puede poner a ellos en alto, ya no se piensa tanto en cómo su vida puede ser de provecho, sino en cómo aprovechar el hecho de ser hijos de Dios. Algunos hasta le dan verguenza mencionar la Biblia. Pero esa no es la actitud que vemos en todos los martires cristianos de la historia humana como Blandina.

Por tanto, seamos Cristocéntricos como ellos y no egocéntricos. Al volver Cristo a ser el centro del mensaje y de nuestra vida entonces surgirá esa determinación de hacer lo que sea para que su obra sea puesta en alto, el deseo de vivir para El y morir si es necesario para glorificar a Dios.

One thought on “El martirio de Blandina”
  1. Hola ,antes de hacerte una sugerencia ,quería decirte que me encantan tus publicaciones ,refutando el ateísmo y el evolucionistas los ignorantes de Internet y de las escuelas ,me hacen ver la realidad de los atheus .
    Bueno ,mi sugerencia para tu próxima publicación es que refutes al ya fallecido psiquiatra ateo y a los atheus que nos dicen esquizofrenicos al sentir a Dios ,o a Jesus .
    Estoy atento a tu respuesta ,Saludos desde chile 🙂

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