¿ES EL LIBRO DE JONAS HISTORICA O FIGURATIVA?
¿Está el libro de Jonás basado en la realidad o es solo un mito como dicen muchos ateos y teístas liberales? Además de Génesis, el libro de Jonás también es uno de los libros más atacados por aquellos que no creen en la Biblia. Los ateos militantes y algunos creyentes de la Alta Crítica se han preguntado si el libro de Jonás es histórico. Sin embargo, aca algunos problemas en reinterpretar el libro de Jonás solo como una parábola representativa:
- Si el libro de Jonás fuera solo una alegoría, mito o parabola entonces ¿por qué sigue cuidadosamente la forma ninguno de los antiguos generos literarios? En otras palabras, si comparamos el libro de Jonás con otros antiguos escritos de ficción o mitología del Oriente se lee más como historia que cualquier otro tipo de literature. Por tanto, el libro de Jonás está escrito como una historia y Jonás siempre ha sido considerado como un verdadero profeta.
De hecho, el libro de Jonás tiene un respaldo importante ya que cuenta con un estilo literario, descripciones de épocas y personas reales, en un contexto cultural, económico y geográfico real. Estos antecedentes revelan que se trata de una narración histórica, y no de una figura inventada. Adicionalmente, Jonás fue efectivamente un personaje histórico, el cual es mencionado en 2 Reyes 14:25 como hijo de Amitai y profeta de Israel de Gat-hefer durante el reinado de Jeroboam II.
2. Ninguno de los judíos de la antigüedad o de la iglesia primitiva tampoco dudaron alguna vez de su existencia. Hasta el historiador secular Flavio Josefo reitera la historia de Jonás como un hecho real, entregando muchos detalles en su libro “Las Antigüedades de los Judíos”, en el capítulo 10, párrafos 1 y 2.
3. Probablemente anticipándose al rechazo de este libro, el propio Señor Jesucristo hizo mención de Jonás como figura histórica en Mateo 12:38-41 y comparó la experiencia de Jonás a Su propia muerte y resurrección, indicando la naturaleza milagrosa de ambos acontecimientos. Hasta advirtió que aquellos que lo rechazan tendrán que responder a los convertidos de Jonás en el día que ellos sean juzgados (Mateo 12:41).
Si tales personas van a a estar presentes en el dia del juicio entonces eso Tambien demuestra que fueron perosnas reales que vivieron en un tiempo real de la historia y que escucharon un verdadero mensaje de arrepentimiento del historico profeta de Jonás. Por consiguiente, cualquier hombre que se opone a la exactitud histórica del libro de Jonás no está en contra de mí o de Jonás o del Antiguo Testamento, sino en contra del mismo Señor Jesucristo.
4. Muchos creyentes sostienen que la Biblia contiene o se basa en algunos mitos de religiones más antiguas. Sin embargo, la Biblia ha demostrado no tener relación directa con ningún relato pagano como los sumerios. Esta posición fue refutada por los asiriólogos (ciencia que estudia todo relato dado a grupos antiguos, en especial sumerios y otros pueblos) en 1900 por su falta de evidencia y su incapaz construcción verosímil de sus deducciones.
Pero ¿y qué hay del milagro del gran pez en Jonás 1:17 y 2:10? ¿Acaso eso no demuestra que es solo un mito o parábola?
La idea de que si un hombre podría sobrevivir “tres días y tres noches” en el vientre de un gran pez puede tener tres respuestas posibles que podrían ser sugeridas en la defensa de esta narrativa bíblica:
1. NATURALMENTE. ¿Los tres días dentro del “gran pez” es demasiado tiempo? En primer lugar, si se consideran tres días completos, se tiene un total de 72 horas. Sin embargo, ha sido establecido que la frase “tres días y tres noches” en el uso antiguo hebreo era una expresión idiomática que significa simplemente “tres días,” y era aplicable, aunque el principio y el final de los días del período eran sólo días parciales. Por tanto, si Jonás fue tragado por el «gran pez» una o dos horas antes de la medianoche del primer día, luego estuvo todo el día siguiente (segundo día), y en la mañana del tercer día el animal marino lo vomita en algún punto de la costa, el tiempo total que habría estado Jonás dentro del «gran pez» (en este escenario hipotético) habría sido solo de unas treinta horas.
Segundo, existe siempre algo de oxígeno en el estómago de la ballena para que Jonás respirase en el enorme tracto digestivo del animal, y, mientras el ser vivo que ha tragado se encuentra con vida, la digestión no comenzará. Además no habría sido afectado por los jugos gástricos porque habría quedado en la primera cámara del estómago del «gran pez». Así que la experiencia de Jonás posiblemente podría haber pasado completamente con el marco natural de la ley. Además, tales eventos también han ocurridos naturalmente ya que animales enteros y más grandes que un hombre han sido encontrados en los estómagos de la ballena esperma y el tiburón ballena. Ejemplos de casos como este son el marinero inglés, James Bartley (conocido como “el Jonás Moderno”) y de quien el diario “New York Times” recopiló su historia en 1896 cuando fue tragado por una ballena y sobrevivió para contarlo. Hace poco un buzo de nombre Rainer Schimpf también tuvo la misma experiencia en Sudáfrica cuando fue tragado por una ballena y luego escupido de la costa vivo.
2. MILAGRO. Si eres creyente y crees en milagros como la creación del universo y la resurrección de Cristo entonces no deberías tener probema en creer que un hombre fue tragado por una ballena por 3 días y luego vomitado vivo aun si esto podria ser explicado naturalmente. ¿Por qué? Porque la creación de Dios y la resurreccion de Jesucristo son milagros más grandes que lo que ocurrió con Jonás. En otras palabras, si existe un Dios sobrenatural entonces es lógico pensar que puede hacer actos sobrenaturales como este si Él lo deseara. Negar la posibilidad de un milagro como este es ateísmo. Además, no tiene sentido que un cristiano niegue este acontecimiento real en particular ya que está suficientemente sustentado por las afirmaciones bíblicas, y doblemente confirmado según el testimonio de Cristo la cual comparó con su muerte y resurrección.
Por tanto, es una probabilidad, que el acontecimiento haya implicado un milagro divino, como la Escritura lo afirma pues “El gran pescado” también fue preparado y enviado a juro, como fue la intensa tormenta que amenazó al barco en el que Jonás viajaba. La tormenta cesó en cuanto Jonás había sido echado al agua (Jonás 1:4, 15). En una manera, era bastante probable que Dios conservará milagrosamente la vida de Jonás hasta el final de la experiencia que lo horrorizó.
3. RESURRECCIÓN. Una tercera posibilidad consiste en que Jonás en realidad murió en el vientre del gran pez y luego Dios más tarde lo levantó de los muertos. Esta hipótesis se ve respaldada en parte por la oración que hace Jonás donde dice que clama desde el Seol (Jonás 2:2) y porque hay al menos ocho otras tales “resurrecciones” registradas en la Biblia, así como la resurrección gloriosa corporal de Cristo, siendo de igual forma, la experiencia de Jonás en particular pudo haber sido una señal profética como lo dijo Cristo (Lucas 11:29-30). Jonás pudo haber estado muerto en el vientre del pez, y luego haber resucitado al tercer día, así como Cristo también estuvo muerto y resucitó en el mismo periodo de tiempo. Es necesario recordar que esta compleja historia estuvo siempre bajo el control de Dios y por tanto caben situaciones sobrenaturales o milagrosas.
De cualquier perspectiva, esto hubiese sido un gran milagro por lo que probablemente haya contribuido en el grado significativo el hecho que toda la gente de Nínive se arrepintió y se volvió a Dios (Jonás 3:5) cuando Jonás fue levantado sobrenaturalmente “de los muertos,” tal como fue, él les predicó. Hasta en los días de Jesús, era tan conocido que Él podría usarlo como “símbolo” de Su propia muerte y resurrección, que debía constituir la prueba suprema de Dios de la deidad de Su Hijo y el gran trabajo de salvación la que Él lograría en la cruz para todo aquel que lo recibiera (Hechos 17:30, 31).
¿Cuál era “el gran pescado”?
El “gran pez” del libro de Jonás tuvo que ser un gran animal acuático capaz de tragarse a un hombre complete por tanto los candidatos a este tipo de pescado pudo haber sido la ballena esperma, el tiburón ballena o hasta un pescado especialmente listo por el Señor por esta razón. Algunas especies de ballenas, o algunas especies de tiburones son bastante capaces de tragarse a un hombre completo.
De hecho, hay al menos cuatro especies marinas de gran tamaño que suelen frecuentar el Mar Mediterráneo, y que califican como candidatos para el «gran pez». Estos son el cachalote, la yubarta o ballena jorobada, el rorcual común o ballena de aleta, y el gran tiburón blanco. A dos de estas especies (Cachalote y tiburón blanco) se les nombra desde la antigüedad como habitantes del Mediterráneo, en relatos de marineros y por lo descrito por Aristóteles en el siglo IV a. C., en su obra Historia Animalium. Existe una quinta especie con un tamaño considerable para tragar a una persona, y que es habitante de mares cálidos como el Mediterráneo. Es el tiburón ballena. Sin embargo, en la actualidad no hay registros de la presencia de esta especie en el Mar Mediterráneo.
El cachalote (Physeter macrocephalus) es un enorme animal marino, clasificado como mamífero (Orden Cetácea). Un macho puede crecer hasta 20 metros de largo. Los cachalotes, a diferencia de las ballenas tienen dientes, pero no mastican a sus presas cuando las ingieren, sino que solo las succionan y tragan. Dentro de las presas se encuentra el calamar gigante, de hasta 250 kg de peso, y de unos 20 metros de largo. El cachalote es un buen candidato para ser el «gran pez» que tragó a Jonás porque es un habitante frecuente del Mar Mediterráneo, y también debido a la morfología y fisiología de su múltiple estómago, si se supone que Jonás sobrevive a su paso por el vientre del animal marino.
Es sabido que el estómago de las ballenas y los cachalotes está compuesto de varias cámaras (3 o 4), en donde la primera cámara es un saco dilatable, que continúa después del esófago, y no tiene glándulas digestivas ni ácido clorhídrico, en donde las presas experimentarían una especie de molienda en esta zona. En los cachalotes, el primer estómago es bastante grande, y perfectamente puede recibir el cuerpo de una persona, y aún contar con amplitud de espacio. Al haber un control sobrenatural en todo este proceso, no habría ocurrido la presión de molienda en este primera parte del estómago, porque ello habría significado la muerte segura de Jonás. Esto puede haber formado parte de las consecuencias de que Dios «preparase o dispusiese» de un «gran pez».
Otro candidato a ser «el gran pez» de la historia de Jonás es la yubarta o ballena jorobada (Megaptera novaeangliae). Es uno de los rorcuales más grandes, donde los adultos logran una longitud de hasta 16 m. La yubarta se distribuye en todos los océanos, incluyendo el Mar Mediterráneo. Se alimentan principalmente de krill y peces pequeños. La yubarta es también una candidata adecuada por los argumentos expuestos en la descripción del cachalote, si se sigue la hipótesis que Jonás no muere dentro del vientre del animal que lo engulle. Finalmente, el rorcual común o ballena de aleta (Balaenoptera physalus), es una especie de cetáceo misticeto (con barbas y sin dientes), también con presencia en el Mar Mediterráneo. En tamaño, este animal es el segundo más grande existente en el planeta, solo superado por el rorcual azul, o ballena azul. Puede alcanzar una longitud de 27 metros. Esta ballena también reúne las condiciones para ser el «gran pez» que engulle a Jonás.
Por tanto, debido a que la Biblia no dice que tipo de ballena fue la que tragó a Jonás estos podrian ser los candidatos. De hecho, también se creía que el libro de Jonás no podia ser historia porque el animal marino que lo tragó no era nativo de la región. Sin embargo, ya este debate quedo zanjado después de que una reciente excavación arqueológica realizada por investigadores del Departamento de Arqueología de York y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia en Gilbraltar descubrieron evidencias de que el mar Mediterráneo estuvo una vez lleno de ballenas, pero los romanos los cazaron hasta la extinción. Gilbraltar fue el hogar de una gran industria de procesamiento de pescado y cientos de estas fábricas ahora en ruinas todavia salpican el paisaje. Los huesos de estas ballenas en tales ruinas romanas se encontró intactas y en excelente estado para las pruebas del ADN cuyo resultados fueron informados por el Breaking Israel News diciendo que eran comunes en la región.
Pero ¿no es la ballena un mamífero y no un pez?
Algunos también critican este acontecimiento diciendo que la Biblia afirma que el gran pez que se tragó a Jonás era una ballena lo cual es un error ya que las ballenas no son peces sino mamíferos (Compare Jonás 1:7 con Mateo 12:40). En otras palabras, ballena y pez no es lo mismo. Sin embargo, hay dos formas de explicar este supuesto “error” científico. En primer lugar, no todas las versiones de la Biblia se usa la palabra “ballena” sino “gran pez” y esto se debe a que la palabra griega que se usa para ballena es “ketos” la cual es definida por diccionarios bíblicos como “un gran animal acuático” (Newman, 1971, p.100). Por tanto, si la palabra bíblica en el original solo significa eso o que la ballena es una gran criatura acuática entonces no hay error científico puesto que la ballena sí vive en el agua.
Segundo, tampoco hay error en la traducción ya que la palabra griega “ketos” también puede ser traducido como “ballena” (o viceversa) según diccionarios griego/español o griego/inglés como la “Diury’s Modern English-Greek” y la “Greek-English Dictionary 1974”. La Septuaginta (LXX) y el diccionario Webster (edición 1999) también traduce ambas palabras de esa manera. Acá una forma fácil de usar estos diccionarios online para ver que en griego/inglés la palabra ketos o kitos también puede ser interpretado como “ballena” (whale).
Además, la clasificacion moderna de Linneo era desconocida en la época de Jonás y Jesús. Dios clasifica sus criaturas de manera distinta al del hombre pero eso no significa que sea un error (Vea 1 Corintios 15:39) y para los tiempos bíblicos todos los grandes animales marinos (incluidos los cetáceos) eran considerados peces, y esto fue así hasta mediados del siglo XVIII. Luego, a partir de los estudios de clasificación taxonómica de Carolus Linneus (1735), se produce la separación taxonómica de los animales en bases a caracteres morfológicos y funcionales, y se separa a los peces de los cetáceos, porque estos últimos alimentan a sus crías con una secreción equivalente a la leche, dado lo cual se les considera de la Clase Mammalia (mamíferos). Una situación similar de clasificación algo forzada ocurre con el murciélago. En la Biblia a estos animales se les cataloga como aves (Levítico 11:13, 19; Deuteronomio 14:11, 12, 18); sin embargo, la Zoología lo clasifica taxonó-micamente como mamífero (Orden Chiroptera). Las palabras y sus signifcados simplemente cambian a traves del tiempo. Por tanto, asumir que los escritores del Antiguo Testamento se referían a la clasificación moderna cuando la Biblia fue escrita siglos antes de que se inventara la clasificación de Linneo es deshonesto, ignorante y una apelación a la falacia de equívoco.
Evidencia Histórica y Científica sobre los lugares geográficos del libro de Nínive
La arqueología y la geografía también gritan su amén pues además de la evidencia interna (La Biblia) también hay evidencia externa que demuestra que la odisea de Jonás tiene fundamentos fuertes para ser considerada un libro histórico, y no de una figura inventada. Que los ateos se burlen de la existencia de Jonás no es nada nuevo pues también se burlaban de la existencia de la ciudad de Nínive (palabra que significa “lugar de peces”) hasta que fue redescubierta en el siglo 19 (Vea Tertius Chandler’s Four Thousand Years of Urban Growth: An Historical Census) y Sir Austen Henry Layard hizo las crónicas sobre su redescubrimeinto de Nínive en su clásico “Discoveries at Nineveh” demostrando junto a otros arqueologos que la gran ciudad biblica realmente existió (Austen Henry Layard, A Popular Account of Discovery at Nineveh, J.C. Derby: New York, 1854, p.314). Antes de este redescubrimiento, los ateos y otros escépticos se burlaban de la posible existencia de esta gran ciudad de la antiguedad hasta que fue encontrada enterrada en Mosul de la Iraq moderna.
Las excavaciones de Nínive mostraron otros rasgos de importancia a lo que afirma la Biblia pues encontraron evidencias que los nínivitas rendían culto a su dios pez llamado Dagón. Esta deidad pagana fue parte hombre y parte pez. Es interesante saber que el nombre de una de las encarnaciones de Dagón fue Oannes. Un sacerdote babilónico e historiador llamado Berosus escribió sobre esta criatura mítica (Oannes) diciendo que emergió del océano para dar divina sabiduría a los hombres. Algunos eruditos identifican a este misterioso hombre-pez como un avatar del dios del agua Ea (también conocido como Enki). Lo curioso sobre este relato de Berosus es que el nombre griego que usó fue Oannes o Ioannes la cual significa en hebreo Yonah (Jonás en español). De hecho, Ioannes o Ionas son usados de manera intercambiable en la Septuaginta la cual es una traducción griega del Antiguo Testamento Hebreo. En esto estan de acuerdo los asiriólogos como el renombrado Dr. Herman V. Hilprecht (Trumbull, p.58). Por tanto, es razonable especular que Berosus, quien recibió su información de fuentes babilónicos, estaba hablando sobre el relato de Jonás, pero se místico o fue mitolizado al paso de los siglos por los asirios y luego por los babilónicos quienes adoraban dioses del agua.
También es interesante saber que donde la ciudad antigua y perdida de Nínive fue redescubierta hay una sepultura. Estos lugares locales se conocen bajo el nombre de “Kuyunkik” y “Nabi Yunus” cuya palabra árabe significa “El profeta Jonás”. En otras palabras, la ciudad de Nínive fue encontrado enterrada y con una sepultura llamada “El profeta Jonás”. ¿Coincidencia? No creo. Por estas razones y otras, el renombrado arqueólogo Donald J. Wiseman, declara que un cuidadoso análisis de la evidencia histórica demuestra que los detalles relacionados con el libro de Jonás “exhiben un conocimiento correcto de Asiria la cual pudo ser un evento histórico que ocurrió en el siglo 8 A.C.” y por ende “El relato de Jonás no tiene que ser considerado como un mito o parábola”. Lo mismo dicen otros arqueólogos de primera categoría.
¿No había rey en Nínive?
Algunos también creían que nunca hubo un rey en Nínive y que por ende el libro de Jonás no puede ser cierto. Sin embargo, también se encontró un palacio en estas excavaciones al norte de la ciudad de Nínive, en Khorsabad, que estaba diez millas norte del centro de Nínive y siete inscripciones dedicados al rey asirio Asaradon o Adad-nirai III, quien se piensa fue el rey de la época de Jonás pues llevó a cabo importantes reformas quizás a raíz del mensaje del profeta bíblico Jonás. De hecho, su palacio estaba prácticamente al lado de la posterior construcción conocida como “Nebi Yunis” que traducido significa “El profeta Jonás”. Se cree que esa estructura es la tumba de Jonás ya que tiene su nombre y porque allí predicó Jonás donde todo el pueblo (incluyendo el rey de Nínive) se convirtieron. Aun si no fuera así su referencia honorifica a Jonás es muy interesante.
Pero ¿de verdad se arrepintieron toda la ciudad de Nínive?
Los ateos y teístas liberales de la Alta Critica también encuentran esta parte del libro de Jonás 3:4-9 díficil de creer a pesar de que esto no seria tecnicamente un milagro. Sin embargo, hay varios factores razonables que demuestran que esto pudo haber ocurrido realmente.
De hecho, la conversión de Nínive hace perfecto sentido debido a la noticia de los milagros que ocurrieron durante el viaje de Jonás donde los navegantes le dieron gloria al verdadero Dios por calmar la tormenta cuando Jonás fue arrojado del barco y tragado por un gran pez para luego ser vomitado en las orillas del Mediterraneo donde se adoraba particularmente al dios-pez Dagón (Jueces 16:23-24; 1 Samuel 5:17 y 1 Crónicas 10:8-12) y la posible resurrección de Jonás la cual Jesús comparó con la suya. Por tanto, quizas todo esto explica el gran avivamiento que tuvo Jonás en dicho lugar pagano. Como dice el orientalista, Henry Clay Trumbull, “Que mejor forma de atraer la atención a unos adoradores de un dios que es mitad hombre y mitad pez que salir de la boca de un gran pez en presencia de muchos testigos para darles un mensaje divino.” (H. Clay Trumbull, “Jonah in Niniveh” Journal of Biblical Literature, Vol. 2, No 1, 1892, p.56).
Además, muchos arqueólogos también han descubierto una inmensa biblioteca de lápidas de barro en Nínive (ciudad de Mosul en Irak) entre 1850 y 1873. Las lápidas también incluyeron numerosas obras en la astronomía, incluyendo fechas de eclipses lunares y solares, la información sobre los zodíacos, matemáticas, medicina, códigos legales, archivos históricos, documentos comerciales y cartas de altos oficiales. Eso no suena muy diferente a una biblioteca moderna. La literatura en esta biblioteca también incluyó relatos de la Creación, el diluvio universal y el diablo (maligno).
Aunque tales relatos están mezclados con algo de paganismo demuestran que ellos tenían algo de conocimiento sobre la verdad y el juicio de Dios lo cual explica también la conversión de los ninivitas por el mensaje de Jonás la cual también fue confirmada por los milagros ya mencionados. La historia nos dice que los ninivitas eran muy crueles. Así que, aunque no tenían la genuina y completa Biblia, sabían en su consciencia a través de la ley natural que merecían la condenación por su maldad. Hasta el mismo Jonás deseaba la destrucción de esa gran ciudad por lo que la única esperanza que ellos tenían era mostrar arrepentimiento para que Dios tuviera misericordia de ellos.
¿3 días de camino?
¿Era Nínive una ciudad de 3 días de viaje como enseña Jonás 3:3? Las excavaciones arqueológicas muestran que Nínive era como 8 millas de circunferencia por lo que se argumenta que caminar “3 días” por o alrededor de la ciudad era imposible. El problema es que los críticos olvidan que el término “ciudad” se compone de una región más grande que el territorio dentro de las murallas (vea Génesis 10:10-11 por ejemplo). Así que cuando la Biblia habla de tres días de camino significa que le tomaría tres días para atravesar la ciudad (esa es la lectura de Jonás 4:4-11), o para rodear el perímetro de la ciudad. Como dice Sir Austen Henry Layard, quien hizo las crónicas sobre el redescubrimeinto de Nínive en su clásico “Discoveries at Nineveh”, la circunferencia del Gran Nínive era “exactamente 3 diás de viaje” tal como es registrado en Jonás 3:3 (Austen Henry Layard, A Popular Account of Discovery at Nineveh, J.C. Derby: New York, 1854, p.314)
¿QUE SUCEDIÓ CON JONÁS?
“El año quince de Amasías hijo de Joas rey de Judá, comenzó á
reinar Jeroboam hijo de Joas sobre Israel en Samaria; y reinó
cuarenta y un años. E hizo lo malo en ojos de Jehová, y no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar á Israel. El restituyó los términos de Israel desde la entrada de Amath hasta la mar de la llanura, conforme á la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual había él hablado por su siervo Jonás hijo de Amittai, profeta que fué de Gath-hepher. Por cuanto Jehová miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había guardado ni desamparado, ni quien diese ayuda á Israel; Y Jehová no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo: por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joas” ( 2 de Reyes 14:23-27).
Los eventos grabados en estos versos tomaron lugar
aproximadamente en el año 839 AC. Jonás hizo su viaje a Nínive
aproximadamente en el año 862 AC. Este pasaje muestra también que Jonás fue una figura histórica sin embargo cristianos no lo consideran tan importante. Pero Juan el bautista lo fue. Elías, El apóstol Pablo, Samuel, Moisés y Pedro también. ¿Y tú? No, no estoy bromeando. Ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Nuestras acciones o falta de acciones, influyen a aquellos alrededor nuestro cada día de nuestras vidas. Los hermanos no pueden ser perfeccionados sin el adecuado ejercicio de sus dones (Efesios 4:11-16). El mundo no puede ser evangelizado si no levantas tu voz (Romanos 10:17-20; 1 Corintios 1:18). Una nación no se arrepentirá y se volverá a Dios (2 Crónicas 7:14) a menos que los predicadores estén firmes declarando la palabra Jeremías 23:22).
¿Contradicción en la Biblia?
Alguien dirá ¿pero no dijo Dios
que iba destruir la ciudad en cuarenta días (v. 10)? ¿Cambia Dios de parecer?
Si Dios se arrepintió
del mal que había dicho les había de hacer cuando Su Palabra dice que Dios no
se arrepiente (Malaquías 3:6; Números 23:19 y Santiago 1:17) entonces ¿no
demuestra eso que la Biblia se contradice? ¿Cómo
explicamos el libro de Jonás y otros versículos (como Génesis 6:6 y Éxodo
32:14) que parecen decir que Dios cambia de opinión?
Hay dos consideraciones importantes que involucran los pasajes que dicen
que Dios cambió de opinión. En primer lugar, podemos decir que afirmaciones
tales como “el Señor se arrepintió porque había hecho al hombre en la
tierra” (Génesis
6:6) son ejemplos de antropopatismo (o antropopatía).
El antropopatismo es una forma de expresión en la que los sentimientos o
procesos de pensamiento de la humanidad finita se atribuyen al Dios infinito.
Es una manera de ayudarnos a entender la obra de Dios desde una perspectiva
humana. En Génesis
6:6 específicamente, entendemos el dolor de
Dios por el pecado del hombre. Dios obviamente no revirtió su decisión de crear
al hombre. El hecho de que estemos vivos hoy es una prueba de que Dios no
“cambió de opinión” sobre la creación.
Segundo, debemos hacer una distinción entre las declaraciones
condicionales de Dios y las determinaciones incondicionales de Dios. En otras
palabras, cuando Dios dijo: “Destruiré a Nínive en cuarenta días”,
estaba hablando condicionalmente teniendo en cuenta la respuesta de los
asirios. Sabemos esto porque los asirios se arrepintieron y Dios, de hecho, no
emitió el juicio. Dios no cambió de opinión; más bien, Su mensaje a Nínive fue
una advertencia destinada a provocar el arrepentimiento, y Su advertencia tuvo
éxito.
Un ejemplo de una declaración incondicional de Dios es la promesa del Señor a David: “Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente” (2 Samuel 7:16). En esta declaración no hay ninguna condición expresa o implícita. No importa lo que David hiciera o no hiciera, la palabra del Señor se cumpliría.
Dios nos habla de la naturaleza prudente de algunas de Sus declaraciones y del hecho de que Él actuará de acuerdo con nuestras decisiones: “Si anuncio que voy a desarraigar, a derribar y a destruir a cierta nación o a cierto reino, pero luego esa nación renuncia a sus malos caminos, no la destruiré como lo había planeado. Y si anuncio que plantaré y edificaré a cierta nación o a cierto reino, pero después esa nación hace lo malo y se niega a obedecerme, no la bendeciré como dije que lo haría. Por lo tanto, Jeremías, advierte a todo Judá y a Jerusalén y diles: “Esto dice el Señor: ‘En vez de algo bueno, les tengo preparado un desastre. Así que cada uno de ustedes abandone sus malos caminos y haga lo correcto” (Jeremías 18:7-11 NTV). Nota la palabra condicional “Si”: “Si esa nación a la que advertí se arrepiente [como Asiria en Jonás 3] …. entonces cederé.” Por el contrario, Dios puede decirle a una nación que será bendecida, pero “si hace el mal ante mis ojos [como Israel en Miqueas 1]… entonces reconsideraré el bien que tenía la intención de hacer”.
La conclusión es que Dios es completamente consistente. En Su santidad, Dios iba a juzgar a Nínive. Sin embargo, Nínive se arrepintió y cambió sus caminos. Como resultado, Dios, en Su santidad, tuvo misericordia de Nínive y los perdonó. En otras palabras, Dios pronunció una condenación sobre los perversos paganos de Nínive, pero después su fe en la palabra y verdadero arrepentimiento ellos dejaron de serlo. Así, la condenación ya no fue aplicada. Este “cambio de parecer” es totalmente consistente con Su carácter. Su santidad no tembló ni un milímetro. El hecho de que Dios cambie Su tratamiento con nosotros en respuesta a nuestras elecciones, no tiene nada que ver con Su carácter. De hecho, debido a que Dios no cambia, Él debe tratar a los justos de manera diferente a los injustos. Si alguien se arrepiente, Dios perdona siempre; si alguien se niega a arrepentirse, Dios juzga continuamente. Él es inmutable en Su naturaleza, Su plan y Su ser. No puede estar contento un día con el culpable, y al día siguiente enojado. Eso mostraría que es mutable y nada digno de confianza. Para que Dios le diga a Nínive: “Te voy a juzgar”, y luego (después de que se arrepientan) se niegue a juzgarlos, puede parecer que Dios cambió de opinión. En realidad, Dios simplemente se mantenía fiel a Su carácter. Ama la misericordia y perdona al arrepentido.
Lo mismo se puede decir del cristiano de hoy. En un tiempo todos éramos enemigos de Dios debido a nuestro pecado, que estamos destituidos de la gloria de Dios y que a causa de esto, estamos condenados a una eternidad en el infierno(Juan 3:18; Marcos 9:47; Salmo 51:5; Efesios 2:1-3 y Romanos 3:23; 8:7). Dios nos advirtió de la paga del pecado (Romanos 6:23) para que nos arrepintiéramos. Cuando nos arrepentimos y confiamos en Cristo para la salvación, Dios “cambió de opinión” sobre nosotros, y ahora ya no somos enemigos, sino Sus hijos amados (Juan 1:12). Así como sería contrario al carácter de Dios no castigarnos si hubiéramos continuado en pecado, así también sería contrario a Su carácter castigarnos después de arrepentirnos. ¿Nuestro cambio de corazón significa que Dios cambia? No, si acaso, nuestra salvación apunta al hecho de que Dios no cambia, porque, si no nos hubiera salvado por causa de Cristo, habría actuado en contra de Su carácter.
De hecho, los hombres de Nínive se levantarán en juicio con esta generación, Y LA CONDENARÁN; PORQUE a la predicación de
Jonás SE ARREPINTIERON; y he aquí más que Jonás en este lugar
(Lucas 11:32). La Biblia aquí dice que Dios llamará a los habitantes de Nínive como testigos en el Juicio del Trono Blanco contra los hombres y mujeres que vivieron cuando Jesús estaba en la tierra. Ellos dirán: “Nosotros oímos que un profeta rebelde predicaba en nuestras calles y creímos su advertencia de condenación y nos arrepentimos. Además, vosotros visteis al Hijo de Dios predicando, enseñando, sanando, haciendo muchos milagros entre vosotros y no os arrepentisteis. Qué mala generación son ustedes, el lago de fuego es su justa recompensa.”
El libro de Nahum relata la condenación de Nínive. Apenas 150
años después del avivamiento que tuvo lugar bajo la predicación de
Jonás, la ciudad habiendo caído otra vez en sus malos caminos fue
destruida.
¿Hasta qué punto es responsable Jonás a este punto? Sí, él predicó
su mensaje. Él dijo lo que Dios le había dicho que dijera exactamente,
pero después se sentó a poner mala cara.
Si él se hubiera quedado a enseñarles del Señor, Su palabra, y Sus
caminos, y quizás ser un ejemplo para ellos, quizás la historia de ellos
posteriormente habría sido muy diferente.
En fin, el libro de Jonás no está escrito como un mito sino como una historia real con un profeta histórico mencionado en 2 Reyes 14:25 y en un lugar histórico. Su existencia también fue confirmado por el mismo Jesús en Mateo 12:40-41 y la arqueología y la ciencia. Por tanto, los nuevos ateos y los liberales de la Alta Critica podrán seguir atacando este libro, pero la buena noticia es que esto no es nada nuevo ya que por más de mil años la Biblia ha sido criticada y aun así sigue permaneciendo inalterable, verdadera y triunfante sobre todos sus enemigos.
BIBLIOGRAFÍA:
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Provisto por Films for Christ con la autorización de Master Books.
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FUENTE: Ricardo Bravo, 1 enero, 2016. En defensa del Jonás histórico. AguasVivas.cl.
FOTO: Biblia Kennicott, manuscrito miniado sefardí, 1476, fol. 305r: Jonás.