
¿”Pero es que la evolución no es una teoría atea”?
“Los evolucionistas teístas combinan la mala ciencia con la mala teología” – Wolfgang Smith, físico y filósofo cristiano
La teoría (o mito) de la evolución no es una teoría atea pero tampoco es una teoría cristiana. No es una teoría que prueba que no hay Dios pero tampoco demuestra su existencia y por eso el mismo llamado padre de la evolución, Carlos Darwin, dejo el cristianismo por el agnosticismo porque pensaba que esa posición era más consistente con su propia teoría (Ft. Wayne Journal-Gazette, 1/4/82 y Frank B. Brown, The Evolution of Darwin’s Religious Views, p.27).
Como dice la misma familia de Darwin, como la apologista cristiana con doctorado en filosofía de la Universidad de Oxford y tatara-tatara nieta del mismo Carlos Darwin, Laura Keynes, “Ciertamente, los ateos prefieren usar la teoría de Darwin para afirmar categóricamente que Dios no existe y de una manera que ni el mismo Darwin estaría cómodo pues Darwin creía que el agnosticismo era una posición más coherente.” (Laura Keynes, The Catholic Herald). Sin olvidar que dicha teoría contradice el relato de Génesis ya que pone la muerte y el sufrimiento antes de la Caída del hombre.
Por tanto, la teoria de la evolución no será una teoría atea pero sigue siendo una teoría naturalista e incompatible con el Dios de la Biblia. De hecho, ni siquiera la misma Academia de las Ciencias o el llamado consenso científico acepta el teísmo evolutivo o creacionismo progresivo porque ven dichas creencias como un intento de mezclar dogma con ciencia por lo que “No se permite un pie divino, en las Academias científicas.” (Richard Lewontin, “Billions and Billions of Demons”, Crítica de Libros del New York Times, 9 de enero de 1997, pág. 28 y Enseñando la Evolución, páginas 22-25).
Aca unos ejemplos: Jacques Monrod, científico ateo y ganador de Premio Nobel en biología declaró con respecto a la evolución teísta que, “La salvación natural es la más ciega, y cruel manera de evolucionar a nuevas especies. La lucha por la vida y la eliminación del más débil es un proceso horrible de la cual va en contra de nuestro entero ética moderna. Una sociedad ideal es una sociedad no selectiva, una donde el débil es protegido lo cual es exactamente lo opuesto a la llamada ley natural. Me sorprende que un cristiano defienda la idea de que este es el proceso que Dios usó para tener evolución.” – Jacques Monrod, “The Secret of Life”, entrevista con Laurie John, Australian Broadcasting Co., junio 10 de 1976
David Hall, filósofo de la universidad de Northwestern, escribió sobre las implicaciones de la evolución teísta en el carácter de Dios diciendo, “Lo que sea que Dios haya implementado en la teoría evolutiva y en el data de la historia natural pudo haber sido, no puede ser el Dios protestante de “quien no malgasta no pasa necesidades”. Tampoco puede ser el Dios de amor que se interesa por ser Sus productos…El Dios del Galápagos es descuidado, despilfarrador, indiferente y casi diabólico. Ese no es el tipo de dios que alguien se inclinaría para orar.” – David Hall, “The Godo f the Galapagos”, review of Darwin on Trial by Phillip Johnson, Nature, Vol. 352 (August 8, 1991). P. 486 as cited by Henry Morris p. 416
El biólogo agnóstico y filósofo británico, Thomas Henry Huxley, conocido tambien como “El bulldog de Darwin”, fue un ardiente defensor de la evolución que dijo, “Esta claro que la evolución es directamente antagónica a la creación … la evolución, si es aceptado coherentemente, hace imposible creer en la Biblia” (citado por Fred John Meldau, “Why We Believe in Creation, Not Evolution”, p.8). Higley, otro científico ateo, afirma, “La evolución teísta, entonces, es una contradicción de términos. Para mantener que la evolución puede ser teísta es tan inconsistente como declarar que lo falso puede ser verdadero” (HRQ p.63)
Charles Smith, fue presidente de la Asociación Americana para el Avance del Ateismo (AAAA) y tambien declaró que, “La evolución es ateísmo” (Evolution: Science Fake So Called, 16th Ed. p.87). WoolseyTeller, también de la AAAA dijo que “La idea de Dios no puede ser reconciliado con nuestro conocimiento de la evolución” (Evolution: Science Fake So Called, 16th Ed. p.87). Después de leer a Darwin y Spencer, el industrial, empresario, filántropo y magnate ateo, Andrew Carnegie, dijo: “Recuerdo cuando la luz vino como un diluvio y todo me quedo claro. No solo me deshice de la teología y lo sobrenatural, pero encontré la verdad de la evolución.” (Davidheiser, p. 350f)
El filósofo ateo y militante comunista, Karl Marx, (Jan 16,1861) también afirmó: “El libro de Darwin es muy importante y me sirve como una base naturalista y científica para la lucha de clases en la historia…”. Aunque no estaba de acuerdo con todo lo que decía Darwin, el también filósofo ateo, Nietzsche, también aceptaba una evolución sin Dios. Lo mismo se puede decir de Sartre, Fredich Engels y Camus. Fredrich Engels (1820-1895) hasta declaró, “Así como Darwin descubrió la ley de la evolución en la naturaleza orgánica, así Marx descubrió la ley de evolución en la historia humana.” Como si fuera poco, El Manifiesto Humanista también declara, “…Como no teístas, empezamos con humanos, no con Dios, la naturaleza y no con una deidad…la ciencia afirma que la especie humana es una aparición de fuerzas naturales evolutivas.”, pp. 8,16,17.
En la biografia del dictador ateo, Joseph Stalin, publicado por los rusos comunistas, Yaroslavsky declaró que a una edad joven, Stalin: “Empezó a leer a Darwin y se hizo ateo.” Luego Stalin le dijo a un amigo “Te prestaré un libro para que lo leas; te mostrará que toda esta habladuría de Dios es un absurdo…” “¿Qué libro es ese?” Yo pregunté. “Darwin. Debes leerlo” (David Heiser. P.353). De hecho, un periódico de comunista ruso, una vez explicó que no tenían que enseñar el ateísmo en las escuelas puesto que podían lograr el propósito de ambos al enseñar “las fundaciones del Darwinismo” (HRQ, p.63).
El filósofo ateo, Nietzsche, también fue un darwinista que escribió que el hombre era producto de evolución y que su último antepasado eran los simios. Nietzsche escribió: “Tú [humanidad] has pasado de gusano a ser humano, y mucho en ti todavía es gusano. Una vez fuiste simio, e incluso ahora el ser humano es aún más un simio que cualquier otro simio” (Nietzsche, Así habló Zaratustra, Prólogo de Zarathustra sección 3, traduccion por G. Parkes, Oxford University Press, Nueva York, 2005, p. 11). El reconocido evolucionista y agnóstico, Carl Sagan, también afirmó: “En museos y libros de texto se enseña que hace unos 6 millones de años, unos simios empezaron a caminar erguidos; y que gracias al tiempo, billones de cambios al azar, la lucha por la supervivencia, y la vida en comunidades, estos hombres mono evolucionaron, transformándose de cabeza a pies, en humanos” (Carl Sagan citado en: El hombre mono, Dr. Ernesto Contreras p. 7). Lo mismo se puede decir de Sartre, Fredich Engels y Camus.
Sin olvidar que los antiguos filósofos griegos del pasado como algunos epicúreos y estoicos basaban su ateísmo en creencias parecidas a la macroevolución y a la idea de una tierra vieja (Teófilo, “A Autólico”). Para Demócrito (460-370 a.c.) por ejemplo, su idea del universo era enteramente materialista sin una guía ordenada, inteligente, divina, personal y sin Dios o dioses que controlen el destino de la humanidad. Epicuro refinió estas enseñanzas de Demócrito y expandió esta filosofía del átomo materialista en un argumento para un ateísmo práctico.
Otro escritor ateo llamado Frank Zindler también declaro que, “El efecto más devastador que la biología le hizo al Cristianismo fue el descubrimiento de la biología evolutiva. Ahora sabemos que Adán y Eva nunca fueron personas reales, el mito central del cristianismo ha sido destruido. Si nunca hubo un Adán y Eva entonces nunca hubo un pecado original. Si nunca hubo un pecado original entonces no hay necesidad de salvación. Si no hay necesidad de salvación entonces no hay necesidad de un Salvador. Y, yo sostengo que eso pone al Jesús, histórico u otro, en las filas de los desempleados. Pienso que la evolución es absolutamente la sentencia de muerte del cristianismo.” (Frank Zindler, redactor de revista de Ateos Americanos y Director de la Prensa de Ateos.
Los ateos y agnósticos más populares de la actualidad tales como Neil deGrase Tyson, Sam Harris, Daniel Dennett, Lawrence Krauss, Carl Sagan, Bill Nye y Stephen Hawking también creen que no hay tal cosa como “teísmo evolutivo” porque afirman que Dios no es necesario para la evolución. Hasta el biólogo evolutivo Richard Dawkins cree que el teísmo evolutivo es solo un intento por gente engañada de mezclar dogma con ciencia “y de meter a Dios por la puerta trasera”.
Por tanto, la evolución teísta también ha tenido que enfrentar las críticas no religiosas y provenientes de grupos intelectuales ateos y escépticos, que piensan que el evolucionismo teísta es tan sólo un «intento desesperado» final por justificar la existencia del teísmo. Obviamente, algunos ateos y agnósticos le agradan y prefieren el teísmo evolutivo sobre el creacionismo bíblico, pero no porque estén de acuerdo con el teísmo sino con la evolución la cual consideran una teoría atea y naturalista.
Pero ¿y que hay del llamado “padre de la evolución”, Carlos Darwin? ¿Acaso no dijo Darwin que la evolución y la existencia de Dios pueden ser compatibles? Darwin fue cristiano y hasta estudió teología pero luego de leer uno del deísta anticristiano, Charles Lyell, quien odiaba la Biblia y enseñaba la idea de una Tierra Vieja, empezó a cuestionar la inerrancia de la Biblia hasta dejar de ser cristiano. De hecho, es difícil colocar a Darwin en una categoría de creencias ya que como dice el historiador Frank Burch Brown, “A veces era ateo, en otras agnóstico o simpatizante con el teísmo, pero incapaz o indispuesto de comprometerse con tales inquietudes” (Frank B. Brown, The Evolution of Darwin’s ReligiousViews, p.27). Quizás por eso no escribió nada en su libro, “El Origen de las Especies”, de que Dios haya usado la evolución.
Al contrario, el mismo Darwin le escribió una carta a un teísta evolutivo llamado Asa Gray diciéndole que no le convencía la idea de que un Dios amoroso y benévolo usara un proceso tan cruel y horrible (Darwin’s God, Evolution and the Problem of Evil, by C.G. Hunter and quoted in Steven Jay Gould, “Nonmoral Nature,” in Hen’s Teeth and Horse’s Toes (New York: W.W. Norton, 1983). Darwin describió la evolución como “la guerra de la naturaleza, de famine y la muerte, el objeto mas exaltado de la cual somos capaces de concebir es la producción de animales mas avanzada es lo que sigue” y hasta usó su teoría para justificar el racismo y la misoginia lo cual también es contrario a las Escrituras las cuales enseñas que el hombre y la mujer fueron creados iguales antes los ojos de Dios (Darwin, El Origen de las Especies, p.243 y el Descenso del Hombre)
Por cierto, en su primera edicción del “Origen de las Especies” no hay ninguna mención de Dios sino en la sexta edicción la cual se dice que fue agregado como un intento de atraer cristianos a esta teoría (Lea Randall Hedtke, Secrets of the Sixth Edition (Green Forest, AR: Master Books, 2010). La teoría de la evolución simplemente no prueba que no hay Dios pero tampoco demuestra su existencia? Pero ¿acaso no se puede reconciliar ambas creencias? Teológica, filosófica y científicamente NO (Lea el libro”Theistic Evolution: A Scientific, Philosophical, and Theological Critique” de Stephen C. Meyer, Christopher Shaw, Ann K. Gauger y Wayne Grudem).
Como dice el biólogo y teólogo, Antonio Cruz, “No resulta difícil entender por qué los ateos profesan el evolucionismo. Si no se cree en la existencia de Dios, lógicamente hay que pensar que la vida se hizo a si misma mediante las solas leyes naturales. Lo que resulta más difícil de entender, es por qué la evolución, a pesar de sus numerosos inconvenientes técnicos, consiguió atraer tantos creyentes a sus filas y continúa siendo defendido con tanto ardor por algunos cristianos. En realidad, la teoría de Darwin es profundamente naturalista ya que se opone a la necesidad de Dios o a que este tuviera algo que ver con la evolución de los seres vivos.
El darwinismo ha jugado un papel fundamental en el ateísmo y la increencia que actualmente sufre el mundo occidental…El teísmo, o la fe en el Dios Creador, es incompatible con el naturalismo o la fe en la naturaleza que se crea a si mismo. Por tanto, el naturalismo teísta es una contradicción en si mismo. La teoría de la evolución no necesita a Dios, pues precisamente afirma que las causas naturales por sí solas lo han creado todo sin un fin o propósito determinado. Querer introducir a Dios como motor del darwinismo, es algo superfluo y sospechoso, que los auténticos darwinistas jamás han aceptado.” (“La Ciencia ¿encuentra a Dios?”, Antonio Cruz, pastor de dos iglesias evangelicas en Sevillas, profesor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona y descubridor de numerosas especies de crustáceos isópodos)
En fin, la evolución simplemente no acerca a los inconversos a Dios puesto que el teísmo cristiano y la evolución no son compatibles. Al contrario, aleja a las personas de la iglesia (principalmente a los jóvenes) y hace que los mismos cristianos duden de la veracidad de la Palabra escrita de Dios, saludos.
-Sherlock-
Saludos.
Pese a que su contenido defiende la idea de que no es fundamentalista, sin embargo las citas bibliográficas están llenas de ello,…
Una pequeña curiosidad, en la postura de que: “…para la salvación es necesario el arrepentimiento y la fe en Cristo…”, que suena extremadamente excluyente a las demás que no cuentan con tales requisitos…
y que con los judíos, que gracias a ellos el mundo occidental se ha beneficiado con sus escritos que a capa y espada defendemos como si fuera exclusivamente nuestro… o sea ellos al infierno,…