Tatuajes ¿Arte o Profanación?

          Cuando éramos niños, los únicos que usaban un tatuaje y perforaciones corporales (piercing) eran los drogadictos, presos, delincuentes, roqueros y los que manejaban una Harley. Pero ahora tenemos famosos artistas, deportistas, abogados, doctores y políticos quienes debajo del traje esconden un cuerpo lleno de tatuajes. De hecho, según The National Geographic News el 15% de los americanos, están tatuados y son muchos los que siguen esperando en línea. Lamentablemente muchos cristianos también le están dando la bienvenida a la moda del tatuaje con (cuellos, piernas, espaldas, pechos) y brazos abiertos.

        Personalmente, no entiendo porqué una persona escogería marcar su cuerpo con sangre y tinta permanente. Los artistas de estos diseños corporales creen que los tatuajes hacen que el cuerpo se vea “bonito”,  pero ¿a quién le gustaría vestirse de azul todo el tiempo o tener el mismo dibujo en su piel todo el día? Además, ¿qué sucede si su brazo tatuado dice “María” y luego se casa con Ana? ¿Qué harías si llegase a los 65 y Tinkerbell o Micky Mouse ya no es su héroe favorito?  Es por eso que muchos padres se preguntan cómo deben de reaccionar ante la popularidad de los tatuajes las cuales están afectando mayormente a nuestra juventud. El periódico el Nuevo Día indica que “el comentario que une a la gente con tatuajes es el mismo: es una adicción. Una vez te haces el primero estas irremediablemente destinado a hacerte el segundo y el tercero y el cuarto…El artista puertorriqueño Daniel Cotté que trabaja en el taller Harisumi en Condado dijo sonreído que “una vez te haces uno es un poco adictivo porque en vez de contar cuántos tienes empiezas a contar cuánto te queda por cubrir” (El Nuevo Día, lunes 17 de julio de 2006).

          Pero ¿son realmente los tatuajes ARTE? La respuesta cristiana hacia esta interrogante es que si es arte entonces nuestros cuerpos tendrían que ser los lienzos. Para pintar en este lienzo usted tendría que ser su dueño. La verdad es que nuestros cuerpos no son nuestros. Fueron comprados por precio y le pertenecen a Dios (1 Corintios 6:19,20). Así que, una persona salva tendría que buscar una escritura que le permita pintar en los lienzos de Dios y no creo que encuentre alguna. Al contrario, Levítico 19:28 dice: “Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.” Evidentemente la Biblia no dice: “no haréis tatuajes de ninguna figura” o “no te harás perforaciones en los labios, la nariz, la lengua o el ombligo”, pero manda a no hacerse rasguños (marcas) o imágenes impregnadas en nuestra carne. La única marca o señal en el cuerpo aceptado por Dios era la circuncisión la cual fue dada exclusivamente a los judíos para identificarlo como su pueblo. Este pasaje bíblico nos muestra que la decoración y la modificación del cuerpo no son nada nuevo y si hace 3,000 años a Dios no le complacía que nos mutiláramos la piel con heridas y con marcas imborrables como son los tatuajes, a Dios tampoco le agrada que lo hagamos hoy.

           Es interesante saber que Levíticos 19:28 el Señor no solo condena claramente los tatuajes sino que también nos muestra que los tatuajes están asociados con “un muerto”. ¿Sabe cuál es el tema favorito de los tatuajes? LA MUERTE. Si usted llega a visitar uno de estos establecimientos de tatuajes vería que las carabelas, las tinieblas, los dragones, las serpientes, los demonios, las blasfemias, la pornografía y las llamas del infierno siempre han sido las imágenes más populares y glorificadas. Por lo tanto, ¿quién usted cree que es el autor detrás de toda esta obra maestra? ¡Satanás! (Véase Apocalipsis 6:8; 12:9). Es increíble saber que hace más de 3,000 años, la Biblia asociaba los tatuajes con los muertos y que a pesar de nuestra llamada sociedad moderna y civilizada, la muerte sigue siendo la “marca” de los tatuajes. Esta es una de las razones por la cual el tatuaje es pecado porque Jesús es Vida (Juan 11:25; 14:6) mientras que Satanás representa la Muerte (Hebreos 2:14).

           ¿Qué hago? ¡Ya tengo un tatuaje! Si usted lo hizo cuando no conocía al Señor recuerde que los que somos salvos somos salvos precisamente de eso, de nuestros errores cometidos en el pasado.  ¿Y si me hago un tatuaje cristiano, una cruz o un Jesús? ¿No sería eso una buena forma de testificar? Al contrario, estarías enviando el mensaje equivocado pues según varios estudios, de hoy y de antes, la mayoría de las personas que están tatuadas son criminales, alcohólicos, drogadictos, pervertidos sexuales, desertores escolares y otros grupos marginados de la sociedad. ¿Quisiera un cristiano identificarse con tales grupos? “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”(Romanos 12:1,2).

            De acuerdo a los procedimientos de la práctica de los tatuajes se debe cortar la piel en la que el dolor y la sangre difieren de acuerdo a cada persona. De hecho, según varios historiadores, los tatuajes tienen sus orígenes en los antiguos ritos paganos en las que se derramaba la sangre (Gilbert, Steve, Tattoo History: A Source Book, p. 158). Si usted se pregunta qué clase de religiones antiguas incluían esta mutilación en sus ritos puede leer 1 Reyes 18:25-28 donde se habla de los adoradores de Baal. El tatuaje NUNCA ha sido asociado con el Cristianismo sino más bien con el ocultismo, misticismo, demonismo, canibalismo y otras religiones paganas. Sin embargo, una de las primeras “cosas viejas que pasaron” (2 Corintios 5:17) cuando muchas de estas tribus paganas se convertían al verdadero Dios era la práctica del tatuaje.  ¿Por qué? Porque enseguida el Espíritu Santo les decía: “Nada de tatuajes”. Cuando el Señor aparece, los tatuajes desaparecen. También es interesante saber que según varios dermatólogos la mayoría de las personas que han recibido un tatuaje quieren removerlo. El problema es que según el tamaño del tatuaje y los colores usados, una cirugía con láser para eliminar el tatuaje podría ser muy dolorosa y costosa. Ese tatuaje que solo te salió en 25 dólares podría costarte 5,000 dólares para removerlo. Sin embargo, muchas personas se arrepiente de haberse tatuado e incluso llegan a odiar tanto su tatuaje que estarían dispuestos a pagar lo que sea para quitárselo de su cuerpo. Los orificios hechos por las perforaciones corporales también pueden dejar cicatrices para toda la vida.

            Otro problema con los tatuajes es el riesgo de contraer enfermedades como el VIH, Hepatitis B, Hepatitis C, tétano, sífilis, tuberculosis, hemorragias, coágulos y otras infecciones graves de la piel y la sangre como resultado de las tintas y las agujas que se emplean. Sin embargo, la mayoría de los talleres de tatuajes no les advierten a las personas sobre estos peligros que atenta contra la salud. Una máquina de hacer tatuajes puede perforar la piel 3,000 veces en un minuto. Cada pequeña perforación que hace la aguja de tatuajes abre la posibilidad de contraer alguna enfermedad mortal. Es como jugar a la Ruleta Rusa. Así que, piense bien antes de querer hacerse un tatuaje porque podrían insertarle mucho más que una tinta inofensiva a su carne expuesta (Salmo 38:5-8). Además, el tatuaje denigra el templo de Dios. La mayoría de los cristianos, incluyendo los más canales, nunca profanarían el edificio de la iglesia local. Sin embargo, ¿sabías que cuando naciste de nuevo, el Espíritu Santo de Dios mora en ti y que tu cuerpo físico es templo de Dios? (Juan 14:17; Romanos 8:9,11) ¿Y que el Señor advierte varias veces contra la seriedad de profanar el sagrado templo de Dios, es decir, tu cuerpo? (1 Corintios 3:16,17) Como cristianos tenemos que tener cuidado con lo que hacemos con nuestro cuerpo. Es el templo de Dios y no deberíamos profanarlo con tatuajes paganos y satánicos (2 Corintios 6:14-17).

         Antes de dejar que esa tinta te “marque” de por vida, mejor piensa cuidadosamente sobre las consecuencias espirituales, sociales y de salud. Pregúntate ¿cuál es tu motivación para hacerte un tatuaje? Si te hicieras un tatuaje, ¿violaría su conciencia o la conciencia de sus miembros de tu familia, amigos, maestros, compañeros de trabajo y amigos creyentes en Cristo? ¿Podía este tatuaje afectar mi salud? ¿Estás preparado para tener este símbolo marcado en su cuerpo permanentemente? ¿Eres adicto a los tatuajes? ¿Qué pensarán tus padres de tu tatuaje? Si te casas, ¿qué pensaría tu esposo(a)? ¿Qué pensarían los miembros de la iglesia? ¿Cómo te sentirías sobre su tatuaje en 10 años? ¿50 años? ¿Este tatuaje obstaculizará las relaciones futuras? ¿Este tatuaje evitará que consigas un trabajo en el futuro? ¿Cuál es el significado de su tatuaje? ¿Ese tatuaje honraría a Dios?

               Verdaderamente algunos pasan de lo estético a lo monstruoso. Pero el cristiano maduro no ve su cuerpo como una propiedad exclusiva que pueda dañar o desfigurar a su antojo. Debemos amar a nuestro prójimo sin importar su apariencia y buscar hacer la voluntad de Dios en todos los aspectos de nuestras vidas. Recordemos que muchos hermanos también recibieron un tatuaje antes de ser salvos y ahora se sienten avergonzados de tenerlo y tratan de hacer todo lo posible para cubrirlos. Pero antes de ser salvos, como las tribus paganas, se enorgullecían de mostrar el mejor ángulo de sus tatuajes. Hay que añadir que esto fue antes de que leyeran Levíticos 19:28 o antes de que alguien le dijera que el uso de tatuajes era incorrecto. Después de recibir a Jesucristo y con la ayuda del Espíritu Santo SUPIERON que el tatuaje no era del agrado de Dios. ¿Qué hay de usted? “Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1ra Tesalonicenses 5:21-23).

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One thought on “Tatuajes ¿Arte o Profanación?”
  1. ¿Es pecado tener/hacerte un tatuaje?
    Tatuajes.
    ¿Por dónde empezar?
    Hay quienes entienden que los tatuajes no son algo que glorifica a Dios. Hay otros que dicen que es un símbolo permanente de su amor por Él. Pero, ¿hay algún problema con hacerse un tatuaje? ¿Es pecado?
    Para contestar la pregunta directamente: No.
    Como tal, no es un pecado tener o hacerte un tatuaje.
    En el Antiguo Testamento – como mencioné en una entrada anterior – los tatuajes eran prohibidos por Dios. No obstante, al profundizar en el estudio de la Palabra, nos damos cuenta que el propósito de la prohibición de tatuajes (al igual que muchas otras cosas) era para separar y distinguir los Israelitas de los pueblos paganos a su alrededor – que marcaban sus cuerpos
    como ritos a sus dioses y otras prácticas semejantes. Interesantemente, en el Nuevo Testamento, no hay mención sobre tatuajes o pantallas.
    Algunas personas refieren al texto bíblico de 1 Corintios 3:16-17, en el cual Pablo menciona que el cuerpo es templo del Espíritu Santo y cualquiera que destruyese el cuerpo, Dios le destruirá a él. Pero, citar este versículo por sí solo es una violación al contexto sobre el cual fue escrito: La Fornicación. No tiene que ver con tatuajes o pantallas.
    Ahora bien, lo que sí tenemos es una serie de pautas (o reglas guía) que se deben utilizar para tomar decisiones – no sólo de tatuajes, pero de todo aquello que la Biblia no especifica. Para efectos del tema, los ejemplos serán dirigidos a los tatuajes, aunque son pautas generales para cualquier tipo de decisión.
    PAUTA #1: “«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo.” (1 Corintios 10:23)
    • Básicamente, antes de hacer cualquier cosa, necesitamos pausar y pensar: “¿Cómo esta decisión me beneficiaría a mí y a los que me rodean?”
    • Hacerse un tatuaje es tan personal, que puede llegar a ser orgulloso y egoísta de tu parte sin darte cuenta.
    • Como cristiano, las personas que inmediatamente deber llegar a tu mente son: tus padres, tu esposo/a (si aplica), tus pastores y/o líderes en la iglesia y tus hermanos/as de la iglesia. ¿Ellos estarían de acuerdo a que te hicieses un tatuaje? Al hacerte un tatuaje sin la aprobación de ellos corres el riesgo que que cometas el pecado de rebeldía – y eso es una marca en tu corazón, no en tu piel.
    • Además debes considerar el POR QUÉ quieres un tatuaje. Me parece que debe haber una razón más allá de “¡quiero uno!”
    o “¡se ve brutal!”
    PAUTA #2: “Más vale no comer carne ni beber vino, ni hacer nada que haga caer a tu hermano.” (Romanos 14:21)
    • Básicamente, lo que nos dice es que tenemos que ser CONSIDERADOS de aquellos que tal vez no vean las cosas de la fe como tú las ves. En otras palabras, tienes que ser considerado/a de la señora de tu iglesia que piensa que los tatuajes son “del diablo.”
    • Si piensas conseguirte un tatuaje, hazlo en algún lugar que sea fácilmente tapado por tu ropa de iglesia, para que no alarmar a los hermanos mientras estés allí.
    • Tal vez te consigas un tatuaje gigantesco en tu cara que diga “¡CRISTO TE AMA!” pero puede que le causes estrés a alguien más… modesto… que tú. Háztelo en el brazo o en el hombro y predicas con él en un concierto o en la playa, cuando te pongas la camisa de “Cristo Salva” sin mangas. Hay un lugar para tatuajes y puede que la iglesia no sea el mejor.
    PAUTA #3: “En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31, énfasis añadido)
    • Como Cristianos, esto debe ser aplicable a todo aspecto de nuestras vidas. Las palabras “cualquier otra cosa” son absolutas. ¿Guiar el auto? Para la gloria de Dios. ¿Mi vestimenta? Para la gloria de Dios. ¿Hacer chistes? Para la gloria de
    Dios. ¿Tatuajes? Para la gloria de Dios.
    • Es todo por nuestro testimonio. Necesitamos probar que Cristo vive en nosotros y que Él es nuestra redención de la forma que vivimos, no sólo con lo que decimos.
    El Veredicto

    Puedes tener/hacerte un tatuaje e ir al cielo. Dios no se preocupa tanto por el exterior tanto como el interior. (1 Samuel 16:7). Sin embargo, tenemos que recordar que somos EMBAJADORES DE CRISTO (2 Corintios 5:20) y debemos ejercer sabiduría y prudencia si tener un tatuaje es algo que estamos considerando. No sólo pienses en ti si piensas hacerlo. Tienes
    un testimonio que cuidar.

    Cosas para recordar en el momento de hacerte un tatuaje:
    • ¿Me hace falta o es que sencillamente lo quiero?
    • ¿POR QUÉ lo quiero?
    • ¿Tengo la aprobación de mis padres/cónyuge? (o, si aplica, “¿Qué tipo de ejemplo quiero ser para mis hijos? ¿Un tatuaje perjudica/ayuda a este fin?”)
    • ¿Va en contra de las normas establecidas en mi iglesia?
    • ¿Mis pastores/líderes aprobarían de que tenga un tatuaje? ¿Aprobarían del arte que quiero?
    • ¿Estoy de acuerdo con las reglas/condiciones asociadas con tener un tatuaje? (Por ejemplo, quitarte la pantalla antes de subir al altar por cualquier razón) NOTA: Si te haces un tatuaje o pantalla y te rehúsas a este tipo de limitaciones, estás en rebeldía y ¡estás pecando!
    • ¿Es algo que voy a querer en 25 años? ¿35?
    • ¿Me ayuda a glorificar a Dios? ¿Cómo?
    • ¿Me ayudará a bendecir/evangelizarle a otras personas?
    Además asegúrate que haces tú investigación sobre los riesgos envueltos en tatuarse (hepatitis, por ejemplo) y asegúrate que consigas un lugar certificado y estéril para el procedimiento.
    Finalmente, presento una buena razón para tener un tatuaje:
    Conozco un muchacho que tiene un tatuaje en su pecho, donde estaría su corazón. Son tres clavos ensangrentados dentro de una corona de espinas y las palabras “Recuerda el precio de tu corazón” en un círculo alrededor de los clavos y la corona. Las letras están al revés de modo que, cuando se mira en el espejo, las puede leer correctamente. Dice que es un recordatorio constante para no pecar. El va a las piscinas con camisilla y pocos son los que saben que tiene un tatuaje. El tatuaje es entre él y Dios y lo ayuda a glorificar a Dios recordándole la importancia de ser santo delante de Dios.
    Hay algunos que dicen que Jesús tiene un tatuaje en su muslo (Apocalipsis 19:16)…
    Pero no recomiendo utilizarlo cuando abogues tu caso a tus pastores.
    “No comprometas tu testimonio por una opinión socialmente aceptable que carece santidad.”

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