¿Qué es el Deísmo?
“El deísmo, aunque en teoría admite la existencia de Dios, en la práctica lleva al ateismo, porque un Dios que no se relaciona con el hombre en ningún sentido, no tiene ningún tipo de implicación alguna y al final es como si no existiera.”
El término “deísta” fue usado por primera vez a mediados de los 1500 por el teólogo suizo llamado Pierre Viret y luego en los 1600 por Lord Herbert of Cherbury. Sin embargo, los deístas consideran a Herbert como el padre del deismo. En “De Veritate”, Herbert, postula que con el uso de la razón y otras facultades innatas el hombre puede descubrir la verdad y a Dios. Sus escritos condujo el desarrollo del deísmo como una filosofía divulgada principalmente en Francia por otros deístas como Montesquieu, Voltaire, y Rousseau.
Luego esta nueva “religión de la razón” fue introducida en América y aceptada por grandes figuras como Thomas Paine y Benjamin Franklin. Cualquiera que ha estudiado sobre el deísmo debe haber escuchado sobre el “el relojero”. Los deístas comparan a Dios con un relojero que hace un reloj solo para luego dejarlo funcionando por sí solo. En otras palabras, creen que Dios o una fuerza creó el universo y sus leyes naturales para luego dejarlo corriendo por sí solo y libre de cualquier interferencia o interacción divina. Al afirmar esta posición, el deísta choca con un grave problema. Si Dios sostiene el universo entonces Dios está interfiriendo o interactuando. Si Dios no sostiene el universo, entonces ¿cómo el universo puede permanecer en existencia? Vea Hebreos 1:3.
¿”La Creación es la Biblia del deísta”?
Aunque por lo general los deístas creen en un Dios que está desconectado del mundo, hay otros que creen que ha habido pocas y raras veces en que este Dios interactúa con su creación (Brutus C. Tipton, Deism: A New Beginning). En cuanto a la vida eterna algunos creen en la vida después de la muerte pero no están seguros si serán o no salvos y que Dios usó la evolución para crear al mundo. Aunque el deísta apela a la razón para creer en Dios su doctrina no suena muy razonable pues como decían los grandes filósofos de la antigüedad como Aristóteles, el hombre es por naturaleza un ser sociable en el sentido de que en toda civilización humana siempre ha buscado interactuar socialmente no sólo con sus semejantes sino también con nuestro Creador.
Contrario al dios distante de los deístas, el cristianismo enseña que el verdadero Dios de la Biblia satisface los deseos y las necesidades espirituales en la persona de Jesucristo quien es consistente ya que somos hechos a imagen de un Dios sociable que dijo que “no es bueno que el hombre esté solo” y que sí interactúa con su creación (vea Génesis 1; 2:18; Salmo 42 y Mateo 1:23). En cambio, los deístas insisten en que una relación personal entre Dios y el hombre es imposible. Afirman que solo podemos saber de nuestro Creador a través de las leyes de la física rechazando así toda revelación divina. Como escribió el deísta Thomas Paine, “La creación es la Biblia del deísta” (Thomas Paine, The Age of Reason, p.173).
En otras palabras, los deístas no creen en ningún libro sagrado pues dicen que “Dios nos dio razón, no religión” (World Union of Deists). Por tanto, cualquier tema sobre el pecado, juicio, redención, etc., es irrelevante porque la creación no enseña nada de estos conceptos las cuales solo se puede encontrar en la Biblia que ellos rechazan. Estamos totalmente de acuerdo con los deístas de que la creación es prueba suficiente de la existencia de un Dios que inteligentemente diseñó y creó un universo de espacio, tiempo y materia (Romanos 1:20). Sin embargo, este conocimiento no provee por sí solo las respuestas a otras preguntas importantes cómo ¿A dónde vamos cuando morimos? ¿Cómo el universo y el hombre comenzaron a existir? ¿Por qué estamos aquí? Y sobre otros conceptos como el pecado, la justicia, vida eterna, y el eterno juicio.
En otras palabras, hay una larga lista de preguntas esenciales que el hombre siempre se ha preguntado las cuales la creación por sí sola no puede responder. Los mismos grandes filosofos y cientificos como Tomás de Aquino, Johannes Kepler, Francis Bacon, Galileo Galilei, Thomas Browne y otros afirmaban que es más razonable pensar que tenemos dos grandes libros para evitar caer en el error y conocer la verdad de Dios, la primera, las Escrituras la cual revela Su voluntad y la segunda, la Naturaleza la cual expresa Su poder. En estas dos podemos contemplar la armonía de ambas revelaciones. Como diría el filósofo Orígenes, “El paralelo entre naturaleza y Escritura es tan completo que necesariamente debemos creer que la persona que pregunta sobre la naturaleza y la que pregunta sobre la Escritura están obligadas a llegar a la misma conclusión” .
https://mormosofia.wordpress.com/2015/02/11/leyendo-en-el-gran-libro-de-la-naturaleza-primera-parte/
El Uso de la Razón NO es Suficiente
De hecho, desde la creación solamente, ¿cómo el deísta sabe que la lógica y la razón realmente existen? La razón no tiene masa y es conceptual (inmaterial). Así que, ¿cómo una creación física puede revelar la noción no física de la razón? ¿Cómo va a entender conceptos como el pecado, arrepentimiento, y el eterno castigo/galardón sin una fuente adicional de revelación divina? Sin esta revelación divina y dejado por sí solo, el buscador de la verdad solo puede imaginarse las respuestas o simplemente ignorar estos asuntos importantes con la falsa esperanza de que al final todo saldrá bien.
No solo eso, si los hombres desarrollan sus propias explicaciones sobre muchas de estas preguntas terminarán contradiciendose unos a otros como demuestra la historia de la filosofía humana. ¿Quién decide cuál respuesta es la correcta? Esto es un dilema que hasta deístas como Brutus C. Tipton y Thomas Paine han admitido (Brutus C. Tipton, Deism: A New Beginning y Thomas Paine, The Theological Works of Thomas Paine, p.261). En otras palabras, si los deístas están equivocados y la Biblia es verdadera entonces estarán en serios problemas en el día del juicio pues el deísta concluye que es dejado con poco o ninguna esperanza de recibir alguna asistencia o iluminación por parte de Dios. ¡Qué existencia más deprimente y solitaria esto debe ser, principalmente en esos momentos de crisis personal cuando un Dios personal e interactivo es lo más que uno necesita!
En cambio, los cristianos no especulamos sino que creemos que el hombre puede conocer y saber con certeza las cosas que Dios ha revelado sobre Sí mismo en Su palabra escrita (2 Timoteo 3:16-17 y 1 Juan 5:20). Simplemente no podemos imaginarnos que un padre se oculte para siempre de su hijo y que nunca se comunique con él. Tampoco podemos imaginar que un Dios bueno oculte de las criaturas creadas a Su imagen la revelación de su Ser y de su voluntad. El uso de la razón no es suficiente. Dios ha hecho al hombre capaz y deseoso de conocer la realidad de las cosas, ¿y acaso ocultará una revelación capaz de satisfacer ese deseo?
Sin duda alguna un Dios amoroso y sabio no dejará que el hombre perezca por falta de conocimientos, descontado ante el enigma del universo. Así que, es razonable pensar que Dios expresara en un libro su mensaje al hombre pues los libros constituyen el mejor método de preservar la verdad íntegra, y transmitirla de generación en generación. Ni la memoria ni la tradición oral son dignas de confianza. Así que, es razonable esperar asimismo que Dios inspiraría a sus siervos para registrar las verdades que no podrían haber sido descubiertas por la razón del hombre. Y finalmente, es razonable creer que Dios ha preservado en forma providencial los manuscritos de las Sagradas Escrituras, y ha inspirado a la iglesia para incluir en el canon sólo aquellos libros que tuvieron su origen en la inspiración divina.
¿Fe Vs Razón?
Al igual que los ateos militantes, los deístas también creen que la fe y la razón son opuestas. Es irónico que digan esto cuando el padre del raciocinio y la filosofía moderna fueron René Descartes y Sir Francis Bacon quienes también eran hombres de fe. Después de todo, Jesús mismo dijo, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu MENTE” (Mateo 22:37) y Dios mismo dijo “Venid ahora, y razonemos —dice el Señor— “ (Isaías 1:18; 1 Pedro 3:15; Romanos 12:1 y Lucas 10:27). Pero no solo eso, los más grandes filósofos cristianos de la antigüedad no veían a la razón y la fe como enemigas mortales.
Al contrario, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino siempre enseñaron que, “Creer es aceptar pero hay que seguir pensando” y que todos tenemos fe en algo pues antes de entender algo, usted pone la fe de que podrá ser entendido, antes de descubrir la razón, usted tiene que poner fe de que la razón es una posibilidad y antes de racionalizar, usted pone la fe de que hay racionalidad. Como dice Chesterton, “La razón es por sí mismo un artículo de fe.” Los apologistas cristianos y filósofos actuales, John Lennox y William Lane Craig, lo ponen de esta manera: “La razón es una herramienta que nos ayuda a comprender mejor nuestra fe y a defenderla, como lo explicó San Anselmo, la nuestra es una fe que busca entendimiento”.
Por tanto, la fe cristiana no es un salto ciego e irracional hacia la oscuridad y cuando la razón humana es iluminada por el Espíritu Santo nos puede ayudar en nuestra búsqueda de la verdad. Desde una perspectiva bíblica, la fe y la razón (Fides et ratio) cooperan entre sí. Mientras que los materialistas y deístas quedan atrapados en lo físico al pasar por alto la vasta realidad espiritual. Ser cristiano simplemente no significa que no podemos ser críticos o de mente abierta. De hecho, creemos que todo cristiano tiene el derecho y la responsabilidad de cuestionar cualquier movimiento, persona y creencia a la luz de las Escrituras (Vea Hebreos 13:9; 1 Tesalonicenses 5:21 y 1 Juan 4:1).
Como dice Chesterton, “La iglesia nos pide que al entrar nos quitemos el sombrero, no la cabeza.” De hecho, creemos que la lógica existe porque Dios existe y porque estamos hecho a la imagen de un Dios lógico y racional (Génesis 1:2-27). En cambio, en un mundo deísta, el hombre no está hecho a la imagen de un Dios racional. Por tanto, ¿cómo el deísta puede saber que la lógica y la razón realmente existen y que ellos están en una posición de hacerlo y usarlo? Sobretodo, cuando desde la perspectiva materialista el hombre no razona sino que solo reacciona químicamente según las leyes de la física. Como dicen ateos como Stephen Hawking, Sam Harris y Daniel Dennett, solo somos máquinas de carne sin consciencia, ni libre albedrío lo que significa que en un mundo sin Dios no se puede ser un libre pensador. Supongo que esta la razón por la que ateos como Stephen Hawking, Richard Dawkins, Neil DeGrasse Tyson y Lawrence Krauss menosprecian la filosofía.
Los deístas también dicen estar interesados sólo en hechos por lo que creen que la fe y las evidencias son mutuamente exclusivos. Sin embargo, aunque es cierto que muchas verdades espirituales no pueden ser probadas mediante las leyes de la naturaleza eso no significa que no tienen evidencias. Basta con examinar las antiguas y nuevas evidencias históricas y arqueológicas que apoyan la veracidad de la Biblia. Como señala, el erudito de la Biblia y una de las autoridades de los rollos del Mar Muerto, Millar Burrows, “Más de un arqueólogo tiene respeto a la Biblia la cual aumenta a medida que hace descubrimientos y excavaciones en Palestina”. Arqueólogos reconocidos como el Dr. Joseph P. Free y William F. Albright al igual que varios historiadores han admitido estar equivocados en dudar sobre la historicidad de las Escrituras. Así que, a diferencia de otras religiones, el cristianismo es una fe que ha sido acompañada y confirmada por la lógica y la razón.
¿La Religión Es Mala?
Muchos deístas también creen que la religión es mala, principalmente la cristiana. Al igual que muchos ateos militantes, los deistas que se oponen al cristianismo cometen la falacia de evidencia incompleta (supresión de pruebas) ya que ignoran por completo las aportaciones positivas que el cristianismo le ha dado al mundo tales como las primeras universidades, hospitales, inventos, arte, descubrimientos científicos, misiones médicas, organizaciones humanitarias, etc . También ignoran que en aquellos países civilizados donde el cristianismo se convierte en la religión dominante sus ciudadanos comienzan a experimentar gran cantidad de libertad, derechos humanos, mejor calidad de vida y prosperidad económica.
Sin olvidar que un verdadero deísta no puede declarar si algo es bueno o malo ya que su dios antisocial no les ha revelado lo que es bueno o malo. Algunos famosos deístas han sido simpatizantes con el cristianismo y otros como Voltaire y Robert Johnson la odiaban. Quizás por eso algunos no creyentes creen que deístas como el filósofo Voltaire eran ateos cuando en realidad no lo eran. Al contrario, Voltaire despreciaba más el ateísmo que la religión organizada (Bill Messler, H. James Cleaves). Al punto que dijo que “El ateísmo es el vicio de unos pocas personas inteligentes” y que “una verdadera ciencia conduce a la divinidad y una falsa ciencia al ateísmo.” En cuanto a su rechazo al cristianismo no le fue bien pues no solo murió loco (igual que Nietzsche) sino que había profetizado que en 100 años sería el fin del cristianismo y la Biblia cosa que nunca ocurrió. Al contrario, en el mismo lugar donde dijo que la Biblia y el cristianismo desaparecerían fue establecida una gran librería de distribución de Biblias.
¿Los Padres de la Nación Americana eran ateos y deístas?
Algunos anticristianos también creen que los Padres Fundadores de Estados Unidos de América fueron ateos y deístas. Pero esto es falso. De hecho, según historiadores como Greg Frazer, solo dos (Jefferson y Franklin) profesaron ser deístas y ninguno ateo (Vea Frazer/Mohler interview, “What Did America’s Founder Really Believe?”). La mayoría de ellos (como Charles Caroll, Robert Treat Paine, Benjamin Rush, Richard Stockton, John Witherspoon, John Hart, Roger Sherman, William Samuel Johnson, Patrick Henry y otros) eran cristianos devotos que iban a la iglesia. De hecho, para los Padres de la Nación Americana, la religión era esencial y vital para un buen gobierno. Hasta el primer presidente de Estados Unidos, George Washington, dijo que “No se puede gobernar correctamente sin Dios y la Biblia”. Sin olvidar que aquellos que son llamados “deístas” tenían una creencia mezclada con el cristianismo, deísmo (religión naturalista) y el racionalismo (Vea Frazer/Mohler interview, “What Did America’s Founder Really Believe?”)
Thomas Jefferson, por ejemplo, aceptaba que Jesús fue un buen maestro de moral pero no aceptaba su deidad rechazando así la idea de que tenía el poder de hacer milagros. Pero como dice el historiador Gordon Wood la mayoría de estos deístas coexistían amigablemente con los cristianos (Gordon Wood, Creation of the American Republic 1776-1787, p.60). Ambos mantuvieron gran respeto hacia la Biblia y algunos deístas como Benjamin Franklin dieron entender que creían en un Dios interactivo con las actividades del hombre.
De hecho, Franklin hasta citaba la Biblia como Salmo 127:1 y Mateo 10:29 y su popular frase dedicada para el Congreso que dice “La Rebelión contra los Tiranos es Obediencia a Dios” tenía hasta diseños religiosos del Antiguo Testamento (Vea The Autobiography of Benjamin Franklin y Carl Van Doren, Benjamin Franklin, p. 777 ). Aunque Benjamin Franklin y John Adams no estaban de acuerdo con algunas doctrinas cristianas sí consideraban importante la moral cristiana en el gobierno y en la Constitución de Estados Unidos (Benjamin Franklin, The Writings of Benjamin Franklin y John Adams, letter to Zabdiel Adams, June 21, 1776). De hecho, cualquiera que dé una visita al Washigton DC puede ver citas bíblicas en sus monumentos históricos. Todo esto refuta la creencia de que la mayoría de los Padres de la Nación Americana eran ateos y deístas.
En fin, el deísmo nos presenta un dios muy diferente al Dios de la Biblia e ignoran que la razón no es suficiente para responder a las preguntas filosóficas y necesidades espirituales del hombre. Como diría el renombrado físico, cosmólogo y geólogo, Robert Jastrow, “Para el científico que ha vivido por su fe en el poder del raciocinio, el final del relato es como una pesadilla. Él ha escalado las montañas de la ignorancia; está a punto de vencer el pico más encumbrado; al momento de arrastrarse con esfuerzo sobre la última roca, lo saluda un grupo de teólogos que por siglos ha estado sentado allí.”, saludos
https://coachingfilosofico.com/ateismo-agnosticismo-deismo-y-panteismo/
http://kensongonzalez.blogspot.com/2016/05/deista-o-teista.html