“¿Los anabaptistas eran herejes por no creer en el bautismo infantil?”
Hay algunos problemas bíblicos, históricos y lógicos con este argumento que usa el “pastor” reformado Enior Josué y otros protestantes paidobautistas. En primera, muchos protestantes como el mismo amigo de Enior y pastor bautista reformado, Will Graham, no cree en el bautismo infantil. ¿Significa eso que Will Graham también es un herejes? ¿Significa eso que su amigo es un "anabaptista" lo cual también desprecia Will? Sepa también los seguidores credobautistas de Enior Josué que este señor los considera a ustedes como “herejes” también por no creer en el pedobautismo. Habrá que esperar si Will Graham critica la herejía de su colega, Enior Josué (o viceversa) como hace con los pastores pentecostales y carismáticos en sus redes sociales o si se hará otra vez de la vista larga porque Enior es reformado como él y lo cual mostraría otra doble moral en ambos "pastores". Segundo, la apelación a Juan Calvino y Martin Lutero para aprobar el bautismo de bebés no solo es una falacia de autoridad, sino que tampoco lo usaría como una fuente cristiana puesto que ambos persiguieron a los anabaptistas matando a miles de ellos solo por pensar teológicamente diferente. El mismo pastor reformado y traductor de la Biblia más usada por los protestantes y evangélicos, Casiodoro de Reina y Sebastián de Castellio, no pudo contener sus lágrimas ante aquellos pensamientos y recuerdos pues la muerte de su compatriota, Servet, “golpeaba sus entrañas” y porque “Al mismo tiempo, calvinistas y luteranos se unían para denostar, y en ocasiones perseguir, a los anabaptistas” o cual ambos consideraban como “la peor herejía de todas” (Casiodoro de Reina, Libertad y tolerancia en la Europa del siglo XVI, Centro de Estudios Andaluces, págs. 30, 84-85).
Por cierto, el mismo Martin Lutero admitió que no hay sustento bíblico para el bautismo de bebés y que solo lo siguía porque era una antigua tradición que aprendió de la iglesia católica romana de donde salió lo cual es apelar a una falacia de tradición. Pero no solo eso, tanto Lutero (Luther Work, Vol. 40, 255-256), como Calvino en sus Instituciones (Vol. III p.491 Edic. de la Junta de Publicaciones Presbiterianas) también admitieron que la definición correcta o antigua terminología eclesiástica en los léxicos griegos de la palabra “bautizo” significa inmersión, sumergir o hundirse tal como lo practicaron los anabaptistas y los Bautistas modernos. Tercero, no solo Enior usa varias falsas analogías en su post sino que ignora que en ninguna parte de Hechos 10:48; 16:33; 18:8 y 1 Corintios 1:16 dice que en esas familias había recién nacidos por lo que está especulando algo que el texto no dice (eiségesis). Según la carga de prueba él tendría que demostrar que en tales familias había bebes lo cual no puede. Además, el apóstol Pablo dijo, “cree en el Señor Jesucristo y será salvo tú y tu casa” (Hechos 16:31) lo que implica que toda su familia tenía uso de la razón porque tenían que creer cosa que también se demuestra en el versículo 34. Un bebé no tiene la capacidad de creer por ende tanto la familia de Hechos 16 al igual que los otros no avalan el bautismo infantil ya que en todas se habla de creer, recibir la palabra, arrepentirse, bautizarse y regocijarse lo cual es característico de un adulto y no de un infante.
Por último, la persona correcta para el bautismo debe ser creyente (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16 y Lucas 24:46-47). Sin duda, el lenguaje de esta Comisión es claro, Mateo dice "enseñando y haciendo discípulos" se antecede al bautismo mientras que Marcos establece la necesidad indispensable de la fe antes del bautismo; y Lucas conecta el arrepentimiento y la remisión de pecados con la ejecución de la Comisión. Por tanto, de acuerdo con esta Comisión, nadie, en obediencia puede bautizar a un incrédulo o un infante inconsciente pues el incrédulo no es un discípulo penitente y por supuesto que para el infante es imposible arrepentirse y creer en el evangelio. En fin, el mismo hecho de que este pastor calvinista no permite que nadie escriba en ese post para corregirlo demuestra no solo su inseguridad de estar en lo cierto sino deshonestidad intelectual. Algunos calvinistas dicen, que sobre Calvino y Servet hay un trasfondo muy amplio que desconocemos pues Juan Calvino escribió a Servet y que este era un hereje que nunca quiso cambiar de opinión y que si Calvino y Ginebra no mataban con Servet, Servet hubiera hecho lo mismo con Calvino. Sin embargo, no hay evidencias de que Servet quería matar a Calvino y tampoco tiene sentido pues Servet no tenía ninguna posición de autoridad civil ni eclesiastica en ningún lado. Calvino sí (en Ginebra). Lo que sí hay evidencias es del homicidio planificado que cometió Calvino en su propia carta a su amigo William Farel el 13 de febrero de 1546 diciendo: "Servet me escribió recientemente con una presumida arrogancia, e incluyó a su carta un largo volumen de sus delirantes fantasías, que a mi parecer son algo desconcertantes e insólitas. Él se encargaría de venir aquí, si yo estuviese de acuerdo. Pero yo no estoy dispuesto a dar mi palabra para su seguridad, porque si él viniese, de ninguna manera le permitiré partir vivo, de tal modo que emplearé toda mi autoridad para este provecho." Además, Calvino no solo mató a Servet lo cual los mismos pastores reformados como Casiodoro de Reina fueron los primeros en condenarlo diciendo que era peor que un inquisidor católico sino que también asesinó a miles de anabaptistas quienes en su mayoría eran pacifistas y apoliticos (creían en la separación de iglesia y estado). Tratar de justificar o ignorar tales asesinatos muestra falta de ética cristiana de tu parte. Tratar de justificar tales asesinatos del tirano intolerante de Calvino es simplemente mostrar falta de ética cristiana. Otros dicen, "Te hace falta leer sobre Tomas Muntzer. Y la verdadera cara de los AnaBautistas." Sin embargo, muchos Bautistas no reformados como este servidor lo hemos leído tanto como para decirle que lo que ellos afirman gratuitamente es falso. El Dr. Keller, bibliotecario de la ciudad de Muntzer y muchos historiadores afirman que los anabaptistas de aquel tiempo [como Menno Simons y quienes eran pacifistas] declararon “no tener comunión alguna con los hombres de Muntzer y se quejaron amargamente de tener que sufrir por los delitos de otros de quienes no sabían nada, simplemente porque algunos de ellos estaban de acuerdo en rechazar el bautismo infantil.” (Benedict, Hist., pág. 124). De hecho, ningún historiador serio e imparcial como el Dr. Benedicto, Buckland, Hase, Gerard, Geseler, Fusslin, Brandt, Doner, Brown y D’ Aubigne asocia ni confunde a los anabaptistas con el movimiento de Muntzer. Al contrario, declaran que los anabaptistas eran inocentes del escándalo de Muntzer y admiten que la insurrección de Muntzer tuvo su origen en la Reformación de Lutero y no entre los anabaptistas (citado de la Introd. De Orchard, pág.16.). Además, la teología de Thomas Müntzer quien primero fue católico y luego seguidor de Martin Lutero era muy diferente a la de los anabaptistas (nuestros antepasados Bautistas) pues la teología de Muntzer era más política mientras que la de los anabaptistas era apolítica, es decir, separada del estado (Reyes Camargo, Raúl, Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, Vol. 57 Núm. 149, 2018). Sin embargo, se le llamó “anabaptista” porque rechazó el paidobautismo. Pero siguiendo esa lógica entonces todo cristiano que no cree en el bautismo infantil como Will Graham (colega de Enior), los pentecostales, testigos de Jehová, mormones, adventistas, evangélicos y hasta algunos protestantes reformados que son credobautistas serían “anabaptistas”. En otras palabras, el que una religión tenga una creencia parecida o igual a otra no significa que sean la misma. Por ejemplo, los mismos católicos y protestantes tienen creencias similares (como la doctrina del infierno, el cielo, la Trinidad, el nacimiento virginal de Cristo y su resurrección corporal) pero eso no significa que sean la misma religión. Otro argumento que usan los calvinistas para encubrir los terribles pecados de Calvino es diciendo que Calvino tampoco fue un rey en Ginebra o el cabecilla detrás de la ejecución de Servet, esa decisión la tomó un concilio conformado por 25 personas. Lo mismo dicen los apologistas católicos cuando le decimos que muchos de sus papas fueron responsables de persecuciones e inquisiciones contra los "herejes". Sin embargo, Calvino sí tenia autoridad tanto civil como eclesiastica (teocracía) en Ginebra. Cualquier historiador sabe eso. Y Calvino no solo mandó a matar a Servet (como admite el pastor y traductor reformado Casiodoro de Reina) sino que hasta planeó su muerte. Aca las evidencias históricas de este hecho, que se encuentra en la misma carta de Calvino que le envió a su amigo William Farel el 13 de febrero de 1546 diciendo: "Servet me escribió recientemente con una presumida arrogancia, e incluyó a su carta un largo volumen de sus delirantes fantasías, que a mi parecer son algo desconcertantes e insólitas. Él se encargaría de venir aquí, si yo estuviese de acuerdo. Pero yo no estoy dispuesto a dar mi palabra para su seguridad, porque si él viniese, de ninguna manera le permitiré partir vivo, de tal modo que emplearé toda mi autoridad para este provecho." ¿Pero no pidió Calvino que Servet fuese ejecutado por decapitación y no quemado para que su muerte no fuera tan dolorosa, petición que fue denegada (Ironico que denegaran las peticiones de Calvino si este realmente tenía ese "poder absoluto" con el que a menudo lo pintan)? Sin embargo, su carta a William Farel y su petición a que fuera asesinado por decapitación demuestra que tuvo parte de su ejecución. Decapitación u hoguera sigue siendo asesinato así como cuando Calvino apoyaba ahogar (como burla al credobautismo) o quemar vivo a miles hombres y mujeres anabaptistas sigue siendo herejía de la peor clase. No se puede olvidar tampoco que sin ser reyes tanto Calvino y Lutero tenían mucha influencia sobre los príncipes y reyes protestantes. De hecho, los escritos de Lutero sobre la Guerra de los Campesinos están llenos de expresiones de odio y fanatismo pues cuando fue criticado en sus últimos años por incitar a los señores regionales a una matanza violenta y despiadada (más de 100.000 campesinos), Lutero respondió en un tono desafiante: “Fui yo, Martín Lutero, quien mató a todos los campesinos en la insurrección, ya que fui yo quien ordenó que los mataran. Toda su sangre está sobre mis hombros. Pero yo la eché sobre nuestro Señor Dios quien me mandó hablar de esa manera.” (Martín Lutero, Werke, edición de Erlangen, Tomo 59, p. 284.). Por lo menos el Consejo de la Federación Luterana Mundial (FLM) pidió perdón por esta masacre de más de 100,000 campesinos. Ahora solo falta los calvinistas en pedir perdón por los errores de Juan Calvino pero dudo mucho que su orgullo se los permita. Al contrario, tratan de justificar sus crímenes lo cual es increíble.