¿Es Bíblica la Inmaculada Concepción?
Mientras que el dogma de la Asunción de María fue proclamado en 1950 por el papa Pio XII el de la Inmaculada Concepción también es un dogma reciente y tardía ya que fue proclamado dogma por el papa Pio IX en 1854. En dicha declaración se dijo que María fue “llena de gracia” lo que para el católico significa que María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su concepción. ¿Pero es esto cierto? Para saberlo hay que entender dos cosas importantes. La primera es, ¿qué es pecado original? Se trata de que Dios hizo al primer hombre justo y bueno originalmente (Génesis 1:30 y Eclesiastés 7:29) pero desobedecieron en la Caída lo que hizo que todos sus descendientes heredaran una naturaleza pecaminosa y una inclinación al mal. ¿Y qué es el dogma de la inmaculada concepción? Es la idea de que María no nació en pecado ni lo cometió. En otras palabras, no solo Jesús fue perfecto sino María también. Algunos apologistas católicos dicen que aunque el dogma se definió en 1854 la iglesia siempre lo creyó. ¿Pero es esto cierto?
Esto es falso pues mucho antes del 1854 varios católicos cuestionaron esta creencia la cual ni siquiera aparece en la Biblia ni en los llamados siete Documentos de los Padres Apostólicos como la primera carta de Clemente, el Didache, ni el Pastor de Hermas por lo que no hay ni un solo Padre Apostólico que diga que María nació sin pecado concebido o libre de pecado. Al contrario, como dice el erudito, el Dr. Gavin Ortlund, Padres como Orígenes, Juan Crisóstomo y Basilio le atribuyeron a María faltas morales como en sus comentarios sobre Juan 2 donde critican su vanagloria e impaciencia para que Cristo convirtiera el agua en vino o Lucas 1 donde dicen que la profecía de Simeón sobre la espada que atravesaría su corazón se debe a su duda pecaminosa en la muerte de Cristo en la cruz. Sin olvidar que nunca les pasó por la mente que decir estas cosas sería algo controversial para otros cristianos lo que demuestra que la supuesta Inmaculada Concepción no era sostenida por los primeros cristianos. Ya alrededor de los siglos IV y V tales creencias marianas como la Asunción e Inmaculada Concepción de María empezaron a surgir como teorías especulativas y en base de leyendas apócrifas como el Protoevangelio de Santiago (150 d.C.). Hasta los más grandes teólogos católicos de la antigüedad como Ambrosio de Milán, Agustín de Hipona, San Bernardo y Tomás de Aquino en su Suma Teológica argumentaron que todo hombre y toda mujer, incluyendo María, están afectados por el pecado original, excepto Cristo. Esto es admitido por infocatólica y el sacerdote, profesor emérito de teología y principal fundador de la Sociedad Mariológica de América en su Tomo 2 de mariología sobre este tema. Esta también es la razón por la que los ortodoxos griegos tampoco creen en la inmaculada concepción de María porque adoptan una posición agustiniana.
Por tanto, no existe esa supuesta línea de que los cristianos siempre creyeron en la Inmaculada Concepción antes del 1854. En otras palabras, no era considerado como una verdad de fe. La pregunta es si antes del papa Pio IX los católicos no necesitaban ni tenían la obligación de creer en esta creencia por 1800 años porque no era un dogma de fe entonces ¿por qué recién se decreta en el siglo 19 y cuando nadie lo creía antes? ¿Si no se puede ser católico si no se cree en este dogma entonces ¿acaso no están admitiendo que no había católicos durante los primeros siglos y que Aquino tampoco fue realmente católico por cuestionarla? No solo eso, según el catecismo numeral 86, “el magisterio no está por encima de la Palabra de Dios sino a su servicio para enseñar por mandato divino”. Por tanto, si no hay fundamento bíblico para la inmaculada concepción ¿qué su magisterio puede interpretar una enseñanza bíblica que no existe? Debido a la escandalosa ausencia de pruebas a favor de este dogma algunos católicos han dado diferentes teorías extrabíblicas para esta creencia como la absurda idea de que su cuerpo fue formado de una partícula incorrupta del cuerpo de Adán, que había quedado sin mancha del pecado original y que Dios lo había preservado a lo largo de la historia hasta llegar el cuerpo de su madre. Sin embargo, dicho invento solo se basa en una especulación que no se sostiene con la Biblia ni con la historia. De hecho, a la mayoría de los mismos teólogos católicos (incluyendo los tomistas) de la época les sonaba ridículo y negaron que ella estuviera libre de pecado.
Hasta la escuela escolástica del mismo teólogo y filósofo católico, Tomás de Aquino, se opuso a esta creencia mariana de la inmaculada concepción diciendo que dicho dogma contradice el pecado original lo cual se transmite por vía de naturaleza. Para Tomás la idea simplemente chocaba a priori con el problema insalvable de la universalidad de la redención de Jesucristo. En otras palabras, la redención de Cristo está ligada a la del pecado original (o Caída) pues se aplica universalmente a todo hombre y mujer debido a que todos son pecadores. Por tanto y como se preguntaba el mismo Aquino, ¿cómo puede ser María redimida si su concepción fue inmaculada (sin pecado) y por ende exenta no solo del pecado original sino de todo pecado desde el mismo instante de su existencia? Así que, si este dogma fuera cierto no tendría necesidad de salvación. Por eso para Tomás y la mayoría de los teólogos de la época esto era un sin sentido pues era como decir que Cristo no es realmente el Salvador de todos los hombres, expresión que incluye a todas las mujeres. Por tanto, Tomás concluyó que María sí había sido concebida con el pecado original pero que Dios la purificó por medio de un proceso especial de santificación que tuvo lugar después de su concepción, pero antes de su nacimiento. De modo que, para Tomás, María nació sin pecado, pero sin haber sido concebida inmaculada, lo cual equivale de facto a negar la inmaculada concepción, o como mínimo a no afirmarla explícitamente. A quienes defienden que, aunque Tomás no afirmó explícitamente este dogma, tendrían razones teológicas para fundamentarlo y definirlo académicamente. Además, cuando le preguntamos a los apologistas marianos a ¿qué se refería María en Lucas 1:46 cuando dijo “se engrandece mi alma en Dios mi Salvador”? y ¿De qué Dios la iba salvar o de qué necesitaba ser salva? Algunos católicos responden diciendo que eso no significa que tenía pecado, sino que ella solo se estaba humillando porque fue favorecida por lo que tratan de evadir la respuesta y se van a la tangente porque no tienen respuesta. Sin embargo, la respuesta la encontramos en el mismo capítulo donde Mateo dice claramente que Cristo “salvará a su pueblo de sus PECADOS” (Mateo 1:20-21). Como no hay base bíblica ni histórico para este dogma muchos marianos emplean varios malabarismos hermenéuticos para tratar de justificarla como falsas analogías o cuando dicen que aparte de Jesús hay más personas perfectas o justas que también nacieron sin pecado concebido como Noe, Job y José. Sin embargo, hay varios problemas con este tipo de mal argumento. La primera es que empeora y complica su situación ya que ahora están diciendo que hay más personas que vivieron sin pecado y no solo Jesús y María lo cual como dijo Tomás de Aquino “haría que Jesús no sea el Salvador de todos los hombres”. Segundo, contradice las mismas palabras de Jesús quien dijo que solo Dios es bueno lo cual también es una referencia a Él mismo ya que es Dios. Tercero, la perfección que habla la Biblia de los creyentes no tiene nada que ver con su concepción o estilo de vida sino con su fe pues Dios nos ve perfectos en Cristo cuando nacemos de nuevo espiritualmente. En otras palabras, nuestra perfección o santificación posicional no depende de nuestras obras porque fue hecha una vez y para siempre por Jesucristo (Hebreos 10:14). Mientras que nuestra santidad práctica o progresiva ya es otra cosa la cual comienza una vez que hemos sido santificados posicionalmente (Compare Génesis 6:9 con Hebreos 11:7). Por no saber diferenciar entre ambas santificaciones es que muchos caen no solo en el error de la salvación condicional sino también en la herejía de la inmaculada concepción de María o la falsa doctrina de la perfección.
Ser justo tampoco es sinónimo de estar sin pecado pues como está escrito en 1 Juan 1:8, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” Entonces ¿qué significa ser justo? Significa que al igual que la santidad posicional somos también justificados por la sangre de Cristo, es decir, por lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz del Calvario (1 Corintios 6:11; Romanos 3:24 y 5:1). También es obvio que Noé, Job, y José tuvieron pecados pues así lo dice la Biblia, no solo porque murieron (igual que María) lo que demuestra que nacieron con el Pecado Original la cual todos heredamos de la Caída de Adán (Romanos 5:12 y 6:23) sino porque Romanos 3:23, 5:12 y 18 dice claramente, “por cuanto todos pecaron”. ¿Acaso ahora todos no son todos? Aquí no dice, todos pecaron, menos María” o “todos pecaron excepto María, Job, Noé y José, etc” sino TODOS por lo que se sobreentiende que no se está hablando de Cristo quien es el Dios el Creador sino de toda criatura humana que ha sido engendrado por sus padres biológicos (en teología a esto se le conoce como traducianismo). De hecho, hasta el mismo Job reconoce esto en Job 19:25 cuando dijo, “Yo sé que mi Redentor vive”. Por tanto, si Job era inmaculado entonces ¿de qué tenía que ser redimido si según algunos apologistas católicos no tenía pecado? Negar esto simplemente sería caer en pura herejía del pelagianismo de la cual condenó el mismo Agustín de Hipona. Además, Romanos también enseña que la paga del pecado es muerte y que pasa a todos los hombres. Por tanto, ¿por qué María murió si supuestamente ella no tenía pecado? Si María no hubiese pecado no hubiese muerto físicamente. Algunos católicos dicen que María no murió, sino que durmió o un transitus. Sin embargo, en la Biblia la palabra “dormida” puede referirse en forma simbólica o descriptiva a la muerte, porque un cuerpo muerto da la apariencia de estar dormido (Lucas 8:52; 1 Corintios 15:6, 51-53 y 1 Tesalonicenses 4:13-17). Por tanto, la llamada Dormición de María solo puede tener sentido bíblico si se refiere a su muerte física. Además, negar que María haya muerto es contradecir su propio magisterio pues en la página del Vaticano se puede leer al papa Juan Pablo II admitiendo que la idea de que María fue liberada de la muerte era desconocida hasta el siglo XVII y que según los antiguos teólogos como Santiago de Sarug (+521), Modesto de Jerusalén (+634) y Juan Damasceno (+704) ella sí murió (Juan Pablo II, Audiencia General, miércoles, 25 de junio de 1997, La Dormición de la Madre de Dios). Hasta los Padres de la Iglesia hablan de su muerte. El mismo hecho de que hay dos viejas tumbas de María (una en Jerusalén y otra en Éfeso) demuestra que en el pasado los católicos creían que ella había muerto y no solo Juan Pablo II sino Bartolomé I (en 2010), Patriarca de Constantinopla y de la iglesia ortodoxa griega también lo reconoce y hasta conmemoran su muerte cada 15 de agosto. De hecho, esta es la razón por la que los ortodoxos griegos no aceptan la supuesta inmaculada concepción de María puesto que su propia muerte demuestra que nació con el pecado original. En otras palabras, creer que María fue inmaculada y que murió es contradecirse pues la causa de la muerte es el pecado.
En cambio, sabemos que Cristo murió no por sus pecados sino porque cargó el de todos nosotros sin conocer el pecado. Pero ¿y María? ¿Qué causó su muerte? ¿Sus pecados o el de los demás? Entendemos que algunos católicos como el P. Joaquín Cardoso en su librito, "La Asunción de María Santísima" explican su muerte diciendo que ella sí murió, pero por nuestros pecados (como y juntamente con Jesucristo) y por eso la llaman co-Redentora. Sin embargo, no hay respaldo bíblico, ni histórico para esta creencia. Al contrario, la Biblia no dice que “por un hombre y una mujer” somos redimidos del castigo del pecado y la muerte sino por “un solo hombre, Jesucristo” (Romanos 5:12-17 y 1 Corintios 15:21). Además, según las mismas tradiciones apócrifas de las cuales se fundamentan los católicos para la asunción y resurrección anticipada María, ella murió por causas naturales, no porque murió por nuestros pecados. Por tanto, la inmaculada concepción no se sostiene ni con los mismos relatos apócrifos y asuncionistas.
Además, ¿acaso ella no tuvo dolores de parto como cualquier otra mujer y lo que entraría en contraste directo con el dogma de la inmaculada concepción y la virginidad perpetua? Muchos católicos cometen la falacia de evidencia incompleta (cherry picking) al citar algunos padres de la iglesia que creyeron que María no tuvo dolores de parto pero ignoran otros que afirmaron que sí los tuvo. En otras palabras, y como admite el apologista católico Guido Rojas y el sacerdote Jordi Rivero, la idea que María tuvo o no dolores de parto fue discutida por teólogos y padres de la iglesia por lo que no era parte del dogma. Por ejemplo, el padre latino más antiguo, Tertuliano, al igual que otros padres y teólogos de la Iglesia sostuvieron que María sí tuvo un parto normal lo que implicaría dos cosas: que María no fue siempre virgen ni inmaculada. Sin embargo, los apologistas católicos niegan que María tuvo dolores de parto sino que sostienen que Cristo entró y salió como rayo de luz atravesando un cristal (como decía también Agustín de manera especulativa) y sin dar ninguna prueba de ello. El teólogo católico, Tomás de Aquino, también trata de jutificar este dogma diciendo que ella no tuvo dolores de parto. Sin embargo, no hay nada que nos haga pensar que no las tuvo. Simplemente afirma que ella dio el nacimiento sin abertura del útero y sin perjuicio para el himen por lo que no dejó de ser virgen porque no tuvo dolores de parto y porque nunca tuvo relaciones sexuales con su marido José. Aunque tampoco hay razón para creerlo.
Lo irónico es que cuando tratan de justificar su marianismo con las Santas Escrituras diciendo que la mujer de Génesis 3:15 y Apocalipsis 12:1 se refiere a María ignoran, mutilan o se comen los siguientes versículos de ambos pasajes donde indican que la mujer tuvo “dolores de parto”. Pero no solo eso, dicho dogma también choca con Lucas 2:22 donde se habla de que bajo la Ley de Moisés toda mujer judía con flujo de sangre tenía que ir al Templo para purificarse porque en todo parto hay derramamiento de sangre la cual era considerado como algo impuro. Ahora de ¿la purificación de quiénes se está hablando aquí? Obviamente de María. Por eso en algunas versiones de la Biblia dice “para la purificación de ella” refiriéndose obviamente a la purificación de sangrado lo que demuestra que ella sí tuvo un parto natural en la que abrió matriz y por consiguiente dejó de ser virgen (Levítico 12:8). De hecho, este es el pasaje que Tertuliano usa principalmente para demostrar que María perdió su virginidad en el momento del parto.
Por tanto, si según Lucas (que era un médico) María ofreció dos tórtolas o dos palominos como sacrificio y tuvo un parto normal lo cual es consecuencia del pecado entonces eso demuestra que el dogma de la inmaculada concepción y la perpetua virginidad de María no pueden ser verdadero. Sin olvidar que el evangelista Lucas (Lucas 2:23) también habla de que el primogénito es aquel que abre la matriz, en la Vulgata latina de Jerónimo se utiliza la palabra "vulva" y ya desde entonces la vulva anatómicamente abarca incluso el himen. Por tanto, si Jesús abrió "vulva" abrió himen lo que también demuestra que María sólo fue virgen en la concepción de Jesús, pero ya en el parto y después del parto no fue más virgen. En cambio, la concepción de Jesús sí fue sobrenatural, porque fue obra del Espíritu Santo; pero el de María parto fue normal como cualquier otro parto.
Objeciones
“¿Acaso ese “todos” en Romanos 3 y 5 incluye también a los niños? No, pues tampoco a María.”
Esto es apelar a una falacia de hombre de paja pues ningún protestante o evangélico como los Bautistas cree que los niños nacen sin pecado concebido o porque nunca hacen nada malo. Al contrario, creemos que nacen en pecado y con la naturaleza pecaminosa que todos heredamos de Adán y por eso no hay que enseñarles a mentir o robar porque eso lo hacen naturalmente. Pero que si mueren en su infancia como a través de un aborto no van al infierno porque son inocentes y no tienen la suficiente madurez para saber diferenciar entre el bien y el mal. Por tanto, esta comparación que hace el apologista católico no es válida.
“María no murió. María vive porque creyó y Dios no es Dios de muertos sino de vivos”
Cierto, sin embargo, la razón por la que creemos para vida eterna es porque primero estábamos muertos en nuestros delitos y pecados lo cual incluye a María. Por tanto, esto aplica para todo cristiano que ha creído y no solo para María. Además esto se refiere espiritualmente pues los que han muerto en el Señor todavía no han sido resucitado y tampoco hemos sido arrebatado al cielo en cuerpo y alma porque no es el tiempo de Dios. Todos los creyentes que están en cielo también creyeron y están vivos, pero eso no significa que han resucitado, ni que nunca pecaron ni que fueron asuntos al cielo (1 Corintios 15:23). Al contrario, están allí espiritualmente como almas, pero sin sus cuerpos físicos porque reconocieron que eran pecadores, que necesitaban un Salvador y porque fueron redimidos de sus pecados igual que María (Lucas 1:47). Además, el católico que diga que María no murió contradice su propio catecismo católico la cual admite que sí murió y hasta dicen que su tumba se encuentra en Jerusalén. ¿Entonces su magisterio se equivoca lo cual sería contradecir también su supuesta “infalibilidad”?
En la página del Vaticano se puede leer al papa Juan Pablo II admitiendo que la idea de que María fue liberada de la muerte era desconocida hasta el siglo XVII y que según los antiguos teólogos como Santiago de Sarug (+521), Modesto de Jerusalén (+634) y Juan Damasceno (+704) ella sí murió. (Juan Pablo II, Audiencia General, miércoles, 25 de junio de 1997, La Dormición de la Madre de Dios). Hasta los Padres de la Iglesia hablan de su muerte. El mismo hecho de que hay dos viejas tumbas de María (una en Jerusalén y otra en Efeso) demuestra que en el pasado los católicos creían que ella murió y no solo Juan Pablo II sino Bartolomé I (en 2010), Patriarca de Constantinopla y de la iglesia ortodoxa griega también lo reconoce y hasta conmemoran su muerte cada 15 de agosto. De hecho, esta es la razón por la que los ortodoxos griegos no aceptan la supuesta inmaculada concepción de María puesto que su propia muerte demuestra que nació con el pecado original. En otras palabras, creer que María fue inmaculada y que murió es contradecirse pues la causa de muerte es el pecado.
Sabemos que Cristo murió no por sus pecados sino porque cargó el de todos nosotros sin conocer el pecado. Pero ¿y María? ¿Qué causó su muerte? ¿Sus pecados o el de los demás? Entendemos que algunos católicos como el P. Joaquín Cardoso en su librito, "La Asunción de María Santísima" explican su muerte diciendo que ella sí murió, pero por nuestros pecados (como y juntamente con Jesucristo) y por eso la llaman co-Redentora. Sin embargo, no hay respaldo bíblico, ni histórico para esta creencia. Al contrario, la Biblia no dice que “por un hombre y una mujer” somos redimidos del castigo del pecado y la muerte sino por “un solo hombre, Jesucristo” (Romanos 5:12-17 y 1 Corintios 15:21). Además, según las mismas tradiciones apócrifas de las cuales se fundamentan los católicos para la asunción y resurrección anticipada María, ella murió por causas naturales, no porque murió por nuestros pecados y además sus padres eran pecadores. Por tanto, la inmaculada concepción no se sostiene ni con los mismos relatos apócrifos y asuncionistas.
“Pero Tomás de Aquino no es Pedro, ni habla excatedra, ni tiene las llaves.”
Nadie dijo que Aquino fue un papa de la iglesia católica, sino que su caso demuestra que la creencia en la Inmaculada Concepción no era un dogma y que era cuestionada incluso por los mismos grandes teólogos como Aquino, quien es considerado como Santo y Doctor de su iglesia de Roma. Si este dogma siempre fue una enseñanza cristiana entonces ¿por qué no se le consideró hereje a Tomás de Aquino o a Agustín de Hipona quien tampoco lo creía? ¿Por qué no fueron ambos destituidos o excomulgados? No lo hicieron porque es un dogma tardío que nunca fue enseñada por los primeros cristianos.
“Lo que es realmente tardía es tu iglesia Bautista que no se encontraba en el 1 siglo”
Con este argumento offtopic el apologista católico comete una falacia de arenque rojo (falacia de irrelevancia) porque aquí el debate no es cuál es la iglesia verdadera sino si el llamado dogma de la inmaculada concepción de María es verdaderamente una doctrina cristiana o no. Ese es el tema. Además, si rechazan el protestantismo por ser tardío entonces ¿por qué no rechazan también el dogma de la Inmaculada Concepción ya que también es un dogma más tardío que el protestantismo? Rechazar una y aceptar la otra es mostrar falta de consistencia.
Segundo, siempre hubo una iglesia separada y apartada de la “iglesia” católica romana como los anabaptistas y mucho antes de la Reforma de Martin Lutero. Además, el protestantismo es más antiguo que el dogma de la Inmaculada Concepción. Por tanto, si según estos apologistas romanistas no se puede ser católico si no se cree en el dogma de la inmaculada concepción entonces siguiendo esa lógica el catolicismo actual es más tardío que el protestantismo pues esta creencia no fue declarado dogma sino hasta el año 1854.
Por último, la verdadera iglesia no se identifica por su nombre eclesiástico sino por su doctrina y si la doctrina de una iglesia es tardía como lo es el dogma de la inmaculada concepción de María entonces es la suya la que no aparece en el siglo 1 y eso queda confirmado con la Biblia y con los escritos históricos de los Padres Apostólicos los cuales no mencionan para nada la Inmaculada Concepción de María. Al contrario, enseñan que todo ser humano es pecador por naturaleza, excepto Cristo quien era Dios. Por tanto y doctrinalmente hablando, es la iglesia católica romana la que no aparece en el primer siglo.
“Pero hasta tu padre Lutero sí lo creía.”
Hay dos tipos de problemas con este argumento. La primera es que dicho argumento no prueba la inmaculada concepción o virginidad perpetua de María, sino que lo único que demuestra es que un hombre con influencia católica y del siglo 16 creyó por un tiempo en la inmaculada concepción. Sin embargo, no se está debatiendo si Lutero, Calvino o Zwinglio creían o no en dicho dogma sino si el hecho fue verídico o no verídico. Que una persona crea o no en esta creencia no demuestra nada por lo que solo nos remitimos a las pruebas.
Y segundo su argumento apela a una falacia de hombre de paja porque yo no soy luterano o calvinista sino Bautista (evangélico) los cuales siempre han existido desde mucho antes de que naciera Lutero y Lutero tampoco es parte de nuestro magisterio, ni lo consideramos infalible ni es nuestra autoridad final sino solo la Biblia la cual no habla de la asunción de María y por esta razón lo rechazamos. Nuestra fe no está basada en la palabra falible de un hombre (Lutero) sino en lo que dice La Palabra infalible de Dios. La Biblia y solo la Biblia es nuestra autoridad final en materia de doctrina, fe y práctica. No lo que dijo un reformador protestante, un papa o los libros apócrifos que es donde los marianos sacan la fábula de la asunción de María. En otras palabras, nosotros no creemos en la inmaculada concepción de María porque Lutero creyera o no creyera en dicho dogma sino porque no tiene sustento bíblico, ni patrístico, ni histórico. De hecho, Lutero es del siglo 16 (1483-1546) y Aquino por lo menos es de (1225-1274) y tampoco lo creía. Por tanto, si creen que este dogma es de origen cristiano entonces ellos tienen la carga de prueba de mostrar con la Biblia o por lo menos con un padre patrístico anteniceno que era conocida por la iglesia primitiva. No con un protestante reformado.
“Si María era pecadora entonces ¿en qué momento perdió la gracia? Y si no la perdió entonces no murió”
María nunca perdió la gracia porque la salvación no es algo temporal sino eterno (Juan 10:28) y lo mismo aplica para todo aquel que ha recibido la gracia de Dios porque está escrito, en Juan 3:16. Ahora el hecho de que tengamos la gracia de Dios no significa que somos impecables o inmortales (falacia non sequitur) pues todavía vivimos en un cuerpo corrupto que todavía no ha sido redimido, sino que lo será cuando Cristo venga por Su iglesia lo cual incluye María que es parte de ella (Romanos 8:23 y 1 Tesalonicenses 4:13-18).
Por tanto, decir que María murió físicamente no es lo mismo que decir que perdió la gracia y además eso también es contradecir su propio catecismo católico la cual admite que sí murió y hasta dicen que su tumba se encuentra en Jerusalén. ¿Entonces su magisterio se equivoca lo cual sería contradecir también su supuesta “infalibilidad”? En la misma página del Vaticano se puede leer al papa Juan Pablo II admitiendo que la idea de que María fue liberada de la muerte era desconocida hasta el siglo XVII y que según los antiguos teólogos como Santiago de Sarug (+521), Modesto de Jerusalén (+634) y Juan Damasceno (+704) ella sí murió. (Juan Pablo II, Audiencia General, miércoles, 25 de junio de 1997, La Dormición de la Madre de Dios). Hasta los Padres de la Iglesia hablan de su muerte. El mismo hecho de que hay dos viejas tumbas de María (una en Jerusalén y otra en Éfeso) demuestra que en el pasado los católicos creían que ella murió y no solo Juan Pablo II sino Bartolomé I (en 2010), Patriarca de Constantinopla y de la iglesia ortodoxa griega también lo reconoce y hasta conmemoran su muerte cada 15 de agosto. De hecho, esta es la razón por la que los ortodoxos griegos no aceptan la supuesta inmaculada concepción de María puesto que su propia muerte demuestra que nació con el pecado original. En otras palabras, creer que María fue inmaculada y que murió es contradecirse pues la causa de muerte es el pecado.
Sabemos que Cristo murió no por sus pecados sino porque cargó el de todos nosotros sin conocer el pecado. Pero ¿y María? ¿Qué causó su muerte? ¿Sus pecados o el de los demás? Entendemos que algunos católicos como el P. Joaquín Cardoso en su librito, "La Asunción de María Santísima" explican su muerte diciendo que ella sí murió, pero por nuestros pecados (como y juntamente con Jesucristo) y por eso la llaman co-Redentora. Sin embargo, no hay respaldo bíblico, ni histórico para esta creencia. Al contrario, la Biblia no dice que “por un hombre y una mujer” somos redimidos del castigo del pecado y la muerte sino por “un solo hombre, Jesucristo” (Romanos 5:12-17 y 1 Corintios 15:21). Además, según las mismas tradiciones apócrifas de las cuales se fundamentan los católicos para la asunción y resurrección anticipada María, ella murió por causas naturales, no porque murió por nuestros pecados y además sus padres eran pecadores. Por tanto, la inmaculada concepción no se sostiene ni con los mismos relatos apócrifos y asuncionistas.
“Según Génesis 3:15 ¿en qué momento María tuvo amistad con el mal?
En primer lugar, tendrían que demostrar que la mujer de Génesis 3:15 se refiere a María. Los apologistas católicos asumen que es ella en base a una mala traducción para su conveniencia la cual dice, “Haré que haya enemistad entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.” (Génesis 3:15, versión católica Latinoamericana) y luego afirmar falazmente que este es un texto clave que “prueba” que María juntamente con Cristo es co-Redentora, inmaculada y asunta al cielo. Sin embargo, hay varios problemas con este malabarismo hermenéutico.
Sin embargo, aquí no dice nada sobre la inmaculada concepción de María. Por tanto, los católicos marianos cometen una eiségesis (agregación al texto) lo cual no es seguir las reglas de la hermenéutica o exegética bíblica. Segundo, si se lee el pasaje en su contexto veremos que el pasaje se refiere a Eva y no María porque el siguiente versículo dice que “con dolor darás a luz los hijos” (v.16). Por tanto, el pasaje debe referirse a Eva porque si se refiere a María entonces tendrían que admitir que ella no fue inmaculada o preservada del pecado original pues los dolores de parto son consecuencias de la Caída y que tampoco fue siempre virgen y por ende tampoco fue asunta al cielo. Por tanto, te estás auto refutando. Sin embargo, los apologistas romanistas tratan de salirse de este problema diciendo que Génesis 3:15 se refiere a María y el versículo 16 a Eva. Lo mismo hacen con Apocalipsis 12:1 y 2. Además, la traducción que usan viene de la Vulgata latina de Jerónimo sin embargo en el texto hebreo no aparece la palabra “mujer” en mayúscula y tampoco dice “Ella” sino “Él” pues el texto original no está en femenino sino en masculino. Esto es consistente y queda confirmado con pasajes como Romanos 16:20; 1 Juan 3:8; Hebreos 2:9,14-15; Colosenses 2:13-15 y 1 Corintios 15:25-27. Por tanto, este pasaje no tiene nada que ver con María, sino que es un versículo Cristo céntrico donde se hace la primera profecía sobre la venida del Mesías.
Algunos marianos dicen que la “mujer” de Génesis 3:15 tiene que referirse a María del cual vino Cristo (la simiente) pues encaja con Isaías 7:14. Esto es cierto, sin embargo, aquí se usa la palabra simiente lo cual significa descendencia y Jesús no es solo descendiente de María, sino que según la genealogía que menciona Mateo también desciende de Rut, Tamar, Rahab y de otras mujeres incluyendo Eva la cual en este mismo capitulo se le llama “la madre de todos los vivientes” (Génesis 3:20). Además, María sigue siendo parte de Israel de donde procede Jesús tal como indica su genealogía. En otras palabras, Jesús no es solo descendiente de María sino de toda una nación lo cual es consistente con Miqueas 4:10; 5:2; Isaías 26:17; Oseas 13:13 y Gálatas 3:16).
Por tanto, según el contexto, la mujer de Génesis 3:15 se refiere a Eva quien tuvo amistad con el mal cuando le hizo caso a la serpiente (Satanás) y desobedeció a Dios comiendo el fruto prohibido para luego dárselo a su marido, Adán causando así la caída del hombre y es por eso por lo que todos somos pecadores y que el único que puede salvarnos de esa condición es el Cordero de Dios, Jesús. Él fue el que hirió en la cabeza, y fue Satanás el que lo hirió en el calcañar, es decir, en la cruz del Calvario.
Aun si dijéramos que aquí la mujer de Génesis 3:15 se refiere a María lo único que demostraría el pasaje es que ella fue la madre de Jesús lo cual estaríamos de acuerdo, pero eso no significa que ella fue siempre virgen, ni asunta al cielo o concebida sin pecado y mucho menos co-Redentora porque primero ya eso sería apelar a una falacia non sequitur. Segundo porque estaría cometiendo eiségesis (agregar al texto) porque eso no es lo que dice el texto y por último porque eso contradeciría el resto de la Biblia la cual enseña que "solo Jesucristo hombre" aplastó la cabeza de la serpiente (Satanás) en Colosenses 2:15 y Romanos 16:20.
¿María tuvo que haber nacido sin pecado concebido porque fue la madre de Jesús?
Lo cual es caer de nuevo en otra falacia non sequitur que no se sostiene porque el hecho de que María haya sido su madre no significa que ella tenía que ser sin pecado concebido. Además, Jesús no solo vino de María sino también de Eva, Tamar, Rut, Rahab y de otras mujeres que menciona el evangelista Mateo en su genealogía de Cristo. Ellas, al igual que María, son el linaje femenino de Jesús. Aunque María es obviamente la más cercana, desde el punto de vista de la genética, sin embargo, Jesús vendría de todas las mujeres que hay en su cadena biológica desde Eva hasta María. Por tanto, María no es el único ancestro maternal y ninguna es menos que la otra porque Jesús está en la línea sanguínea de todas ellas y esto a pesar de que Mateo y Lucas excluyen a María de la genealogía de Jesús lo cual le resta importancia.
Sin embargo, ninguna de ellas fue asunta al cielo, ni concebidas sin pecados ni siempre virgen (de hecho, una de ellas fue prostituta). Sin olvidar que Cristo vino de la nación de Israel el cual era un pueblo que Dios tuvo que reprender y castigar varias veces por su rebeldía e infidelidad. En Gálatas 3:16 también nos dice que, “a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” ¿Significa esto que Abraham era inmaculado porque Cristo era “su simiente”? Claro que no y tampoco María.
“Pero Jesús es Dios y no podía morar en un cuerpo de pecado y por esto María es inmaculada y comparada con el Arca de la alianza o el Tabernáculo de Dios.”
Para que Dios pueda morar en una persona (como por ejemplo un cristiano) no significa que esa persona tiene que estar sin pecado. Primero porque eso sería cometer de nuevo otra falacia non sequitur y segundo porque es contrario a las Santas Escrituras. De hecho, siguiendo esa lógica entonces Dios no podría morar en el cuerpo mortal y corruptible de ningún cristiano incluyendo María porque todos somos pecadores (Romanos 3:23; 5:12 y 1 Juan 1:8). Además en ninguna parte de las Escrituras dice que “todos pecaron excepto María”. Al contrario, la misma María admitió que necesitaba la salvación de sus pecados (Lucas 2:22-27 y compare Lucas 1:47 con 19:10 y Mateo 1:21). De hecho, la idea de que Cristo no pudo estar en un vientre pecador no vino de la Biblia, sino que es un concepto dualista o pensamiento místico y gnóstica que relaciona la materia o la carne con lo malo y contaminado y que se encuentra en el libro apócrifo del Protoevangelio de Santiago. Por esto la iglesia católica romana hizo inmaculada a su propia versión de “María”. Además, el Espíritu Santo es Dios y sin embargo mora en el cuerpo físico de todos los cristianos (Juan 14:17, 23 y 1 Corintios 3:16), ¿significa eso que somos inmaculados también?
“Si María hubiese dicho que no, Tamar o Rahab no hubiesen podido hacer nada”
Nadie le preguntó a María por su permiso, ni ella tomó esa decisión. Simplemente se le informó lo que pasaría y ella lo aceptó. Además, si María hubiese dicho que no, Dios no le hubiese informado lo que pasaría en primer lugar porque Dios conoce el futuro y sabía que ella iba aceptarlo. Por eso la Biblia también dice que Cristo vino por voluntad de Dios y no por voluntad de hombre o mujer. Sin olvidar que, si ellas hubieran escogido de otra manera, María ni siquiera hubiese existido.
Algunos apologistas católicos afirman que dicho dogma no está explícitamente sino implícitamente en la Biblia como en Lucas 1:26-29 y 41-42 y que el diccionario protestante Strong dice que tales pasajes indican que María estaba llena de gracia lo que demuestra estaba inmaculada.
Sin embargo, Lucas 1:26-29 y 41-42 tampoco dice nada de que María fue inmaculada o preservada del pecado original ni que siempre fue virgen por tanto aquí cometen de nuevo una eiségesis (agregación al texto) lo cual no es seguir las reglas de la hermenéutica o la exegética bíblica. Sin embargo, los apologistas marianos enseñan que ella estuvo “llena de gracia” lo que prueba que no tuvo pecado y que fue asunta al cielo. Pero ¿qué es la gracia de Dios? La palabra gracia viene del griego “charis” que significa favor, bendición o bondad y una persona puede ser bendecido y tener el favor de Dios sin estar libre de pecado. Un ejemplo de esto es cuando “Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.” (Génesis 6:8) y Esteban en Hechos 6:8. ¿Significa esto que Noé y Esteban fueron sin pecado concebido?
Por tanto, María fue muy favorecida y bendita, pero eso no significa que no tuvo pecado o que fue asunta al cielo. Además, y bíblicamente hablando el estar lleno de gracia tampoco equivale a estar sin pecado o asunto al cielo (otra falacia non sequitur) pues la frase “lleno de gracia” solo se encuentra dos veces en la Biblia y en ninguna se refiere a María sino solo a Jesús (Juan 1:14) y Esteban (Hechos 6:8). Por tanto, ¿acaso Esteban también estuvo sin pecado concebido? (Biblia católica de Jerusalén) Por supuesto que no, María tampoco. Así que, si María estuvo llena de gracia fue porque esa gracia le fue dada y no ganada pues donde abundó el pecado sobreabundó la gracia lo cual demuestra que ella también necesitó de un Salvador como ella misma admitió en Lucas 1:47 (Vea también Efesios 2:8 y Romanos 5:20-21).
“Entonces ¿acaso Jesús tuvo pecado porque fue lleno de gracia? Eso contradice Hebreos 7:26”
No porque la expresión “lleno de gracia” no significa estar libre de pecado sino a tener el favor y la bendición de Dios y el caso de Esteban en Hechos 6:8 y el de Noé en Génesis 6:8 así lo confirma. En otras palabras, la gracia en el sentido salvífico no aplica para Jesús porque Él es Dios, nunca pecó y porque nació sin pecado original porque su nacimiento virginal fue milagroso al ser concebido por obra del Espíritu Santo. No así con María quien fue engendrada de forma natural por sus padres biológicos y quienes según la misma iglesia católica romana fueron Joaquín y María por lo que tuvo que haber nacido con el pecado original porque a diferencia de Cristo su nacimiento fue normal. Por tanto, el pasaje que dice “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia;” (Romanos 5:20-21) aplica para María, pero no para Jesús. "Un dogma católico defiende una verdad de fe ya existente. Por tanto, la creencia de la Inmaculada Concepción ya se creía desde los principios pero se establece como dogma cuando personas quieren decir lo contrario. La SANTISIMA TRINIDAD que usted cree y acepta por ejemplo, se usa por primera vez en el año 215 por Tertuliano. Pero no implica que antes de Tertuliano no se creía en ella." Dos problemas con este tipo de argumento. En primera, la Trinidad está definida en la Biblia (Génesis 1:26-27; 3:22; 11:7; Isaías 6:3; 48:16; Mateo 3:16; 28:19-20; 2 Corintios 13:14; 1 Juan 5:7, etc.), la inmaculada no. Al contrario, la contradice (Lucas 1:47; Romanos 3:23 y 5:12). Segundo, Tertuliano fue un montanista (grupo anabaptista que fue perseguida por la iglesia imperial de Roma) que creía en el credobautismo (lo cual es opuesto al bautismo infantil) y que María tuvo un parto normal lo que implica dos cosas, que dejó de ser virgen y que tampoco era inmaculada. De hecho, Tertuliano también sostuvo el traducianismo la cual enseña que tanto la sustancia material (corporal de una persona) y su alma espiritual se trasmiten de padres a hijos, y debido a esto, la naturaleza del pecado se trasmite también a través de todas las generaciones. Por tanto, si a diferencia del nacimiento virginal de Jesús, María nació de manera natural de sus padres biológicos (que según la ICAR se llamaban Joaquín y Ana) entonces eso también implica que ella nació con el pecado original y que la llamada inmaculada concepción es falso. En fin, el mismo testimonio de Tertuliano es prueba que siempre existió una iglesia verdadera, perseguida, aparte y separada de la vieja Secta romana.