¿Cómo puedo creer que la Biblia es confiable si dice que el Sol “se detuvo” a petición de la oración de Josué?
Esta pregunta se relaciona a la historia narrada que dice que “el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos” (Josué 10:13). Los críticos argumentan que no es el sol la que orbita alrededor de la tierra sino al reves y que por ende la veracidad de las Escrituras debería ser rechazada. Sin embargo, la acusación de que dicho evento milagroso enseña el geocentrismo es falso pues al igual que otros pasajes de la Biblia simplemente se está describiendo lo que vemos en la Tierra en el lenguaje de la apariencia humana y a la tierra como marco de referencia, es decir, describe las cosas desde la perspectiva del observador. El sol simplemente PARECE salir y ponerse. De hecho, todo el mundo (incluyendo meteorólogos y astrónomos modernos) también han usado esa figura de lenguaje de ciencia pracmatica de que “el sol sale” o que “el sol se pone”, aunque se sabe que es la tierra es la que gira alrededor del sol. Entonces, ¿por qué pensar que la Biblia al hablar de la misma manera sí afirma tales cosas? No existe razón, sino solo prejuicio injustificado.
Por tanto, Josué describió el sol como deteniéndose así como nosotros lo describiríamos, no dando una explicación cosmológica, sino describiendo un fenómeno desde la perspectiva en que se ve para que sus lectores comprendieran fácilmente de qué periodo del día estaba hablando. Y es perfectamente válido en física describir el movimiento relativo al marco de referencia más adecuado, el cual en este caso es la Tierra. Solo una mente prejuiciada puede creer que Josué está diciendo que el sol gira alrededor de la tierra lo cual no se puede concluir de aquí pues estas solo son expresiones que aprecian una perspectiva visual y no creo que un ateo llame un canal de tiempo para decirle que su metereólogo es tonto y anti-ciencia por usar ese tipo de expresiones. Sin embargo, cuando acuden a la Biblia, se burlan de ella y de los creyentes.
Pero ¿cómo Dios hizo el milagro? La mejor explicación es que no fue el sol el que se detuvo, porque de ser así, el día hubiera seguido su curso, ya que el día y la noche no dependen del movimiento del sol, sino de la tierra. Lo que sucedió ese día, fue que Dios detuvo o redujo la rotación de la tierra (algo que no tenía porqué saberlo el cronista). El sol permaneció en su lugar y rotando sobre su propio eje, nunca se detuvo. Los críticos afirman que si la Tierra se hubiese detenido, hubiese experimentado catástrofes globales incalculables debido a las leyes de movimiento. Sin embargo, el Dios que creó el mundo y estableció las leyes naturales es perfectamente capaz de compensar cualquier complicación colateral. Así que, antes de desechar la Biblia porque reporta milagros, el ateo deberia probar que no existe un Dios que tenga la habilidad de lograr tales tareas ya que si existe un Dios omnipotente y todopoderoso que es capaz de crear todo el universo por medio de Su Palabra (Salmo 33:9), entonces, se debe admitir que El tiene el poder de hacer con el universo lo que desee. Por tanto, hasta que el escéptico pruebe que Dios no existe no puede afirmar que los milagros biblicos no son verdaderos. Con Dios nada es imposible, exceptuando, desde luego, aquellas cosas que son opuestas a Su naturaleza.
De hecho, es interesante saber que los enemigos de Josué eran adoradores del sol y la luna por lo que el milagro que le dio la victoria demostraría que el Dios de Israel era el verdadero Dios y el de sus enemigos eran los dioses falsos. No hay duda de que “no hubo día como aquel, ni antes ni después de él” pero en la mente de Josue el milagro más grande es que el Dios del sol y la luna lo escuchó y respondió a su increíble oración. Sin embargo, aunque sabemos que los eventos de Josué y 2 de Reyes son eventos reales de la historia se debe recordar que la leyenda urbana que circula en las redes sociales de que “los científicos de la NASA mostraron con sus máquinas un día perdido alrededor del tiempo que Josué vivió” no es cierto. Las computadoras no tienen la habilidad de hacer tal descubrimiento, y todo esfuerzo por contactar a los científicos supuestamente involucrados ha resultado ser un fracaso o un desmentido. La revista Bible-Sciene Newsletter de julio de 1989 porta un artículo excelente que desacredita esta farsa (Bartz, 1989, p. 12).
Sin embargo, aunque el cristiano no debería usar ese argumento ficticio, debemos recordar que el sol sobre Gibeon estuvo en el cielo de la mañana por lo que habría sido de noche o muy temprano por la mañana en el hemisferio occidental (Josué 10:13,14) y ¿qué es lo que encontramos? Que se han descubierto varias referencias extrabiblicas y leyendas de alrededor del mundo (como Egipto, Grecia, los maoríes de Nueva Zelanda y otras culturas antiguas) que parecen estar basado en este mismo evento lo cual haría sentido ya que algunos de ellos vivieron en el lado opuesto del hemisferio. De hecho, de acuerdo con la enseñanza Azteca de Méjico, grabada en el nahua-indio en los Anales de Cuauhtitlan, que una vez en el remoto pasado, virtualmente al otro lado del mundo, la noche continuó por un tiempo extendido y el sol no salió durante todo un día en la Ciudad de los Dioses alrededor del año 1400 AC. lo cual también apoya el relato biblico.
En conclusión, cuando los escritores biblicos usan expresiones como la “salida del sol” y de la “puesta del sol” sencillamente están describiendo el movimiento aparente del sol desde el punto de vista de un observador humano lo cual no anula la ciencia y tampoco anula la Biblia. El ateo que insista en criticar pasajes como estos solo demuestra que aún tiene mucho que aprender, el problema es que muchos no quieren aprender ni estudiar aquel Libro que tanto atacan y les obsesiona, la Santa Biblia.
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-Sherlock-