El Ojo Humano ¿Diseño o Evolución?
“El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová.” – Proverbios 20:12
Usted tiene dos ojos y cada uno está compuesto de 130 millones de células fotorreceptores. En cada uno de esas células hay 100 trillones de átomos. ¿Eso es más que todas las estrellas en la galaxia Vía Láctea. Provisto de mira automática, enfoque automático y ajuste automático de abertura, el ojo humano puede funcionar aun al pasar de total oscuridad a la luz radiante del sol, puede ver objetos que tienen el diámetro de un fino cabello y puede realizar cada día 100,000 movimientos independientes proporcionandonos fielmente una serie de continua de coloridos cuadros estereoscópicos. Generalmente el ojo realiza sin quejarse, y mientras dormimos, efectua su propio trabajo de mantenimiento. ¡Y sin embargo, todavía hay gente diciendo que el ojo surgió por fortuito accidente!
De hecho, el ojo humano necesita alrededor de 40 subsistemas, todos trabajando juntos y en armonía con cada uno. Lógicamente, todos ellos tuvieron que aparecer instantáneamente juntos o estaríamos todos ciegos. Por ende, es racional y cientificamente imposible pensar que el ojo haya sido producto de la casualidad. El mismo Carlos Darwin reconoció este problema cuando en 1861, dos años después de la publicación de su libro “El Origen de las especies”, le escribió una carta a su amigo biólogo, Asa Gray, su amigo, diciendole: “Cuando pienso en el ojo, me da fiebre”. Darwin también escribió que “Suponer que el ojo con todos sus dispositivos inimitables para ajustar el foco a distancias diferentes, para admitir diferentes cantidades de luz y para la corrección de la falta de coincidencia cromática y esférica, pudiera haber sido formado por selección natural, me parece, y lo confieso libremente, absurdo en el grado mas elevado posible… La creencia de que un órgano tan perfecto como el ojo pudiera haberse formado por selección natural es más que suficiente para dejar perplejo a cualquiera”. Desde entonces ha pasado más de un siglo. ¿Ha sido resuelto ese problema? No. Al contrario, los evolucionistas siguen teniendo dificultad para explicar el accidental desarrollo gradual del ojo humano pues desde el tiempo de Darwin lo que se ha aprendido acerca del ojo muestra que es hasta más complejo de lo que él entendía que era. Si el ojo hacia estremecer a Darwin, ¡imagínese lo que le haría el conocimiento adicional que hoy tenemos del ojo! La única conclusión lógica y razonable que uno puede llegar es la misma del famoso científico de la NASA, Robert Jastrow, quien dijo: “El ojo parece haber sido diseñado; ningún diseñador de telescopios pudiera haber efectuado mejor labor”.
Ni siquiera la cámara más avanzada del mundo (DSLR) que tiene 80 megapíxeles se compara con el ojo humano. El ojo humano es tan complejo y sofisticado que los científicos todavía no comprenden plenamente cómo funciona. Cuando consideramos la asombrosa sincronización sofisticada de las complejas estructuras y mecanismos que trabajan unidos para producir la visión humana, es difícil comprender cómo los evolucionistas pueden honestamente creer que el ojo se desarrolló mediante un gradual proceso evolutivo de intentos y errores. Principalmente cuando entendemos que el ojo sería inservible si no estuviese completamente desarrollado pues funciona como un todo integrado; de lo contrario, no podria funcionar. Por tanto, la evolución gradual del ojo es una idea completamente absurda e irrazonable. Aun así, hay ateos que no tienen problema alguno en aceptar que una cámara con 15 píxeles tiene un diseñador inteligente pero no el ojo humano el cual si fuera una cámara digital tendría 576 megapíxeles. ¿Dónde esta la lógica? Desde la Nebulosa de la Hélice hasta el ojo humano toda la naturaleza muestra orden, complejidad, e increídible diseño lo cual exige y demanda un Disenador inteligente lo hayas visto o no (Salmo 19:1 y Salmo 139:14).
Y si esto es así respecto al ojo, entonces, ¿qué hay del cerebro humano? Puesto que ni siquiera una máquina sencilla evoluciona aleatoriamente, al azar, ¿cómo puede ser un hecho el que el cerebro, que es infinitamente más complejo, haya hecho eso? Jastrow llegó a esta conclusión: “Es difícil aceptar la evolución del ojo humano como producto del azar; más difícil aún es aceptar la evolución de la inteligencia humana como producto de trastornos aleatorios en las células cerebrales de nuestros antepasados”. Hasta el periódico The New York Times hizo un artículo titulado, “Ciencia de computadoras frustrada al tratar de emular la visión humana” la cual informaba que: “Peritos que procuran realizar uno de los más audaces sueños del hombre —crear máquinas que piensen— han tropezado al dar lo que parecía ser un paso inicial de índole elemental. No han podido dominar el proceso visual. Después de dos décadas de investigación, todavía no han logrado enseñar a las máquinas el acto aparentemente sencillo de poder reconocer objetos corrientes y distinguir entre unos y otros. En vez de eso, han adquirido un nuevo y profundo respeto a las complejidades de la vista humana. […] La retina humana es la envidia de los científicos que crean computadoras. Sus cien millones de bastoncillos y conos y sus capas de neuronas ejecutan por lo menos diez mil millones de cálculos por segundo.”
En fin, el ojo no surgió al azar para luego desarrollarse sino que desde el principio fue creado por Dios en su forma completa y magnífica. Como dijo sabiamente, Sturmius, “Examinar el ojo es una cura para el ateísmo.”
Objeciones:
“Comparar el ojo humano con una cámara o artefacto humano es cometer una falsa analogؙía”
En primer lugar, ¿Falsa analogia? Para nada. Como dice el bioquímico, Michael J. Denton, “Los estudios electrofisiológicos han revelado recientemente conexiones muy intrincadas entre las células nerviosas de la retina que capacitan al ojo para realizar muchos tipos de procesamientos de datos preliminares de información visual antes de transmitirlos en una forma binaria al cerebro. La habilidad de tales mecanismos ha vuelto a ser recalcada por su cercana analogía a las clases de intensificación de la imagen y de los procesos de clarificación que hoy realizan las computadoras, tales como las que usa la NASA, en imágenes transmitidas desde el espacio. Hoy día sería más exacto pensar en una cámara de televisión si estamos buscando una analogía para el ojo”. (Evolution: Still a Theory in Crisis, Denton, p. 333).
Y en segundo lugar, nuestro argumento teísta no es una comparación inválida puesto que ambos tienen orden, complejidad y marcas de diseño. De hecho, la naturaleza tiene tremendamente más orden, complejidad y marcas de diseño que que las más intrincadas invenciones del hombre lo cual da más razón para creer que existe una mente inteligente detrás de nuestro gran universo y la vida ya que lo opuesto seria aceptar que todo vino por un azar evolutivo y de la nada lo cual es absurdo, irracional y operacionalmente imposible. Como afirma el ex-ateo y doctor en medicina y en filosofía, el Dr. Wang, “Yo vine a Cristo porque no encontré en la ciencia las respuestas a las preguntas de la vida que yo andaba buscando. De hecho, mientras más estudiaba ciencia, más, no menos, evidencia veía de diseño y creación de Dios. La misma complejidad de un ojo humano, es por cierto, la evidencia más poderosa de la existencia de Dios.” (Dr. Ming Wang, MD, Phd, ex-ateo, oftalmologista graduado de Harvard, y uno de los más importantes cirujanos oculares en física lٞáser).
“El ojo humano no es perfecto por ende Dios no existe o es un mal diseñador”
Algunos ateos argumentan diciendo que cómo el ojo puede ser creación de un Dios perfecto si algunas personas nacen ciegas, o tiene que usar espejuelos como el mismo creacionista Ken Ham ¿no demuestra eso que Dios no existe o que es un mal disenador? El biólogo evolutivo y escritor agnóstico, Richard Dawkins, por ejemplo, cree que ha encontrado un sistema de órganos, que está mal diseñado y, por lo tanto demuestra que ningún dios podría haberlo diseñado. Él ha popularizado esta acusación tan ampliamente que en sitios web y foros ateos basta citar el ejemplo, como si fuera comprobado. Él se refiere a los receptores de color en la retina del ojo vertebrado. Estos son al revés, dice, con el receptor apuntando hacia la retina, en lugar de a la lente. Él dice: “Cualquier ingeniero supondría naturalmente que las fotocélulas apuntarían hacia la luz, con sus cables dirigiéndose hacia atrás, hacia el cerebro. Él se reiría ante cualquier sugerencia de que las fotocélulas podrían apuntar en dirección contraria de la luz, con sus cables saliendo por el lado más cercano a la luz.”
El cableado al cual se refiere, es aquel de los nervios. Él supone que los nervios deben estar detrás de la retina, de modo que los receptores apunten hacia fuera. Sin embargo, los nervios no pueden estar detrás del ojo, ya que este es el espacio necesario para la refrigeración del sistema sanguíneo. Si este sistema de enfriamiento no estuviera allí, entonces los receptores se sobrecalentarían. Los receptores también podría sobrecalentarse localmente, si estuvieran apuntando hacia afuera, y así podrían detectar la luz directamente. Parecería que es mejor, más seguro y más eficiente que los receptores reciban luz indirecta. Además, el sistema nervioso es realmente transparente, por lo que la luz puede atravesar el sistema solo a la vista de los receptores. Por tanto, lejos de ser un mal diseño, la estructura del ojo vertebrado es un ejemplo de diseño magistral. Naturalmente, esto es lo que esperamos de la creatividad del Dios de la Biblia.
Dicho “argumento” también apela a una falacia de evidencia incompleta (conocido también como supresión de pruebas) pues ignora u oculta pruebas relevantes las cuales destrozan los argumentos inductivos de los evolucionistas ateos. Aun si el ojo tuviera imperfecciones eso no descarta la multitud de elementos evidentísimos de diseño y gran complejidad que tiene. El argumento del error simplemente no demuestra que no haya diseño en el cuerpo humano sino que trata de evitar enfrentarse al orden e inteligibilidad de la vida para fijarse solamente y constantemente en lo que pueda aparecer errores o algo caótico. Además también cae en la falacia non sequitur (no se sigue) pues diseño inteligente simplemente NO es sinónimo a diseño perfecto. Afirmar que nuestro cuerpo presenta defectos y que por ende nadie lo diseñó es un argumento que no tiene sentido. Primero porque asumir que Dios no existe porque partes de nuestro cuerpo no funcionan bien o que son inservibles es como decir que si partes de mi ordenador no funcionan o que mi auto tiene problemas mecánicos entonces eso prueba que nadie lo hizo. Absurdo.
Sin olvidar que tampoco demuestra que Dios sea un mal diseñador. Es irónico que un ateo militante diga que Dios es un ser incompetente por crear cuerpos con partes inútiles cuando él mismo no puede diseñar ni siquiera una sola célula viva y cuando la increíble máquina del cuerpo humano sigue siendo la maquina más compleja del mundo. Cualquier copia de nuestro cuerpo, sin importar lo avanzado que sea, sigue siendo una pobre imitación del original. Pero no solo eso, ignoran que toda creación de Dios era perfecta hasta que entró el pecado en el mundo y todo se corrompió (incluyendo el cuerpo humano). Es por eso que ahora pecamos, nos enfermamos, envejecemos y morimos. Pero en el principio no era así. Por tanto, la Biblia nos enseña que después de la caída del hombre todo tiende al desorden y la corrupción (entropía) que es lo que precisamente enseña la segunda ley de la termodinámica. Así que si nuestro cuerpo ya no es perfecto no es por culpa de Dios sino por culpa del hombre. Culpar a Dios seria como comprarse un auto nuevo y en perfectas condiciones pero luego no le das buen mantenimiento o lo chocas y tratas de echarle la culpa a la fábrica que lo hizo cuando en realidad usted fue el responsable del daño de ese carro.
De hecho, aun si la fábrica no hubiese hecho un buen trabajo con el diseño de su auto eso tampoco probaría que nadie lo hizo. Lo mismo se puede decir de Dios y el cuerpo humano. El mundo actual es una chatarrería. Pero la buena noticia es que Dios promete arreglarlo tal como era en el principio (Vea Romanos 8:21-23 y 2 Pedro 3:13).
“Pero la explicación de la evolución del ojo de Dawkins es mejor que el de la Biblia y refuta la idea creacionista de que “medio ojo no serviría para nada”
Según Richard Dawkins algún ancestro nuestro le habría venido bien tener simplemente una o varias células fotosensibles para diferenciar el día de la noche y que a medida que el ojo iba evolucionando paso a paso es capaz de empezar a distinguir las formas de los objetos. Por tanto, tiempo (miles de millones de años) ha habido de sobra para que cualquier ojo haya ido aumentando su porciento de funcionamiento. Es solo cuestión de azar afirma.
Sin embargo, esta idea imaginaria de Dawkins de que un ojo funciona como un ojo aun durante sus primeras sus etapas de desarrollo no tiene sentido. Pero, ¿cómo puede una fracción de ojo ser realmente un ojo? ¿Cómo puede ser posible el supuestamente lento el proceso para producir el ojo cuando el ojo es sólo una parte de una red compleja más amplia de partes interdependientes que comprenden la red visual? Como dijo Stephen Jay Gould, un erudito de Harvard, preguntó qué vale tener el 5% de un ojo si no podría ver. La afirmacion gratuita de Dawkins de que el 5% del ojo se usaba “para ver el 5% de visión” no tiene base científica. Al contrario, ¿cómo puede el 5% de un ojo tener el 5% de visión? cuando la visión no funciona hasta que el ojo es 100% un ojo, con todas las partes en su lugar y funcionando completamente? El abogado Phillip Johnson vio la falta de lógica de la conclusión de Dawkins, y declaró: “La falacia en ese argumento es que ‘el 5% de un ojo’ no es la misma cosa que el ‘5% de la visión normal.”
Otros evolucionistas como el Dan-E. Nilsson y Susanne Pelger, de la Universidad Lund, consideraron que el ojo humano pudo haberse desarrollado en “unos pocos cientos de miles de generaciones” en “1.829 etapas”, y sin embargo comenzaron con un parche de células, planas y sensibles a la luz. No dicen nada acerca de la manera como llegaron a la existencia esas células sensibles a la luz. Los dos investigadores asumen su presencia antes que darse cuenta de que la manera como se forman las células es en sí mismo una parte fundamental de lo que ellos deberían estar probando, antes que asumirlo, si desean demostrar como evolucionó el ojo. La ciencia verdadera comienza el proceso en el principio, no a lo largo de la línea. Lo que dijimos acerca del ojo se aplica a muchos otros órganos vitales del cuerpo, tales como el pulmón o el corazón, sólo para nombrar dos. Cada uno tiene involucrada una red compleja, de manera que ninguna parte puede evolucionar sin que se desarrollen todas las partes al mismo tiempo.
Como dice el bioquimico Michael Denton dice: “Si programas complejos de computadoras no pueden cambiarse por mecanismos al azar, entonces seguramente debe aplicarse lo mismo a los programas genéticos de los organismos vivientes”. Por tanto, el problema de Dawkins no es solo que el ojo es demasiado complejo en sí mismo y en su red visual para ser un producto de desarrollo al azar sino que todas las partes de tal órgano (al igual que otros órganos vitales como el oído, el corazón y el cerebro) tiene que trabajar juntas para que funcione. El ojo humano habría sido inútil hasta que todas las partes individuales estuvieran completas. De modo que surge la pregunta: ¿Es posible que el elemento no guiado del azar, del cual se piensa que es una fuerza impulsora de la evolución, pudiera haber juntado todas estas partes al tiempo apropiado para producir mecanismos tan elaborados? Tal evento imaginario sería más milagroso que el relato de la creación en Génesis.
En fin, y en palabras del gran científico, Sir Isaac Newton, “El ateísmo es tan insensato y odioso para la humanidad que nunca tuvo muchos profesores…¿Fue el ojo diseñado sin destreza óptica y el oído sin conocimiento de los sonidos? Estas cosas siendo justamente inhibidas a la razón. ¿Acaso no se infiere de éstos fenómenos que hay un ‘Ser Incorporéo, Vivoiente, Inteligente, Omnipresente, que en el espacio infinito, cómo si fuera su espacio sensorial, ve las cosas en sí íntimamente y las percibe profundamente y las comprende en su totalidad por su presencia inmediata a Él mismo?” – Sir Isaac Newton
Hola Sherlock, tienes hablar sobre ellen Gould white?, creo que es sería interesante por lo que se decía acerca de ella
Hablas de Elena G white?