¿Venimos del barro?
“No conozco ningún alfadero”, dijo la olla. “Nací por mi misma y soy eterna.” Pobre loca, se le ha subido el barro a la cabeza.” – Franz Binhack, escritor
Muchas veces los fanáticos ateos apelan al ridículo y la falacia de hombre de paja al decir que es risible creer que el barro se convirtió en hombre y una costilla en mujer. ¿Pero no será al reves? Así como es entendible y lógico que una mente inteligente como un hombre haga objetos (como una taza) de materiales naturales del suelo también es entendible y lógico que una mente inteligente como Dios pueda hacer el hombre del polvo. Después de todo y científicamente hablando, está demostrado que el cuerpo humano se compone de los mismos elementos que se encuentran precisamente en la tierra (Génesis 2:7 y 3:19).
Además, los evolucionistas ateos y agnósticos como Lawrence Krauss, Carl Sagan, Bill Nye, Neil deGrasse Tyson y otros también creen que venimos del polvo. El “astrofísico” agnóstico, Neil deGrasse Tyson, afirma por ejemplo que “No somos figurativamente, sino literalmente polvo de estrellas” mientras que el actor progresista, agnóstico y evolucionista, Bill Nye, también declara, “Tú y yo estamos hechos de polvo de estrellas. Somos las cosas de estrellas explotadas. Somos por tanto, por lo menos, una forma en que el Universo sabe sobre sí mismo. Eso para mi, es asombroso.”
El “físico” ateo, Lawrence Krauss fue aún más lejos en declarar que “Cada átomo de tu cuerpo proviene de una estrella que estalló. Y, los átomos de tu mano izquierda, probablemente, proceden de una estrella distinta que los de tu mano derecha. Es, verdaderamente, lo más poético que sé de la física: estás hecho, por entero, de polvo de estrellas. No podrías estar aquí si esas estrellas no hubiesen estallado, porque los elementos —el carbono, el nitrógeno, el oxígeno, el hierro… todo lo necesario para la evolución y la vida— no fueron creados desde el principio de los tiempos. Se formaron en la caldera de los núcleos estelares y el único modo de que llegasen a tu cuerpo es que esas estrellas tuviesen el detalle de estallar. Así que olvídate de Jesús. Las estrellas murieron para que tú pudieses estar aquí hoy.” Pero tales evolucionistas no solo creen que venimos del polvo de las estrellas sino que tales estrellas vinieron a su vez de la nada (Un universo de la nada, de Lawrence Krauss).
Nuestra pregunta es ¿y cuántos elementos tiene la nada? Ninguna, porque de la nada, nada puede salir. Es por eso que el ateo es como el barro que se le sube el lodo a la cabeza diciendo que no existe el Alfarero. Por tanto, lo que en realidad no es entendible y lógico es creer que el cuerpo humano se hizo asimismo y que haya venido de materia no viviente sin una mente inteligente. No solo porque la ciencia moderna ha demostrado que la vida es increíblemente compleja, ordenada y llena de marcas de diseño (cosa que los evolucionistas del tiempo de Darwin creían que era algo muy simple) sino porque según la Ley científica de la Biogénesis, toda vida solo puede venir de vida pre-existente. Por tanto, ¿de dónde vino la primera vida? Como la primera vida no pudo haber surgido de materia muerta, la única explicación razonable es que el eterno Dios viviente creó el primer ser humano viviente ya que si no fuera eterno terminaríamos en un pasado infinito.
En otras palabras, Aquel que es vida creó la vida (Génesis 2:7 y Juan 1:3-4). Esto concuerda con la ley de la Biogénesis y otros hechos cientificos. En cambio, los evolucionistas ateos creen que la primera vida vino de materia muerta (evolución orgánica) sin la intervención de una mente inteligente lo cual contradice esta ley científica. Además de que científicos como Francesco Redi, Louis Pasteur, Spallanzani y otros demostraron que eso es operacionalmente imposible De hecho, la observación de la ciencia moderna también ha descubierto que las leyes de la física y la química en nuestro universo no permite que la vida venga de lo que no tiene vida.
Sin olvidar que la información del ADN es demasiado complejo y ordenado para que haya surgido por el azar evolutivo y esto mismo lo admitió uno de los científicos que descubrió la doble hélice del ADN, Francis Crick. Además, de que la ciencia moderna nos ha demostrado que una información no puede existir sin una mente inteligente en este caso Dios. Es por eso que otro científico ateo admitió: “En lo referente al origen de la vida sólo hay dos posibilidades: creación o generación espontánea. No hay un tercer camino. La generación espontánea ya fue refutada hace más de cien años atrás y yo no quiero creer en Dios. Por lo tanto, escojo creer lo que es científicamente imposible: generación espontánea surgida por el azar evolutivo.” – George Wald, ganador de Premio Nobel en medicina o fisiología.
¿Y qué de la extracción de la costilla de Adán? Los médicos suelen extraer costillas de forma rutinaria en operaciones de cirugía reconstructiva pues a diferencia de otros huesos estas vuelven a crecer siempre y cuando su membrana de tejido conjuntivo permanezca intacta. Esto se debe a que Dios diseñó la costilla junto con el periostio y los osteoblastos contenidos en ella: los encargados de su regeneración y con toda seguridad Dios sabía cómo extraer una costilla de manera que creciera de nuevo, justo como las costillas lo hacen hoy; sin requerir ningún tipo de milagro especial, pues el milagro ya fue manifiesto en el origen de la creación del hombre. Esto nos dice que Dios es el mejor cirujano del mundo (Génesis 1:31). Por cierto, lo del “sueño profundo” suena como una buena dosis de anestesia (Génesis 2:21). En otras palabras, la costilla que sacó Dios de Adán volvería a crecer por lo que Adán no andaría con un defecto o una costilla menos.
En cuanto a la creación de Eva a partir de la costilla de Adán, antes de juzgar este relato como una fantasía, pensemos en algunos logros de la ciencia pues ya es sabido que el ser humano ha sido capaz de tomar material biológico de un organismo para hacer otro de la misma especie. Por tanto, ¿por qué dudar de que el Creador Todopoderoso haya podido formar un ser humano de la costilla de otro? De hecho, es interesante saber que los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas que conforman la sangre se producen en la parte esponjosa (médula) de algunos huesos del esqueleto los cuales son: el esternón, los huesos del cráneo, LAS COSTILLAS, el hueso ilíaco y las terminaciones de los huesos de los miembros superiores e inferiores. En la médula ósea roja de los huesos se encuentran las células hematopoyéticas pluripotenciales de las que derivan todas las células de la sangre. Después de los 20 años, los glóbulos rojos, blancos y plaquetas son producidos principalmente por la médula de los huesos planos, como las vértebras, el esternón y LAS COSTILLAS.
Por lo que se puede inferir que Eva derivó de las células pluripotenciales hematopoyéticas contenida en la médula ósea de la costilla de Adán. Es interesante saber que cualquier célula sin necesidad de la reproducción sexual puede dar lugar un organismo como nosotros pues todas las células tienen información en sus núcleos lo cual suena mucho a lo que Adán dijo al ver a Eva “Eres huesos de mis huesos y carne de mi carne” (Génesis 2:23; Deuteronomio 32:4). Otro dato interesante es que para los hebreos la vida ESTABA EN LA SANGRE (Levítico 17:11). Por tanto, no es nada místico ni absurdo pensar en la creación de un ser humano a partir de células que se encuentran en las costillas. Claro, no falta el fanático ateo militante que diga que si Dios tomó sangre de Adán para crear otro ser humano entonces ¿no convertiría eso a Eva en un hombre clonado ya que es el mismo ADN de Adán? La respuesta es no porque lo único que Dios tenía que hacer era eliminar el cromosoma Y y duplicar la X. De hecho, desde Adán y Eva, todo hombre y mujer tiene la combinación de cromosomas para tener una vida normal y reproductiva. Por tanto, Dios creó un ser distinto a Adán, es decir, una mujer en base al hombre, no otro hombre.
Entonces sería:
Adán XY
Eva XX
XY- DIOS DUPLICA EL X APARTIR DEL XY.
X-Y———–XX
Hombre- Mujer
Dios no duplicó XY solo duplicó X.
Quizás otro también pregunte, ¿pero no convierte eso a Eva en hija o hermana de Adán? Tampoco pues ¿quién parió a Eva para que digan que es hija de Adán? ¿A quién fecundó Adán con su esperma para que digan que Eva es su hija? ¿De quién adquirió el cromosoma de mujer para que digan que es hija de alguien? ¿No es Eva la primera mujer? Por tanto, Eva no era su hija. Tampoco es su hermana pues ¿de quién son hijos biológicos ellos dos para que los llamen “hermanos”? Un hijo debe tener los cromosomas de los padres. ¿de quién adquirió Adán y Eva eso para que los llamen hermanos? En fin, Eva no fue hermana o hija de Adán sino una nueva creación y el reflejo del hombre Adán, no su doble.
Otros preguntaran, “Y ¿por qué Dios no hizo a la mujer de la misma forma que al hombre, es decir, directamente del polvo de la tierra? ¿Por qué este milagro especial de la creación de Eva a partir del hueso y la carne? Dios pudo haber hecho a Eva de la misma forma que hizo a Adán pero no quiso hacerla de manera ajena y separada del hombre por dos razones principales: La primera, para que todos nosotros, hombres y mujeres, fuéramos descendientes de Adán y estemos relacionados con él, incluso Eva, la madre de la humanidad y, por supuesto con el postrero, que vendrá a buscar a todos aquellos que le hayan sido fieles: Cristo Jesús, para que disfruten junto a Él de Su reino eterno. ‘Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.’ (1 Corintios 15:45).
Y la segunda, porque Dios quería que Adán y Eva se casaran y que su unión fuera muy estrecha, como si fueran “una sola carne” (Génesis 2:24; Deuteronomio 32:4). En efecto, el hombre y la mujer han sido creados de forma que pueden complementarse y formar un sólido vínculo de amor y cuidado mutuo. Como dice el Talmud, “La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada”
En otras palabras, así como es lógico y entendible que una mente inteligente como el hombre haga objetos (como una taza) de materiales naturales o elementos del suelo, también es lógico y entendible que una mente inteligente como Dios haya hecho el hombre de elementos naturales de la tierra. Lo que no es creíble ni lógico ni cientifico es que el barro se haya hecho hombre por sí solo (vida de materia muerta), sin una mente inteligente y al azar lo cual es exactamente lo que proponen los evolucionistas (abiogénesis y generación espontanea).
En fin, ambas creencias (creación y evolución) son actos milagrosos. La única diferencia es que una (evolución) es risible, ilógica, anticientífica y dificil de creer y la otra (creación) es más plausible, lógica, razonable y fácil de creer, saludos.